Era una mañana de verano, el cielo estaba encapotado de nubes grises y muy gruesas, parecía que iba a caer una gran tormenta lo cual es muy raro en Wisteria Lane.
Susan Meyer recibió a su hija con los brazos abiertos, su hija Julie había ido a estudiar a las afueras de Farview y ahora venía con una cosa inesperada, estaba embarazada. Desesperada miraba a su hija sin saber bien que decir, pero ese silencio no duró demasiado.
-Julie, que sorpresa-dijo Susan al fin, con una sonrisa forzada a ver la enorme y apepinada barriga que traía su hija.
-Mamá-dijo Julie dándole un abrazo.
-Pero...¿qué es esto?
-Emm bueno Richard y yo vamos a tener un hijo-dijo Julie con un hilo de voz.
-¿Y quién es Richard?
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Gabrielle Solis llevó a sus hijas Celia y Juanita al colegio, se había estropeado bastante desde que tuvo a sus niñas pero aun así esa misma mañana se acercaron a ella.
-Hola-dijo un hombre apuesto y con una sonrisa que casi ciega a Gabrielle.
-Hola-dijo con irritación, estoy casa ¿vale?-dijo aun con más irritación.
El hombre cuyo nombre se desconocía río a carcajadas y Gabrielle le miro con frialdad.
-No vengo para invitarle salir Sra.
-De señora nada-dijo Gabrielle.
-Muy bien señorita-el hombre sonrió aun más.
-Tengo mucha prisa, así que déjeme en paz-dijo desviándole la mirada.
-Muy bien le dejaré, creo que no le interesará desfilar en la gran pasarela de París-.
-Esta noche a las 22:00 en mi casa, no llegues tarde-dijo señalándole cual era su casa y metiéndose en su coche. Mientras el coche se alejaba el hombre apuesto que aún se desconocía su nombre sonrió satisfecho agitando la mano en modo de despedida.
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Bree Van de Kamp ya no hacia lo mismo que antes, su vida tan perfecta que era se había convertido en una vida aburrida, había dado un giro inesperado, después de que se hiciera famosa por sus libros de cocina y su marido, Orson hiciera todas las tareas de la casa, Bree se aburría mucho, pensó en volver a la bebida pero se contuvo.
Así que su vida era muy monótona siempre que oía una puerta cerrarse salía corriendo para hablar y hablar horas con quien pasase por allí, por eso todas las vecinas de Wisteria Lane cerraban despacito sus puertas blancas, acorazadas, de roble, incluso de hierro y salían disparadas para evitar la larga conversación que Bree les ofrecía, pero algunas no tenían tanta suerte de escabullirse.
-Lynette!-gritó Bree por todo el barrio y con paso ligero pero a la vez realmente elegante se aproximó a Lynette.
-Hola Bree-dijo Lynette con amabilidad.
-Me preguntaba si por un casual esta noche estas libre, quiero organizar una partida de póker ya sabes como en los viejos tiempos-dijo Bree alisándose su falda de arrugas.
-Estoy muy liada con el restaurante, Tom se ha ido con Preston y Porter a la universidad para que se instalen y no tengo tiempo, otro día será-dijo Lynette poniendo cara de alivia al ver que Bree no le miraba.
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Lynette Scavo seguía igual aunque una cuantas arrugas acechaban su edad.
No tenía tiempo para descansar, ya que tenía que trabajar en el restaurante en casa...
Ahora que los gemelos Scavo se iban a la universidad ella iba a estar más tranquila, sin dudarlo.
-Sí!-gritó Lynette mientras estaba en el suelo del restaurante , desnuda con Rick su ex empleado encima suya también desnudo.
-Ha sido increíble-dijo Rick.
-Esto no está bien, no se por que lo estoy haciendo , no lo hice hace dos años cuando trabajabas aquí, pero es que me siento tan sola Tom está todo el día fuera-se excusó Lynette.
-Shh-disfruta el momento-dijo Rick dándole un beso en la frente. Ella sonrió no muy complacida.
Después de que yo me fuera de este mundo ya sabéis al de los difuntos ,volvieron a ser las cuatro amiguitas como al principio, como cuando murió Mary Alice, aunque un tanto distanciadas, ya que sus vidas eran muy estresantes para algunas pero menos para otras...
Se puede decir que yo no entré en ese grupo por mucho que lo intentara.
Mi nombre lo tendré en el anonimato, de momento...