¡Antes de empezar! Como en el resto de mis fics, voy a daros una pequeña explicación del sistema de redacción. Es sólo un prototipo, así que me gustaría que me dijerais qué os parece y si os gusta más el estilo simple sin tanta parafernalia o el trabajado. Como podéis ver, estoy escribiendo esta introducción en negrita y cursiva. A partir de ahora, lo que veáis así son los pensamientos del autor. La "negrita simple" indicará narración, la "cursiva simple" indicará pensamientos de los personajes, y la "letra normal"serán los diálogos.

¡Todo dicho; empecemos!


–¡Ánimo, capitán~!

–No.

–¡Venga ya, si lo estás deseando! ¡Vuestro amor mutuo ruge como las olas del mar chocando contra un arrecife en un día de tormenta!

–¡No!

–Sólo te estás engañando a ti mismo~

–¡Es mi amiga!

Últimamente, el tema común en las conversaciones de los entrenamientos del Raimon y el Inazuma Japan era el joven capitán de ambos equipos. De algún lado salió el rumor de que el portero estaba enamorado de Aki Kino, una de las managers del equipo. Y claro, ya se sabe que no hay meollo donde estos chicos no quieran meterse…

Esta vez, eran Kuusuke Matsuno, más conocido como Max, delantero del Raimon, y Jousuke Tsunami, defensa del Inazuma Japan y también antiguo jugador del Raimon, los que estaban atosigando al pobre Endou con estos temas tan incómodos para cualquiera.

–¿Intentas convencernos a nosotros o a ti mismo~? –dijo Max con tono burlón. De hecho, la mitad de las cosas que decía a lo largo del día sonaban así.

–¡No tengo que convencer a nadie de nada, Max! –replicó Mamoru, ya harto de tanta burla acerca del tema.

–¡Pero si a ella también le gustas, capitán! –añadió Tsunami.

Silencio.

Mamoru giró la cabeza para mirar al defensa de cabello alborotado y gafas de buceo.

–¿Q-q-qué…? –balbuceó el capitán.

–Bueno, está bastante claro~ –dijo el delantero mientras colocaba sus manos tras la cabeza.

–¡Eso es mentira! ¡Aki es mi amiga y nada más! ¡Es casi como mi hermana…!


Las chanzas acerca de esta parejita no se limitaban a acosar a Mamoru (aunque sí eran la parte más divertida). Aki también tenía su parte…

–¿Es verdad lo que se dice por ahí, Aki-chan? –Haruna Otonashi, otra de las managers del Raimon y el Inazuma Japan, libreta y lápiz en mano, se preparaba para tomar nota de todo lo que dijera la chica de cabellos castaños–. ¿Te gusta el capitán?

–¿Eh…? –la joven se sonrojó ligeramente–. Bueno, Endou-kun… ¡Está tan lleno de vida, y tiene un espíritu de lucha tan contagioso…! ¡Sí, me gusta mucho, es un gran amigo!

Haruna suspiró ligeramente mientras apuntaba lo que había dicho su amiga.

–No me refería a eso. ¡Quería decir que si estás enamorada de él!

La cara de Kino se volvió de un cegador color rojo fosforescente.

–¿Yo…? N-no lo sé, la verdad… Puede que sí.


–Gracias por tu apoyo, Shin-shin –dijo Mamoru. Estaba sentado en la cama de Shinichi Handa, quien en los últimos tiempos se había convertido en uno de sus mejores amigos, ya que no se metía con él por el tema de Aki y, además, aceptaba entrenar con él todas las mañanas (¡Y a qué horas! El timbre de Handa sonaba todos los días a las 5 de la mañana.). Ni siquiera había dicho una palabra ni puesto una mala cara cuando su capitán comenzó a llamarle por ese mote. Aunque de todos modos no le disgustaba.

–Bueno, es sólo que no creo que esté bien forzar a nadie en ese tipo de cosas… –respondió Handa, esbozando una pequeña sonrisa–. Lo que tenga que ser, será; o eso dicen…

El centrocampista del Raimon se acercó a su capitán y le dio unas palmaditas en el hombro. Su amigo necesitaba apoyo, y vive Dios que se lo daría. Después de todo lo que él había hecho por el equipo durante el FF, era lo menos que podía hacer. …Por muchas horas de Doraemon que tuviera que tragarse.

–¿Qué película te apetece ver ahora? –preguntó Endou, sosteniendo una pila de DVDs del Gato Cósmico. Por alguna razón, era una de las pocas cosas que le animaban cuando estaba deprimido por temas amorosos. Y era ya muy tarde como para salir a jugar al fútbol.

–Eh… Me da igual, ya las hemos visto todas, así que pon la que más te guste –dijo Shinichi, manteniendo a duras penas la sonrisa de antes–. Capitán, ¿qué vas a hacer con todo este tema de Aki-chan…? Algo tendrás que pensar…

Desgraciadamente, Shin-shin tenía razón. Por muchas horas de Doraemon que hiciera a su amigo tragar junto a él, el problema no desaparecería. Necesitaba aclarar las cosas con Aki… y consigo mismo.


Un teléfono sonó al otro lado del mundo.

–¿Dígame? –dijo Asuka Domon tras descolgar. Una voz conocida respondió a su saludo.

–Domon-kun…

–¿Aki? ¿Eres tú? Se te nota triste, ¿estás bien…?

Aki le contó a su amigo lo que ocurría: la gente diciéndoles a Mamoru y a ella que debían salir juntos, la conversación con Haruna…

Asuka refunfuño.

–Hm, esos insensibles… ¡Ya podrían meterse en sus propios asuntos!

–¿Qué debería hacer, Domon-kun…?

La verdad es que el chico tampoco tenía ni idea.

–Eh, esto… ¡Creo que lo primero es no dejar que te afecte lo que digan los demás! ¡Que piensen lo que quieran, lo importante es que seas fiel a ti misma y que reflexiones bien acerca de ello! Sólo así descubrirás lo que sientes realmente por el capit- quiero decir, por Endou.

Domon se sintió hasta orgulloso de su pequeño discurso.

–Tienes razón. Muchas gracias –sonrió Aki, a pesar de que sabía que su amigo americano no podía verle.

Los compañeros de la infancia se despidieron y colgaron.

Aki soltó un largo suspiro y se tumbó en la cama, acostada sobre un lado. Tenía que organizar sus sentimientos y reflexionar.

Quién iba a imaginar que todo eso acabaría por ser un esfuerzo inútil.


¡Vamos a ver! Mamoru y Aki están siendo atosigados por todo el equipo para que se confiesen su amor mutuo y comiencen a salir, pero ninguno de los dos tiene realmente claro que esté enamorado del otro.

¿Qué pasará entre Mamoru y Aki? ¿Cómo afectará el influjo del equipo a la pareja? ¿Saben realmente Handa o Domon de lo que están hablando? Y sobre todo, ¿qué película eligió al final Endou para animarse? (?) ¡Mucha morralla de este estilo en el próximo capítulo!