Panqueques
Los personajes pertenecen a JK Rowling y la trama a Carowl, que me dio permiso de adaptar su historia, muchas gracias.
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Harry Potter despertó con el sol en sus ojos. Las cortinas estaban abiertas y permitían ver una calle común de los suburbios a las ocho en punto de la mañana, según indicaba el reloj digital del buró. A su lado, una mujer con cabello rojizo oscuro y piel pálida estaba profundamente dormida, respirando rítmicamente.
Harry sonrió ante la visión de su esposa, y suavemente la besó en sus labios apenas abiertos. Ella, al sentir el contacto, abrió lentamente los ojos y le devolvió la sonrisa.
–Buenos días, preciosa –saludó Harry.
–Buenos días, cariño –replicó Ginny– ¿qué dices si nos quedamos en la cama todo el día?
Su esposo asintió de inmediato.
– ¡Siempre tienes buenas ideas! –comentó, con un leve deje de ironía.
– ¡Lo sé! –estuvo de acuerdo Ginny, con su característico tono agudo. Entonces, ella lo besó lentamente, como hacía tiempo no lo hacía.
– ¿Y si mandamos a los gemelos con tus padres y nosotros, ya sabes, nos divertimos? –sugirió Harry después de devolverle el beso.
– ¡Tú también tienes buenas ideas!
– ¡Lo sé!
Estaban comenzando a besarse de nuevo, cuando la puerta de la habitación se abrió de improviso y un hombre adulto entró, realmente emocionado.
– ¡Nunca creerán lo que James y Lily han hecho para el desayuno! –exclamó, con una gran sonrisa en el rostro.
– ¿Qué le hicieron los niños a mi cocina, Neville? –gritó Ginny.
–Les daré una pista… –Neville se detuvo, dramáticamente– ¡Amo los panqueques! ¡Apúrense chicos, si quieren que les deje algunos!
Inmediatamente, Neville regresó a la cocina; Harry, por su parte, miró la puerta abierta y suspiró.
–No te preocupes por la cocina, amor –le dijo a su esposa, quien de hecho lucía preocupada– haremos que los niños limpien… ¡y tú podrás re-limpiar todo!
–No estaba preocupada por la cocina, ahora sí lo estoy –soltó ella– Yo sólo… podemos enviar a los niños con mis padres, pero… ¿qué haremos con Neville?
Harry sonrió, feliz porque Ginny estaba pensando en pasar todo el día con él antes de pensar acerca de limpiar la cocina. ¡Eso sí que era amor! Su sonrisa se hizo más ancha antes de depositar un beso en la frente de su esposa.
–Podemos enviarlo con Ron y Hermione. Rose ama a su tío Neville.
Ginny rio.
– ¡Eres tan listo! Te amo.
Harry Potter volvió a sonreír, sintiéndose el ser más feliz del universo. Después de dieciocho años de estar con ella, y su corazón aún se aceleraba cuando Ginny le decía eso.
–Yo también te amo, Ginny.
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Bueno, esta es una pequeña adaptación, espero que les gustara!
Con amor,
Another Girl :P
