¡Hola, gracias por entrar a leer esta historia! Debo agradecer de antemano a Harleysart , artista de Tumblr que me inspiró para hacer este fic, de verdad, muchas gracias si estás leyendo esto :3

Miraculous Ladybug no me pertenece.


A twist in time

Capítulo 1

Era un brillante día en la capital francesa, con los cielos despejados y un ambiente festivo que se reflejaba en los sonrientes rostros de los parisinos. El 14 de julio se celebraba el Día de la Toma de la Bastilla en todo el país donde uno de los eventos más destacados era un espectacular desfile militar para conmemorar dicha fecha. Siendo un acontecimiento de gran envergadura, había una fuerte presencia policial a cargo del teniente Raincomprix contando, por supuesto, con Ladybug y Chat Noir.

Sí, ni siquiera en días de fiesta nacional los héroes descansan.

Ladybug se encontraba sobre el solemne Arc de Triomphe, con ojos vigilantes buscando indicios de un nuevo akuma que perturbara la paz de París. Desafortunadamente estaba sola, su compañero no había dado señales de vida desde el último ataque producido una semana atrás. ¿Dónde estaba ese gato tonto? ¡Se suponía que eran un equipo! No quería ser paranoica pero realmente estaba preocupada porque tampoco la había acompañado para el patrullaje nocturno.

-¡Miren es Ladybug, hoooola!

-¡Mami es Ladybug!

Desde los autos la saludaron los niños y adultos, agradecidos porque su presencia allí les daba seguridad y ¿Por qué no? ¡Ladybug y Chat Noir eran celebridades en toda Francia! Ladybug devolvió el saludo con una sonrisa amable y lanzó su yoyo en dirección a un edificio cercano, ya vería como contactar al minino, mientras tanto tenía otro compromiso que cumplir.

Se desplazó con su yoyo hacia su hogar y deshizo su transformación al llegar a casa, de inmediato Tikki la recibió con una sonrisita. La noche anterior Alya le había escrito que Adrien estaría en el parque cerca de la panadería en una nueva sesión fotográfica y planeaba presentarse allí para admirarle un ratito, palabras explícitas de su portadora.- ¿Emocionada, Marinette?

-¡Sí, no puedo creer que Adrien tenga una sesión fotográfica en el parque de nuevo!-dio brinquitos de la emoción y fantaseó con una vida a su lado, con tres niños, tiernos hámsters y definitivamente, sin gatos. ¿Tendrían sus tumbas un epitafio a juego? -Jejeje..

-¡….nette llegarás tarde!

-¡Ay no, vamos Tikki!-y arrastró a su kwami hacia las escaleras.

A unas calles de ahí, Adrien sentía que la desesperación se lo comería vivo. Su padre había terminado una nueva línea de ropa y su publicista inmediatamente había programado una sesión de fotos para promocionar la colección de Gabriel Agreste; como era de suponer, él estaría ahí sin hacer ningún tipo de casting siendo el modelo predilecto.

-¡Así, así! ¡La mamma les sirve más spaghetti, sonrisas grandes bambinos! ¡Noooo, mamma, ya no más spaghetti! ¡Así, sí! ¡É bellissimo!- el flash de la cámara aparecía continuamente a la par que Adrien cambiaba las poses con desgana. Estaba cansado, dos semanas intensas donde a duras penas podía ser Chat Noir; Nathalie lo enviaba frenéticamente de un estudio a otro, y entre sus clases de chino, esgrima y basketball casi no tenía tiempo para sí. Regaló una sonrisa angelical a la cámara, no fue su elección ser modelo pero al menos su padre parecía contento con ello y eso le tranquilizaba. No era agradable lidiar con un Gabriel decepcionado y furioso, se dijo, recordando a su padre akumatizado.

-¡Eso es todo por ahora, ciao bambinos!

La tortura había acabado temporalmente y daba gracias a los cielos poder alejarse de su compañera, la autodenominada nueva cara de VOGUE, Marie Jolie, que parecía ser pariente de Chloé Bourgeois, aunque a diferencia de su amiga, la modelo lo detestaba fervorosamente. Vio como Marie lanzó su cabellera con un oxigenado tono platinado por encima de su hombro en una clara actitud de diva, intimidando a su temblorosa asistente con sus penetrantes ojos negros.-Ugh, ¿Qué me ves tanto, inútil? ¡Te pedí agua mineral hace una hora! ¡Me estoy deshidratando y tú estás parada como una babosa sin hacer nada!-miró el objeto en forma de corazón que tenía la castaña entre sus manos y se lo arrebató.- Además, ¿Qué es esto? ¡Ni siquiera puliste mi broche! ¡Madre!-Marie Jolie chasqueó sus dedos y de inmediato apareció una mujer de aspecto implacable.

- ¿Para qué te pago entonces, eh!? ¡Incompetente! ¡Estás despedida!

-P-pero mademoiselle Jolie usted no..!-intentó excusarse, ¡La señorita no le había pedido nada, podía jurarlo por su vida!

-¿No, qué? ¿Me llamas mentirosa, pequeña arpía?

-¡No, nunca me atrevería mademoiselle! Es solo que usted nunca..

Marie Jolie no toleraba los balbuceos de su estúpida ex asistente, así que un acto de bravuconería pura iba a tomar un vaso de soda dispuesta a poner a esa insulsa en su lugar cuando de repente una mano cálida y bronceada la detuvo y se encontró con unos ojos verdes tan firmes como su agarre.

-Ya basta, Marie. No recuerdo que hubieses pedido agua así que no es justo que la culpes por eso, no está bien.-dijo de forma audible y calmada, más tenía el ceño fruncido con cierta molestia. Adrien no toleraba a los bullies. El equipo, que estaba recogiendo todo ya, se detuvo a mirar la disputa con ojos desaprobadores hacia la modelo.

-Tú..-susurró conteniendo la rabia. No era estúpida, era el hijo de Gabriel Agreste quien le hablaba y un paso en falso y sería borrada de la élite de la moda en un santiamén. ¡Pero la estaba humillando delante de todos esos peleles!-No es tu asunto, Agreste.-replicó mordaz y se soltó de su mano para marcharse dando fuertes pisadas empuñando las manos, alejándose de los murmullos que alimentaban su cólera.

Adrien relajó su semblante y le dedicó una sonrisa amistosa a la chica que lucía tan temblorosa como un flan. Las cosas parecieron calmarse y consultando la hora se dijo que todavía tenía tiempo para encontrarse con Ladybug, el desfile comenzaba en dos horas y afortunadamente Nathalie no aparecía aún.

Sin embargo, un viento frío le estremeció de pies a cabeza junto con un sensación de déjà vu.-Agresteee..-una voz terriblemente conocida canturreó su nombre. Sobre la copa de un árbol se encontraba la forma akumatizada de quien fuera, posiblemente, Marie Jolie.

-¡ALERTA AKUMA!-se escucharon gritos y la gente entró en pánico, desalojando rápidamente el parque. Adrien empezó a correr para buscar un lugar seguro para transformarse pero viendo sus intenciones de escape, Infame, como se había presentado la chica, dio un salto y tocó a un desprevenido hombre dejándole en un extraño trance. Adrien estuvo atento a su reacción cuando chocó con los ojos rojos del hombre, que le miraban con una rabia y un odio inhumano. "Oh, esto no es bueno.."

Infame tocó a algunos transeúntes más y les ordenó con un grito que fueran tras Adrien. Como zombies empezaron a rodearlo, sin dejar de mirarle con la misma rabia; Infame reía como desquiciada y daba vueltas en el aire, regocijándose del nerviosismo de Adrien, el cual aumentó al ver que también les daba fuerza sobrehumana, al darse cuenta que la ancianita que alimentaba palomas cargaba un auto y que lanzaba en su dirección, ¡Rayos!

Se protegió con los brazos esperando el impacto, más este nunca llegó porque de un momento a otro se encontró volando por los aires entre los brazos de su amada Ladybug. Rápidamente lo dejó sobre la azotea de un edificio cercano.

Ladybug aclaró su garganta y le preguntó si se encontraba bien.-Por favor, escóndete muy bien. Es muy extraño lo que hace, produce sentimientos negativos por alguna razón.-la heroína meditó aún sin soltar al rubio.

-Sí, aparentemente solo hacia mí; toca a las personas y creo que el akuma está dentro de su mano empuñada. T-ten cuidado, Ladybug.-tartamudeó algo nervioso por su cercanía. Las mejillas de ella se calentaron y el carmesí se expandió por todo su rostro, mimetizándose con su traje. Repuso la compostura sacudiendo la cabeza, lo soltó y lanzó su yoyo, pero antes de partir lo miró decididamente con una sonrisa.

-No te preocupes, Chat y yo nos encargaremos; confía en mí.-y dicho esto jaló la cuerda de su yoyo y desapareció de su vista.

-Siempre, My Lady.-susurró con los ojos brillando de anhelo y amor. Su kwami se revolvió dentro de su chaqueta y lo miró con asco.

-¡Puaj! Eres tan meloso chico, que casi me quitas el hambre, ¡Nooo, eso nunca!

Ignorando a su kwami alzó su puño y la adrenalina por la batalla que se avecinaba le embargó.-No vamos a perdernos la diversión esta vez, ¡Plagg, transfórmame!

-Bien joué!

Como ya era tradición, Ladybug y Chat Noir chocaron puños, en un símbolo de camaradería con la satisfacción de haber defendido una vez más a París de las diabólicas intenciones de Le Papillon. Los parisinos, acostumbrados al ajetreo siguieron con la jornada y el desfile comenzó sin mayores inconvenientes. Los héroes debían hacer presencia también, algo rutinario, sin embargo Ladybug se quedó de piedra al recordar al chico de sus sueños, probablemente confundido por haber sido abandonado en una azotea, se llenó de pánico.

-¡Ay no! ¡No, no!

-¿Qué sucede, Bugaboo? ¿Te diste cuenta de que somos el uno para el otro y lamentas el tiempo perdido? No te preocupes, sé cómo arreglar eso.-y meneó sus cejas con galantería acompañado de una sonrisa pícara que casi la pone nerviosa.

-En tus sueños, minou. ¡Acabo de recordar que dejé al hijo de Gabriel Ageste en una azotea!-llevó sus manos a la cabeza con desesperación. Chat pareció titubear y le sonrió incómodamente.

-¿El modelo? ¡Oh, yo lo vi! Eh, sí, estaba muy tranquilo, no te preocupes Buginette.

Ladybug pareció relajarse,-¿Seguro? Aun así me gustaría verlo yo misma. ¡Nos vemos, chaton!-y saltó en busca de Adrien. Chat Noir entró en pánico y se dirigió lo más veloz que pudo hacia la azotea se suponía que estaba él. Milagrosamente, el lugar estaba desierto y pudo volver a ser Adrien antes de que su dama en traje moteado llegara a su lado.- ¡Adrien, lo siento tanto!

-No te preocupes Ladybug, me alegra que todo haya vuelto a la normalidad.

-S-si. Eh, te voy a dejar cerca del desfile, si quieres..

-Será un placer Ladybug.-y de nuevo esa extraña familiaridad que fluía en el ambiente, similar a la que sentía con Chat Noir, pero era un absurdo.

Ya cuando Ladybug había dejado a Adrien cerca al desfile, se notaban las calles abarrotadas de gente animada y a la expectativa; la heroína estaba a punto de despedirse cuando de repente una figurita chocó contra ella. Se trataba de una niña, lucía desorientada y muy confundida.

-¿Una niña perdida?-se preguntó, reparando por primera vez en ella. Tenía un cabello rubio atado en un lazo verde, que combinaba con su vestido del mismo color. Se enterneció por las facciones dulces de la niña, su carita redonda, la graciosa naricita respingada y unos ojos grandes con un color semejante a un cielo sin nubes, enmarcados por espesas pestañas.

Adrien, quien estaba a su lado se acercó un tanto preocupado y se puso al nivel de la pequeña.-Pobre niña. Deberíamos ayudarla a encontrar a sus padres.-la mirada de la niña se iluminó de un momento a otro y con su manito lo señaló.

-¡Papi!-dijo la niña risueña.

-¿Eh? ¿Yo?

"Aww, lo llamó ´Papi´ ¡Que linda!" Ladybug sonrió enternecida. Adrien parecía algo confundido y ciertamente muy extrañado de que la niña llamara "Papi" a los desconocidos.

-¿Y-yo? ¿Papi? Oh, um. Eh, ¿Cómo te llamas? Nos gustaría ayudarte a encontrar a tus papás.

-¡Emma! ¡Emma Agreste!-y una sonrisa dulce surcó en sus facciones.

-…

-…

"¿Se supone que es un familiar?"Adrien realmente no sabía qué pensar.

"Ese es el nombre de mi futura hija con Adrien..." Ladybug intentaba salir del estupor.

Adrien la cargó para detallarla mejor.-Está bien, Emma. ¿Podemos preguntarte el nombre de tus padres? Tal vez los conocemos..

La misma sonrisa volvió a aparecer.

-¡Marinette y Adrien Agreste!

Ladybug boqueó como un pez fuera del agua, y Adrien pareció algo perturbado con un sonrojo que le llegó hasta las orejas.

"¿QUÉ?!"


Bueno chicos, si han llegado hasta aquí muuuuchas gracias! Si les soy sincera, no sé pueda volver a actualizar pronto pero haré mi mejor esfuerzo. De nuevo, gracias

y espero que les haya gustado!