Este es el fic que hice especialmente para el cumpleaños de Levi *manitas arriba* jejeje (aunque ya paso)

Toda la historia será narrada desde el punto de vista de Eren menos este capítulo.

No diré más, el titulo lo dice todo.

¡Una vez pude ver una imagen de este tema y busque algún fanfic pero solo habían ff de incesto! :c Así que yo hice uno.

DISCLAIMER: Los personajes de shingueki no kyojin no me pertenecen, su autor es Hajime Isayama

TIPO: Romance/ERERI/mucho lemon(?)/familiar


POV LEVI

-La delgada línea entre ese sentimiento y yo, se ha roto completamente-

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Fue un día de invierno, hacia frio.

Nevaba mejor dicho.

Mi padre y yo vivíamos en un departamento pequeño. Los nuevos vecinos eran un par de adolescentes escandalosos, yo los odiaba por dos razones.

No me dejaban dormir en las noches y la chica, Carla, era una cualquiera que se me había insinuado tres veces. Pero pude escupirle en la cara que era gay.

En ese entonces solo tenía quince años, esa noche mi padre se fue a beber con sus amigos y me quede solo.

Desde hace unos meses el ruido de los vecinos molestos se había acabado, para mi suerte, y parecían dispuestos trasladarse. Porque abrir la ventana y los vi escapar con sus maletas.

Todo estaba bien, mientras este solo todo me ira bien.

No tengo amigos en la escuela, no tengo amigos en el vecindario. Me gusta la soledad.

Con un padre como el mío te acostumbras.

Hacia frio y no tenía que comer, me felicite mentalmente por mi cumpleaños y fui a cobijarme debajo de mi cama hasta que escuche unos sollozos en la puerta.

Cubrí mis oídos con la almohada para no seguir escuchándolos, pero se hicieron más fuertes. Maldita sea estaban volviéndome loco.

Cuando abrí la puerta pude verlo.

Era un bebe recién nacido, de cabellos castaños y ojos verdes todavía no aptos para la visión. Chillaba como un engendro del demonio y no sabía qué hacer con él. Si lo metía a mi casa, papá iba a golpearme hasta el cansancio.

Aun así me arriesgue y la golpiza valió la pena, diecisiete años después puedo decirlo con total confianza.

Valió la pena porque lo arrestaron por maltrato familiar, fui llevado al hospital con dos costillas rotas y Hanji me invito a vivir a su casa hasta que me recupere.

Ella era la última chica que resistió mis murallas hasta quedarse como mi amiga. Antes juraba que estaba loca por mí pero se consiguió un novio y dejamos el tema completamente zanjado.

Deje mis estudios por ese mocoso y lo llamamos Eren porque, porque me dio la gana.

También tiene mi apellido, yo soy Levi Jaeger y él es ¿mi hermano menor? Eren Jaeger.

O eso creía.

Irvin me contrato en su pequeña tienda que ahora es el centro comercial más grande, empecé limpiando esos sucios pisos de los asquerosos pies de los compradores, luego ascendí a cajero pero por mi carácter, hice llorar a una empleada, entre en el puesto de "jefe de mercadería". Sé que el idiota de Irvin se inventó el puesto solo para mantenerme en su tienda aunque al final nos sirvió mucho a ambos, puedo organizar las entregas grandes y se cómo regatear los precios.

Al final del año cuando cumplí la mayoría de edad y pude mudarme a mi propio apartamento me di cuenta de la dependencia a la que estaba sometido por culpa de Eren.

Lo utilice como un paliativo contra la soledad, cuidándolo de todo tipo de peligros y protegiéndolo como si fuera mi propio hijo.

Si algún chico quería una cita, se lo negaba con una excusa fácil.

Mi hijo.

Todos se lo creían.

Cuando digo "algún chico" es porque soy gay, ya lo dije, pero también tengo mi estatura malditamente pequeña. No tanto pero no es apta para ligar con hombres. Ellos creen que pueden amarrarme a la cama y usar mi cuerpo como si fuera una muñeca.

Todos bajan la cabeza para mirarme y aun si frunzo el ceño y digo más malas palabras que un marinero ebrio dirán que soy el pasivo de una relación.

Por eso me refugio en casa todo el tiempo libre que me queda, Eren es una buena compañía, ya tiene dos años y es bastante curioso. Pero con un par de nalgada se queda quieto en su lugar.

No soy violento con él. Solo lo educo.

Nunca lo golpearía como lo hizo mi padre conmigo, aunque Eren tiene sus días malos cuando se pone a patalear y quiere destruirlo todo.

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Me gustan sus ojos.

Son verdes y actúan como dos calmantes contra todo dolor de cabeza.

Me gusta su sonrisa.

Y no me siento mal porque mi primer beso haya sido con él.

Fue un accidente.

Siempre le doy las buenas noches y ese día ambos giramos la cabeza a la vez, él es un bebe y tan solo sonrió pero yo sentí un hormigueo en el estómago y un rubor rojo cubrió mis mejillas.

—Síntomas de un chico enamorado —me dijo Hanji— eres un pedófilo Levi.

Y nunca lo acepte.

Talvez si quería aceptarlo, cuando Eren fuera más grande y correspondiera mis sentimientos. Tenía esa ilusión, como dije. Tenía.

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Su primera palabra la dijo un día de navidad.

Estábamos en casa de Hanji y yo lo cargaba entre mis piernas.

Eren agito las manos hacia arriba para que lo mirara, así lo hice.

Y abrió su pequeña boca para sentenciarme a un futuro desolado. Me rechazo y yo ni siquiera le dije lo que sentía.

Esas palabras, cada silaba. Golpeo mi corazón causando un eco que me dolió hasta el alma.

—Papá —balbuceo alegremente— p-papá...papá

Me quede estático mientras Hanji se partía de la risa a mi lado. Ella quería explicarle que ese no era el término correcto pero ¿no era yo su padre?

Sí. No es mi hijo bilógico pero yo lo crie todo este tiempo. Es lo mismo.

—Sí, Eren...soy tu papá

¿No fue lo mejor para alejar estos sentimientos de mí?

Diecisiete años después puedo decir que hice lo correcto.

—Levi, ya llegue —me saluda el mocoso. Por alguna razón cuando cumplió los trece, dejo de llamarme papá. Debe ser la adolescencia y la influencia de esos amigos de mala muerte que tiene.

—La comida está servida —digo monótonamente sin apartar mi vista de la computadora, ahora soy un programador y él quiere ser arquitecto.

—¿Puedo comer en tu cuarto? —me pregunta metiendo la cabeza dentro de mi habitación. Asiento restándole importancia al asunto y continúo con mi trabajo.

—Como te fue en el colegio

—Bien. Jean se peleó conmigo y no le hice caso, como me dijiste. También dimos un examen, me esforcé y saque un siete ¿vas a felicitarme?

Eren pone ojos de cachorro al sacar la hoja de su mochila, se sienta en mi cama y no deja de mirarme esperando una respuesta.

—Estoy orgulloso —le digo, apartando mi cara de la computadora— ¿quieres algo?

Mi padre me trato como una basura, un estorbo. Yo no tratare así a Eren, nunca lo haría.

—¿P-puedo dormir contigo esta noche? —Titubea al ver mis sorpresa, los lentes se me han caído— me dejabas hacerlo cuando era un niño.

—Tú mismo lo dijiste, cuando eras un niño

—¡Pero me esforcé! ¡Incluso soporte los insultos de ese idiota cara de caballo!

Se refiere a Jean, no sé porque siento celos cada vez que pronuncia su conoció en la primaria, conoció a todos sus amigos allí.Fue su primera pelea, ese tal Jean le dejo un ojo morado y tuve que cargarlo hasta llegar casa. El enredo sus piernas en mi cintura, pasando las manos por mi cuello.

"Te quiero, Levi" eso me dijo, no me llamo papá sino por mi nombre. Fue un momento especial en mi vida.

—Soy tu padre —le gruño para que deje de pedir cosas extrañas, muchas veces me ha preguntado a que edad lu tuve, La verdad es que soy catorce años mayo y seria ilógico responderle eso. Aun así se lo dije.

—¡No me lo recuerdes! —grita sin darse cuenta que me hizo sentir mal— ¡ya sé que eres mi padre! ¡Lo sé! —hago una mueca de dolor y es tarde para que se disculpe.

Se levanta enojado y cierra la puerta, azota la puerta al salir.

Si no lo detengo destrozara la casa.

Porque Eren Jaeger tiene un genio terrible, cuando está enojado o algo le molesta destruye todo lo que este a su paso.

Como un huracán, como le huracán que hace muchos años arraso mi corazón.

—Detente —le ordeno— lamento que tengas un padre como yo, no era tan grave como para que me lo digas en la cara.

—¡No! No, no quise decir eso —su expresión furiosa cambia de repente y corre hacia mí— no eres un mal padre Levi, no digas eso —me abraza por detrás, él es más alto por diez centímetros— te quiero.

Hace tanto tiempo que añoro escuchar esa palabra.

Entonces algo se activa dentro de mí y no puedo contenerlo, mis sentimientos son pedazos de carbón que guardan una llamita en busca de algún viento que la encienda de nuevo.

Y Eren es un huracán a punto de causar un incendio.

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Razones

Mi cabeza dice "a quien le importa"

y mi corazón susurra "a ti estúpido"