Disclaimer: Los personajes de Card Captor no me pertenecen sino al famoso grupo de CLAMP.
Capítulo 1 . Náufrago
Era una noche oscura, las olas meneaban el pequeño bote en el que se encontraba el joven aventurero, sin embargo eso no era lo que le preocupaba al ambarino, sino el simple hecho de enfrentarse con la furia de una tormenta sin que destruyera su barco...
- Bwaah!!! – gritó con desesperación el ambarino mientras realizaba maneobras con el bote mientras que el intenso oleaje golpeaba con fuerza su navío amenazando con voltearlo.
- Esto está mal... si fueran solo las olas podría lograrlo de alguna forma... pero si soy golpeado por un trueno, ¡mi bote se hará pedazos! – dijo con la cabeza baja y algo de desilusión....
Las olas golpeaba una y otra vez el bote, moviéndolo y haciendo que el chico tuviera muchos problemas para poder controlarlo, sin embargo cuando pudo manejar un poco la situación divisó como un fuerte haz de luz aparecía frente a sus ojos, impactando en el bote y haciéndolo pedazos, causando que cayera al agua y perdiera el conocimiento mientras se sumergía en el inmenso océano...
- Maldita sea, yo y mi gran bocota... uhh... que es esto... ¿que me ha pasado?... ¿¡todavía estoy vivo!?... espera en donde estoy... maldición no puedo ver nada... ahh... una isla... si puedo ver una isla... la tormenta... el trueno... que sucedió... no lo recuerdo... no que es eso... escuchó una voz... es una hermosa voz... ¿quién?.....
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Había empezado a amanecer y a filtrarse la luz a través del verde cortinaje, dándole un aspecto agradable y acogedor a la pequeña habitación a pesar del desorden de libros y revistas que se encontraban esparcidos por el suelo. Una esbelta silueta que se encontraba enfrente del espejo miraba como su hermoso cabello castaño (que le llegaba casi a la media espalda) resplandecía y con la luz del sol brillaba aún más con algunos tonos amarillos mientras lo adornaba con un listón rosa. Se preparaba para realizar la rutina diaria, antes de eso se dirigió a la cocina donde su hermano ya la esperaba...
- Buenos días hermano – saludo ella con una sonrisa, el cual él correspondió.
- Buenos días mounstro, creo que ahora te levantaste un poco temprano – dijo él sorbiendo un poco de su café.
- Eso es cierto, pero ahora mismo me pondré a trabajar – dijo con ánimo y dirigiéndose a la puerta.
- Está bien, pero no olvides que no puedes irte más allá del pueblo. ¿Entendido? – su hermano la miró de reojo y con un tono de preocupación.
- De acuerdo – se despidió ella y se dirigó a la playa...
La brisa fresca del mar golpeaba delicadamente su rostro, ella se sentía tan feliz, fue rumbo hacia el pueblo a comprar las cosas para que pudiese preparar la comida, pero desobedeciendo las órdenes que su hermano le había dado se dirigió a la playa, el único lugar donde podía disfrutar sin compañía, ya que era un lugar muy peligroso según lo creían los isleños.
- Perfecto, ahora podré relajarme con el sonido de las olas y jugar con las gaviotas – se quitó los zapatos y fue hacia la orilla del mar, pero algo mas que la hermosa vista de la playa llamó la atención de la ojiverde.
En la orilla había demasiados restos de madera, recordándole que la noche anterior hubo una gran tormenta y supuso que algún bote local fue destruido mientras duraba. Se puso de nuevo sus zapatos y comenzó a caminar sobre la orilla percatándose de que algo extraño estaba en el suelo, corrió hasta llegar con "eso" y al verlo solo lo miró atónita...era un chico... ¡¿un chico muerto?!
Se colocó justo a un lado de él, apoyó su cabeza sobre el pecho del sujeto e intentó escuchar los latidos de su corazón, si existiera la esperanza de que todavía siguiera vivo. Con un poco de esfuerzo logró escuchar su corazón latía muy despacio como si en cualquier momento dejara de hacerlo, mientras ella no sabía que hacer...
- ¿Qué es lo que voy a hacer?!!!! No puedo dejar que muera aquí... p-pe-pero... si le digo a mi hermano... ¿se enojará?...¿me ayudará?... kyyaahh... ¿qué es lo que hago? – decía sin sentido la joven ojiverde volteando a ver a todos lados. Mientras una presencia aparecía de repente justo detrás de ella.
- ¿Quieres que te ayude? Yo se que hacer – dijo amablemente el chico de gafas con una sonrisa dibujada en su rostro y extendiendole la mano para ayudarla a levantarse.
- Muchas...gracias..te lo agradecería mucho Eriol-kun, quisiera poder ayudar – dijo ella con algo de pena y agachando la cabeza por sentirse inútil en situaciones como ésta.
- No tienes de que, además puedes ayudarme, mira yo me quedaré aquí a cuidar de él, mientras tú puedes ir a por tu hermano, para que nos ayude a llevarlo a tu casa, ¿de acuerdo? – dijo inclinándose hacia el chico tratando de revisarle si no estaba herido y volteando a ver a la chica.
La castaña corrió hacia su casa a avisarle a su hermano de lo sucedido en la playa, claro no se salvo del regaño de parte de él, pero juntos corrieron para salvarle la vida al pober chico de la playa. Al llegar a la playa, los dos chicos cargaron al joven forastero y lo trasladaron hacia la cabaña de los hermanos Kinomoto, al llegar fue Eriol quien hablo:
- Bueno sus signos vitales son estables pero por ahora necesita descansar, tengo confianza en que con los cuidados de la pequeña Sakura se sentirá mejor en pocos días y así sabrán que fue lo que le sucedió – habló el joven doctor dando instrucciones de como cuidarlo y mirando detenidamente a la castaña.
- De acuerdo Eriol-kun yo me encargaré de cuidarlo – dijo amblemente la chica con una sonrisa.
- Y yo cuidaré de ella – dijo su hermano mayor mirando de reojo al castaño.
- Bien me marcharé, pero mantenganme al tanto de como es su estado, con su permiso me retiro. – se despidió cordialmente el joven doctor Hiragizawa y salió por la puerta.
- Bien, será mejor que lo dejemos descansar. ¿no crees?, además no creo que te diga su nombre en este momento. – al ver a su hermana con tanto interés por el chico, el mayor de los Kinomoto "arrastró" a su hermana fuera del cuarto para que descansara el ambarino y así el día pasó.
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Salió sigilosamente de la habitación, cuidando que su hermano no se despertara…asi que subio de inmediato a la recamara de su invitado…cerro la puerta, dio vuelta y vio con ternura al chico…al parecer sentía algo en su interior cada vez que se le acercaba, aunque él no pudiera notarlo, ella se sonrojaba…simplemente era un hombre espectacular…alto, atractivo y moreno, ojos ambar preciosos, un cuerpo que se veia muy bien ejercitado, su pelo castaño estaba revuelto, lo que lo hacia ver mas atractivo aún, tan solo eso…pensaba pero era solo eso...se acercó a él, en su cuello estaba un colgante con algo escrito sobre él...un nombre, sí, su nombre, por fin la intirépida y curiosa Sakura Kinomoto sabía el nombre del chico que había encontrado y salvado hace unos 3 días atrás... su nombre era...Syaoran...Syaoran Li.
- Syaoran? – musito la joven castaña mientras Syaoran se movía pesadamente.
...Agitado. El chico despertó agitado por su largo sueño y se dio la vuelta en su pequeña cama tanto que se golpeó en la cara con un pequeño buró justo a un lado de la cama. Sakura lo vio con ternura y fue a donde la ventana, para dejar entrar la luz, pensaba que aún estaría dormido y un poco de luz le haría bien.
- Oh! Hasta que finalmente despertaste... gracias al cielo, pensé que morirías – Sakura le dijo amablemente, Syaoran no comprendía esas palabras y por la luz que entraba por la ventana no podía distinguir muy bien a la adorable chica que tenía frente a él.
- ¿Pero donde... estoy?...¿quién..quién eres tú?! – el ambarino dijo algo confundido y tratando de taparse la cara por la luz.
- Mi nombre es Sakura Kinomoto. Mucho gusto en conocerte Syaoran. – dijo amblemente y sentandose sobre una silla cerca de la ventana.
- Mi nombre es Syaoran... espera... hace un momento me llamaste por mi nombre, no es así...¿cómo supiste mi nombre?... ¿podría ser que estoy en el cielo y que tú eres alguna especie de angel o diosa? – habló el ambarino tratando de inventar alguna explicación que se le viniera a la cabeza... Sin embargo Sakura se sentía un poco rara al oir eso de alguien como él, no la conocía del todo, pero casi en todo el pueblo decían que era muy buena tanto como un angel...
- Já... no seas tonto!!! Este no es el cielo, ni soy un angel o alguna diosa... se tu nombre porque lo traes en el colguije de tu cuello.... ¿no es cierto?. – dijo un tanto apenada por la actitud del chico que se acercaba muy peligrosamente a ella.
- Oye Sakura, ¿viste algo más?.... ¡es cierto!.. mi espada ¿viste mi espada? - dijo el ambarino muy alterado por sus palabras mientras tomaba a Sakura de sus hombros y con su cara cerca de la de ella.
- No..no lo se... aunque había muchas cosas que llegaron a la playa... pero no lo se... – dijo completamente roja como un tomate... pero un silencio se hizo presente cuando la puerta de la habitación se abrió y Touya se quedó atónito al ver esa desagradable escena de su hermana con el forastero, rápidamente se avalanzó sobre él y le empezó a golpear en la cabeza, mientras Syaoran gritaba de dolor...
- ¡¡¿Que crees que le estás haciendo a mi hermana?!! Maldito mocoso pervertido...te aprovechas de la inocencia de ella... – gritaba y gritaba cosas sin sentido, mientras Sakura suspiraba pesadamente mientras veía en acción los celos de su hermano.
- Basta!!! Hermano, lo que viste no es realmente lo que tu piensas, verás... todo es así.... – así la linda Sakura empezó a contarle a su hermano el porqué Syaoran la estaba tocando... – bien eso es lo que pasó... así que pidele disculpas a Syaoran-kun – dijo un poco enojada pues sabía que su hermano nunca lo aceptaría, su relación había empezado mal, y simpre le molestaría el verlos a los dos juntos...
- Así que tu nombre es Syaoran, eh.. mocoso... bien me largo de aquí... espero que te hayas ido cuando regrese y deja a mi hermana en paz... – dijo sin ni siquiera mirar al ambarino y con prisa salió de la habitación con rumbo al bosque.
- Bien, esa no es la disculpa que le pedía a mi hermano para ti Syaoran-kun, pero creo que le agradas aunque sea un poco.... o tal vez no... pero en fin te puedes quedar todo el tiempo que quieras... aún no estás en condiciones de poder salir... – se disculpó la ojiverde tratando de animar al ambarino.
- Tal vez, es mejor que haga lo que dijo tu hermano, yo no tengo nada que hacer aquí, te doy las gracias por haberme rescatado y cuidado, pero es tiempo de que me vaya... – dijo muy serio el ambarino levantandose de la cama y tratando de sostenerse por él mismo pero no tenía fuerzas y cayó al suelo de rodillas.
- oh! Lo vez... aún necesitas descansar – dijo la chica tomándolo por el brazo y arrodillándose a su lado, sin poder evitar ninguno de los dos el sonrojarse levemente, pero un extiraño ruido proveniente del estómago de cierto ambarino los sacó de ese shock... a lo que Syaoran se disculpó por su impertinencia a lo que Sakura solo sonrió y suspiró.
- ¿Disculpame, pero tendrás algo para comer? – dijo muy apenado y rascándose la cabeza...
- Seguro.. no hay problema... te prepararé algo... – dijo amablemente Sakura, así ayudo a Syaoran a ir a la mesa, mientras ella preparaba algo de comer en la cocina, al terminar le dio su plato a Syaoran y los dos disfrutaron de su comida juntos...mientras ella le explicaba a Syaoran el cómo lo había encontrado y en donde se encontraba, pero ella lo miraba comer desesperado toda la comida que había preparado para él.
- Bien, así que estamos en la isla Tomoeda.... ñam..ñam... y según la isla es peligrosa ¿no?... ñam... me encargaré de revisar eso después... por ahora solo me importa disfrutar de tu gran y deliciosa comida... – dijo amablemente Syaoran, mientras Sakura solo asentía...
- Bien has estado durmiendo durante tres días... la aldea y la playa están muy cerca... deberías revisar despúes... tal vez tus cosas aún estén en la playa... – dijo la castaña, sin dejarse de sorprender por toda la comida que el chico podía comer...y una vez que terminó su comida, se levantó y ayudó a Sakura con los platos...
- Bien, muchas gracias por la comida....Sakura....Me siento mucho mejor...¡estaba deliciosa!..- dijo el ambarino con una sonrisa.
- De nada... – solo atinó a decir eso, porque cuando él pronunció su nombre sintió un extraño escalofrio recorrerle el cuerpo...y mientras pensaba en eso, Syaoran estaba preparándose para marcharse...
- Tengo que ir a buscar las cosas que tiré en la playa de inmediato... oye... ¿puedes decirme en que dirección se encuentra el océano? – dijo muy entusiasmado el ambarino y preparando carrera para irse.
- No puedes irte!!! Aún no estás del todo bien, acabas de recuperarte... –en su rostro se notaba preocupación y tristeza. Syaoran notó ese sentimiento en sus ojos y su cara, pero trató de tranquilizarla.
- No te preocupes. Estaré bien, soy un chico muy fuerte y es muy difícil que me venzan, así que cuanto antes recupere mi espada major estaré... – dijo alzando un pulgar.
- Bueno...si tu lo dices, entonces supongo que no puedo detenerte, pero... regresarás antes de la cena... ¿verdad? – dijo ella un poco apenada, juntando sus dos dedos índices y agachando un poco la cabeza.
- Eh?... si!!.. no te preocupes regresaré... pero quiero que me hagas una cena tan rica como la comida de hace un momento... por favor.. – dijo realmente motivado a regresar pronto...
Así el joven aventurero Syaoran partió con rumbo hacia el pueblo de Tomoeda, tratando de olvidar su triste vida pasada y concentrado en poder conocer el mundo, sin embargo había algo, más bien alguien que no lo dejaría salir de esa isla tan fácilmente, unos hermosos ojos color esmeralda, su color favorito, esos ojos que portaba la más hermosa joven que hubiere visto jamás, su nombre Sakura, sin embargo el gruñón y amargado de su hermano, nunca la dejaría estar a solas con él, sin embargo nadie podría arrebatarle esos sentimientos que empezaban a nacer en su corazón hacia Sakura, tal vez agradecimiento, cariño, .....¿amor?....
Hola ~ holita... aquí mi primer fic que espero y les haya gustado... aunque creo que tiene una trama algo rara según los fic que he leído... pero en fin.. si les gustó... me harían muy feliz si me pudieran dejar un review... já... y los esperaré en el próximo capítulo... que espero y no me tarde mucho en actualizar... y espero hacerlo un poco más emocionante... bien.. me despido... ok...
Death the will