Todas las noches miraba las estrellas a la misma hora, era lo único que le mantenía sus recuerdos intactos, con solo cerrar sus ojos y concentrarse en las estrellas podía percibir su aroma, podía recordar de una forma casi vívida sus ojos azules llenos de ternura e inocencia, su piel tan blanca como la nieve y sus labios rosados y delicados, esos labios que lo atormentaban día y noche y que jamás pudo besar. Como la extrañaba. Su bombon.

Su corazón dolía cada vez que la recordaba, cada vez que se hacía conciente del enorme universo que los separaba, cada vez que recordaba que ella ya le pertenecía a otro; y siempre la rabia lo ahogaba ¿por qué? ¿por que ella ya estaba destinada para alguien mas? ¿por que no tuvo la oportunidad de demostrarle lo mucho que la adoraba? lo mucho que su corazón se desbordaba de amor por ella.

Había sido tiempo perdido, la batalla por ella la tuvo perdida desde el momento que la conoció. Sus ojos de nuevo se inundaron de lágrimas.

Detrás de él sus hermanos caminaban hacía el lo hacían todas las noches para tratar de mitigar un poco el dolor que lo carcomía desde hacía ya tres años.

La había visto por última vez en aquella terraza, se despidieron y su corazón quería quebrarse en mil pedazos. Él pasaba un brazo por sus hombros posesivamente, recordándole que ella ya le pertenecía, aun así no pudo contenerse y le dijo que ella siempre estaría en su corazón. Por su puesto ella no lo entendió de la manera correcta. Su bombón tan inocente como siempre.

La mano de su hermano Taiki le dio el consuelo que necesitaba cada vez que la recordaba, sin ellos no podría haber sobrevivido desde su separación, su bombón lo había dejado marcado de por vida.

- Vamos hermano, anímate.

- Eso intento Taiki, pero es tan difícil ¿acaso tu no las extrañas?

- No de la misma forma, me encariñe con las sailors, pero mi lugar está aquí en mi planeta natal. Mi princesa me necesita.

Suspiró. Tenía razón.

- ¿Pero es que no te has dado cuenta cual es el problema hermano?

Yaten nunca quería platicar de su visita a la tierra, se sentía enojado al sentir a su hermano tan lejos, por que su presencia física estaba ahí, en su planeta, pero su corazón se encontraba a miles de kilómetros. En la tierra.

- Yaten, por favor trata de comprender a Seiya

- Eso hago hermano. Por eso digo que su princesa ahora es la heredera de la Luna.

Bajó su rostro, le avergonzaba. Era un traidor. El tenía un deber para su princesa, para su planeta, pero desde que conoció a Serena Tsukino nada volvió a ser igual.

- Perdónenme...

Hablo casi en un susurro, Yaten solo desviaba la mirada con amargura ¿como podía cambiarlos por una chiquilla?

La energía de la soberana de su planeta los hizo cambiar de tema, los tres se pusieron de pié e hicieron la reverencia que siempre hacían en presencia de su princesa.

La princesa Kakyuu no era ajena al dolor que sentía día y noche uno de sus mas cercanos guardianes, y le dolía verlo así, era como sentir el dolor por ella misma. Después de tres años estaba decidida, no podía seguir viendo el sufrimiento de su querido Seiya.

- ¿Seiya te importaría caminar conmigo? Quisiera platicar contigo

- Claro que si alteza

Se alejaron de los dos hermanos Kuo, hacia los jardines del palacio, lo habían logrado. Su planeta se había restaurado, era hermoso. Su princesa tomo asiento en una de las bancas indicándole que el hiciera lo mismo. La mirada de Seiya estaba clavada en el suelo, como si con eso pudiera engañar a su princesa acerca de su sufrimiento.

- Mi querido Seiya ¿cuando dejarás de sufrir?

No pudo responderle, solo cerro sus manos fuertemente tratando de controlar un poco sus sentimientos, no quería hacerla sufrir por su causa.

- ¿cuánto la amas?

- Más...más que a mi vida misma...perdóneme princesa yo se que la estoy traicionando, se que mi corazón solo debería latir por usted y por mi planeta, pero ya no tengo control sobre mi corazón, ella se lo quedo alla en la tierra.

- Tenía la esperanza de que la distancia y el tiempo te hicieran olvidarla y resignarte...

- Resignación siempre he tenido princesa...ella jamás podría estar conmigo...pero olvidarla jamás.

- La princesa de la Luna tiene enormes responsabilidades, es una de las soberanas con mayor poder en el universo, de ella depende la paz del universo, el equilibrio de las fuerzas, ¿que fue lo que la detuvo Seiya?

- Ella una vez me lo dijo...aquella tarde lluviosa en la terraza de la escuela cuando le pedí que me dejara ocupar el lugar de su novio, cuando le dije cuanto la amaba...ella me dijo que tenía responsabilidades y obligaciones que cumplir...ella...ella me dijo que si tan solo me hubiera conocido antes nuestra historia podría haber sido diferente.

- Y ¿sabes a que se refería?

- Supongo que tiene que ver con su pasado, ella esta predestinada a estar con el príncipe de la tierra, jamás aceptarían a un intruso...sus guerreras guardianas jamás nos lo permitirían. Sailor Uranus siempre me lo dijo. Yo no tenía un lugar en la tierra

- Seiya si tuvieras una última oportunidad para luchar por su amor ¿lo harías?

La princesa Kakyuu tenía un poder similar al de la Sailor del tiempo, podía ver a través del presente, pasado y futuro, y a diferencia de Seiya ella sabía la razón por la cual la princesa de la Luna parecía estar atada a sus obligaciones. El futuro.

Cuando la conoció por primera vez sus poderes la llevaron a través del pasado de la princesa de la Luna, en sus recuerdos más antiguos donde ella compartía el amor con el príncipe de la Tierra, la guerra contra el milenio de plata, su muerte y su resurrección en una nueva era, pero también había logrado ver el futuro que ella tenía predestinado como futura soberana de Tokio de Cristal. Y había sentido un tanto de tristeza al saber que una niña como ella tenía su vida escrita sobre pape, desde el día que nació. Durante los últimos meses se había debatido entre si haría lo correcto en darles la oportunidad de cambiar su futuro, después de todo ella no tenía derecho a intervenir en los hechos y tiempo de otro planeta. Pero también había sido conciente en aquella tarde que se despidieron que una parte de su corazón sufría, debajo de esa mirada serena y esa sonrisa había dolor y angustia por separarse de esa estrella fugaz que sin pensarlo le había robado una parte de su corazón, ella lo amo...una parte de ella lo amo, pero estaba consiente de que jamás podría seguir adelante, de que jamás podría corresponder al amor de aquella estrella.

Se merecían una oportunidad, la princesa de la Luna tenía el derecho a escribir su propio futuro. Y además ella no podía seguir viendo día a día la agonía de su guardián.

- Princesa por favor no juegue conmigo, mi alma solo necesita de una chispa para poder encender nuevas esperanzas.

- Jamás jugaría con tus sentimientos mi querido Seiya. Puedo darte una oportunidad de luchar por ella, de conocerla antes de que todo sea escrito

El rostro lleno de confusión del joven guerrero, le hizo saber que necesitaba explicarse mejor, sin darle mayores detalles, ella no podía interferir tanto.

- Hubo una época en que la princesa Serena fue muy vulnerable al amor, en el que estuvo sola, en el que el amor por su príncipe de la tierra no fue certero, al contrario estuvo lleno de dudas.

De pronto, todo pareció caer en su lugar, recordó que la princesa tenía poderes para ver a través del tiempo, sus conclusiones fueron rápidas

- usted...usted ¿puede llevarme al pasado?

- No quiero que sufras más mi querido Seiya, te llevare al pasado, pero debo advertirte, no podrás interferir en los hechos naturales del pasado, y también no podrás ser una sailor star, tendrás que ir como un mortal...en tus manos estará la oportunidad de que su historia sea distinta.

Su corazón fue alimentado por una chispa de esperanza, por una alegría súbita que le dijo que tal vez, quizá, el podía hacer algo para cambiar las cosas, el tendría la oportunidad de conocerla antes...podría tener una lucha justa por ella

La princesa se puso de pié rumbo a su palacio, necesitaba de una cantidad enorme de energía para poder trasladar a una persona a otra época en un planeta distinto, pero valdría la pena su esfuerzo...de eso estaba segura.

- Te espero a la media noche en el salor principal; te llevaré al pasado.

Sus hermanos estaban divididos, Taiki apoyaba la decisión de su hermano para ir al pasado y luchar por un futuro con la mujer que Seiya amaba, pero Yaten estaba totalmente en desacuerdo, creía con justa razón que era una interferencia sin derecho.

Cuando llegó al palacio la princesa Kakyuu ya lo esperaba, la sonrisa en el rostro de su guardián de más confianza le decía que estaba haciendo lo correcto. Así en medio de la oscuridad saco su semilla estelar y la hizo brillar con toda la fuerza que le permitía su corazón; Seiya poco a poco fue envuelto en una energía cálida que lo estaba sumergiendo en un sueño profundo, su cuerpo lo sentía cada vez más liviano, como si estuviera flotando en medio del espacio, antes de perder la conciencia escuchó la voz de su princesa recordándole "no puedes interferir en los hechos naturales del espacio y tiempo en el que te encontrarás, no uses tus poderes o serás blanco fácil de las guardianas de la princesa y de sus enemigos"

Antes de perder por completo la conciencia lo único en lo que podía pensar era en su bombón, y en un susurro apenas audible alcanzó a decir

- voy...por ti...bom...bon


Estoy publicando esta nueva historia, es un gran proyecto que representa un enorme reto, y además de que escribir es uno de las cosas que más disfruto. Desde que termine mi ultima historia (que es un universo totalmente diferente) tenía la espinita de trabajar en algo distinto, así que me puse a estudiar un poco acerca de la historia original, los personajes y me parece fascinante. Así que en los próximos meses estaré totalmente comprometida con este nuevo fic, que desde que lo imagine me pareció hermoso. Como siempre, todos los comentarios son bienvenidos, sugerencias, en fin, todo.

Espero les agrade el inicio de esta historia y nos estaremos leyendo!

R.