Alclaro... ni skip beat, ni tampoco akatsuki no yona me pertenecen solo esta historia extraña

N/A: pido disculpas por cualquier falta de ortografía...


Lory se encontraba en su oficina esperando muy impaciente un paquete; y en el proceso mando llamar a kyoko y ren para mostrarles su nuevo juguete.

Sebastián entro cargado de algunas cajas, con otros hombres igual de cargados con las restantes, a lory se le iluminaron los ojos como estrellitas y como niño con juguete nuevo (literalmente) comenzó a armarlo.

Estudios TBM

Se encontraba ren marcando un número muy conocido y que se sabía ya prácticamente de memoria, escondido en un rincón para que su manager y amigo no lo descubriera infraganti.

- Hola, ¿Quién llama?

- mogami-san soy yo

- ho, tsuruga-san, ¿Cómo está? ¿Qué se le ofrece?

- llame para preguntarte si paso por ti para ir con el presidente, a fin de cuentas vamos al mismo lugar y no quiero que andes sola a esta hora ya es muy tarde

- sino es inconveniente, me encantaría, muchas gracias

- donde estas, paso por ti en 15 minutos

- hai, estoy en los estudios TBM

- mogami-san tienes trabajo aquí, por cierto también me encuentro en los estudios, cuando termines mándame un mensaje y nos vemos en el estacionamiento.

- si, lo veo en un par de minutos

En LME

Entraba una pareja charlando animadamente y el manager de uno de ellos caminaba muy alegre disfrutando de ese ambiente.

Llegaron solo ren y kyoko al despacho del presidente ya que Yashiro tenía asuntos pendientes y se retiró a su oficina, como el presidente no contesto al llamado, y Sebastián tampoco los atendió entraron preocupados ya que eso nunca ocurría.

Al entrar se encontraron con lo que les pareció la escena más extraña que habían visto en el tiempo que llevaban conociendo al presidente, este se encontraba vestido con un traje de científico loco, cabello alborotado con una peluca color blanca y gris, ajustando las ultimas tuercas a su aparato, y Sebastián de una forma parecida pero como su ayudante, colocando hora y fecha, lo que les pareció más extraño ya que la fecha mostraba una de años atrás mucho antes de ser Tokio.

Ellos trataron de llamarlos pero ninguno les prestó atención, ni notaron su presencia con tanto ajetreo, en un momento se escuchó un ¡clic! Y al presidente gritando ¡ACTIVALO!

En otro lugar y tiempo lejano

Se encontraban reunidos seis hombres frente a una fogata y a su costado un rio, comiendo y hablando tranquilamente entre bromas.

Junto a ellos se encontraba una muchacha de diez y seis años, con el más lindo color de cabello, un color escarlata que daba a relucir su encanto, un color como el amanecer o el fuego de una hoguera; unos ojos violetas, brillantes como un zafiro en los que se podía apreciar la fuerza y determinación que aquella chica poseía.

-Y a donde iremos ahora señorita- pregunto uno de los integrantes, este era un muchacho de cabellos dorados como el sol y muy animado.

-No lo sé, lo estoy pensando, con los últimos acontecimientos no hemos descansado nada- contesto la linda chica.

-bueno lo hablaremos y averiguaremos cuando todos terminemos de comer, entendido yona y zeno?- dijo un chico de cabello corto y anaranjado con una pluma adornándolo, y con ojos color celeste.

- muy bien yoon- contestaron ambos.

Después de la comida….

Hoy tenemos que ir al pueblo por comida y otras cosas- decía Yoon a todos los demás, acercándose a Yona y susurrándole algo en el oído.

-Yona deberías tomar un baño, no lo has hecho por lo que paso verdad.

-sí, creo que apesto jajaja – se rio nerviosa y se escabullo a una pequeña laguna para lavarse un poco antes de ir al pueblo.

- creo que deberíamos visitar a Ik-soo al regresar del pueblo, para saber qué podemos hacer después y también descansar un poco, ¿Qué opinan chicos?- dijo muy ilusionado Yoon por ver de nuevo al sacerdote.

-siii oka-san – contestan todos ente risas

- ya basta no soy su madre y rápido alisten todo, hay que irnos, ¡VAMOS YONA! – grita Yoon para alertar a Yona de que están en marcha.

Avanzaron tranquilamente hacia el pueblo y luego se dirigieron a casa del sumo sacerdote para preguntar sobre los acontecimientos que les deparaba su destino, sin saber que algo muy raro ocurriría al llegar a su destino.

Bajo los acantilados *zona tribu del viento*

Al llegar a casa del sacerdote se encontraron con la misma escena que habían presenciado después de encontrar a los dragones, Ik-soo estaba tirado junto con la mayoría de las cosas y sangrando de la cabeza, el fuego que tenía para la comida empezaba a escaparse de su lugar y extenderse por el lugar poco a poco, gracias a que el sacerdote no había colocado bien la leña.

Yoon corrió a apagar el fuego lo antes posible y Hak a sacar al sacerdote; ya apagado Yoon curo las heridas de Ik-soo y hablo seriamente con el (de muevo).

-de nuevo lo hiciste, te dije antes de irme que te cuidaras- comento enojado y preocupado Yoon

-lo siento solo quería cocinar algo y mantener el calor para cuando llegaran- decía apenado el sacerdote.

-¿sabías que veníamos?- pregunto muy intrigado

-si ustedes y…- pensó antes de continuar- ¿tienen hambre?¿quieren comer algo?- corrió y antes de llegar a la casa tropezó (otra vez).

-ya lo hago yo, cuiden de ik-soo chicos, a traigan más leña, agua y casen algo para comer que aquí no hay mucho- ordeno el chico a todos antes de comenzar a ordenar todo mientras le traían lo necesario para la comida.

-yoon prepara para dos personas más- comento el sacerdote, sin más detalles, se fue a las cascadas a meditar.

Todos muy intrigados por las palabras del sacerdote, decidieron no tomar más importancia a eso porque sabían que él no lo diría, solo hicieron sus labores y esperaron a que ocurriera lo que el sacerdote dijo, dos personas más llegarían.