-Ha muerto.

Las palabras lúgubres de la curandera solo lleno con mas pena y dolor a las personas que se encontraban congregadas alrededor de la cama donde yacía el duque de Agalaia, Traloc Scarlet. El padre Raymond dijo una plegaria en latín aun con la pequeña botella de aceite en sus manos con la que le había dado la extremaunción al hombre. Fue Lucy Heartfilia quien entre lagrimas salio al pasillo para dar la noticia a la servidumbre; que esperaban descorazonados que el señor de la casa se recuperara tras una grave enfermedad , consecuencia de sus años sirviendo con brio al reino.

Las mujeres sollozaron consolándose entre si ,los hombres por su parte cuadraron lo hombros y guardaron un silencio solemne ante la perdida de tan valeroso pálida sirvienta insegura ante lo que iba a hacer se acerco hasta la muchacha y pregunto con vos temblorosa.

-¿Donde esta lady Erza?

Al escuchar aquel nombre todos contuvieron el aliento y las mujeres fueron quienes sollozaron con mas desasosiego.

-Mirajane fue a buscarla...

Las puertas del castillo se abrieron hasta chocar con fuerza contra la pared y una beldad de cabello color fuego entro corriendo hasta llegar a entrar a la habitación con una mano en el pecho,sobre su corazó puertas de la habitación se cerraron tras Erza que permaneció a unos pasos de distancia de la cama de su padres, una cama llena de recuerdos de su mas tierna infancia. La curandera iba a hablar pero callo ante un gesto negativo . Erza camino hasta un costado de la cama con la vista fija en su progenitor , puso un rodilla en el suelo y agarro la tibia mano de su padre para besarla con veneración y tristeza.

-Padre... va con ella, ve en paz.

Estuvo un tiempo así ,sumida en sus turbios pensamientos, hasta que se incorporo y fue hacia la puerta.

-Preparad todo para el entierro, lo enterraremos junto a mi madre, esa fue su voluntad. Señor Makarov prepare los papeles de sucesión lo antes posible no queremos que nuestros enemigos encuentren una brecha para atacarnos. En cuanto a la promesa de ...

-Nadie necesita prometer nada, mi señora. Se que hablo por todos los habitantes de Agalaia cuando digo que le somos y seremos fiel a usted, hemos respetado a su padre y familia desde que llegaron a estas tierras. Sabemos que sera una buena y justa señora, es nuestro mayor orgullo.

Ella no respondió solo se limito a sonreír fugazmente y cuando atravesó el umbral todos callaron ante la figura de la joven peli roja que camino con paso firme y expresión imperté se acerco a su amiga y la agarro del brazo con angustia.

-No lo hagas ,Erza. No te hagas esto, ven conmigo.- susurro con pena.

-Sueltame.

La impasibilidad en la voz de la Scarlet desespero aun mas a la rubia que conocía muy bien como terminaría aquello pero la salto sin mas, salio a paso veloz hasta las caballeriza y subió a su yegua que ya se encontraba extrañamente ensillada. Ya acomodada en la silla sujeto las riendas y busco con la mirada al pequeño niño encargado de los caballos, lo encontró escondido detrás de un poste.

-¿Quien te ha dicho que la encasilles?

-Fue lady Lucy...

-Entiendo... ve adentro, Romeo.

El pequeño niño contemplo la figura de la mujer que salio disparada por las puertas del establo y lloro por el dolor que logro ver grabado en los ojos de su señora. Erza Scarlet cabalgo sintiendo como el peso de muchas responsabilidades hundía sus hombros y al llegar hasta las colinas rebosantes de verde dejo que las lagrimas surcaran libremente por su rostro.

-Padre...

Y guardo todo su dolor tras una puerta bajo llave.