Mica: ¡Hola mi gente! Sinceramente, me encantan estos dos y estoy esperando ansiosa la segunda temporada. Soy nueva en esta parte pero espero que les guste xq a mí me gusto como quedo. No olviden que acepto ideas y personajes, al igual que críticas buenas y/o malas. También lamento los errores (y/u horrores) ortográficos. Ahora les dejo lees y ¡adiós! XD


Una casa estaba a oscuras, el silencio era lo único que rellenaba el lugar. Afuera, se podían escuchar las voces de la gente y las bocinas de los autos. Pasos se empezaron a escuchar y muy pronto, la puerta se abrió, dejando ver una pequeña figura.

-Estoy en casa…- el chico no esperaba respuesta alguna, así que simplemente entro y se sacó la parte de arriba de su uniforme, tirándolo a un lado y pensando que después se ocuparía de la suciedad y rasguños que tenía su ropa. Se quedó callado, el flequillo de su cabello azabache cubriéndole los ojos. Apretó los labios y los puños, dejándose caer al piso y acurrucándose en una esquina. Sollozo, las lágrimas limpiando ligeramente la mugre y sangre que manchaban sus mejillas.

Se sentía tan solo, el silencio del lugar solamente apretaba y lastimaba más de lo que ya estaba su corazón. Su cuerpo entero tembló. Ni siquiera el ruido que venía de afuera lo ayudaba en esos momentos y el hecho de que su llanto resonara lo hacía sentirse peor…lo hacía sentirse débil.

-D-Duele…duele mucho…- la oscuridad a su alrededor lo empezaba a ahogar. Se abrazó a sí mismo, comenzaba a hacer mucho frio. –Me siento muy solo…-

Saitama…

-D-Duele…ayúdame, por favor- suplico a aquella vos que resonaba en la oscuridad. Solo pudo escuchar que aquella voz repetía una y otra vez su nombre. –¡Por favor!- y luego, se sintió caer en un frio y oscuro agujero.

… … … …

-¡Sensei!- se sentó de golpe, sus ojos abriéndose con confusión.

-¿He?- parpadeo levemente, estaba totalmente perdido.

-¡Sensei!- miro a su lado y solo entonces, recordó: estaba en su departamento, con su autoproclamado estudiante Genos arrodillado a su lado y con su mano metálica apoyada en su hombro, mirándolo con preocupación. –Sensei, ¿está bien?-

-Estoy bien, Genos…- un suspiro tembloroso salió de la boca del mayor. Se cubrió los ojos con una mano, sintiendo en ese momento las gotas saldas correr por sus mejillas.

-Aquí tiene- una tela blanca apareció en frente de él. –Estaba llorando mientras dormía, Sensei…- Saitama miro por un momento lo que el cyborg le extendía, para después agarrarlo con los dedos temblorosos y quedándose viéndolo. –Espere aquí, le traeré un vaso con agua-

-¡Genos!- los ojos de Saitama se abrieron con alarma ¡No, no quería estar solo!

-¿Si…?- el rubio se volteo para ver al mayor, sintiendo un repentino tirón. –¡Sensei!- se tensó por completo: estaba en los brazos de su Sensei, quien lo sujetaba moderando su gran fuerza.

-Quédate…por favor…- murmuro con amargura. –No me dejes Genos…-

-Está bien Sensei…- el cyborg dejo escapar un suspiro, sus brazos rodeando al mayor y sus manos frotándole con cariño la espalda. –Estoy aquí…y no me iré- Genos sonrío ligeramente al sentir que el cuerpo del mayor se relajaba.

Un extra XD

-Uh…amm…¿Sensei?- Genos rompió el silencio.

-¿Qué pasa?- pregunto Saitama con calma.

-¿Puede soltarme por favor?- el cyborg intento soltarse pero su fuerza no era nada en comparación a la del hombre más fuerte del mundo.

-NO- el mayor simplemente acomodo mejor al menor en su regazo, sus ojos fijos en un manga que había logrado agarrar pero sin prestarle verdadera intención.

-P-Pero Sensei…- Genos maldecía el momento en el que su querido doctor le había puesto más emociones…y aquel modo que lograba que sus mejillas se tornaran rojas como manzanas.

-No te voy a soltar Genos- lo miro de reojo, sonriendo ligeramente al verlo con expresión nerviosa y las mejillas sonrojadas. –Me gusta verlo así- Genos se resignó, dejando escapar un suspiro y apoyando su mejilla en el hombro de Saitama, ya aceptando que no se movería de ahí en un buen tiempo. Sonrío ligeramente,a ninguno de los dos le molestaba eso.