Holas!!!

Muxas, pero muuuxas gracias por los reviews que me escribieron.

Me animaron a escribir otra mini historia que yo creo que durará 2 o 3 capítulos... este se sitúa unos meses después de mi primera historia "8 años después".

No tiene mucha importancia para la historia larga, pero los ayuda a contextualizarse y conocer un poco las vidas de los personajes años después... además que estaba inspirada y quería escribir

La idea central es caracterizar a Rin, y que vean como ha madurado y cómo se mezclan las personalidades de ella en su infancia con la frialdad de Sesshy.

Akí vá... espero ke les guste...

Aklaración: los personajes no me pertenecen... solo Sesshomaru en mis sueños (.::babas::.)

xxx : dialogo.

/xxx: pensamientos.

"Los tuyos."

Iºparte.

Tenía miedo... como siempre... de él.

Trataba en vano de ocultar sus manos temblorosas en la parte baja de su vientre, no sabía que hacer. A pesar de que no lo diría nunca, él (al igual que su amo) también estaba preocupado. Habían pasado algunas horas esperando, la Luna ya estaba en el centro del firmamento. Los rayos del sol se habían perdido completamente, era demasiado tarde. Sus entrañas comenzaban a pedir ya un poco de alimento, hace horas que no probaba bocado... / Dónde pudo haberse metido esa niña??!!/... demasiadas posibilidades.

Aún, y a pesar del tiempo, no podía explicarse el por qué su amo la dejaba ir a la aldea del Hanyou... Sesshomaru-sama le toleraba demasiadas cosas a esa niña, era su protegida y obviamente la estimaba. Pero todo tiene un límite! Aún recordaba la conversación de unos cuantos meses atrás... /mira que preguntarle al amo sobre su relación con Inuyasha y su familia... su impertinencia terminará quitándole la estima del amo Sesshomaru... / Divagaba en sus pensamientos mientras seguía moviéndose de un lado a otro desesperado, no quería que la furia del taiyoukai callera sobre él. Demasiadas veces ya por culpa de la horrorosa niña... aunque ya no tan niña.

Los pensamientos de Sesshomaru eran muy similares a los del verde youkai, aunque su rostro impasible y su mirada fría no podían revelar lo que verdaderamente sentía. Un nudo inexplicable ceñía sus entrañas... /grrr... donde está esa humana?!, es muy tarde ya y sólo venía por unos días... no pudo haber olvidado que hoy era el día de su regreso, no es tan tonta como para hacerlo...aunque si muy despistada. La aldea está a unos kilómetros, lo suficiente para que Inuyasha no sepa que estoy aquí. Si le ubiese pasado algo a Rin en el camino sentiría su olor... infantil humana, acaso quiere que valla por ella??... Querrá que conozca a los cachorros del idiota de mi medio hermano?..., deben tener ya algunas lunas de haber nacido y la niña... unos cuatro años.../

Suspiró mientras sentía temblar a Jaken, desesperado y refunfuñando por lo bajo maldiciones contra su pequeña protegida... movió su cabeza de un lado a otro, resignado, mientras una leve sonrisa se dejaba ver en un lado de sus labios... lo hizo tal como lo hacía Rin cuando se sentía sobrepasada por la testarudez del demonio sapo y terminaban enfadados solo por algunos momentos hasta que ella volvía a burlarse de él. Se dió cuenta del gesto tan típico de ella que había hecho y dudó sobre cuán determinante era en realidad la niña en su vida ahora.

/Hemos estado juntos demasiado tiempo... cualquiera percibe lo mucho que nuestros gestos se asemejan. Incluso a los sirvientes del castillo les aterra cuando ella cambia su permanente sonrisa de cachorra que aún conserva y los mira con ojos gélidos e indescifrables... un gesto demasiado mio. Cuando pelea, su cuerpo no se tensa y sus nervios no la traicionan... sus movimientos son rápidos y ágiles, aunque entrena junto con Jaken y él se burla de ella, no pierde la concentración. Se muestra fría con los humanos que profanan mis dominios, casi se percibe odio demoniaco en su mirada...

No puedo permitirle adentrarse en mi, no tomaré actitudes de ella... no me transformaré en un humano... no pensaré nunca como un humano.../Tomó una decisión.

Jaken nos vamos!... - soltó depronto, haciendo que su acompañante se sobresaltara. Y dudara.

Pero amo bonito y la pequeña?... acaso la abandonará?? - Sesshomaru no respondió, fijó su vista hacia el frente y caminó. Era demasiado tarde.

Rin estaba sentada entre las raíces del Goshimboku. Su espalda, apoyada en su totalidad en el árbol, y una sonrisa imposible de borrar. Sus ojos brillaban ante las luces del lugar, todo estaba perfectamente arreglado con motivos de fiesta. Kagome se había esmerado mucho esta vez. Cada año en su cuarta luna menguante la aldea celebraba la vida de los que quedaban y recordaba la muerte de los que ya no estaban. La muerte de Naraku y la purificación de la perla eran el motivo principal de la celebración. Pero este año dos nuevas vidas había traido consigo, por lo tanto un nuevo comienzo los esperaba.

La pequeña Hana-chan, coreaba el nombre de Rin de forma ritmica y dulce. Su cabello color negro y rasgos finos hacían recordar claramente a Kagome, pero sus inmensos y hermosos ojos dorados y sus orejas entre el cabello (además de su testadurez) demostraban quien era su padre.

-Vamos Rin-chan! No jugarás conmigo? - preguntó la pequeña mirándola de frente.

-Lo siento pequeña, estaba viendo lo bello que quedó todo esto... no te parece? - le respondió dulcemente.

-mm... oka-chan trajo muchas cosas de la época actual esta vez, - dijo observando el lugar- debe ser porque por fin están todos aquí, Sango y Miroku-sama con los mellisos, Shippo-shan también está aquí, hasta Meko-sama vino desde la otra aldea... mamá quería que todo fuera perfecto- finalizó mirando a su madre con admiración contenida.

A Rin le impresionaba esta niña, era increíble. Tenía una fuerza y agilidad sorprendentes, era una Hanyou y más, ya que había heredado también parte de la fuerza espiritual de su madre. Además era muy inteligente y hablaba de casi cualquier cosa con mucho manejo. Sabía bien la historia de sus padres y de la perla, de Naraku y todas las aventuras pasadas. Hablaba muy bien para sus cortos 4 años y además tenía una calidez y alegría atrayente que conquistaba. Sus ojos ocultaban muchas cosas y sabía manejar a sus padres a su antojo.

Con solo un beso derretía el corazón de Inuyasha y con una mirada tierna hacía olvidarse a su madre de cualquier castigo.

Pero lo que más le encantaba de la pequeña Hanako, eran las 2 pares de lineas violetas en sus brazos y el par en su cara... le recordaba tanto a su amo que le costaba creer que él no quisiera conocerla. /No es posible que él odie a su familia, a pesar de que no son completamente demonios Inuyasha a demostrado ser suficintemente fuerte. Sabe manejar su espada y ahora que está con Kagome-sama controla su caracter también./ sonrió ante su último pensamiento... /lo extraño tanto señor Sesshomaru, solo quiero volver a verlo mañana... falta poco.../

-Rin-chan despierta ya!! - la interrumpió la pequeña hanyou pasando una mano frente a su cara - tenías una cara de estar soñando... acaso estabas pensando en mi tío?? - dijo conteniendo una risita burlona mientras Rín se sonrojaba furiosamente al encontrarse descubierta. En eso se acerca Kagome que las había estado observando desde hace un rato.

-Hanako!... ya deja de molestar a Rin. Y no hables de Sesshomaru con tanta familiaridad que sabes que a tu padre le molesta!- la reprendió hablandole sólo a ella, librando a Rin del acoso de la niña.

-Pero Oka-chan!... solo estábamos jugando, cierto Rin-san? Además sabes que puedo hablar de Sesshomaru-sama cuando está Rin!, Otou-chan no se enfada!!

- Oe!!... No nombres a ese idiota con respeto, deja el "sama" para el monje que él si se lo merece... Y no lo llames tío princesa solo es SESHOMARU. Creo que ya hablamos esto, no?- A Rin, como todas las veces, le causó gracia la actitud de Inuyasha. A pesar de que tenía un par de años más y ser padre lo cambió en muchos sentidos seguía hablando igual respecto a Sesshomaru, era una forma de protegerse y proteger a su familia también. Últimamente lo único que Hanako pensaba dia y noche era en el hermano del hanyou; pero ella solo sabía la historia del Taiyoukai nisiquiera lo había visto tan solo una vez, y le dolía. Inuyasha creía que si lo desacreditaba en la presencia de la pequeña probablemente ella no querría conocerlo. Pero en cambio, entre mas hablaba de él más le emocionaba el Inuyoukai. Nadie quería que la pequeña sufriera por culpa del insensible demonio.- además, qué hacen aquí alejados de todos? Acaso no celebrarán como los demás?... vamos solo quiero que esto acabe para descansar.- finalizó Inuyasha poniendole fin al tema de Sesshomaru una vez más.

-No cambiés el tema otou-chan... además... aunque hable de mi tío, sabes que te quiero mucho- se acercó Hanako a su padre y le pidió que la abrazase, él la tomó y la levantó sobre sus hombros borrando así la falsa molestia que habían producido las palabras de su hija. Olvidó el tema y se concentró en su pequeña que le sonreía con dulzura mientras jugaba con sus orejas blancas.

-Yo también te quiero mucho pequeña- Inuyasha se disponía a irse con su hija a la mesa donde estaban los demás cuando se percató de la cara con que lo miraba su esposa.- Qué pasa mujer? Celosa otra vez?... -le dijo en tono de burla para hacerla enfadar- sabes que a ti te amo... y a el par de demonios que heredó tus pulmones también.- terminó dándole un pequeño beso en los labios y otro en la frente - podemos irnos ahora?? Nuestros invitados pensarán que queremos más a Rin.

Justo cuando Inuyasha terminó de hablar y haciendo mención al calificativo que les dió minutos antes, se escucharon a la perfección dos llantos, más bien gritos, de bebés provenientes de la cabaña de la pareja.

-Porqué hablaste de los gemelos Inuyasha!... sabes que apenas uno se acuerda de ellos y lloran como si el mundo se acabase.. - dijo afectada mientras soltaba un gritito de frustación y se tomaba la cabeza con ambas manos.

- No es mi culpa que tengan tus pulmones y les encante gritarle a la gente Kagome!... yo los hice dormir la última vez, hazlo tu ahora!!- terminó diciendo a la distancia mientras se alejába hacia la mesa .

-INUYASHA!!... no me dejes sola con ésto. INU!!

- Kagome-san no se preocupe... puedo ir yo a ver a los pequeños. - se precipitó a decir Rin para salir del aislamiento que la había dejado la familia hace un rato.

-Rin!... me asustaste!,no sabía que aún seguías aquí...- dijo sobresaltada con una mano en el pecho- no... no te preocupes iré yo, en realidad Inu tiene razón... heredaron mis pulmones después de todo jeje- se disponía a irse cuando Rin la detuvo.

-Por favor Kagome.. déjeme ir a mi, me encanta cuando los pequeños me miran con esos ojitos dorados y además con esa mirada tan dulce!! No estoy acostumbradas a ellas y en realidad me encantan...

Kagome quedó impresionada con la franqueza de Rin, en tan solo una frase pudo dar vuelta su corazón y podía interpretarse como si anhelara ver dulzura en otros ojos dorados además de los cachorros. Le dedicó una sonrisa sincera y le dijo que no tardara y los trajera a comer con ellos. Al terminar de decirlo sintió una gran energía acercarse a la aldea, iba a advertirle a Rin pero las palabras no alcanzaron a salir de su boca pues las campanas que anunciaban la presencia de un youkai comenzaron a sonar y escuchó a su esposo gritar algo a lo lejos...Rin no sabía que significaban las alarmas... ella sólo entró a la cabaña seguida minutos después por Hanako.

Continuará...

Qué tal??

A mi me gustó bastante, no se si hay muxas faltas de ortografía porque en realidad acabo de terminar y son las 2 de la mañana asike mi cerebro no funciona muy bien XD...

Ojalá me digan que les parece, así para animarme y continuarla lo mas pronto posible... tengo muxas ideas en mi mente!!!

Saludos a todos!!!

Xauxau