Disclaimer: Todo es de Jk, Warner, etc. Severus merecía vivir *puchero*

Este fic participa en el minireto de enero para "La Copa de las Casas 2017-18 del foro La Noble y Ancestral Casa de los Black.

"Sortearemos una situación concreta y, en base a ello, escribiréis una historia con el siguiente requisito, vuestro personaje tiene que vivir esa situación estando con borracho y/o con resaca"

Situación: bañarse en el Lago Negro


Estaba soñando, o algo parecido. Había una enorme criatura, sus tentáculos trataban de capturarla, no podía defenderse, se asfixiaba, burbujas salían de su boca con un amargo sabor a jabón, necesitaba escapar, respirar, alejarse del Calamar Gigante y su furia.

Como nunca en sus muchos años en Hogwarts, pudo sentir la luz del sol en sus parpados. Era molesto, sobre todo porque el repentino calor de la mañana causaba un horrible dolor de cabeza que punzaba en su sien. ¿Qué hora era? No quería moverse, no podía. Su ojo interno le decía que seguir sus impulsos podría causar una situación no grata, pero el calor comenzaba a ahogarla al punto de caer en la desesperación, quería romper en pedazos las mantas de lana que tanto le gustaba vestir, quería refrescarse de alguna manera, el calor era casi insoportable, y ese dolor… ¿dónde había agua?

¿Qué cosa tan mala podría suceder si por sólo una vez ella ignoraba a su ojo interno? De todas formas, ya había leído a comienzo de semana las hojas de té, nada terrible se presentaba en ellas, nada más que tener una horrible resaca. ¿Y qué, en nombre de todo lo sagrado, podría ser peor que eso? Quizás que había acabado con la reserva de botellas de jerez que tenía escondida en la torre.

Se arrastro desde los jardines hasta la orilla del lago con los ojos semiabiertos, desorientada, sólo podía pensar en agua, agua helada. No importaba nada, sólo ese terrible dolor de cabeza, el calor, y sus molestas ropas de lana, iba a morir ahí mismo si no encontraba la forma de refrescarse.


— Hey, ¿esa no es Trelawney?

— ¿Sí, pero qué demonios esta hacien…¡Oh, Merlín!


Era tan refrescante sentir el agua helada por su cuerpo, el calor se iba, y podía sentir paz otra vez, aunque su ojo interno trataba de alertarla, pero estaba tan bien en el agua, sólo faltaba un poco de burbujas quizás…no supo cuando saco la varita de sus mojadas ropas. Conjuró burbujas sobre el lago.


— ¿Estará borracha? —preguntó un chico a la multitud reunida en las ventas observando a la estrambótica profesora.

—Oh, no, ahí viene el calamar…


Ella estaba tan ensimismada en su baño de burbujas, ignorando decididamente a su ojo interno que no fue capaz de darse cuenta de algo sumamente importante.

Mientras soñaba esa mañana, tuvo su tercera profecía.


En mi mente quedaba algo mejor, pero contrareloj y tan tarde...Gracias por leer.