Declaimer:Naruto NO me pertenece, es de Kishimoto,
Sumary -Eres el mejor príncipe de todos Itachi-kun -y tu eres la princesa más hermosa de todos los castillos del mundo. || él era mi príncipe, y creceríamos y nos casaríamos. Basura. .Jugaste conmigo, ilusionabas a la niña y te ibas besuquiar una mujer, ¿no? || Y llore, llore tirada en mi cama, con gritos de impotencia eclipsados en mi almohada de color rosa pastel
Notas de Autor: iba a ser un one-shot! Pero bueno, una continuación, aun no se cuantos caps serán, pero no pasara de 7 u 8… incluso ya se me hace mucho! En fin! Espero que lo disfruten!
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PenName: MaGy-Souh
Primera Gota: Lagrimas de una Falsa Princesa
Mini-Fic
-Sakurita, princesa, te traje chocolates –escuche una voz lejana.
-Eres el mejor príncipe de todos Itachi-kun - le dije con una voz queda, dulce e inocente, la voz de una niña de seis años.
-y tu eres la princesa más hermosa de todos los castillos del mundo.
-pero yo no tengo un castillo – hable con miedo, como si aquello hiciera que pasara de princesa a una niña más.
-por eso, yo te hare un castillo, él más grande de todos.
-te quiero Itachi-kun –dije mientras abrazaba al niño que no pasaba de los nueve años.
X:X:X:X
Deje escapar una lágrima el día en que mi sueño de hadas se rompió, cuando descubrí que yo no era una princesa, y que los cuentos que mi nana me leía no eran verdad, todo más que una mentira. Y ahora me pregunto, ¿Por qué a las niñas nos leen cuentos así? ¿Por qué siempre hay hombres buenos en los cuentos? Esos que se enamoran perdidamente de la princesa, y se casan, tienen hijos y viven felices por siempre, todo encuadernado en hojas llenas de colores en tonos pasteles, vestidos hermosos muy ampones. ¿Por qué nos hacen creer en cuentos que no existen?
Vivimos creyendo que los hombres son buenos, que ninguno tratara de hacernos daño o engañarnos, que jugaran con nuestros sentimientos y los aplastaran como una piedra, sin saber que son de cristal, que se quiebran, y que jamás se arreglaran completamente. Y tenemos que ser fuertes, y cortarnos, sangrar mientras recogemos los vidrios rotos intentando unirlos de nuevo.
Desde que nací, había vivido en la casa de mis padres, mi padre era abogado y mi madre enfermera, así siempre estaban ocupados, pero cada que podían, hacían paseos conmigo y manteníamos una relación muy cercana, pero también estaba mi nana Shizune, ella me cuidaba la mayoría de las veces, no tenía hermanos, pero siempre estaba Itachi, el era mi vecino, y sus padres y los míos eran muy cercanos, el no era hijo único, tenía un hermano menor, Sasuke, de mi edad según me cuenta Mikoto-san, la madre de Itachi, pero había vivido en el extranjero toda su vida, en un internado, y en las vacaciones iba a casa de sus abuelos, donde se reunía toda la familia. Además de mi compañero de juegos, Itachi era casi mi prometido, o eso me decía él, que él era mi príncipe, y creceríamos y nos casaríamos. Basura.
-¿quieres una explicación? ¡Pues te la daré! No quiero saber nada de ti, eres la peor persona que conocí, jugaste conmigo cuando yo apenas era una niña, ¿es que no lo entiendes? Yo te amaba, con un amor puro e inocente, ¡por dios que solo tenía 12 años! Para ti era una niña con la que jugabas, a la que le jurabas amor eterno desde que tenía memoria, que le construiste un hermoso castillo en las nubes y a la que convertiste en una princesa con una sola sonrisa tuya.
-Sakura…
-Sakura nada Itachi. Jugaste conmigo, ilusionabas a la niña y te ibas besuquiar una mujer, ¿no? , "cosas de grandes" decías cuando ibas con tus amigos, yo te avergonzaba.
-¿Cómo te puedo hacer entrar en razón?
-no ocupas hacerlo, entre en razón cuando te vi a pleno faje con la zorra que era tu verdadera novia. Por favor lárgate de aquí. – le grite mientras subía las escaleras de dos en dos corriendo hacía mi habitación dejándole solo en la sala.
Y llore, llore tirada en mi cama, con gritos de impotencia eclipsados en mi almohada de color rosa pastel, llore hasta que no pude, hasta que mis ojos estuvieron tan rojos que ardían, pero aun así no pude dormir, tapada completamente, solo escuche cuando el coche de mi padre, aparcaba pasadas las once de la noche, y como después de sus pisadas se perdían hasta la habitación que compartía con mi madre.
-Te odio tanto como te amo Itachi Uchiha… -
