Remus Lupin.
El hombre-lobo Lupin viste de negro, con una bufanda blanca. Hace frío. Se frota las manos y mira a su alrededor. Encuentra lo que buscaba. Sonríe y se acerca sigilosamente, aunque sea una tontería: Teddy no lo va a ver ni a escuchar.
Está nervioso, lo sabe. Actúa como su madre cuando lo está y un mechón de su nuca cambia rápidamente de azul a rosa y viceversa. Lleva dos semanas en una misión larga de auror y es la vez que más tiempo pasa lejos de los Potter, Andrómeda y Victorie, claro. ¡Aun encima solo llevan unos meses casados!
Camina por Hogsmeade rápido. Quiere llegar a casa. Está preocupado también. Victorie estaba rara por cartas. Remus sonríe de lado. Si él supiera…
En cuanto llega al portal del edificio de su casa, abre rápido y por poco su padre no puede colarse tras él. En cambio abre la puerta de su piso despacio, no quiere despertar a la rubia, son tan solo las siete de la mañana. Camina hasta el cuarto despacio y silencioso. La puerta está abierta y ve la cabellera perfecta de Victorie esparcida por la almohada. Teddy sonríe. Remus también.
Y Teddy no puede evitarlo, quiere despertarla. Así que poco a poco se acerca a la cama y deposita un beso de lo más delicado en la mejilla de su mujer. Ella sonríe, como si pudiera reconocer sus besos.
-Buenos días… -le dijo Victorie, buscando con su mano la cabeza azul de su novio.
-Te eché mucho de menos, lo juro. -le dijo él, tumbándose en la cama, a su lado. Victorie abrazó su cabeza y se rió.
-Lo sé… -dijo ella, todavía medio dormida.
-¿Cómo estás? ¿Estás bien? Me dijo Ginny que vino a verte. -dijo Teddy. Victorie soltó una risita.
-Mi tía es la persona con más instinto del mundo. -dijo todavía entre risas.
-¿Por? ¿Qué pasó?
-Teddy…
-¿Qué? -preguntó él, nervioso.- ¿Qué pasa, Vic?
-No seas impaciente… Vas a necesitar mucho más que paciencia a partir de ahora… -le dijo Remus a su hijo. No sabía si el mensaje le llegaría, pero el lo iba a intentar. Teddy no insistió más, mientras Victorie se sentaba en la cama y lo miraba con una sonrisa.
-Estoy embarazada. -le dijo la rubia. Teddy se quedó en shock.
-Reacciona, reacciona bien. Eres más listo que tu padre. -le dijo Remus.
-¿Estás…? Quiero decir, ¿estamos esperando un hijo? -preguntó Teddy, esbozando una sonrisa de lado. Esperaba que no fuera una broma, porque entonces mataría al primero que se le cruzara. Pero Victorie asintió.
-Eso parece… -dijo la rubia.- Menudo regalo adelantado en la mañana de Noche Buena, ¿no?
Teddy se abalanzó sobre ella, abrazándola. Victorie se rió. Remus sonrió nostálgico. Teddy empezó a repartir besos por todo el cuerpo de Victorie, parándose más en sus labios y su barriga. Remus suspiró.
-Sé un buen padre. Quiere a tu mujer. Y no los dejes jamás. -le aconsejó Remus.- Eres más listo que tu padre. -le repitió. Y salió del cuarto de su hijo, cerrando la puerta tras él. La pareja ni se enteró de que la puerta se había cerrado sola.
¡A mí la Navidad me inspira! Estamos ya en diciembre y quería haber subido esto ayer, pero se me complicó.
Con suerte subo el segundo capítulo más tarde.
La idea es subir cada dos días de diciembre, terminando el treinta y uno. Pero ya veremos como voy escribiendo... Por ahora tengo ya ocho escritos.
Va a tratar de las personas que, desgraciadamente, dejaron el mundo mágico visitando a sus familiares y/o amigos. Empiezo con Remus y Teddy. El segundo capítulo le toca a la mamá de Teddy, a éste mismo y un poquito de Ginny.
¡Espero que os encante!
