Puro…
Apodado así por su padre porque al salir del mar negro del abismo su ser había brillado tan fuerte como el faro que iluminaba la superficie para evitar que las aguas volvieran arrastra su esencia hacia su lugar de origen.
Puro…
Por ser el único de sus hermanos en sobrevivir sin enfermar ante la carga de llevar la herencia de tres seres poderosos en su interior, sin que esta lo consumiera hasta hacer explotar su mascará y disolverla en un negro alquitrán que se perdía como su vida
Puro…
Entre los murmullos del castillo y de algunos consejeros había escuchado que sus padres (en especial su madre) había deseado tener descendencia desde hacía décadas, pero por cada intento fallido, la desilusión era mayor…
Las paredes murmuraban que el rey pálido había quemado cada contenedor vacío hasta sus cenizas y que por algún tiempo la reina se había refugiado en su jardín para soportar el peso de tantos niños perdidos, niños que no soportado la esencia de ambos y del vacío.
Él había escuchado que ambos seres por su condición tan "especial" no podían haber procreado por ellos mismos, pero que al recibir la ayuda de los eruditos, lograron encontrar su salvación en el punto más alejado del reino; la cuenca, sin embargo, esta solución no fue tan rápida…
Después de varios errores y millones de niños que sucumbieron ante la carga de opuestos que se repelían demasiado; millones de máscaras diseñadas para soportar aquel poder, hechizos fallidos, noches en vela esperando el siguiente fallo que condujera al próximo sucesor a una muerte dolorosa que solo dejaba un cadáver hueco, herida, decepciones, rechazo, dolor… en un último intento, uno fue capaz de soportar…
Puro…
Después de haber surgido del abismo, su padre cerró las puertas para olvidar tantas desilusiones y lo condujo hasta el que seria su hogar, sin embargo, la herida ya estaba tatuada en ambos seres y era imposible de olvidar…
Noches de vigilancia, guardias, un sistema muy "delicado" de seguridad, lecciones de etiqueta, de defensa, lucha con los demás caballeros, contra el propio castillo y demás, fueron cosas de su día a día, sin embargo, aún podía sentir la mano pesada de su padre en su hombro o la mirada vigilante de la reina esperando cualquier error, cualquier indicio de que fuera a desaparecer…
Ser un príncipe se volvió más una maldición que una bendición, pero podía tener la satisfacción de que tenía un hogar…
A veces las noches lo atormentaban con pesadillas donde de otra realidad donde no podía sentir, ni ver, pensar, hablar, todo era…oscuridad.
Sin embargo algo había prevalecido…
Desde que el rey lo recogió de aquel lugar supo que no todo iba a ser perfecto, desde su salida sabía que el destino tenía otro plan…
…La falta de voz
Sin embargo, el rey era inteligente, nada que no se pudiera arreglar con unas lecciones de escritura y un sistema sofisticado de señas, con el tiempo, la paz en el reino prospero…
Pero como todo, hasta eso tenía su fin…
Cuando escucharon los ataques por la frontera cerca de las tierras del reposo, lugar donde residía el dominio de las polillas y su soberana sabían que eran momento de actuar.
El príncipe aún era muy joven pero sabía que la comunicación con aquella tribu era mucho más inestable que con las más cercanas (el de las abejas; respetuoso, el de las mantis; inexistente, y la siempre indiferencia del nido profundo), pero con aquella tribu, las situación era más que indiferente…era peligrosa.
Desde los primeros ataques, empezó la agitación, escucho que las puertas de ciudad de las lágrimas se cerraban y los cruces también, el palacio se cubrió de guardias con guadañas y los caballeros dejaron de entrenar con él y con el paso del tiempo fue confinado en los jardines con su madre hasta que todo terminará teniendo como único medio de comunicación a la guerrera de confianza de su madre para protegerlos y así…
…Año y medio pasó…
Para cuando regresó al palacio ya era un insecto más alto, las paredes del castillo se veía desganadas pero su estructura seguía firme como siempre y en medio año aprendió más cosas que se escondían tras aquellas marcas…
Como que ahora tenía una hermana que venía de vez en cuando a practicar (le había querido preguntar a su madre sobre el asunto pero al observar como miraba a la niña a la que solía llamarla "con género" se abstuvo y se guardó los comentarios, luego se enteraría que se llamaba Hornet y que ella si podía hablar…juraba que eso no le molestaba), que había tres Lords Mantis en vez de cuatro, que la guerrera Ze mer se había retirado del servicio sin explicación alguna, que ya no podía practicar con los tres señores del aguijón y entre todo lo demás…que ahora estaba atado a un compromiso con alguien que desconocía.
A principio no entendía el concepto de compromiso e intuyó que se trataba de algún tipo de promesa como la que le hizo a su padre de no salir de los terrenos del castillo, pero con el tiempo se dio cuenta de que era algo más importante.
Ahora no solo lo educaban para aprender el arte del aguijón, si no para otras cosas, a gobernar, a dirigir, estrategias de guerra, a controlar su mente, su postura, las pequeñas expresiones que tenía, ser constante, la sutileza, el engaño…todo como si quisieran que estuviera siempre alerta…
Pero lo que le pareció más extraño es volver a ver su padre reabrir aquel laboratorio que prometió cerrar con candado para que los fantasmas de sus hermanos no lo persiguieran…
Meses después llegó el pequeño caballero (apodado "fantasma" por Hornet)
Y desde su llegada, su carga disminuyó…
Ahora, cada vez que tenía tiempo libre podía acompañar a su hermano, tenía alguien con quien practicar, comunicarse (había una extraña conexión entre ellos, era como si su interior los atrajese) y quien le contara sobre sus aventuras en el exterior, porque, a diferencia de él como príncipe, a veces se enteraba de como su hermano se escabullía de sus lecciones y regresaba sin que nadie se enterase (eso lo atribuía a su tamaño, pero estaba seguro que no se le haría tan fácil para cuando creciese) y así la vida del castillo continuó, aunque…no tan sencilla como siempre.
Ahora, a veces su padre lo llevaba a sus juntas con sus consejeros, de vez en cuando veía al vigilante de la ciudad de lágrimas, con la apertura de su ojo siempre fija a cada palabra que dijera su padre, a la maestra, que algunas veces lo examinaba y medía su crecimiento y el de su hermano (quien siempre se divertía con su aprendiz, aquella cochinilla que le encantaba explicarle todo al príncipe menor y que una que otra vez lo había visto escabullirse con su hermano para cuando le tocaba su revisión) y por último, la bestia, aquella mujer intimidante que muy pocas veces estaba presente pero representaba aquellas especies inconformes con el mandato de su padre, nunca los veía interactuar mucho pero cuando estaba con su hermana, ayudaba un poco a liberar algunas tensiones, y por último…
…El ser blanco que brillaba con una luz cegadora
Pero esa luz no era una cálida como la de su madre o una serena e imponente como la de su padre, no, era una luz cegadora, que parecía poder destruir todo y que quemaba, sin embargo era esa luz que siempre parecía querer llamar su atención
Su interacción era poca, porque las juntas siempre las dirigía su padre, sin embargo en todas ellas no podía evitar sentir esos ojos que lo escudriñaban y no paraban de verlo, al principio no lo entendía y quería opinar, pero sabía que era de mala educación y su padre a pesar de la indiferencia, parecía tratar a aquel ser con formalidad
Luego se enteraría que lo que escondía ese trató iba a ser su condena a futuro y en unos años, alcanzando la madurez…
Se convirtió en el bicho que todos esperaban que fuese, un futuro monarca al igual que su padre pero con la elegancia de su madre pero, lo que escondía su caparazón, era el peso de saber que desde el inicio, su destino estaba decidido…
"Sú unión será el sello de nuestro pacto, tú nos liberarás de esta guerra, tú serás el supremo gobernante, tú la contendrás, la sellaras, los unirás a nuestra línea para siempre, mi vaso perfecto, mi hijo, mi ser tan puro…"
A pesar de los años, Puro todavía observaba desde su encierro y sus lecciones como su hermano a pesar de haber crecido un poco, seguía escabulléndose del castillo ya sea para ver a su hermana, a su amigo en los archivos o para visitar a los conocidos de la ciudad (una vez se enteró que ganó en el coliseo, pero les ahorró la angustia a sus padres y Ogrim supo guardar el secreto, aunque sabía que este último también había alentado al menor).
Como joya de la corona, el solo podía verlo ir y venir mientras en las noches escuchaba sus anécdotas y se dormía con la ilusión de poder algún día escapar de este encierro y conocer más allá de los terrenos del castillo, sin embargo una noche, algo cambio…
En el día pudo notar un cambio en las actividades de su hermano, se les veía más cansado, casi no lo retaba en las prácticas, dormía más en los banquillos del palacio y una vez tuvo que salvarlo de una sierra, sin embargo, frente a sus padres lo supo disimular, hasta que…
En una noche, lo vio entrar y quedarse dormido en un rincón del pasillo y antes de cargarlo a su habitación observó debajo de la capa…
¿Eso era una quemadura?
Con pánico no supo como actuar, sabía que debía alertar a los caballeros o mínimo a Ogrim o a Isma (los más comprensivos), sin embargo no quería meter en problemas al menor, sabía como el castillo iba a reaccionar, así que hizo lo más lógico…le contó a su hermana y le pidió guardar el secreto.
Hornet prometió averiguar que estaba pasando, pero, después de unas semanas concluyó que sus deberes como sucesora del nido profundo no le iban a permitir por un tiempo involucrarse más en otros asuntos, así que, al final, contra todo pronóstico, decidió tomar el asunto en sus manos.
Una noche se escabulló y siguió a su hermano por toda la ciudad, era difícil atravesar los lugares pero cambiando su atuendo así como lo hacía el menor ( ¿Dónde había conseguido esa capa tan arrugada y gris?), logró confundirse con la sombra.
Al final, le impactó el llegar a un territorio vació, apenas con algunas casas y los alrededores iluminados por farolas (así entendió que había llegado a la superficie) sin embargo eso no fue lo más sorprendente, lo sorprendente fue ver como su hermano se movía con libertad entre la poca gente y estos lo reconocían como una más, al final, algo dentro de su ser movió el vacío que llevaba (¿Celos?) pero lo ignoró mientras seguía al menor a una serie de carpas que no recordaba que nadie hubiera mencionado. Recordó que en algunos libros había observado algunas imágenes parecidas con el título "Circo" en el pie de esta, sin embargo nunca hubiera imaginado poder tenerlo de cerca.
Desde la lejanía siguió al menor, entrando en el lugar y pasando por un músico que solo le dirigió una mirada y dejó escapar un ligero gruñido ante de seguir con su toque, al final, el ruido se hizo lejano y a pesar de ser un sitió muy grande, no encontró el ruido de la gente que esperaba y había observado en las imágenes, al contrario, encontró una paz que lo dejó con un sensación que hizo temblar sus músculos y agarrar su arma con más fuerza.
Al final, al llegar al fondo del pasillo donde su hermano había atravesado una última cubierta, su cuerpo se tensó en anticipación y un escalofrió lo recorrió ( a pesar de que se encontraba tan lejos de la entrada).
Antes de que pudiera atravesar la brecha que lo dividía, una voz lo detuvo…
"Vaya, bienvenido de nuevo mi viejo amigo"
Una voz deliciosa, casi como un suspiro, que se escapara como en un último aliento.
"Es hora de empezar nuestro espectáculo como la última vez"
Era una voz que lo atraía y que movió su cuerpo incitándolo a asomarse su cabeza a través de la cortina…
"Mi hijo te estaba esperando"
Y un chasquido de dedos….
Sus ojos no daban reparo con lo que veía, una danza de fuego, luces escarlatas en el aire que parecía flotar gracias al hilo tan delgado que las sostenía, a su hermano moviéndose al son de un pequeño insecto que lo guiaba y daba vueltas a su alrededor con un sonido que solo se podría asemejar a un ronroneo de felicidad.
Y en la esquina…
En la esquina un cuerpo que parecía marcar el ritmo y que acompañaba a los más pequeños mientras atacaba a su hermano y este con gracia lo esquivaba.
Tan distraído estaba que no notó como su arma se deslizaba de su agarre y caía con un ruido estrepitoso mientras todo el espectáculo frente a el se detenía, y de repente …
Unos ojos, unos ojos en llamas que lo miraban y que sentía que lo consumían…
"Parece que tenemos un nuevo miembro para nuestro baile…"
Y después…"esa" sonrisa
N/A: Bueno, este es la idea de un AU de Hollow Knight donde el vaso puro (Puro aquí) logra vivir una vida normal en el castillo después de que los reyes deciden tener una descendencia (surgida del vacío que fue utilizado como conector cofsugerenciademonomoncof, la cual no logra sobrevivir debido a la carga de ambos seres y de este hasta que llegó "Puro", de ahí su nombre). Esto parte del hecho de que la infección no existe ante la idea de que El destello logra conservar la devoción de sus hijos y estos nunca la traicionan, fundando un reino apartado en las tierras del reposo, luego, como leyeron, la guerra inicia cuando esta, quiere invadir el territorio del rey pálido y este no la deja, al final hacen un trato donde el rey le deberá entregar a su hijo como pago y para que se unifiquen los reinos, pero esto solo pasa después de haberla vencido, tener a Hornet para la ayuda del nido profundo, el conflicto de las mantis, etc.
Al final, el rey sobrecarga a Puro con obligaciones, casi lo arrastra a pasar tiempo con su prometida, Puro se angustia porque solo su hermano puede salir (Pequeño fantasma) y termina persiguiéndolo y ahí es donde aparece el Grimm y Puro queda asqueado/fascinado/asustado por el nuevo amigo de su hermano.
Si, es un fic de parejas, pero bueno…la verdad es que solo es una idea, no se si continuarlo porque tengo otro proyecto, tengo pensado tratar de dibujar algo (lo advierto, soy pésima) pero de esto no se si surja nada más, todo caso, si a alguien le interesa me puede mandar mensaje o contactarme en mi blog de tmblr, pero bueno, espero que la lectura les haya gustado y que este fandom siga creciendo.
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