¿El tamaño importa?
Realmente no creo que el tamaño importe – dijo un pelinegro a su amigo, mientras cerraba los ojos queriendo omitir al idiota a su lado.
Claro que importa- contesto su amigo, un rubio de ojos azules.
Que no – contesto cortante.
Que si, acaso no has visto la cara de las chicas cuando se los muestras – sonrió – Hinata casi se desmalla al ver lo inmenso… - decía el rubio sonriendo, pero el pelinegro lo interrumpió.
Que no, a Sakura le da totalmente lo mismo – dijo el pelinegro mientras se levantaba, y comenzaba a andar.
Claro que le importa – dijo el rubio – este san Valentín no la complaciste.
Cállate – dijo el pelinegro.
Sasuke, deberás a ella le gustaría mas si fuera enorme, y no una cosilla…- pero el pelinegro lo callo de nuevo.
¿que no sabes cuándo callarte? – pregunto el pelinegro.
No – contesto mientras sonría el rubio y a Sasuke le venía un dolor de cabeza por lo estúpido que llegaba a ser su amigo.
Naruto, si no te callas te voy…- pero el pelinegro se quedo callado cuando choco con una chica.
Perdone – dijo la chica y pasó de largo.
Oh te lo demostrare temme – dijo el chico rubio y corrió detrás de la chica – disculpa…- la chica paro su andar y lo miro, percatándose de que el chico era apuesto y sonrió bobamente (sensual según ella).
¿que pasa? – pregunto la chica coqueta.
Pues quería preguntarte algo- dijo el rubio mientras a unos metros el pelinegro los observaba, la chica asintió - ¿verdad que para cualquier chica el tamaño si importa? – pregunto el chico aun con una sonrisa.
…- la chica se puso roja como un tomate – pervertido eso no se pregunta en la calle, y menos a una (según ella) dama – grito y le dio una bofetada, se dio la vuelta y siguió el rumbo que antes llevaba.
¿qué le pasa? – se pregunto el rubio.
Dobbe – el pelinegro se puso la mano en la cabeza mientras trataba de aguantar las tremendas ganas de reírse que tenia – eres un idiota– dijo mientras se giraba para seguir su camino y tosió tratando de disipar y ocultar la pequeña risa que había escapado de sus labios.
¿eh? – pregunto el rubio mientras corría al lado de su amigo - ¿qué tiene de malo preguntar si a las chicas les importa el tamaño de los obsequios?- pregunto dudoso -además mañana es navidad la pasaras con Sakura-chan y quería asegurarme que le compraras algo enorme, como yo a mi Hina-chan – dijo el rubio casi sin respirar, y dado por olvidado el incidente de hace unos minutos.
… ¿obsequio? – dijo el pelinegro, mientras un casi imperceptible sonrojo aparecía en sus mejillas.
Si, obsequio, ¿tu que pensabas Sasuke? – pregunto confuso el rubio.
Lo mismo idiota – el sonrojo se intensifico al verse justo en la entrada del edificio donde vivía su novia.
Adiós Sasuke, y salúdame a Sakura-chan – dijo el rubio mientras salía corriendo, sin percatarse de él muy visible sonrojo de su amigo.
¿Sasuke? ¿qué haces aquí tan temprano?- pregunto una chica pelirosa que abría la puerta de su apartamento.
Hmp… vengo a preguntarte algo…- dijo para tomarla en brazos, elevar su pequeño cuerpo y obligarla a rodearle la cadera con sus piernas, mientras entraban al apartamento – pero… solo puedes contestar en la recamara – dijo al separarse momentáneamente, para besarla de nuevo, mientras ella sonría y ambos entraban al departamento cerrando la puerta.
Gracias por el regalo y por adelantármelo Sasuke – sonrió la chica mientas lo volvía a besar.
