Un nuevo comienzo.

Pareja: Viktuuri.

Summary: Yuri Katsuki trabaja en una escuela infantil, se encarga de los niños de 3° grado junto con Yuko Nishigori. Viktor es subjefe de una empresa importante, lleva a su hijo Aleksis a la escuela en donde trabaja Yuri. Un día necesita a alguien de que cuide a su hijo en la noche ya que tiene que estar en una cena de negocios y le pide de favor a Yuri de que si podría cuidar a su hijo por esa ocasión. Pasando los días Yuri se convierte en niñera de Aleksis, en la mañana es su maestro y por la tarde su cuidador por mientras que no se encuentra Viktor en la casa. En esos días conocerá poco a poco el pasado de Viktor y Yuri se estará convirtiendo en alguien especial para Viktor. Regresándole la calma que creyó haber perdido aquella vez.

Los personajes no me pertenecen. Solo Aleksis.

Capítulo 1.

Yuri se alista para ir a trabajar. Acabando de alistarse y de haber desayunado para tener más fuerzas y energías, toma su mochila y sale de su casa. En esa mochila contiene sus herramientas de trabajo que son varios libros, lápices de colores, hojas y juguetes.

Trabaja en "Acuarelas", una escuela infantil, él lleva trabajando 1 año en ese lugar. Le gusta mucho su trabajo, se siente cómodo ya que los niños son muy alegres y juguetones como también sus compañeros son agradables.

La primera vez que entro a la escuela los maestros le dieron la bienvenida y también diciéndole que cualquier cosa que necesite no dude en preguntarles, que todos de ahí están para ayudarse. Los pequeños con un gran grito de emoción dieron la bienvenida a su nuevo profesor y desde el primer día le piden que juegue con ellos. Los niños juegan a que son superhéroes y las niñas con sus juegos de té o a las muñecas.

En ocasiones había peleas entre los pequeños el de que porque no le había prestado un juguete, porque le puso un apodo que no fue de su agrado o por otras cosas que se presentan, pero no son cosas que no pudiera solucionar Yuri. Él y junto con Yuko, su compañera, tienen una pequeña charla con los niños diciéndoles en que no deben de pelearse ya que no los llevara a nada bueno y que deben de disculparse.

Llego a la escuela, son las ocho de la mañana y en media hora iniciara las clases. Primero se dirige a la sala de maestros para poder anotarse en la lista de asistencia.

—Buenos días — Saludo amablemente a Celestino, que es el prefecto.

—Buenos días Yuri — sonríe — ¿Viene preparado? — le entrega los papeles para que firme.

Busca su nombre en la lista y firma —Claro que sí — le entrega las hojas y le muestra la mochila —Vengo preparado, estoy listo para comenzar ya las clases.

El prefecto ríe —Perfecto — le gusta ver que el pelinegro tenga esa actitud responsable y ver esos ánimos positivos de querer trabajar —Bueno, no te quito más de tu tiempo. Que te vaya muy bien y cuídate.

—Gracias e igualmente Celestino, nos vemos después.

Solo asiente el hombre y vuelve a tomar asiento en su lugar.

Yuri sale de la sala de maestros y va al aula que le corresponde. Saca su celular de su bolsillo del pantalón y busca en su lista de canciones "Stay close to me", es una de sus canciones favoritas. Deja el celular y su mochila en el escritorio, y empieza a acomodar las pequeñas mesas y sillas; que seguramente ya no han de tardar los niños.

A los tres minutos que pasaron llega Yuko al aula, ve que está todo acomodado y que Yuri ya se encontraba ahí.

—Buenos días Yuri, disculpa por haber llegado tarde y por no ayudarte acomodar aquí— Se había levantado algo tarde.

Sonríe —Buenos días Yuko, no te preocupes que yo me ocupo de esto.

—Muchas gracias — sonríe también —Entonces vamos a recibir a los niños con toda la actitud.

—Sí.

Cuatro minutos antes de iniciar las clases empiezan a llegar los primeros niños, pasando cinco minutos después llegaron otros más hasta ocupar la mayoría de las pequeñas sillas, una que otra quedaron vacías, seguramente los padres hoy no los quisieron traer a la escuela porque hace mucho frío o tal vez algunos se resfriaron.

Yuko mira su reloj y ve que es la hora perfecta de comenzar con las actividades que tiene planeadas para este día —Hola, mis niños. Espero que nadie haya olvidado su material que les encargamos para hoy, si es así pueden acercarse con Yuri o conmigo y les prestaremos lo que necesiten, queremos que todos se diviertan.

— ¡Si maestra! — dijeron con emoción todos los niños.

Los pequeños sacaban sus materiales de su mochilita y algunos iban con sus profesores a que les prestaran algunas cosas de que se les habías olvidado.

Mientras que los niños hacían sus actividades Yuuri tomaba asistencia.

(˘▽˘ԅ( ˘⌣˘)

— ¿Estás listo para tu primer día en la nueva escuela?, Aleksis — pregunto Viktor, no quita su vista de la carretera ya que él se encuentra manejando. Se dirige a la escuela "Acuarelas" donde inscribió a su hijo de cinco años.

El niño de ojos de color miel, de cabello corto y el mismo tono de cabello de su padre deja de mirar por la venta del auto, realmente quisiera estar en casa — ¿En serio tengo que ir, papi? — está algo desanimado y nervioso. Tiene la esperanza de que su padre de media vuelta y que regresen a casa.

—Claro que tienes que ir — ese tema ya lo habían hablado —En tu fase de vida es una etapa en la que tienes que pasar hijo.

—Pero realmente no quiero ir… y si, ¿Es lo mismo que en la otra escuela?

—No, eso no pasara. Ahí tendrás muchos amigos con quien jugar y aprenderás muchas cosas.

— ¿Estás seguro?

—Muy seguro — despega su mano derecha del volante y acaricia los cabellos de su hijo, despeinándolo un poco.

El pequeño ríe y sonríe, no hará más preguntas. Espera que lo que su padre dice sea en verdad y que tenga muchos amigos con quien pueda jugar.

Llegaron por fin a la escuela y Viktor estaciona el auto con cuidado.

Aleksis mira la escuela detenidamente por unos segundos, no es un lugar tan grande como en la anterior escuela que estaba; pero no le importa.

— ¿Vamos? — pregunto Viktor.

— ¡Sí! ¡Vamos! — por primera vez tiene ánimos de ir a la escuela.

Viktor le acomoda la bufanda y toma la pequeña mochila de su hijo que está en el asiento de atrás, primero él sale del auto y después va al lado que se encuentra su hijo abriéndole la puerta.

El pequeño baja con cuidado y toma su mochila.

—Bien, entremos hijo — toma la pequeña mano de Aleksis.

Entran al lugar, No es necesario de que pregunte en dónde se encuentra la oficina de la directa. Hace unos días atrás Viktor fue a la escuela para hablar con la directora, tenía que hablar muy seriamente con ella y aparte de eso pedirle de favor que le mostrara el lugar para sentirse más seguro y confiado en donde dejara a su hijo.

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Tocan la puerta.

La mujer deja un lado los papeles en su escritorio y se levanta de su asiento, se acomoda sus ropas para estar impecable como siempre —Adelante.

Al escuchar la respuesta Viktor y Aleksis entran a la oficina de la directora.

—Hola, ya estamos aquí — dijo Viktor sin ninguna preocupación, mientras que el niño le dio algo de miedo la señora. Piensa que ella seguramente es una mujer regañona por tener esa mirada de estricta.

Sin ninguna expresión en su rostro y con seriedad ella habló —Muy tarde Viktor Nikiforov, las clases empezaron hace cuarenta minutos.

—Lo siento, no volverá a pasar — pensó que no habría problema alguno llegar un poquito tarde el primer día de clase en esa escuela.

—Eso espero, por esta vez lo dejaré pasar. Recuerde que las clases comienzan a las ocho y media de la mañana y terminan a las dos de la tarde.

—No se me olvidara.

—Bien — toma el teléfono y marca un número, su llamada fue contestada rápidamente —Minako, deje lo que está haciendo y venga a mi oficina — y colgó.

El niño apretó el abrigo de su padre, si, realmente tiene miedo de ella.

Viktor le sonríe a su hijo, demostrándole que no hay de que temer.

—Niño — se acerca a una distancia considerable dando su espacio personal —Dime tu nombre.

El volumen de su voz fue bajo —Mi nombre es Aleksis… — pero fue escuchado perfectamente por la mujer.

—Mucho gusto Aleksis y bienvenido a la escuela "Acuarelas", donde aprenderás y te divertirás mucho — sonríe de forma discreta —Soy Lilia Baranovskaya y soy la directora de esta escuela, si tienes alguna duda o algún problema no dudes en venir aquí a mi oficina o si gustas puedes hablar con tus maestros, con quienes te sientas y creas mejor. Y nosotros lo resolveremos.

—Sí, gracias — el miedo que tenía sobre ella desapareció, sabe que no es una mala mujer.

—Directora, dígame que necesi… — Minako no sabía que la directora se encontraba con alguien más en su oficina. Si hubiera sabido primero habría tocado la puerta. Sus mejillas toman un tono algo rojizo, en su mente se preguntaba que quién es ese hombre atractivo que se encuentra en esa oficina. ¿Tendrá novia? ¿Casado?, que alguien le dé una respuesta. Ve que aquel hombre voltea a ver y que le regala una sonrisa, una linda sonrisa que le pareció, nunca olvidara este día.

— ¡Minako! — le llamo la atención, no quiere que el niño pierda más tiempo de su hora de clases.

Dio un respingo, se había asustado. Había olvidado que está en la oficia de Lilia — ¿Sí?

—Lleve al niño a su aula. Es en el 10.

Mira al niño, no se había dado cuenta del pequeño. Sus preguntas han sido de alguna forma respondidas —Sí, señora directora — va con el niño y le extiende la mano, sonríe —Ven amiguito, vamos a llevarte a tu salón— se le hace muy lindo, tiene un gran parecido a su padre. Solo lo que cambia es el color de ojos.

Aleksis mira a su padre —Papi, ya me voy.

El mayor abraza a su hijo y le dice —Que te vaya muy bien y cuídate mucho. Sabes que eres muy fuerte y que te amo mucho hijo.

Igual lo abraza —Cuídate papi, yo también te amo.

Fue algo muy adorable lo que vio Minako.

El pequeño toma la mano de la mujer y por última vez ve a su padre, dándole una sonrisa —Estaré bien.

—Lo sé, sé que estarás bien hijo.

Minako mira a Lilia y después a Viktor —Con su permiso… — y volvió ese sonrojo en su mejilla.

Aleksis piensa que tal vez ella se encuentra enferma. Salen de la oficina después de unos segundos en el que volvió a reaccionar Minako y están dirigiéndose al aula diez.

—Bueno, yo también ya me voy para mi trabajo — mira su reloj que tiene en su muñeca derecha, ya es un poco tarde para llegar a su trabajo pero que importa, primero esta su hijo —Gracias por todo Lilia.

—Gracias a ti por confiar en nosotros. Para que te sientas más tranquilo he hablado con los maestros, como habíamos quedado.

—Muy bien.

Se despide y sale de la oficina. Seguramente su jefe lo estará regañando por haber llegado a tiempo.

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Se encuentran en el aula diez. Minako toca la puerta.

Yuri es quien abre la puerta —Hola, ¿Qué paso?

—Traje a tu nuevo alumno, Yuri.

Mira al pequeño y le sonríe —Pasa por favor, te estábamos esperando — se hace a un lado para dejar pasar el niño.

Aleksis le agradece a Yuri antes de entrar al salón, su padre lo ha educado bien.

—Muchas gracias, Minako. — dijo Yuri.

—De nada. Nos vemos más tarde Yuri — y se aleja, tiene que acabar su trabajo.

Y se cierra la puerta nuevamente.

El niño está enfrente, viendo a todos sus compañeros del salón. No sabía en qué lugar podía tomar asiento.

Yuko va hasta el lugar en el que se encuentra Aleksis — ¡Atención mis pequeños, llego alguien nuevo a nuestro grupo! — lo dijo con tanta emoción.

El pequeño se puso nervioso al percatarse de que todos sus compañeros lo están mirando.

—Dime amiguito, ¿Cuál es tu nombre? ¿Cuántos años tienes? Y ¿Qué te gusta?, queremos conocerte todos nosotros.

No podía hablar, los nervios lo habían dominado. Como quisiera que su padre estuviera con él en ese momento.

Yuri se dio cuenta del que el niño está nervioso, es comprensible ya que es se pone así cuando se tiene que presentar con mucha gente. También va hasta donde está el niño y pone su mano con cuidado en el hombro del niño.

Aleksis mira a Yuri, esperando que lo sacara de esa situación.

El mayor le sonríe y con voz baja, que solo escuchara el pequeño, le dijo que todo está bien.

Asintió, de alguna forma sus ánimos regresaron.

—Mi nombre es Aleksis Nikiforov, tengo cinco años y me gusta jugar mucho.

— ¡Oh! ¡Mucho gusto en conocerte Aleksis! — Junta sus manos — Sabes también a nosotros nos gusta jugar mucho. Así que no te aburrirás en la clase — le da una pequeña palmadita en la espalda al niño —Pues tomar asiento en donde gustes.

Aleksis lo que puse demasiado feliz es de que sus compañeros les pedía que se sentara con ellos, que querían jugar con él. Tenía razón su padre, esa escuela es muy distinta a la anterior en la que estaba. Ahora tendrá muchos amigos con quien podrá jugar y no sé la pasara solo en la hora de recreo.

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Hace quince minutos terminaron las clases.

En el salón solo se encontraba Yuri y Aleksis, ya que no permiten que los niños estén afuera de la escuela por protección. Yuri no ira a ningún lado hasta que el padre o la madre vengan por el niño, mientras que Yuko tuvo que irse para ir por sus niñas e ir a casa.

Aleksis por mientras que esperaba a Viktor él se puso a dibujar con crayón.

Ve que el niño tiene una gran sonrisa en su rostro, una sonrisa tan pura y sincera. En el tiempo que estuvo cuidándolo estuvo muy alegre y juguetón, compartiendo sus juguetes a los demás compañeros. Va hasta en la mesa en la cual se encuentra dibujando tranquilamente, es un lindo dibujo utilizo círculos, palitos y el coloreado saliéndose un poco de la raya; pero no le quita la perfección y el cariño que empeña en ese dibujo.

—Dibujas muy bien Aleksis, es muy lindo tu dibujo— sonríe — y dime, ¿Quiénes son a los que estás dibujando?

—Gracias profesor — señala a cada monito que había dibujado. El pequeño pintado de café es Makkachin, después le dijo que es él con una gran sonrisa y por último el monito más grande es Viktor, su padre.

Nota que Aleksis y su padre tienen el mismo color de cabello, mientras que el niño tiene ojos de color miel y el mayor de color azul. Falta que dibuje a quien sería su madre, pero seguramente el dibujo aún no está terminado.

Tuvieron un pequeño sustos el niño y Yuri, ya que una persona había hecho ruido al entrar.

Jadeo aquel hombre, se cansó demasiado por haber corrido por todo el pasillo de la escuela; no tiene mucha condición por el momento —Y-ya llegue hijo.

Aleksis corre hasta con su padre y le abraza —Que bueno que ya llegaste papi.

Respira lentamente y después abraza a su hijo —Sí… es hora de que vayamos a casa.

Por ver el color del cabello y porque el niño salió corriendo para abrazarlo supo que él es su padre —Buenas tardes señor

Había olvidado que alguien más se encontraba ahí en ese salón, suelta el abrazo y va con el pelinegro —Hola, soy Viktor Nikiforov. El padre de Aleksis.

Estrechan sus manos en forma de saludo.

—Soy Yuri Katsuki y soy el maestro de su hijo.

—Muchas gracias por cuidar de mi hijo durante las clases y esperar junto con mi hijo hasta que llegara aquí.

—No hay de que señor Nikiforov, yo espero hasta que el último niño venga por ellos sus padres.

—Por favor, puede llamarme por mi nombre — sonrió y un guiño dio, algo seductor.

Se sorprendió por aquel guiño —E-está bien señor Viktor.

—Perfecto — ahora se siente más cómodo —Bueno Yuri, ya nos vamos a casa —Y le vuelvo a decir muchas gracias.

—Sí, gracias profesor — dijo el niño.

Mira al pequeño —De nada, te veré mañana y has tu tarea — y después a Viktor —Se van con cuidado y recuerde que las clases empiezan a las ocho y media de la mañana.

—Sí, gracias por recordármelo— acaricia los cabellos de su hijo — Bueno, ya es hora de irnos. Recoge tus cosas.

—Sí papi — va hasta la pequeña mesa y guarda todo en su mochila, el dibujo se lo enseñara después de que lo termine.

Viktor toma la mochila y después carga a su hijo. Salen del salón.

Yuri alcanzó escuchar al niño que le decía a su padre que tenía que contarle todo y que jugo mucho, mientras que el hombre sonreía y escuchaba atentamente a su hijo.

Pensó que la mujer con quien se habrá casado con Viktor es una mujer muy afortunada, el de tener a un gran esposo y por tener a un adorable niño.

Gracias por leer.