520 palabras

Spoilers de The Return: Shadow Souls. Justo después de la fiesta donde consiguen la llave, y Damon y Elena son separados para protegerla y evitar que se convierta en vampiro.


Ni siquiera dejarían que ella y Damon estuvieran en la misma habitación. Todos temían de que se acercara a él y oliera el exótico pero familiar olor, de que Elena se perdiera en los infinitos ojos negros que parecían esconder el universo dentro de sus pupilas, de que sus rodillas cedieran para luego despertar como un vampiro.

Elena golpeo el colchón con su puño cerrado. ¡Ellos no saben nada! Permanecer acostada, luciendo pequeña e indefensa, no le estaba haciendo ningún bien. Elena quería levantarse y poder caminar. Ella estaba segura de que hacer eso le haría mucho mejor que la avena y la leche, porque Elena sabía que si tenía que tomar más explotaría.

Todos están preocupados por ti, susurro una voz dentro de su cabeza. Elena lo sabía, ella sabía que todos solo querían protegerla pero también estaba convencida de que no sabían nada.

-Stefan solo está ayudándome a rescatar a mi querido Damon- murmuro Elena, sujetándose a la colcha. En cuanto las palabras fueron procesadas, toda la sangre se le acumulo en el rostro. Con un movimiento rápido, Elena se llevó la almohada a la cara y ahogo un grito de frustración.


Elena bajo las escaleras cuidadosamente. Haber saltado de la cama, y sin despertar a Bonnie, había sido lo más fácil. Sage había sonreído al pasar junto a ella en dirección opuesta, pero Elena sabía que el Dr. Meggar o Meredith, en el peor de los casos, no le sonreirían.

Asi que se apresuró a bajar las escaleras y calculo el número de pasos hasta el estudio de Damon. Se detuvo frente a la puerta, decidida a correr escaleras arriba dado el momento.

-Vuelve a dormir Elena- dijo Damon desde la habitación.

Esta de mal humor, pensó ella parándose firme y empujando la puerta. Adentro todo estaba oscuro siendo solamente iluminado por la lámpara de gas que tililaba en la esquina.

-Damon- susurro Elena, pero él no se movio, permaneciendo inmóvil frente a la ventana. –Damon- volvio a decir caminando lentamente hacia él.

-Elena, vuelve a la cama- murmuro Damon, pero Elena solo fruncio el ceño y se apresuro a su lado.

-¿Eso es todo lo que tienes que decir, 'Elena vuelve a dormir'?- pregunto conteniendo las ganas de llorar –Bajo aquí, a mitad de la noche, porque estoy muerta de preocupación por ti, y ¿lo único que puedes decir es eso?- casi grita sintiendo los ojos llenarse de lágrimas.

Entonces de alguna manera, como todas las anteriores, Elena se encontró en los brazos de Damon. Deslizo sus manos dentro de su chaqueta y se dejó envolver por el exótico pero familiar aroma que siempre la hacía sentirse en casa.

-¡Oh, Damon!- sollozo Elena –He estado tan preocupada por ti. Bonnie dijo que habías tomado sangre, pero es que perdiste tanta… Todo es mi culpa, lo siento tanto-

-Shh, shh. No lo sientas. Todo está bien,- Damon froto sus brazos de arriba hacia abajo, haciendo que Elena se sintiera mejor que nunca. –Ya casi han sanado- susurro contra su cabello. Elena se apretó aún más al pecho de Damon, sus lágrimas empapando su camisa.


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