Disclaimer: Las CLAMP son dueñas de los siguientes personajes. Es un mundo alternativo y un fic yaoi (amor chico x chico). Si no te gusta te invito a buscar algo de tu agrado. Seishirou x Subaru.
Para cada uno de mis ángeles conocidos y lo que conoceré en esta Tierra; que nuestros recuerdos sean eternos y prósperos. Pues estoy segura…
No serán los últimos.
"Último recuerdo"
Saigo no kioku.
Come a little bit closer the melody's fading…..
don't stay in the shadows my boy
now or never, love will go
Vanity
- Capítulo I –
La noche avanzaba lentamente. Las luces de un vehículo alumbraban las desoladas calles; en el asiento del copiloto el joven ojiverde recargaba su cabeza sobre el cristal arrullándose en la noche. En el asiento del conductor un joven de ojos miel escabullía frecuentemente su mirada sobre el asfalto para observar el rostro de quien reposaba plácidamente a su lado. El carro se detuvo frente a un edificio departamental. El joven de ojos miel contemplaba el cuerpo del pequeño ojiverde mientras observaba cómo su pecho descendía y ascendía. El mayor se acercó aprovechando el sueño profundo en el que se veía sometido. Una de sus manos recorríó su cuello de manera tenue y se detuvó sobre su barbilla. Su pulgar rozó sutilmente los labios del menor mientras una sonrisa ambigua se dibujaba en su rostro.
"Cuando dejes pasar la última oportunidad ¿qué harás querido Subaru…?"
El sol comenzaba a ocultarse tras los edificios; tornando de color anaranjado y ocre las paredes de los edificios. Una bella vista que deleitaría a cualquiera. Pero hablando de la ciudad de Tokio –donde más de uno vive apresuradamente - no todos se detenían a contemplarlo.
Entre la multitud destacaba un joven de dieciséis años tratando de abrirse paso. Eran las horas donde más se tendía a concurrirse las calles pues la mayoría terminaban sus labores mientras otros iniciaban y él no era la excepción.
La campana del recibidor sonó advirtiendo la llegada de un visitante; el joven abrió la puerta pese al letrero de cerrado. El lugar no era muy grande aunque fuera una clínica veterinaria. La vitrina abarcaba suficiente espacio junto al sillón de espera y a los lados se mostraban diversos accesorios para mascotas lo cual daba la impresión de un lugar estrecho; sin embargo era demasiado amplio y cómodo. Una figura alta se dirigió desde una de las habitaciones al recibidor.
-Has llegado antes Subaru-kun –dijo una persona alta vestida de bata lo recibió dirigiéndole una amable sonrisa.
El joven se retiró el sombrero para ventilarse. Se encontraban en los días más cálidos del año; tanto que hacía sofocante el interior de los edificios. El pequeño ojiverde finalmente le regresó la sonrisa al apuesto veterinario tras recuperar el aliento.
- Buenas tardes Seishirou-san. Hokuto me pidió urgentemente que viniera cuando terminara –respondió Subaru.
- ¿Tuviste otro trabajo?
- Sí –contestó en un suspiro, delatando su cansancio.
- Últimamente has estado más ocupado que de costumbre. ¿Será también culpa de esta temporada de calor? –el joven veterinario hizo un breve ademán de dramatismo. –Cada vez es menor el tiempo que pasamos juntos. ¡El mundo entero se desmorona, alejándome de mi Subaru-kun, mientras muero lentamente en el calor!
-E-etto…- Subaru no pudo evitar el sonrojarse levemente pero su mente trató de esquivar aquello, haciendo que notara la leve fluctuación que ahí se desataba.
- ¿Está haciendo demasiado calor o es mi imaginación, Seishirou-san? Siempre suele estar fresco aquí adentro.
- El aire acondicionado se descompuso desde el medio día. ¡Si hubieras visto el rostro de Hokuto-chan cuando se enteró! Hizo todo un drama mientras sólo repetía una y otra vez "¡Pobre Sei-chan! ¡En momentos como este es cuando Subaru debería estar a tu lado reconfortándote con su frescura!" – Seishirou intentó imitar a Hokuto poniendo el particular énfasis en aquellas últimas palabras.
Subaru sólo parpadeó un par de veces mientras sus mejillas se ruborizaban más.
-Así que por eso Hokuto-chan me insistía tanto... – el ojiverde mencionó sus pensamientos en voz alta con un ademán de decepción.
-¿Qué sucede?
-¡No es nada! –Subaru respondió rápidamente intentando ocultar sus palabras.
- Estás todo rojo ¿Te has asoleado últimamente? –el mayor se acercó al pequeño y colocó una de sus manos sobre su frente- ¿O será un resfriado por los repentinos cambios de temperatura?
-¡E-estoy bien! ¡De verdad! –la presencia tan cercana del veterinario siempre le hacía sentir inseguridad aunque parecía estarse acostumbrando extrañamente más a aquél contacto.
-Subaru-kun – Seishirou mostró una mirada perspicaz hacia el ojiverde mientras intentaba acortar distancia sutilmente de forma despreocupada.
-¿Si?
-¿Puedo…–el veterinario lentamente deslizó su mano por la barbilla del menor- … preguntarte algo?
Por unos instantes Subaru quedó mudo. Los ojos serios de Seishirou le miraban quietos y fijos, cual mirada de una serpiente al observar su presa, logrando incluso paralizar su cuerpo. El veterinario acercó más su rostro; su otra mano la colocó en el cuello del ojiverde, tocando con sus yemas su piel, recorriendo poco a poco hasta llegar a su hombro.
-¿No tienes calor… trayendo esto puesto? –el ojimiel inquirió con una amable sonrisa conforme intentaba despojar al menor de su chaqueta; presionando su mano sobre su hombro.
Subaru reaccionó alejándose, la situación lo hacia ruborizarse aún más. Pero su mano sostenía firme su cuerpo, haciendo inevitable el contacto de ambos.
-Ya… estoy acostumbrado. –contestó el ojiverde mientras intentaba recobrar la postura. Sus ojos se dilataron brevemente y fijaron su atención sobre los movimientos del veterinario. Sus sentidos comenzaban a ponerse alertas mientras su cuerpo intentaba ocultar su nerviosismo. A pesar de ser tan cotidiano y la sonrisa amable de Seishirou solía despistar sus pensamientos, ¿qué lo hacía ponerse tan inquieto cuando se acercaba a él de esa forma?
-¿Éstas seguro? –preguntó Seishirou sin dudar de sus acciones.-Tu cuerpo parece decirme lo contrario. Sería peligroso si te deshidrataras, querido Subaru…
Empezando a desesperarse por el contacto tan cercano y dudar de su último comentario logró convencerlo. El ojiverde accedió en quitarse su chaqueta mientras Seishirou -sin perder oportunidad alguna- le ayudaba a sujetar la prenda para colocarla en el perchero. Subaru tomó asiento mientras seguía con la mirada al veterinario y proseguía con recuperar el aliento.
Una de sus manos sujetaba a la otra nerviosamente. No encontraba respuesta a porqué no lograba tranquilizarse y al corroborar que su pulso se encontraba acelerado volvió a perderse dentro de sus pensamientos. Seishirou se percató de su comportamiento. Sujetó una jarra y tras llenar un vaso, retornó hacia el ojiverde con su semblante calmado y sereno ofreciéndole aquella amable sonrisa.
-Perdona es el único vaso que tengo. Espero no te moleste compartirlo. –comentó mientras tomaba asiento a su lado cerciorándose que el pequeño hubiese tomado el vaso entre sus manos.
- Oh, no hay problema. – el ojiverde respondió tranquilamente antes de beber lo que su anfitrión le había entregado.
Seishirou mantuvo su mirada fija sobre él; poniendo cierto interés en el movimiento de sus labios. Subaru apenas tomó conciencia de aquello pese a que el veterinario le observaba como siempre.
-Subaru-kun… -el veterinario se dirigió a él con un tono profundo. Subaru lo miró sin apartar aún el vaso de su rostro. El mayor acercó su rostro, quedando frente a frente. – Kawaii…
Subaru palideció al tiempo en atragantarse con el agua, haciéndole toser al instante. Seishirou lo rodeó entre sus brazos, dándole unas cuantas palmadas en la espalda esperando que el ojiverde se le quitara la tos.
-¡Se-Seishirou-san! ¡Ya deja de bromear con esas cosas!
-No estoy bromeando. –Seishirou cortó inmediatamente su reproche.
El veterinario continuaba observándolo divertido de sus reacciones. El pequeño no pudo evitar sonrojarse pero tan repentino como el ojimiel realizó su comentario éste tornó su mirada más seria. Subaru le contempló intimidado. Ahí estaban esos ojos como cristales que poco a poco intentaban reflejarle sus verdaderas intenciones.
-Lo sabes…
Seishirou terminó su frase con un tono de voz más profundo. El ojiverde no paraba de sentirse intimidado. Esas mismas palabras que tantas veces escuchó una y otra vez parecían oírse diferente. Como si sólo una parte de ellas fueran ciertas…y lo demás fuera simple falsedad. Pero el sentimiento que lentamente se extendía, le era igualmente complejo de asimilar y aceptar.
-Subaru...
El veterinario deslizó una de sus manos por la espalda del ojiverde hasta llegar a su nuca y acariciar su cabello. El ojiverde continuaba inmóvil, perdido en el interior de sus ojos, esos cristales que parecían encarcelar cada uno de sus sentimientos. Seishirou apartó varios de sus mechones oscuros; dejando descubierto su oído. Sin vacilar, acercó más su rostro sutilmente y le susurró:
-Te amo…
Las pupilas del ojiverde se dilataron y sus labios emitieron un leve gemido. Seishirou continuó envolviéndolo mientras esa sonrisa característica volvía a dibujarse en su rostro. El cuerpo de Subaru comenzaba a tensarse y su respiración se incrementaba. Las palabras resonaban dentro de su cabeza repetidas veces y el calor en su pecho comenzaba a sofocarle. Los brazos del ojimiel lo mantenían preso impidiéndole escapar. Sin embargo, los pensamientos del ojiverde iban siendo callados conforme los labios del veterinario se iban acercando a él lentamente…
Notas de las Blood Twins
Subaru: ¡Wa! ¡Al fin pude terminar el primer capitulo y traerles algo después de tanto tiempo! x3 ¡Estoy feliz! Bueno antes que nada, una enorme disculpa por tan larga ausencia. Como verán, Kamui y yo… ¡Ya somos universitarias! 8D! y pues lamentablemente la uni nos consume demasiado tiempo (dizque… porque por alguna extraña razón siempre termino divagando en algo –coff coff Black Bird coff coff- ) y pues por esta misma razón, nos es más tardado poderles traer algo. Pero por el momento, ¡me alegra haber estado de vuelta! ;) no crean que nos hemos olvidado de ustedes ¿eh?. Esperamos seguir contando con su apoyo, ¡pues su apoyo nos es indispensable!
Agradezco la edición del capitulo –como siempre y en todos- a mi querida hermana Kamui ;) ¡Qué tu camino y carrera estén llenos de bendiciones amiga! ¡Triunfa y prospera!
Kamui: … Estoy feliz porque Subaru pudo cumplir su sueño de escribir un fic de Tokyo Babylon, son mis oficiales y únicas palabras. Como dijo Subaru somos ahora universitarias por ellos nos ha sido difícil actualizar. No obstante… las vacaciones ya están aquí. Un gusto el poder ayudarte en la corrección de la historia.
¡Se les aprecia mucho y échenle ganas en todo!
