Disclaimer: Teen Titans no me pertenecen.
Advertencia: Historia media fuerte (?) xd Lemon en el siguiente capi. :P Puede que los personajes me hayan salido Ooc. :'/
·Tiempo a Solas·
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Día 1: Descubrimientos
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Raven parpadeó por tercera vez, mientras observaba con su rostro inmutable y carente de emoción la nota que los idiotas de sus amigos habían dejado. Suspiró. ¡Sí que estaban realmente locos!
Volvió a suspirar cansinamente, mientras dejada la ridícula nota de nuevo sobre la mesa, y optaba por prepararse una taza de té. ¿Quién carajos necesitaba más tiempo a solas con Chico Bestia? Ya suficientes eran las ciertas horas que pasaban durante el transcurso de los días, sin ningún inconveniente en que estuvieran los demás titanes en la torre T. Bufó.
¡Malditos degenerados! —pensó. Muy en el fondo sabía bien cuál era el empeño en que los dejaran "a solas", no pudo evitar sonrojarse levemente mientras llevaba la taza de té a sus labios.
Chico Bestia hizo acto de su presencia en la cocina, tenía el rostro adormilado y se rascaba distraídamente una oreja. Al ver a la chica de hermosos ojos amatistas en la cocina sonrió resplandeciente y se acercó velozmente a ella dándole un beso en la mejilla.
—¡Buenos días Rae! —exclamó el cambia-forma. Raven arqueó una ceja ya acostumbrada a los sobrenombres que su novio le decía y le dedicó una imperceptible sonrisa.
—Buenos días, Chico Bestia —respondió—, ¿Cómo dormiste?
—¡Oh, muy bien! —contestó nerviosamente mientras se llevaba una mano a la nuca y cerraba los ojos—. Solo tuve un par de problemas con unas… pesadillas, ya sabes… Pero dormí muy bien —abrió los ojos y le dedicó una linda sonrisa.
Raven lo observó, pero decidió no inmiscuir. Colocó la taza sobre el lavado, mientras observaba al cambia-forma, esperando que notara la gran diferencia que ocurría en la torre T este día. El mutante no tardó en notarlo, miró a su alrededor buscando donde estaban el resto de sus compañeros, no estaban ni en la sala viendo la televisión.
—¿Dónde están los demás? —preguntó extrañado.
La empática tomó la nota que se encontraba en la mesa y se la arrojó en la cara. El chico la tomó y la leyó con calma. Se quedó varios segundos ensimismado releyendo una y otra vez la dichosa nota. ¡No podía creerlo!
"Raven, Chico Bestia: Salimos un par de días de vacaciones, tienen la torre T para ustedes solos por estos días. Aprovechen su tiempo a solas. No se porten mal! :P "
—¡Te puedo apostar a que fue Cyborg el que agregó esto del final! —casi gritó el joven de piel verde señalando la parte final de la nota —. ¡Oh Raven esto va a ser fantástico! —exclamó a la vez que saltaba a abrazar a la mitad demonio—, ¡Un par de días solo para nosotros! ¿No es genial?
La hechicera rodó los ojos y le dio un leve empujón, apartándolo con suavidad.
—Pues esperemos que no ocurra nada del otro mundo en la ciudad, y que no dispongamos de la ayuda de estos irresponsables —comentó en respuesta.
Chico Bestia hizo ademan de restarle importancia con la mano.
—Seguro no ocurrirá nada malo —colocó una mano en el hombro de su novia—. Y dime, ¿Qué te gustaría hacer durante estos días, mi querida Rae? —preguntó en tono pícaro acercándose a su rostro.
La joven se alejó bruscamente, acercándose al refrigerador, abriéndolo y tomando una manzana.
—Yo, en estos momentos: desayunar —contestó con simpleza, caminando hacia la sala.
El cambia-formas sonrió negando con la cabeza, y optó por servirse una taza de cereal con leche para el desayuno, caminó hasta la sala y se sentó al lado de ella.
—Entonces… ¿no te molesta que te hayan abandonado y no te llevaran de vacaciones con ellos? —inquirió curiosa la empática terminando su manzana.
El mutante le sonrió tiernamente y le contestó:
—No me abandonaron, me dejaron contigo a solas y en realidad es algo que agradezco —se encogió de hombros engullendo el cereal y tragando—. Podríamos disfrutar más estando los dos solos —dijo alzando sugestivamente las cejas.
Raven no pudo evitar detectar el doble sentido en sus palabras. Frunció levemente el ceño y cruzándose de brazos, preguntó:
—¿Estas insinuando algo?
—¡No estoy insinuando nada! —se apresuró a añadir rápidamente el verde, negando con ambas manos—. Solo que sería lindo que estemos los dos solos… —suspiró haciendo un puchero, Raven se sonrojó ¡Cuánto amaba a ese idiota!
—Además a mi ninguno me engaña, sé que cada uno se fue por su lado también, Robin y Starfire agarraron un camino totalmente opuesto al de Cyborg, y este último debe estar con alguna chica en quién sabe dónde —suspiró nuevamente recostándose en el regazo de su pareja—, ¿Es tan malo estar feliz por pasar unos días a solas con tu novia? —le preguntó mientras alzaba una mano y acariciaba suavemente la pálida mejilla de su chica.
Raven lo observó con ternura y acarició su cabello.
—A mí también… me agrada estar solas contigo —susurró la hechicera, viéndolo directamente a los ojos y notando las claras ventajas de estar a solas con su pareja; ya no sentía las indiscretas miradas sobre ellos, o las constantes bromas del hombre maquina hacia ellos, ni siquiera el murmullo de otras conversaciones a lo lejos, podría decir con honestidad que disfrutaba de estar a solas con Garfield.
Chico Bestia se levantó de su regazo con un sonrojo en sus mejillas y la miró.
—Perdona ¿Qué has dicho? —obviamente la había oído muy bien, sus desarrollados sentidos gracias a sus poderes no le habían fallado, solo quería escuchar nuevamente las palabras dichas por sus hermosos labios.
La gótica se ruborizó y volteó el rostro rápidamente.
—No me hagas repetirlo —musitó, arrugando levemente sus labios. Al cambia-formas le encantó esa acción y rió levemente.
—¡Vamos Rae! Solo dilo… —dijo tomando sus manos y observando su cara.
Raven volteo y lo miró, aun con el rostro levemente enrojecido, repitió:
—A mí también me agrada estar a solas contigo.
Chico Bestia colocó sus manos en las mejillas de ella y la acercó hacía él con delicadeza, besándola delicadamente. La chica de ojos violeta cerró los ojos y le correspondió el beso, notó otra clarísima ventaja de estar solas con su novio, ¿besarse en medio de la sala? esto era algo relativamente nuevo para ellos, ella jamás fue una fanática de estar demostrando su cariño hacia Garfield delante de sus amigos, ocasionalmente se besaban en la habitación de alguno de los dos, en la biblioteca o aquella vez que salieron a ver el cielo en la madrugada en la azotea de la torre T.
El chico de piel verde profundizó el beso e intentó meter la lengua dentro de la boca de ella, mientras que sus manos bajaban lentamente hacia su cintura y la recostaba suavemente sobre el sofá, colocándose sobre ella, Raven no opuso resistencia, estaba complemente hipnotizada por los besos que su pareja le brindaba. El cambia-formas mordió suavemente su labio inferior y bajó, depositando suaves besos en el cuello de su chica, se sentía en las nubes hasta que la sintió tensarse y de un segundo a otro, el bombillo principal de la sala se quebró, esparciéndose en varios pedazos.
Se incorporó rápidamente, y la ayudó.
—¿Estas bien, nena? —le preguntó preocupado.
—…Sii, lo estoy… y no me llames nena —respondió dándole un leve golpe—. Solo un pequeño descontrol con mis poderes.
Ambos se observaron y se sonrojaron furiosamente. Nunca habían llegado tan lejos, ¿Qué había sido todo eso? Raven fue la primera en levantarse.
—Iré a meditar un rato —dijo.
Chico bestia asintió.
—De acuerdo… yo… yo iré, al baño —contestó. Y en definitiva, sabía que necesitaba un baño con agua fría con urgencia. Casi corrió al mencionado lugar.
La chica suspiró, en cuanto sintió que se había ido. Observó el cielo y se quedó pensativa, había sentido la casi ola de lujuria que había desprendido el cuerpo de Garfield. Se sintió halagada y a la vez nerviosa ¿Desde cuándo Chico Bestia tenía esa clase de emociones hacia ella? Luego casi se da una cachetada por tonta. Era su novia, se suponía que él debía de sentir ese tipo sensaciones y deseos hacia ella.
Y ella no se quedaba muy atrás, empezando por el hecho de que disfrutó en gran manera lo que hacía pocos minutos había ocurrido en medio de ese sofá, hasta los sueños completamente subidos de tono en los que cierto chico verde y ella, eran los protagonistas. Se mordió el labio con algo de fuerza intentando controlarse por la seguridad de los demás objetos que estaban en la torre. ¿Realmente ella quería? ¿Estaría lista para dar ese gran paso en su vida? No pudo evitar recordar, esas fantasías que dominaban su mente en las que sus manos recorrían el desarrollado y trabajado cuerpo de su pareja, que desde hace un determinado tiempo ya era mucho más alto que ella, y esos músculos de su torso la invitaban a acariciarlos.
Sintió como otro pobre foco era víctima de sus poderes. Sacudió con fuerza la cabeza y se dispuso a limpiar el desastre que había causado. Lo mejor sería no pensar en eso por ahora…
Cierto mutante de piel verde se encontraba bajo la ducha mientras sentía como el agua recorría y se deslizaba por su desnudo cuerpo. Suspiró mientras recostaba su frente contra las baldosas del baño. Sintió una fuerte palpitación en su miembro, que ni el agua fue capaz de calmar. Apretó los ojos con fuerza.
¿Cómo pudo llegar a ese nivel? ¿Acaso… casi pierde el control con Raven? En realidad era la primera vez que dejaba que sus más bajos deseos salieran a flor de piel ¿Los habrá sentido? ¿Qué estaría pensando de él? A decir verdad, no parecía que le hubiese desagradado ni incomodado… al menos al principio. ¿Sería posible que ella quisiera estar con él, de esa… manera? Lo menos que quería era presionarla o asustarla, pero de un determinado tiempo para otro, empezó a sentir la necesidad de recorrer y explorar su deseable cuerpo, verla desnuda, terminó imaginando como seria bañarse con ella, besar cada rincón de su piel, y todas esas fantasías fueron elevándose de nivel, hasta que finalizó soñando con ella, casi todas las noches. Deseaba con todo su ser fundirse en ella, enterrar su cara entre sus piernas y… sintió nuevamente otra fuerte palpitación en sus partes bajas.
—¡Oh rayos! ¿Ahora no solo tengo que auto-complacerme en las noches, sino también en el día? —bufó mientras se llevaba una mano a su miembro.
—Raven… —susurró, mientras que dejaba que su imaginación recordara sus más secretas fantasías con su chica y su mano empezaba a trabajar.
La hechicera se encontraba terminando de ajustar el bombillo, cuando Chico Bestia apareció en la sala.
—Rae… yo… —empezó, pero la chica lo interrumpió.
—¿Qué tal estuvo el baño? —el cambia-formas casi suspira aliviado al ver que Raven estaba normal con respecto a lo que había ocurrido.
—Estuvo bien —hizo un esfuerzo en controlar la vergüenza que lo carcomía y le dedicó una sonrisa, que ella correspondió.
¿Sonrisas cómplices?
—¿Qué tal si… vemos una película? —sugirió ella, intentando calmar el ambiente.
Él pareció sorprenderse, pero asintió, muy contento con la idea.
Terminaron escogiendo una de comedia y se sentaron en el respectivo sofá, uno junto al otro. El transcurso del día paso casi volando, vieron la película, que casi mata de risa al cambia-formas y a Raven le pareció muy poco graciosa, hasta se recostó en el hombro de él. Por increíble que parezca, hasta accedió a jugar videojuegos y le terminó ganando la partida, disfrutaron hasta del simple hecho de estar recostado uno junto al otro por horas; cuando menos se lo imaginaron ya estaba oscureciendo.
—¿Cuándo crees que regresen? —preguntó la empática mientras acariciaba el cabello de su novio, que se encontraba en su regazo.
—Honestamente, espero que nunca —respondió riendo.
Raven sonrió levemente.
—Hermosa, ¿Qué tal si pedimos pizza? —consultó el de piel verde mirando su reloj—, me muero de hambre —se levantó de su regazo. La gótica asintió.
—¡Bien! —exclamó emocionado, mientras se levantaba para encargar la respectiva pizza.
Cenaron en cómodo silencio, Raven tenía las piernas cruzadas en forma de mariposa en el sofá y Chico Bestia la veía desde el suelo.
—¿Qué hacemos ahora? —preguntó el cambia-formas terminando de ingerir el ultimo trozo de pizza.
La mitad demonio se encogió de hombros.
—Podríamos jugar ajedrez —comentó ella. A lo que el chico la vio como si le hubiesen salido 3 cabezas.
—Estás loca, no jugaremos ese juego tan aburrido —fue la respuesta de él. Raven rodó los ojos—, ¿Qué tal si vemos otra película? Una de terror esta vez… no crees que te asustes ¿cierto Rae? —inquirió, intentando molestarla.
La joven de cabellos violeta se sintió indignada, a ella ya no la asustaba ese tipo de películas tan absurdas.
—Por supuesto que no, Garfield —contestó intentando que no se notara el enfado—. Veamos la ridícula película que quieras.
Chico Bestia se levantó de un salto y gritó:
—¡Bien! —a la vez que alzaba los brazos emocionado. En ese momento se fue la luz en toda la torre, quedando en completa oscuridad.
—Genial —fue la respuesta sarcástica de la mitad demonio en medio de la penumbra.
El mutante que aún seguía con los brazos extendidos hacia arriba y con la cara desencajada por la estupefacción; cayó tipo condorito hacia atrás, en un efecto retardado. Se levantó de inmediato.
—¡No puede ser! ¡Vaya manera de cagar los planes, eh! —exclamó furioso.
—Al parecer no hay electricidad en toda la ciudad —comentó la empática desde la ventana. Chico Bestia se acercó también.
—¿Qué tal si subimos y vemos el cielo un rato? —sugirió el cambia-formas, volteando hacia ella en la oscuridad.
Raven simplemente se elevó y tomando a un sorprendido Chico Bestia, se dirigió a la parte de arriba de la torre. Lo depositó en el suelo y se sentó a su lado, recostando su cabeza en su hombro. El cielo estaba realmente hermoso esa noche, con miles de estrellas adornándolos. La empática no pudo evitar soltar un tonto suspiro de enamorada. El mutante elevó una ceja divertido.
—A qué has pasado un excelente día ¿no es así, nena? —preguntó, abrazándola dulcemente por la cintura y depositando un beso en su mejilla. Raven colocó los brazos alrededor de su cuello abrazándolo más fuerte.
—Ha sido fantástico —susurró. El joven de color verde no pudo evitar sorprenderse, mas eso no evitó que la abrazara con más fuerza.
Al separarse, la empática sugirió:
—Tal vez deberíamos ir a dormir.
—Si… sería lo mejor… —musitó el cambia-formas hechizado viéndola intensamente a los ojos. La chica se sonrojó y se levantó del suelo, dejando a un decepcionado Chico Bestia con ganas de besarla. Este resopló.
—Buenas noches, Raven —dijo volteando a mirarla y dedicándole una enorme sonrisa.
La mitad demonio lo observó de soslayo y le dedicó una media sonrisa, levitando desapareció dirigiéndose a su cuarto.
Chico Bestia miró hacia el cielo en cuanto Raven desapareció, y suspiró. No pudo evitar abochornándose en cuanto se dio cuenta de lo enamorado y cursi que había sonado ese suspiro. Raven realmente lo tenía en las nubes de lo enamorado, podría hasta decir que disfrutaría con el simple hecho de observarla durante todo el día.
—Dennos unos 50 años de privacidad —le habló al cielo y luego se echó a reír por lo absurdo que había sonado ese comentario. Eran héroes, proteger la ciudad debía ser su prioridad.
Se levantó de mala gana y con paso lento se encaminó a su habitación.
Ambos tenían el presentimiento de que sería una larga noche…
Luego de tomar una ducha y meditar un rato para controlarse, la empática se encontraba echada en su cama observando el techo de su cuarto, casi sin parpadear. Realmente, no tenía nada de sueño. ¿Y si leía tal vez? Negó internamente, estaba clara de que no tendría la concentración para leer una oración siquiera. Su cabeza tenía un torrente de pensamientos en los cuales cierto chico verde era el protagonista/causante. No pudo evitar imaginarse en lo lindo que sería dormir junto a él ¿Y si lo llamaba tal vez? Negó nuevamente, no quería parecer una desesperada. Llegó a fantasear con la idea de estar recostada contra su pecho, con una pierna enrollada alrededor de su cintura… Luego levantarse levemente y besar los labios de su chico… Cerró los ojos con fuerza cuando notó que algunas cosas en su cuarto se elevaban. ¡Oh por Azar! Tenía el presentimiento que en el cualquier segundo Pasión se apoderaría de ella y terminaría saltándole encima a Chica Bestia, violándolo.
Quizás eso era lo que quería realmente… Se sorprendió grandemente al notar lo lejos que estaba llegando el rumbo de sus pensamientos. Últimamente ella tenía uno que otro sueño erótico con el cambia-forma, pero la medida que siempre tomaba al despertar, era tomar un baño con agua bien fría y enterrar por completo esos sueños, evitando recordarlos. Nunca se había detenido a pensar en si quería hacerlo realmente o no. ¿Realmente quería? De repente sus sueños y sus pensamientos podían ser una buena respuesta…
—¿Estaré lista para perder mi virginidad con él? —se preguntó a sí misma.
A la mierda, ya tenía 19 años, edad suficiente como para saber qué era lo que sus hormonas y su cuerpo pedían realmente. Estaba lo suficientemente mayorcita como para hacerse preguntas típicas y fantasiosas de niñatas adolescentes. Quería sexo. Quería tener sexo con Chico Bestia. Con su novio. Sexo. Raven. Garfield.
Se llevó las manos a la cara negando rápidamente con la cabeza y sintiéndose avergonzada por su infantil comportamiento.
—Vaya, entonces ¿es así de tontas que se vuelven las pubertas cuando el tema de la sexualidad entra en sus vidas? —se preguntó en cuanto quitó las manos de su cara. Resopló.
¿Y si Chico Bestia no quería hacerlo? Casi suelta una fuerte carcajada, luego de recordar lo que había sucedido temprano en el sofá y la ola de deseo y lujuria que sintió de él. Era más que claro que ambos lo deseaban.
Si el mutante tenía cierta experiencia, cabe destacar que era bastante tímido en esos sentidos entonces. Ella tendría que demostrarle sutilmente que estaba dispuesta. ¿Él ya lo habría hecho? No estaba del todo segura, pero si prometió recordarse el preguntarle en un futuro.
¿Cómo mostrarle el camino sin morir de vergüenza en el intento? Abrió sus ojos desmesuradamente al recordar un insignificante detalle.
¿Cómo haría para controlar sus poderes durante el… emm... acto? ¿Y si acababa con la respectiva habitación? ¿Si sus poderes destrozaban todo? Se llevó los dedos a la sien, intentando controlar sus preguntas. Tenía que relajarse. Suspiró.
De acuerdo, si con el simple hecho de unos descontrolados besos o unos candentes pensamientos, terminó haciendo trizas un par de bombillos o elevando los objetos de su habitación, ¿Cómo sería si llegara a algo más íntimo con él? Tenía que encontrar la manera de tenerlos bajo control ¿Pero cómo? Su cara casi adquiere un color granate cuando una fugaz y sucia idea cruzó por sus pensamientos.
—Tal vez… si… –susurró mientras dirigía su mano derecha poco a poco hacia su entrepierna.
Negó rápidamente y se sintió avergonzada de sí misma. ¿Acaso pensaba en masturbarse? ¿Había perdido la razón? Está bien, tenía que admitir que pese a saber que era un acto completamente natural en los seres humanos, era algo que desconocía y que no había llevado a la práctica; por eso se le ocurrió que tal vez podía empezar con eso y así ir controlando tales emociones. Guió nuevamente su mano a su zona sur mientras cerrabas los ojos, la introdujo bajo su pantalón de pijama y ropa interior, por un momento se sintió desubicada, no sabía exactamente que hacer, así que primeramente se acarició gentilmente, luego rozó con la yema de su dedo índice una pequeña protuberancia que sintió allí abajo; tembló por el estimulante placer que sintió. Jadeó levemente, entusiasmada por la oleada de placenteras sensaciones que estaba sintiendo en todo su cuerpo, y prosiguió, realizando movimientos circulares en su clítoris. Empezó de forma lenta, casi tímida… poco a poco su respiración se aceleró y tuvo deseos de aumentar el ritmo de su dedo.
Entreabrió un ojo lentamente para percatarse de que todo en la habitación seguía en orden y que no había causado ningún destrozo. Bien, continuó.
Cerrando nuevamente ambos ojos, aumentó la velocidad de sus movimientos. Su mente comenzó a divagar y a fantasear; se imaginó que eran los dedos de Garfield los que hacían el trabajo, mientras que la besaba apasionadamente. El placer que sintió recorrer su cuerpo fue aunque relativamente nuevo, muy placentero. Le gustaba. Soltó un gemido y arqueó levemente las caderas; su otra mano se ubicó en su pálido abdomen, debajo de su blusa de pijama y fue subiendo lentamente hasta llegar a uno de sus pechos, acariciando su pezón lila, fantaseando con la idea de que fuese el mutante quien succionaba dichoso lugar con sus labios.
De repente, una cantidad placentera de sensaciones comenzó a acumularse en su vientre, de ser posible aumentó aún más la velocidad de su dedo; soltando un gemido, lo siguiente que sintió fue una explosión de placer electrizante recorrerle todo el cuerpo.
¿Un orgasmo? ¿Su primer… orgasmo?
Bajó lentamente sus caderas e intentó regular su respiración, abrió sus ojos y descubrió que todo estaba en su lugar y no se había arruinado nada. Excelente. Retiró poco a poco la mano de su entrepierna, sentía el cuerpo sumamente relajado, como si hubiera liberado millones de cargas de este.
Quizás al final de cuenta, si terminaría aprovechando muy bien el estar a solas con Chico Bestia en la torre…
NA: Ok, ok. Puede que sea una historia medio cliché y toda la cosa, pero tenia que sacarme esta idea de la cabeza xd Sera un fic cortito, no creo que sea mas 3 capis. Lo que si estara es zhuculento (?) JAJAJAJA. En fin, ¿Que les pareció? ¿Lo sigo? Criticas constructivas y consejos con respecto a mejorar las personalidades de estos 2, bienvenidos sean. :P
¡Saludos desde mi pobreza! (Venezolanos entenderán xd)
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