Hola! quise subir esta historia en la que llevo trabajando un rato ya que no había podido quitarme la idea de la cabeza, estoy segura de que no ayuda el hecho de que me la pase viendo Glee y que sea fan de la pareja Santana/Brittany, así que aquí esta mi primer historia de esta serie que me encanta, díganme que opinan de ella!, por cierto... Ni Glee ni sus personajes me pertenecen solo los uso por diversión al igual que la canción No lo beses interpretada por Alejandro Fernández. ¡Disfruten su lectura!


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CAPITULO 1.- NO LO BESES

La joven empujo las puertas de la sala con fuerza haciendo que se abrieran de par en par y entro a paso veloz, se giro lo suficiente para dar un golpe y que las puertas se cerraran a su espalda, alcanzo a dar un par de pasos más antes de sentir nuevamente aquel pinchazo de dolor en el pecho.

Por más que intentaba borrar de su mente las palabras que le quebraran el corazón en pedazos se había dado cuenta de que no podía, que habían quedado grabadas en su mente.

Dio un suspiro, intentando aliviar aquel nudo de emociones que sentía y trago saliva al darse cuenta de que estaba al borde de las lagrimas.

No podía más con aquello.

Levanto la mirada y pidió una explicación a quien quiera que la escuchara en el cielo sobre el porque tenia que pasarle esto a ella, sabia que no era la mejor persona del mundo ni siquiera la mejor de Lima, Ohio, o de la mugrosa preparatoria en que estudiaba pero sentía muy dentro que no merecía que le rompieran el corazón de aquella manera y aun menos de quien lo había hecho.

Ahí estaban de nuevo, un par de lagrimas se escaparon de sus ojos cafés sin siquiera darse cuenta y las limpio con rabia, no podía permitirse dejarse llevar por sus emociones de aquella manera, tenia que controlarse, tenia que salir a los pasillos de la escuela y aparentar que Santana López tenia el corazón de hielo y que nadie podía lastimarla, aun cuando por dentro se sintiera completamente vulnerable y debilitada.

Hasta que un ligero brillo le llamo la atención fue consiente de que sus pies la habían dirigido al auditorio sin siquiera darse cuenta, aquel destello pertenecía al lustroso piano de color negro que se encontraba en el escenario.

Santana se quedo observando durante un momento el instrumento, y sin evitarlo camino hasta las escalerillas que la subían al escenario, paso una mano por el banquillo que había colocado frente al piano y se sentó en el.

Recordó de inmediato lo que el Sr. Schuester dijera una y otra vez durante las reuniones en el club Glee sobre poner sus emociones al momento de cantar, de sentir la canción, de intentar transmitir lo que sentían; una pequeña sonrisa se dibujo en sus labios al quitar la tapa que protegía las teclas blancas.

Un instante después la imagen de cierta rubia le llego de golpe a la cabeza y es que Brittany adoraba el Club Glee y al Sr. Schuester y con ello las palabras se repitieron nuevamente torturando su mente y corazón.

"Te amo y si fuera diferente seria orgullosamente tuya… pero Artie no se merece que le haga eso… es que también lo amo a el"

Aun después de una semana de escucharlo se seguía preguntando que era lo que significaba… ¿la amaba?, si, o al menos eso parecía… pero no mas que a un estupido chico como Ruedas, y Brittany lo había escogido a el a pesar de todo… había sido el a quien prefería.

Sintió el coraje acumularse en su pecho en un instante al pensar en Brittany y el chico Ruedas juntos, pero después fue reemplazado por una profunda tristeza al recordar lo que había perdido, respirando profundamente y con el dolor ya tan familiar en su pecho empezó a acariciar las teclas frente a ella, pronto el levísimo tacto se volvió uno mas decidido y del piano empezó a brotar una melodía triste, melancólica, una que demostraba lo mal que se sentía por dentro.

Cerró los ojos, concentrándose en las notas y pronto escucho el sonido de otro instrumento acompañándola, no le importo mucho ya que fue cuando sintió las palabras brotar de su boca.

Se muy bien que te vas y no piensas hablar

y que al menos pretendes nunca regresar

pero vida déjame que te bendiga

por que así es la vida y se que volverás.

El fantasma de una sonrisa se formo en sus labios al cantar la ultima frase y es que pensaba que talvez, solo talvez tendría una oportunidad con Brittany, por mucho que quisiera destruir ese pensamiento para no sufrir más se encontró con que la pequeña llama de esperanza seguía ardiendo a pesar de todo.

Que ha llegado el momento en que quieres volar

comparar otros besos y formas de amar

soy humano y lo entiendo

No detengo tus anhelos de probar tu libertad

Al llegar al final de la estrofa se sorprendió al escuchar que nuevos sonidos se unían a los del piano que ella tocaba, una batería, una guitarra, incuso un pandero, era increíble lo bien que se conjugaban todos los instrumentos tomando un ritmo ligeramente mas rápido siendo el líder de todos el piano.

Se que existe alguien más que busca tu amor

y que es algo normal

que estas en tu derecho

y no lo puedo evitar

La voz de la cantante se volvió más fuerte, más urgente en la frase final sintiendo como la desesperación empezaba a apoderarse de ella intento transmitirla al cantar la siguiente estrofa.

Pero no lo beses como a mí

pero no lo toques nunca así

pues yo nunca beso como a ti te beso

cuando me tropiezo por ahí

El ritmo de la melodía aumento, la joven toco con más fuerza las teclas mientras las percusiones de la batería adquirían mayor potencia, la urgencia en la voz de la latina era casi palpable y los miembros de la banda se dieron cuenta que la joven parecía cantar a alguien que acababa de romperle el corazón.

Pero no lo mires como a mí

no lo acaricies nunca así

por tu bien lo digo por que si lo haces…

te vas a acordar de mi

Cerró los ojos con fuerza, intentando controlar sus emociones para no perder el control de su voz y la parte final salio apenas con la suficiente fuerza para que la banda la escuchara.

Tal vez creas que estoy loca por pensar así

por dejarte partir y alejarte de mi

pero vida se te olvida que eres mía

y tu partida solo es parte del vivir

La morena logro tranquilizarse un poco, lo suficiente al menos para continuar cantando sin que su voz desafinara.

Se que existe alguien mas que busca tu amor

y que es algo normal

que estas en tu derecho

y no lo puedo evitar

Sin que la joven se diera cuenta de su presencia dos personas la escuchaban cantar, ambas embelezadas por los sentimientos que la chica transmitía a través de su voz y es que Santana López jamás había cantado con tanto sentimiento como lo hacia ahora.

Pero no lo beses como a mí

pero no lo toques nunca así

pues yo nunca beso como a ti te beso

cuando me tropiezo por ahí

Santana agacho la cabeza y apretó los ojos imaginando a su Britt con aquel intruso, sonriéndole, abrazándolo, besándolo… era demasiado doloroso, demasiado doloroso no tenerla ya no poder besarla o tocarla.

La necesitaba en su vida.

Pero no lo mires como a mí

no lo acaricies nunca así

por tu bien lo digo por que si lo haces…

te vas a acordar de mi

El ardor en sus ojos le indico que las lagrimas amenazaban con salir y esta vez –solo por esta vez- no le importo, dejando que corrieran libres por sus mejillas, mientras imaginaba que la rubia se encontraba en las butacas frontales y la miraba cantarle, cantar con todo el sufrimiento que le causara la respuesta a su confesión aunque sabia que la ojiazul no lo hiciera con el propósito de lastimarla, era demasiado inocente como para querer dañarla a propósito y su Britt-Britt simplemente no era así.

La música pareció empezar a detenerse, parecía ser el final de la canción pero entonces la joven retomo el ritmo, aumentándolo.

Pero no lo beses…

nunca lo acaricies como a mi

por tu bien lo digo porque si lo haces…

te vas acordar… de mi…

William Schuester quedo impresionado, sintiendo una punzada de dolor en el pecho debido a los sentimientos que la joven transmitiera por medio de su canto y es que la ultima estrofa la había cantado con tanta desesperación, era una suplica desesperada, un ruego, como pidiéndole a alguien que terminara con ese sufrimiento que le atenazaba el corazón, jamás había escuchado esa manera de cantar en ninguno de los chicos del Club Glee y le era sorprendente que descubriera semejante talento en nada más y nada menos que Santana.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por un ligero sollozo, Holly Holiday se encontraba a su lado llorando, seguramente también por la canción de la joven latina, el la abrazo y ella escondió la cabeza en su cuello durante un momento mientras el maestro de Español observaba con tristeza a la chica sentada frente al piano y llorando amargamente.

-Tengo que hablar con ella –le dijo Holly después de un rato en que vieron a los jóvenes que conformaban la banda marchar hacia la salida varios de ellos con el mismo semblante dolido que portaban el y su acompañante.

-¿Esta bien, quieres que te acompañe?- pregunto aun sabiendo que era mejor que ella se acercara a Santana ya que con el podría solamente huir.

La mujer lo miro y le sonrió ligeramente, negando con la cabeza, el castaño asintió y miro a Holly acercarse con lentitud a la morena para después llamarla con suavidad para no asustarla.

Will no pudo evitar sentirse deleitado al haber descubierto que no solamente Rachel Berry y Mercedes Jones podían hacer que su publico se emocionara al escucharlas cantar, se necesitaba mucho talento para hacer que el espectador sintiera lo mismo que el cantante y al parecer Santana López lo poseía.

El hombre bajo del escenario y salio del auditorio con una leve sonrisa mientras veía como Santana se refugiaba en el abrazo de la maestra Holiday.

-¿Que fue lo que paso Santana, estas bien?- pregunto la maestra substituta mientras acariciaba la espalda de la joven con cariño intentando transmitirle algo de tranquilidad y es que la chica sollozaba como si hubiera perdido lo mas importante para ella en todo el mundo.

Santana simplemente se limito a negar con la cabeza y aferrarse a la ropa de la maestra, por dentro se sentía avergonzada de su comportamiento, ella era Santana López, la maldita de la escuela y apenas había escuchado la conocida voz de la suplente sintió la necesidad de desahogarse de una vez antes de que todos sus sentimientos se acumularan y terminara reventando, lo pensó un poco y se dio cuenta de que ya no tenia las energías suficientes para esconder sus sentimientos, simplemente estaba tan cansada de todo… así que siguió llorando escondida en el pecho de la mujer rubia.

Holly respeto el silencio que surgió entre ellas, roto solamente por el llanto de la latina entre sus brazos, si tenia que ser sincera estaba preocupada ya que en el tiempo que compartió con el Club Glee y con Santana jamás la había visto tan vulnerable.

Sentía la necesidad de preguntar que era lo que le había pasado pero decidió que era mejor no presionarla y esperar a que la chica hablara por su cuenta.

Paso un buen rato en que la maestra Holly empezó a mecerse en el banco en que ambas estaban sentadas, el leve movimiento que una madre haría al intentar dormir a su hijo pequeño entre sus brazos; increíblemente el ver a Santana en tal estado hizo que algo en su pecho surgiera, algo que ni siquiera sabia que poseía… el instinto maternal, con el surgió la necesidad de proteger a la joven entre sus brazos, su cerebro le decía que ella tenia una madre que podría ocupar su lugar sin problemas pero su corazón le decía que si ese fuera el caso entonces talvez la morena no se hubiera escondido en el auditorio de la escuela y se hubiera ido a refugiar a los brazos de su madre, pero no lo había hecho y desconocía el porque.

Mientras pensaba en todo ello el llanto de la chica disminuyo levemente aunque seguía aferrada a su blusa como si fuera lo que la sostuviera a este mundo, sin embargo increíblemente el arrullo la había calmado y ahora se sentía mejor aunque los ojos le ardían por el llanto.

-¿Te sientes mejor?- le pregunto la mujer en un susurro sin dejar de acariciar su espalda.

-Un Poco… -contesto la chica acurrucándose un poco más en el pecho de la maestra y recordando aquel sentimiento de seguridad que ya desde hace tanto había olvidado.

-¿Crees que puedas decirme que fue lo que paso?- inquirió con lentitud como esperando que en cualquier momento la latina se levantara y huyera del lugar.

Santana repaso las palabras de Holly un momento, intentando decidir si le podía contar o no y decidió después de unos segundos que era claro que si alguien podía apoyarla esa era Holly Holiday.

-Me le declare a Brittany… -dijo en un tono tan bajo que la mujer rubia no la hubiera escuchado de no estar tan cerca de ella- le dije que… la amaba… -prosiguió después de unos momentos de duda- y ella me rechazo para seguir con Artie… -el nombre pareció quemar su lengua al siquiera pronunciarlo y su sospecha del rencor contra el muchacho fueron confirmados al sentir como su mano aprisionaba con más fuerza sus ropas.

Después de escuchar la corta confesión entendió perfectamente por lo que la chica pasaba y decidió que tal vez se sentiría mas cómoda hablando en algún otro sitio que no fuera tan cerca de la joven que le había destrozado el corazón.

-¿Quieres venir conmigo a mi casa?- pregunto con cautela- te invito una rica taza de chocolate caliente y si lo deseas podemos platicar un poco más.

Santana López se encontró con que una ligera sonrisa se formo en sus labios al escuchar la invitación de la mujer "¿quien invitaba una taza de chocolate en estos tiempos?" ya no era una niña, mas sin embargo el hecho de que la maestra substituta se interesara en ella he incluso intentara ayudarla le hizo sentir algo calido dentro de su pecho, allí donde estuviera el agujero del que antes era su corazón y por ello acepto de inmediato.

-Si, gracias…

Holly le regalo una sonrisa radiante y tomándola de la mano para ayudarla a levantarse caminaron hasta abandonar el auditorio y dirigirse a estacionamiento donde abordarían el auto de la profesora para dirigirse a su casa.

El trayecto en auto fue silencioso, Holly manejando y manteniendo la vista fija en el camino y Santana en el asiento del copiloto y con la cabeza recargada contra la ventanilla, ambas sin decir ni una palabra pero extrañamente sintiéndose cómodas.

Por fin después de algunos minutos se detuvieron frente una casa pequeña de color azul claro y jardín de un color verde radiante rodeado por una cerca de madera en color blanco, Santana sintió que era justo como una de esas casas que veías en la televisión donde siempre vive una familia feliz y sin preocupaciones de ningún tipo que se la pasa con sus sonrisas completamente fingidas el comercial entero, "nadie puede ser tan feliz" pensó, y siguió a la maestra rubia hasta la puerta quien con un ademán le indico que pasara.

Ambas se adentraron en la casa, Holly tomo asiento en un sofá negro para tres personas que se encontraba en la sala justo frente a una gran pantalla de plasma y palmeo el sitio a su lado indicándole a la joven que se sentara, así lo hizo después de unos instantes de observar el lugar; sorprendida de ver el estilo que tenían tanto los muebles como el decorado, sin duda demostraba la personalidad de la maestra.

Holly llevo una mano al hombro de la latina y le dio un ligero apretón dándole su apoyo, haciendo que se diera cuenta que no se encontraba sola.

-Iré a preparar el chocolate, ¿esta bien?- le pregunto y se levanto en cuanto vio como la morena asentía levemente.

La mujer se movió hacia la cocina integral de color cromado y acabados en madera que combinaba perfectamente con el resto de la casa y Santana se encontró sumida nuevamente en sus pensamientos.

Para empezar no tenia idea de cómo había terminado en la casa de su maestra substituta, no sabia si eso le traería problemas a la rubia, en cuanto el pensamiento llego a su mente se puso rígida y un escalofrió le recorrió la espalda, lo que menos quería era causarle problemas.

-¿Esta bien que este aquí?- indago levantándose del sillón y caminando con pasos cortos hasta la barra donde podía ver a la Srita. Holiday preparar la bebida caliente- No quiero causarle problemas… –susurro apenas bajando la cabeza y mirando fijamente sus pies cuando una ligera risa la hizo levantar la vista.

-No tienes porque preocuparte Santana técnicamente ya termino el horario de escuela, es decir que de momento ya no soy tu maestra sino simplemente soy una amiga invitándote una taza de humeante chocolate.

La joven ex porrista se le quedo mirando un momento mientras le era ofrecida una taza de aquella bebida, no podía entender que la mujer no se preocupara por lo que podía pasar con su empleo y simplemente se dedicara a regalarle una sonrisa mientras rebuscaba en una de las puertas de la alacena, sacaba una caja de galletas, tomaba un plato y ponía unas cuantas en el ofreciéndoselas al tiempo que tomaba una y se la metía en la boca.

La suplente pareció adivinar sus pensamientos pues un momento después llevo su mano a la mejilla de la joven para darle una pequeña caricia y con ello hacer que la mirara a los ojos directamente.

-Quiero ayudarte Santana, algo en tu mirada me dice que necesitas ayuda, que necesitas a alguien que te escuche y aconseje, que lo que te hace sentir mal es mucho más que solo lo que paso con Brittany… -al oír el nombre la chica arrugo el entrecejo he intento voltear la mirada pero la mujer no se lo permitió- hay algo mucho más profundo de tiempo atrás que esta lastimándote y yo quiero ayudarte… -esta vez tomo con su mano la barbilla de la morena que para entonces tenia lagrimas corriendo por sus mejillas y le pidió con toda sinceridad y preocupación que sentía hacia ella- déjame ayudarte Santana.

Las palabras calaron profundo en la joven; jamás nadie se había dado cuenta de lo que le pasaba, la mujer tenia razón, iba más haya del incidente con Brittany y Artie, era algo más que nadie se había molestado en ver, que en verdad necesitaba ayuda, que se estaba destruyendo a si misma con lentitud, que se sentía sola tan increíblemente sola… y de pronto sin darse cuenta llega esta mujer y le dice todo lo que había esperado escuchar por tantísimo tiempo.

A alguien le importaba.

Las tazas y galletas fueron olvidadas cuando Santana López se soltó a llorar amargamente, esta vez dejando fluir todos los sentimientos que se obligaba a ocultar en su interior, empezó a sentir como un frió le cubría el cuerpo poco a poco, pero entonces unos brazos la rodearon y la acunaron en un pecho calido donde podía escuchar el latido de un noble corazón, la voz de Holly Holiday se coló a sus oídos mientras cantaba alguna canción para arrullarla y por primera vez en mucho, mucho tiempo se quedo dormida, sin sueños ni pesadillas que perturbaran su descanso.

-Dulces sueños Santa.

La rubia maestra llevo uno de sus brazos a la parte trasera de las rodillas de su invitada y la levanto haciendo que la morena recargara la cabeza en su hombro, se movió con cuidado y deposito a la joven en el sofá asegurándose de cubrirla con una manta, solo esperaba que pudiera descansar un poco del tormento por el que estaba pasando en aquellos momentos.


Extrañamente se sentía tranquila por primera vez en mucho tiempo, aun tenía los ojos cerrados, sentía algo calido rodeándole el cuerpo y su cabeza se encontraba recargada en algo suave.

No quería moverse, ni abrir los ojos pero cuando sintió que lo que fungía como su almohada se movió se vio obligada a levantarse ligeramente.

Para su sorpresa se encontró con la maestra Holly que dormía a un lado de ella, la sorpresa aumento cuando por fin se percato de que su cabeza estaba recargada en el regazo de la mujer quien tenía una mano en su cabello.

Santana se quedo quieta gracias a la confusión de la que era victima, ¿Cómo era posible que la mujer que tenia unos cuantos meses de conocer la tratara de aquella manera tan…cariñosa?

Se movió lentamente hasta poder observar el rostro apacible de la rubia y sintió un calorcillo agradable rodearla nuevamente, se sentía segura e incuso amada, algo que por desgracia no había sentido en años, no era que sus padres no la quisieran, era mas bien que siempre estaban preocupados en cosas más importantes que su propia hija y su bienestar tanto físico, emocional o psicológico.

Ante la debilidad emocional por la que pasaba en aquel momento sintió como las lagrimas asomaban nuevamente por la comisura de sus ojos cafés, rodando por sus mejillas y cayendo hacia el sillón, lo increíble fue que la mano que estaba sobre su cabeza empezó a moverse con cariño, acariciándola y regresándola a un estado de adormecimiento hasta que sucumbió al cansancio y cayo profundamente dormida.


Era viernes en la mañana y no sabia si estar agradecida o triste de que ya no tenia entrenamiento con las Cheerios, al menos de aquella manera podría ver a Santana quien desde aquella fatídica confesión se había dedicado a evitarla como si trajera la peste.

Brittany no era tonta, sabia que había lastimado a la Latina solo que no se imaginaba a que extensión; la joven ya no reía, ni bromeaba, solo se dedicaba a insultar a las personas y a buscar peleas con quien pudiera sin importarle las consecuencias.

Siguió avanzando por el pasillo hacia su locker, aquel que estaba justo al lado del de Santana y suspiro, sus pensamientos seguían moviéndose en torno a ella por lo que no se fijo cuando Artie se coloco a un lado suyo para saludarla y platicarle los planes que tenia para ambos durante el fin de semana.

-¿Brittany, me estas escuchando? –cuestiono cuando vio que la chica seguía viendo al interior de su casillero desde hace 5 minutos.

-Si –contesto ella sin animo –solo estaba pensando en los libros que tengo que tomar, ya sabes que siempre se me olvida cual es mi primer clase. –dijo aun cuando la verdad era que estaba recordando cuando ella y Santana eran mejores amigas y planeaban juntas lo que harían el fin de semana, casi siempre era lo que la rubia bailarina deseaba y hasta ahora, cuando ya no tenia a su amiga se daba cuenta de lo tierna que había sido con ella.

-Ooh –exclamo el moreno con una sonrisita satisfecha –deberías repasar tu horario nuevamente, ya te lo había dicho antes.

En ese momento paso un muchacho delgado y algo despeinado y le dijo al ojiazul algo acerca del club AV, Artie asintió y se despidió de Brittany mientras avanzaba hasta el chico que lo estaba esperando y ambos se perdieron entre la multitud de alumnos.

-San me acompañaba a mi salón… -susurro la rubia azotando la puerta de su locker y caminando sin rumbo fijo.


Santana estaba en clase de Historia la cual por suerte no compartía con cierta rubia con piernas de infarto sino con Kurt y Mercedes quienes estaban sentados una banca delante de ella y la miraban de vez en vez como preguntándose que era lo que le pasaba.

El maestro hablaba algo acerca de una de las tantas guerras que inventara la humanidad y ella simplemente no podía poner atención, recordando lo que había hablado con Holly por la mañana.

Flashback

Santana despertó cuando la luz del sol le dio en los ojos haciendo que intentara darse la vuelta y cubrirse con su cobertor oscuro pero cuando sus piernas chocaron con algo que ella no recordaba en su cama Kingsize y su cobertor resulto no ser tan grande como creía fue que abrió los ojos y se dio cuenta de que donde estaba no era su cama ni su casa.

-Buenos días Santana

Le saludo una voz llena de ánimo y al siguiente instante la cabeza de la maestra Holiday asomaba por encima del respaldo del sillón donde dormía la joven regalándole una gran sonrisa.

-Buen día –contesto la Latina mientras deslizaba sus piernas hacia un costado del sillón y estiraba los músculos.

-Lamento que durmieras en el sillón pero yo también me quede perdida y desperté hace un par de horas –la chica de ojos chocolate se levanto y vio a la mujer totalmente arreglada y cambiada poniendo platos y vasos en la mesa del comedor.

-No importa, creo que su sofá es bastante cómodo.

-El desayuno esta listo, ven a sentarte en cuanto pases al baño, es la puerta del fondo a la derecha.

Santana fue al baño y se lavo la cara con agua fría para despejarse, saco su celular del bolsillo de su pantalón y vio la hora en la pantallita 6:30 a.m.,tenia suficiente tiempo para desayunar con Holly, pedirle que la llevara por su auto, ir a su casa, tomar un baño y arreglarse para la escuela.

Cuando camino de regreso a la mesa la maestra ponía un par de tazas de café frente a dos sillas.

-Siéntate Santana, espero que te gusten los Hot Cakes.

Para sorpresa de la rubia y de la propia Santana López una sonrisa se dibujo en su rostro mostrando sus dientes blancos y perfectos.

-Me encantan, gracias Señorita Holiday.

-Solo dime Holly, linda.

Las mujeres desayunaron calmadamente platicando de varias cosas, Holly haciendo bromas para que su acompañante riera un poco y Santanta disfrutando plenamente del ambiente calido y familiar que había en aquella casa y que solo había recordado sentir en otro lado.

De inmediato su sonrisa se borro y sus ojos se nublaron, la maestra Holiday se dio cuenta de que lo que pasaba por su mente en aquel momento tenia que ver con una chica rubia y ojos azules.

-Linda, es hora de que hablemos… ya sabes de que –aclaro luego de un momento de duda.

La joven agacho la cabeza y empezó a juguetear con sus dedos sobre la mesa demostrando su nerviosismo.

-Se que es doloroso, pero tendrás que seguir viendo a Brittany en la escuela, tienen clases juntas y también esta el Club Glee, dime ¿que es lo que piensas hacer? –interrogo a la morena que parecía querer hacerse más pequeña y desaparecer en su silla.

-No se –respondió al fin con un hilo de voz.

-Yo creo que tienes que distraerte, tienes que pensar en otras cosas, conocer a otra gente, mantener a tu mente ocupada para que no sigas pensando en Brittany y te siga doliendo el corazón.

-No se si pueda…

-Claro que puedes Tana –le aseguro mientras tomaba su mano y le daba un pequeño apretón sin percatarse del diminutivo cariñoso que había usado para nombrarla –recuerda que ya no tienes que esconderte tras aquella mascara de perra desalmada y maldita, ya puedes ser Santana, solo Santana.

La ex porrista levanto el rostro y vio la determinación en los ojos de su maestra, sabia que la ayudaría a superar esto no importaba el tiempo que ello tomase y se sintió con fuerzas suficientes para sonreír nuevamente.

-Extrañare a la perra desalmada y maldita

Holly soltó una risotada que contagio a la chica y pronto ambas se encontraron riendo a carcajadas, sujetándose el estomago y con lagrimitas en los ojos, pero esta vez al menos no eran de tristeza, estas lagrimas marcaban un nuevo comienzo.

Fin del Flashback

El sonar de la campana fue lo que saco a la joven de sus recuerdos; sacudió la cabeza intentando despejarse mientras veía como sus compañeros abandonaban el salón con premura, excepto Kurt que se había levantado de su asiento y la miraba interrogante e incluso con un poco de preocupación mientras se acomodaba la mochila sobre el hombro.

La latina se quedo mirándolo a los ojos dejando que por primera vez pudiera encontrarse con la verdadera Santana López y no con la perra maldita que siempre había tomado su sitio.

Kurt Hummel se quedo congelado cuando los ojos chocolate lo miraron y pudo ver una tristeza, dolor y soledad muy grandes, ni siquiera sabía que Santana tenía semejantes sentimientos o al menos nunca lo había demostrado.

Mercedes fue quien rompió la conexión cuando lo llamo desde la puerta del salón y lo apresuro a su siguiente clase, el asintió pero cuando se giro para observar a la morena nuevamente esta ya se encontraba revisando los libros que había dentro de su mochila; Mercedes lo tomo de brazo y empezó a arrastrarlo a la salida siendo seguidos de cerca por Santana.

-¿Que te pasa Kurt?, parece que acabas de ver un fantasma. –pregunto la joven que lo acompañaba, extrañada por la expresión de sorpresa que aun había en el rostro del chico.

-Creo que… mmmmh… nada, solo debe ser mi imaginación. –La joven morena pareció no creer su respuesta pero lo dejo pasar por el momento.

-Bien, si tu dices, pero apresúrate que ya va a empezar nuestra clase.

Y con ello dicho se echo a correr con el castaño justo tras de ella y quien no dejaba de preguntarse que era lo que pasaba con Santana López.