¡Aquí con mi primer fanfic! w See, un poco corto y en realidad es un one-shot a pesar de que parece historia que va para largo… pero bueno; me ha llegado la idea cuando veía un capitulo de la serie E.R., bastante curiosa, por cierto xD
¡Espero que les guste! ^^
Disclamer: Los personajes de Hetalia no me pertenecen, si no al grandioso Himayura Hidekaz.
Advertencia: Human!AU, un poquitito de USUK y lombrices (?)
Resumen: Alfred necesita que Arthur le haga un favor. A Arthur no le gusta mucho la idea.
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- … ¿D-Disculpa?- le pregunto repentinamente el ingles entre confusión y repulsión.
Alfred le miro de vuelta con una sonrisa en el rostro mientras abría el barril frente a el: -¡Lombrices! Trabajo con lombrices-
Arthur camino lentamente hacia el y fijo su mirada hacia el objeto frente suyo. Miro como los animalitos se retorcían lentamente entre la tierra ahí dentro tratando de soportar unas increíbles nauseas.
Si, sabia perfectamente que a el le gustaba la jardinería, pero digamos que nunca le cayeron muy bien esos bichitos que de vez en cuando encontraba rondando por entre sus flores. Aparto después de un momento la mirada poniendo su mano derecha sobre su rostro: -Alfred…-
-¡Oh, mira!- le interrumpió el americano mientras tomaba a uno de ellos entre sus guantes: -Este me recuerda mucho a ti, ¡es un pequeño gruñón! ¡Jajaja!-
-S-Si, pero Al…- y antes de que pudiera reaccionar, sintió como el susodicho le tomaba ambas manos y las mantenía abiertas para poder recibir a la lombriz. Con una mirada de horror, inmediatamente las retiro y se alejo de el: -¡Ni te atrevas, idiota!-
-Aww, Artie~ ¿No me digas que le tienes a una lombricita tan tierna como esta- Alfred la acerco al rostro del ingles, quien retrocedió aun mas: -No te harán daño-
-¡L-Lo se, pero son repulsivas! ¿¡Por que diablos querrías trabajar con… esto?- le espeto vacilando un poco al final.
El otro solo lo miro con una sonrisa incrédula: -Dude! En solo este barril tengo casi, like, 5000 dólares, ¡5000 dólares!- le recalco: -los campesinos las requieren mucho; además, o al menos en mi opinión, no son tan difícil de cuidar y, además… míralas por Dios, ¡son adorables!-
Otra cara de repulsión por parte del ingles: -Pues yo no cuidare de esas cosas, ¿Por qué no le dices a Kiku, o, o a Matthew!?-
-Si ellos pudieran no te estaría diciendo a ti- suspiro el americano con tono obvio, lo cual irrito al otro rubio: -además, como a ti te gustan las plantas y eso… pensé que te aclimatarías con ellas-
-¡Ni loco!- dijo Arthur finalmente dándole la espalda y cruzándose de brazos.
Al verlo asi, Alfred se le acerco, abrazándolo por la cintura y recargando su mentón en su hombro y hablo con tono suplicante: -¿Por favoooooor…?-
-No-
-Harías a tu idiota muy feliz~-
-Me vale una mierda-
-¡Que insensible eres!- renegó el americano de inmediato: -ya ni siquiera por ser un simple favor, geez…-
Arthur se mantuvo callado, aun renegando rotundamente el hecho de cuidar de las lombrices de su novio. Pero… es que el luego esta ahí, rogándole por que lo hiciera con esa voz y… Dios, esa mirada que intentaba no mirar de reojo…
E hizo algo de que estaba seguro se arrepentiría después.
-¡Esta bien, pues!- bufo tomando con la mirada baja y avergonzada mientras tomaba las manos de Alfred ente las suyas: -Bloody hell, a veces pareces un niño…-
-Mira quien lo dice, mi travieso pirata~- sonrío el otro regalándole un beso en la mejilla: -Gracias, de veras… ¡ Se que puedo confiar en ti, Artie!-
Un ligero rubor invadió las mejillas del ingles sin notar que sonreía de vuelta.
Sin embargo, por dentro no podía dejar de martillarse por lo en que acababa de aceptar.
