Atrapados en la red
Escrito por Princess Sheccid
Disclaimer:
La serie animada Avatar: The last airbender no me pertenece, así como ninguno de los personajes. Tan sólo el príncipe desterrado, de hermosos ojos dorados… (Jo! Ya quisiera…)
Este es mi primera historia en esta sección. Tengo otras historias publicadas y una o dos sin culminar (pero, en proceso, se los aseguro o.oU), de otros animes. Esta será una historia corta, no pasa de los 3 ó 4 capítulos. Espero les guste!!!
Nota:
Basada en una conversación real mía. Tan sólo he alterado el nickname que usé (el nickname del muchacho es de su plena autoría xD) y quizá, algunas partes de la conversación original…
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Parte I:
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Conectó el enchufe al tomacorriente. Presionó los botones adecuados y se sentó frente a la pantalla. El destello azulado la hipnotizó por breves segundos. Segundos después, sus ojos azures reflejaron la imagen de un muchacho muy guapo –"otro chico de buen ver, pero sin una gota de cerebro"- comentario cortesía de su amiga Suki- de expresivos ojos almendrados y buen porte (demasiado guapo para ser verdad) que tenía como fondo de pantalla.
Y cuando se dice demasiado guapo para ser verdad, se dice en serio.
Por lo menos en SU mundo real. No sabía su nombre verdadero (tan sólo su seudónimo, "Jet"), y como la estrella que era, jamás lo revelaría. Pero no le importaba. Con su sola existencia, ella era feliz.
Apoyó los codos sobre el escritorio y acercó el rostro a la pantalla. Sonrió tontamente soltando un suspiro. Con un dedo dibujó cada rasgo de su varonil rostro imaginando que esa mirada matadora se la dirigía sólo a ella.
Volvió a soltar un suspiro. Pero, esta vez escuchó a alguien más suspirar.
- Ohhhhhhhh… ¡Es tan guapo! Creo que le daré un beso. –la persona acercó su rostro a la pantalla, mientras la muchacha miraba horrorizada su acción. Le dio un fortísimo empujón al intruso, quien perdió por unos momentos el equilibrio pero que después se recuperó adoptando una postura solemne.
- ¡SOKKA! -el chico la miró de reojo, como nada hubiese sucedido.- ¿QUÉ DEMONIOS PRETENDES?
- Sólo quería saludar a tu amiguito –le dijo con sorna. La chica le mostró unos fieros ojos asesinos. El muchacho la ignoró.
Pasaron unos segundos.
- ¿Y…? -Katara le dirigió una mirada pidiendo explicaciones.
- ¿Y…? -preguntó Sokka levantando una ceja, esperando que ella terminase de plantear su pregunta. Ella resopló enfadada.
- ¿QUÉ DIANTRE QUIERES SOKKA¡NO TENGO TODO EL TIEMPO DEL MUNDO!
- Cierto. Tienes una cita muy importante con mi amigo aquí presente y lo comprendo perfectamente. –le dirigió una sonrisa mordaz, primero a la pantalla del notebook y luego a su hermana quien parecía a punto de aventársele a golpes.- Para no retrasarte más… -alzó los hombros- Tienes una llamada. –Katara lo miró con curiosidad.- Es-s Yue. –el chico se giró.
- " ¡¿Se ha sonrojado?!" -la chica abrió los ojos a más no poder. NUNCA, y se repite, NUNCA Sokka se había puesto de esa manera por una chica. Katara planeó molestarle con dicho descubrimiento.
- ¡¿Por qué no te mueves?! -dijo entre dientes el chico, molesto. -¡NO LA HAGAS ESPERAR!
- Vale, le diré que le envías muchos besos -Sokka miró horrorizado como ella imitaba su gesto de al inicio.
- ¡NI TE ATR…!
Portazo.
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- ¡EN SERIO YUE! - Katara sonrió de oreja a oreja contenta por la noticia. Ah… Sokka, el tonto Sokka. ¡No le había contado nada, el muy desgraciado! Y eso que ella era su hermana, compinche en travesuras, casi casi su mejor amiga… ¡Cómo no pudo haberle contado de que le había propuesto noviazgo a una de sus mejores amigas¡Argh! Juró que se vengaría de él.
- Ummm… ¿Katara? -preguntó tímidamente la chica al otro lado del teléfono. Había escuchado sus chillidos emocionados al decirle lo sucedido. Se lo dijo varias veces al notar que la chica no lo creía y Katara fue corriendo donde su hermano para confirmar la noticia. Había escuchado un bulto caer al suelo y luego gritos, algo así como '¿Por qué no me dijiste?', '¡Bájate de mí!', '¡Eres tan malo!', etc.
- Jajajaja… Ya para Sokka, ya entendí… -se escuchó a lo lejos- ¡Mira cómo te has puesto! -comentó Katara medio riendo. Cogió el auricular.- Yue¡deberías verlo! Su rostro está demasiado ruborizado. –Yue se sonrojó un poco al oírla.- ¡Ya está! Podrás verlo. Le sacaré una foto y te la llevaré. Será un buen recuerdo. –se escuchó el azote de una puerta- Ups. Creo que se molestó. –Yue soltó una risita.
- Bueno Katara, ya me marcho. –jugó con mechón de cabello- Ummm… Da-dale saludos a Sokka de mi parte.
- Descuida. Se los daré.
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Hizo clic aquí y allá.
El ordenador le pidió la contraseña de acceso. Sus grandes ojos azules se detuvieron ante aquella frase. Frunció el ceño. Maldijo por lo bajo.
Estúpido Sokka.
Ya se había hartado de que cada vez que él usaba el ordenador le pusiera contraseña, según él 'Para alejarla de ese mundo virtual e imaginario y acercarla a la realidad…' Lo que él no comprendía (o no quería comprender) es que para ella esa era su realidad, su mundo por un par de horas…
Estuvo a punto de llamar, furiosa, a su hermano para preguntarle la clave de acceso, pero de pronto una idea se le vino a la mente. Sonrió de manera burlona ante el ingenio ingenuo de su hermano. Tipeó tres simples letras: YUE.
Le dio clic a ACEPTAR y la máquina le dejó ingresar. Katara soltó una risita.
- Ya está. Ahora veré mis mensajes.
Ingresó la dirección de correo electrónico, la contraseña (Katara quiso patearse al recordar que había hecho prácticamente lo mismo que Sokka para la contraseña de su correo: había colocado el nombre del chico de sus sueños) y segundos después estaba examinando quienes estaban conectados. Bajo su estado de No Conectada, nadie la molestaría mientras revisaba su bandeja.
Le había llegado un mensaje de Aang. Emocionada, leyó que su mejor amigo se la estaba pasando muy bien de vacaciones, y que además había conocido a una chica sumamente extraña en aquella ciudad en la que estaba de visita. Según decía, lo había abofeteado fuertemente porque pensó que le estaba mirando bajo la falda cuando en realidad se había agachado a recoger un monedero que se le había caído a ella… Desde ese momento, se la encontraba en los lugares menos esperados y los que él estaba visitando. Esa chica era su actual dolor de cabeza… 'Un dolor de cabeza llamada Toph, te diré…' escribía en el mensaje.
Katara soltó una carcajada. Al parecer su amigo había encontrado novia…
Y ella seguía sin tenerlo.
Sacudió la cabeza. No era momento de ponerse pesimistas, decidió.
Le respondió a Aang unas líneas y siguió revisando su correspondencia. Cadenas de amor, cadenas para la buena suerte, avisos publicitarios, hasta mensajes que llegaban de vez en cuando por error… en fin, tonterías que llenaban su bandeja.
Soltó un suspiro cansado.
Revisó una vez más entre sus contactos conectados, encontrando sólo a tres personas en línea y que justo cuando iba a colocarse como No disponible, ellos salieron.
Katara miró frustrada la pantalla. De pronto escuchó unos sonidos provenientes de su estómago. Fue a la cocina y se sirvió un poco de la ensalada de frutas que había en la nevera. Miró el reloj de pared. Las nueve menos cuarto.
Sokka había salido a ver a Yue hacía unas horas y al parecer tardaría un poco más.
Escuchó un sonidito muy conocido en la habitación donde se encontraba el notebook. Dejó el plato vacío en el lavadero y fue corriendo a su silla.
Ya frente al ordenador notó que una pequeña ventanita se había abierto.
Una persona con el nickname "Golden dragon" ( presumiblemente un muchacho), se había conectado.
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Continuará……………………………………………………………………………..
