Aquí os va... un drabble. Para este drabble escogí la canción Fucking Perfect, de P!nk. Y es un cryde. ¡Decidí variar un poco del style!
Vacía Satisfacción. Era lo que podía sentir al notar que su peso ya no era el mismo. Ignoraba que su cuerpo ahora era huesudo y faltaba poco para que su masa corporal se reduzca a piel y hueso.
Pero la balanza es una cosa y otra cosa es el espejo.
Gordo. Así se podía llamar. Estaba gordo a sus ojos. Y si a sus ojos esa era la visión, se imaginaba cuán obeso se vería frente al resto.
Mentira. Le dirigían una mirada de preocupación al ver que rechazaba su comida favorita, tacos. Al ver que caminaba cada vez con mayor debilidad, al verlo somnoliento en clase.
Se mentía a sí mismo.
-Aún no soy perfecto-se decía, al inspeccionar cada rincón de su cuerpo.
Clyde Donovan ya no era el mismo. Se preguntaba cómo hacían Kyle y Tweek para verse tan delgados. Y él... estaba gordo.
36 kilos. Eso marcaba la balanza... ¡Y seguía gordo, carajo!
Se sentía decepcionado. Y vacío, terriblemente. Se convenció: no tenía solución. Y en vez de resignarse, decidió darle fin.
Abrió el armario detrás del espejo de su baño, y sacó una cuchilla de afeitar.
Adiós, mundo.
O eso pensó él. Cuando despertó (y no debía despertar) estaba en una camilla de hospital, con el olor característico llenando sus fosas nasales. Y a su lado, estaba Craig.
-¡Clyde!-exclamó, llenándose de emoción-. ¿Por qué coño hiciste eso? ¡Nos tenías asustados! Sobretodo a mí...
-Ugh, qué pasó...-inquirió, aún aturdido por los analgésicos intravenosos. Craig negó con la cabeza, cerroó los ojos con fuerza y sus manos se aferraron a las blancas sábanas.
-Te encontré en un charco de sangre... íbamos a estudiar juntos, ¿recuerdas?
-¿Por qué estás tan preocupado? No soy nadie, ni nada... nadie me extrañaría si me fuera-sus ojos señalaron las cicatrices de sus muñecas.
-¡NO digas eso!-replicó, mirándole indignado-. Clyde... si alguna vez sientes que no eres nada, tú eres... jodidamente perfecto para mí.
Un pequeño calor invadió las mejillas del castaño. Nunca le habían dicho eso. Ni siquiera cuando fue el primer chico en la lista de los más guapos, pese a que él desconocía su falsedad.
-NO me vuelvas a hacer esto...-sollozó Craig, luchando por no llorar. No, el cabrón Craig Tucker no lloraría y...
Al carajo. Abrazó a su amigo y empezó a llorar.
-Estoy tan feliz... porque estás a salvo, Clyde...-el aludido también se quebró.
-¡Lo siento, Craig!-se disculpó, lloriqueando. De inmediato, su estómago rugió. Craig se separó de Clyde, divertido por el ruido. Clyde se sonrojó, avergonzado.
-Te traje tacos-dijo Craig. Los ojos de Clyde brillaron sobremanera y de su boca un hilito de saliva escapó.
-¿Y qué esperas? ¡Tráelos aquí, que me muero de hambre!-demandó. Craig obedeció, y ambos comieron en silencio, sonriéndose.
Por primera vez, Clyde se sintió jodidamente perfecto. Porque no le importaba el qué dirán. Sentía que le debía una disculpa enorme a su lastimado organismo, a sus amigos y al mundo. Reconciliarse consigo mismo era lo más importante.
Y Craig era el causante de ese sentimiento tan hermoso. No de conformidad, sino de satisfacción plena.
Tímidamente, acercó sus labios a los del pelinegro y le dio un beso de agradecimiento. Sabor taco.
¡No lo olviden, chicas! Somos jodidamente perfectas...
Ted: Pervertidas XD
Y un truco para el review. Imaginen que el botón de allá abajo es su uke favorito y viólenselo a clicks (?).
