-Paloma, tengo miedo!- exclamó una chica de pelo lacio rubio, piel clara, ojos grandes y marrones, alta y delgada.
-Tranquila Sam ya vas a ver que era solo una broma de Alen!- respondió Paloma, una chica de pelo rojo como el fuego y ojos azules clarísimos, su piel era clara y era delgada, pero no tan alta como la chica anterior, Samanta.
-No creo! Y las muertes de esos dos chicos hace dos meses! Ellos también habían visto las malditas cintas esas!- exclamo Sam temblando del miedo.
-Mira… faltan todavía…-Paloma miró su reloj- dos minutos para las diez. Te prometo que yo no te voy a dejar sola…- le dijo tratando de calmar a su mejor amiga. Todavía no entendía como había sido tan tonta Sam como para ver la estúpida cinta esa, en la que aparecía el poso y al final un aro blanco, como de luz…
-Amiga! Yo no quiero morir! Dentro de una semana se estrena 'La Orden Del Fénix'! Yo no quiero morir sin haber leído el séptimo libro!- exclamo Sam que ya estaba llorando incontroladamente, abrazada a su mejor amiga, solas en su casa ya que sus padres estaban de viaje de trabajos. No la habían escuchado cuando les pidió que no la dejaran sola, nunca en su vida la habían escuchado.
-Tranquila, no vas a morir!- dijo Paloma deseando que sus palabras fueran verdaderas.
El reloj se movió y dio las diez en punto. Las dos chicas voltearon y miraron fijamente el teléfono, que seguidamente sonó. Sam estallo en llanto y se abrazó a su amiga.
-Contesta Sam, tranquila, no vas a morir, debe ser Alen para jugarte una broma de mal gusto, contesta!- exclamo nerviosa Paloma. Sam, con las fuerzas que tenia se paró, cogió el teléfono y cerro los ojos con fuerza antes de acercárselo a la oreja.
- Sam? Te vas a morir….- le dijo una voz infantil al teléfono. Sam llorando del miedo tiro el teléfono al piso.
-Paloma! Amigaaaa! ME DIJO QUE VOY A MORIR!- le grito a su amiga asustada.
-Quién era?- pregunto Paloma que ya estaba preocupada.
-No lo sé! Era una voz de mujer, pero infantil!- exclamo Sam y se sentó en el mueble alejando el teléfono con una patada.
Paloma, muy asustada se acerco al teléfono y lo puso cerca de su oído.
-Sam? Sami? Amiga? Contesta! Te vas a morir cuando te cuente esto! Es sobre Harry!- exclama la voz de Laura emocionada por teléfono.
-Sam! Que tonta eres! Por que no terminaste de escuchar! Es Laura! Y lo que dice es algo como: 'Te vas a morir cuando te cuente esto! Es sobre Harry!'- exclamo Paloma nerviosa. Sam la miró con los ojos abiertos como platos y se abalanzó sobre el teléfono.
-Lau? Amiga, discúlpame! Que pasa con Harry? Ya te dije que no te estuvieras metiendo en paginas de Internet para saber lo que pasa en el quinto libro antes de que salga la traducción!- dijo Sam a Laura que tenia un tono emocionado y alterado. Lau junto con Paloma y Sam formaban un grupo de amigas excepcional, nada se metía entre su amistad y ellas compartían el mismo amor por Harry Potter, el mejor libro de todos los tiempos!
-No me metí en Internet! Te lo juro! Es algo mejor que adelantos del libro! Juro que es mejor!- exclamo emocionada. Para ese momento, Paloma ya le había quitado el teléfono a Sam y había presionado un botón para que la voz de Laura la escucharan las dos.
-Que pasa, niña? Nos vas a matar de un infarto! Mira que ya hemos tenido bastantes sustos en una noche!- exclamo Paloma.
-Bueno, saben que mi tío Juan tiene una librería, no?- pregunto con voz nerviosa.
-Lo sabemos ya, Laura! Es donde nos pasamos todo el día!- exclamo Sam- Dinos rápido!
-Bueno, a mi tío ya le llegaron los ejemplares de 'La orden'! Y como sabe que nosotras estamos locas por todo eso, nos va a regalar uno a cada una, dos semanas antes de la fecha de publicación!- exclamo Laura emocionada y rápidamente.
Paloma y Sam miraban el teléfono sin poder creerlo.
-L-Laura, estas segura? Ya sabes que tu tío es un bromista de primera!- exclamo Sam con voz entrecortada.
-Si llegan aquí en diez minutos nos pone los libros en las manos, pero no los podemos sacar de las librerías por que lo pueden multar si no los ve alguien. Así que tengo la llave de la librería, para toda la noche!- exclamo Laura emocionada, seguro estaba dando brincos donde quiera que estuviera.
-Pero Laura, ni que fuéramos brujas! Como vamos a llegar ahí antes de diez minutos! Tenemos que ir en bici, por que caminando vamos a tardar millones de años! Y aun así tardamos como media hora!- exclamo Paloma en protesta. Sam sonrió de forma extraña.
-Nos vemos en cinco minutos amiga! Cinco minutos!- exclamo y jalo a Paloma hasta sacarla de la casa.
-Pero como en cinco minutos? Sam?- preguntaba Paloma incontroladamente, pero se calló cuando Sam se saco unas llaves del bolsillo y se sentó en el asiento delantero del Mercedes de su madre -No! Sam! Nos van a matar! Todavía nos faltan dos años para la mayoría de edad!
-Paloma, te puedes ir en bicicleta si quieres, pero de esta noche no pasa que yo tenga Harry Potter y La Orden del Fénix en mis manos!-dijo decididamente.
-Y si chocas el auto?- exclamó la pelirroja asustada.
-Bueno, así mis padres se dan cuenta de existo. No entiendes Paloma? Yo sé que tu quieres lo mismo que yo! Y nada se interpondrá entre mi y ese libro!- dijo Sam calmadamente pero con una mirada demencial que asustó a su amiga.
-Dios! Arranca!- exclamo cerrando los ojos cuando ya estuvo sentada en el asiento del co-piloto.
En cinco minutos, después de pasarse varios semáforos en rojo y acelerar mas de lo debido, se estacionaron frente a una pequeña librería que tenia las luces prendidas, la única de la cuadra, por que a esas horas todo lo demás estaba cerrado y apagado.
Al entrar, encontraron a una joven de pelo castaño oscuro liso que le llegaba a la cintura, piel blanca como la nieve y cara redonda pero cuerpo delgado y en buena forma sentada en uno de los sillones del fondo con una taza de café en la mano.
-Me preparo para una noche sin dormir…- dijo Laura justificándose.
-Bien, bien.. Consígueme una a mí también! Dónde están los libros?- exclamó Sam emocionada.
-Voy a cerrar la tienda y los traigo…- dijo Laura alejándose hacia la entrada. Dos minutos después regresó cargada con tres grandes libros de color azul claro.
-Bien! Nadie abre el libro hasta que no estemos listas las tres…-dijo Sam autoritariamente.
Las tres se sentaron en circulo cómodamente y pusieron los tres libros en el centro.
-Ahora…- dijo Laura en silencio. Cada una puso una mano sobre su libro.
-Que la magia y la imaginación nos lleven hasta sitios jamás conocidos. Dijeron las tres a coro. Era una especie de ritual que habían comenzado a hacer al leer el segundo libro de la saga.
Sintieron una corriente recórreles el cuerpo al abrir cada una su libro y con mucha delicadeza se situaron en la primera pagina y comenzaron a leer.
Se hizo la una de la mañana, pararon, tomaron café, fueron al baño, todo en silencio a veces mandándose alguna que otra mirada, como si con eso se dijeran todo. Dieron las cuatro, instaladas en los libros, leyendo en las posiciones mas extrañas e incomodas, pero aun así disfrutando su lectura.
Dieron las siete cuando Paloma se paró de golpe y comenzó a gritar y a saltar...
-Que? Que pasa?- preguntaron Sam y Lau asustadas.
-Por donde van?- pregunto la pelirroja nerviosa, vio las paginas d los libros de sus amigas.
-Lau, lee rápido! SAM! Todavía té falta una pagina para llegar!- exclamo Paloma. Después de un minuto Laura comenzó a gritar también histéricamente, poco después se les unió Sam.
-Nooo! Cómo se pudo besar con esa cuaima! Seguro lo tenia todo planificado la P#t esa! Nooo! Harry es mioooooooo!- exclamó Sam casi al borde del llanto.
-Niñas, respiren! Ya sé que esto es peor que cuando Hermi le rompió a la nariz a Draco, pero respiren profundamente, tranquilas... -dijo Laura tratando de calmarlas.
Las otras dos chicas se calmaron y se sentaron otra vez- no han notado que Draco esta especialmente malo y sexy en este libro?- pregunto con una voz ronca la castaña.
-LAURA!- exclamaron las dos con fastidio.
-Bueno, bueno... Sigamos...
Dieron las diez, la tienda no había abierto por que era Domingo, así que ellas podían pasar todo el día allí.
-Niñas! Estoy cansada! Me muero de sueño! Necesito dormir! NO PUEDO MAS CON LA CARGA MENTAL! LAS LETRAS SÉ ESTAN BURANDO DE MÍ!- comenzó a gritar Sam. Paloma y Laura la miraron aterradas.
-Necesitamos un descanso- sentencio Sam- Son las diez, vamos a mi casa, comemos, dormimos hasta las... tres de la tarde, nos bañamos, nos cambiamos y regresamos, sí?
Todas aprobaron el plan. A las once, ya habían comido, se habían bañado y se durmieron placidamente en la sala. A las tres, el despertador sonó, haciéndoles saber que era hora de regresar con Harry. Curiosamente, al sacar ropa del armario de Sam, las tres eligieron ropa negra o con negro.
-Chicas! No vamos a un velorio!- exclamo animada. (N.A: Buaaaa! Cuándo te enteres de Sirius ya ves como si vas a un velorio!)
-No hay tiempo de cambiarnos! Hay que regresar a leer, ya nos queda poco... - dijo Sam con las llaves del auto ya en sus manos.
-Noooooos vamos!- exclamo Laura cuando arrancaban, directo a la librería.
Llegaron y se instalaron otra vez a leer. A las diez de la noche, Laura estallo en llanto, pero trataba de que sus amigas no se dieran cuenta, abrazaba el libro con todas sus fuerzas y lloraba.
-Lau, que te pasa mi ángel? Que tienes?- le preguntó Paloma al verla llorando.
-Tranquila Paloma, lee, es que sabes que me pongo sentimental cuando le pasan cosas malas a Harry...- dijo en un susurro a su amiga y le acaricio el pelo.
-Bueno, esta bien...
Las dos continuaron leyendo aunque Laura aun lloraba silenciosamente y hacia muecas de dolor. Cuando Paloma leyó la muerte de Sirius, estallo también en un llanto silencioso y abrazó a su amiga con todas sus fuerzas.
-Tranquila, amiga... Es un libro...- le susurro Paloma a Lau.
-No Paloma, es mi vida... Ustedes lo saben... Ya se que es dramático, pero es la verdad es mi vida, nuestras vidas...- dijo la castaña con lagrimas en los ojos- Lee, si? Cuando termines hablamos...
Las dos retornaron a la lectura. Tiempo después, Sam salió corriendo con el libro en las manos y se encerró en baño.
-Harry! No te dejes morir, Harry! Lucha!- le gritaba al libro sin importarle que sus amigas estuvieran dándole patadas a la puerta y gritándole que abriera.
No le importó y siguió leyendo, hasta que Harry estuvo a salvo y abrió la puerta, Lau y Paloma leían con los ojos como platos, la respiración agitada, no podían creer lo que leían.
-Sam... el... el no?- preguntó Paloma con voz entrecortada.
-Lee y después hablamos...- dijo Sam y sentó a leer en el piso, junto a sus amigas de toda la vida. A lo mejor todo aquello era dramático, hasta loco, pero para ellas era una verdad. Algunas personas consiguen las fuerzas que necesitan para seguir adelante en el amor, o en su familia, ellas la habían conseguido en Harry Potter.
Las once y cincuenta marcaron el reloj, las tres amigas se miraron a los ojos y dejaron los libros frente a ellas.
-Bien, que les pareció?- pregunto Sam en tono serio.
-Yo no quería que Sirius se muriera!- gimió Laua
-Ahora Harry va a estar deprimidooooooo!-La siguió Paloma
-Ahora que va a pasar?-preguntó Sam con los ojos llorosos- Yo no quiero que Harry siga con la descarada esa de Cho! No quieroooo!-exclamó llorosa e infantilmente.
Las tres se dieron las manos.
-Amigas… este libro ha sido muy… como decirlo?... nos ha dejado una perdida muy grande. Estamos cansadas, adoloridas y sobretodo estamos dolidas por la muerte de un gran personaje como lo es Sirius. Pero, saben que? Aunque les parezca loco, no quisiera estar en ningún lado mas que aquí- dijo Paloma sonriendo, sus dos amigas asintieron y se abrazaron fuertemente. Las tres se marearon, se sintieron caer y finalmente un golpe seco en un suelo frió y duro.
-Auch! Creo que me rompí algo!- se quejó Laura y abrió los ojos mientras sus dos amigas se quejaban con los ojos cerrados- Niñas… Creo que me estoy volviendo loca…- dijo Lau con un tono nervioso.
-Tranquila Lau, loca ya estabas…-dijo Sam todavía con los ojos cerrados y las tres se rieron.
-Niñas! Es en serio! O tengo alucinaciones fuertiiiisiiimas o estamos en la oficina de Dumbledore…- dijo Laura mirando a su alrededor, inmediatamente las otras dos chicas se sentaron abrieron los ojos. Estaban en una oficina llena de cuadros de gente, que asombrosamente… se movían y las miraban extrañados. Había un gran escritorio lleno con algunos pergaminos y algunos instrumentos de plata, al lado del escritorio había un imponente Fénix de color rojizo que al parecer estaba en su mejor fase de vida.
-Lau… no estamos soñando o algo así… Lau, yo se que esto es nuestro mayor sueño, ya sabes… estar en Hogwarts, pero no es posible, nosotras lo sabemos!- exclamo Paloma nerviosa.
-E-esto no puede ser un sueño, tiene que ser real!- exclamo Sam nerviosa pero feliz.
-OK, toquen el piso, todo es real, veanlo! ESTAMOS AQUÍ!- Gritó Laura emocionadísima- Solo me pregunto… que hacemos aquí y como llegamos?
-Eso mismo me pregunto yo, señoritas…- dijo una voz detrás de ellas. Se voltearon y vieron al mismísimo Albus Dumbledore mirándolas con curiosidad y desconfianza. Realmente, no era nada parecido a Dumbledore, se podría decir que el director de casting de las películas captó mal el concepto y descripción de la escritora.
-U-usted es Albus Dumbledore?- preguntó Sam todavía asombrada.
-Por supuesto! Ustedes quienes son y de donde vienen?- pregunto el viejo.
-Bueno… nosotras… por lo que veo… somos del futuro o de la realidad- dijo Sam confundida.
-Y como llegaron aquí?
-Habiamos terminado de leer Harry Potter y la orden del fénix enonces nos abrazamos y… aquí estamos…- explico Paloma.
-La orden del fénix? Que saben sobre eso?-preguntó desconfiado.
-Bueno, usted sabe quien es Harry Potter, no?-preguntó Laura.
-Claro que se quien es Harry Potter! Estudia aquí en sexto año!-exclamó el director serio.
-Bueno, es que…de donde nosotras venimos… Harry Potter es… un libro de fantasía…- dijo Laura temerosa.
-Ficción? Harry Potter ficción? De que año vienen exactamente?
-Del 2003
-Bueno, no es muy adelantado. Pero, ustedes son brujas?-pregunto con curiosidad.
-Ja! Quisiera yo!- exclamo Paloma.
-No, lo que pasa es que en realidad, Harry Potter y todo el mundo mágico son ficción, el quidditch, los trasladadores, Voldemort…-explico Sam. Dumbledore las miró asombrado.
-No, no es posible…
-Si, lo es… Nosotras simplemente entramos al libro… Pero, seria muy raro… Sirius ya… es decir… el…?
-Si, el murió…-respondió Dumbledore tristemente.
-Entonces… Chicas! Estamos en el libro que no se ha escrito! Esto es tan emocionante!- exclamo Laura.
-Señoritas, lo que no me explico es como llegaron aquí. Tal vez ustedes puedan tener algún antecedente mágico y por eso están aquí…- dijo Dumbledore revisando en un estante lleno de frasquitos y pociones- Podría hacerles una prueba y así sabremos si son brujas?- pregunto mostrándoles un frasquito, las tres asintieron animadamente. Le dio a cada una un sorbo de una poción azulada que sabia a moras y algo mas amargo- Si la nariz se les torna roja, quiere decir que la magia corre por sus venas.
La primera fue Sam.
-SIIIIIIIIIII! Soy una bruja! Soy una brujaaaaaaaaaa!- exclamo emocionada. Le sigio Paloma, que también se puso a saltar. Laura seguía esperando, después de unos minutos todos la miraron asombrados, su nariz estaba tan roja que daba miedo.
-Si soy bruja! Bien! Los Ángeles de Charlie al ataque! Con magia y todo!- exclamó abrazando a sus amigas.
-Bueno, el año apenas está empezando, mañana en mi oficina las someteré a la selección del sombrero…- dijo Dumbledore- Ahora irán a descansar, pero primero necesito sus apellidos para buscar en los archivos del ministerio.
-Parigi, Tompson y García- dijo Laura señalándose respectivamente a ella, Sam y Paloma.
-Esplendido! Ahora las acompañaré a uno de los cuartos de huéspedes y…
-Profesor…- lo interrumpió Laura.
-Si?- pregunto este.
-Draco Malfoy todavía estudia aquí, verdad?- pregunto emocionada.
-Laura! Deja ya a eso! Draco es… malo!- exclamo Sam.
-Si, señorita Parigi, el señor Malfoy todavía estudia aquí, aunque no le recomiendo que se relacione con el…- dijo mientras caminaban por los pasillos hasta un cuarto de huéspedes que tenia tres camas y una puerta que daba al baño.
-Bueno, ahí están las pijamas, pero mañana tendrán que ponerse esa misma ropa- las chicas se miraron entre si- Mañana temprano los elfos les traeran el desayuno y yo personalmente las vendré a buscar para hablar con el señor Potter. Necesito hacerles una pregunta. Ustedes saben absolutamente todo de Harry?-pregunto.
Sam sonrío.
-Ja! Decir todo es poco. Sabemos lo que piensa, sabemos que a veces siente que usted es tan pacifico que tiene ganas de…- dijo haciendo gestos de ahorcar a alguien invisible. El profesor se asombró- Nosotras SI sabemos todo lo que pasa en este castillo…- dijo orgullosa.
-Pues, creo que seria mejor si no se lo comentaran a nadie. Mañana en la reunión también estarán el señor Weasley y la señorita Granger…- dijo sonriente -Ahora duerman. Buenas noches…- y salio de la habitación.
-Chicas! Voy a conocer a Draco!- exclamo Laura contenta, pero Paloma la interrumpió.
-Chicas! Vamos a conocer a HARRY POTTER! NO A DANIEL RADCLIFFE! A HARRY POTTER!- Grito con todas sus fuerzas emocionada.
