Hola traigo otra historia de mi creación es un Tsurugi por Tenma. Por si a las dudas soy hombre. Espero que disfruten esta historia
Disclaimer: Inazuma Eleven no me pertenece
Capítulo 1: Helado
Era un día bastante caluroso, se podría decir que una gota de agua se secaría en plena caída. Los chicos estaban tan quemados por el sol que daban la impresión de haberse metido en un gran horno, las botellas de agua no habían sido suficientes para calmar el creciente calor y las toallas no serían de nada. Así que algunos decidieron ir a la heladería, hasta Tsurugi no pudo decir que no todo el equipo iría ya que algunos se habían ido a sus hogares. Los que irían Shindou, Kirino, Hikaru, Kariya, Tsurugi y Tenma se servirían un gran helado y aparte había aire acondicionado, se podría decir que el lugar del nacimiento de los helados era el paraíso en ese calor.
Después del entrenamiento se dirigieron hacia el local, las duchas habían podido alar un poco la muy alta temperatura. Llegaron al recinto y se sintieron de lo mejor al sentir el fresco aire de la heladería no pudieron evitar soltar una carcajada al observar a idorikawa en una esa devorando un helado igual de verde que su cabello y a Hiroto acompañándolo. Se dirigieron a la encargada a por sus helados,
Kirino pidió uno de fresa, Shidou de chocolate, Hikaru pidió uno de uva, Kariya uno de limón, Tsurugi de menta y Tenma pidió uno de vainilla, todos los helados eran de paletas ya que se habían acabado los conos. Salieron de la heladería y así al instante fueron tomando su camino, hasta que sólo quedaron Tsurugi y Tenma en la tranquila y vacía calle, era comprensible seguramente huían del calor.
Iban en silencio, cada uno pendiente de su helado hasta que a Tsurugi se le ocurrió la brillante idea de mirar al jugador menor, que iba muy bien pendiente de su frío y brillante helado de vainilla. No se había puesto a pensar como se ería el pequeño Tenma con los ojos cerrados, ahora que lo veía le parecía un poco ''extraño'.' Al parecer el pelimarrón todavía estaba acalorado ya que que quería tragarse el helado entero Le daba pequeñas lamidas y luego lo cubría todo con su boca, mientras pequeñas gotas del espeso helado se escurrían por las comisuras de sus también cubiertos labios del líquido proveniente del frío postre Tsurugi se sintió de repente más acalorado de lo normal, trató de apuntar nuevamente su vista a su helado de menta pero su cuerpo lo estaba traicionando.
No pudo evitar mirar otra vez al pequeño, su vista dio vueltas y sitió que se mareaba Tenma pasaba su lengua por sus humedecidos y endulzados labios para retirar los restos del helado.
-Tenma- dijo en un jadeo el peliazul, quien trataba de normalizar su agitada respiración, menos mal que sus helados eran paletas, de haber sido conos se habría caído unos cuantos pasos más atrás por los repetidos movimientos que realizaba.
-mmmmmm?- fue lo que respondió el pequeño capitán centrando su atención en Tsurugi La mirada grisácea de Tenma mostró preocupación al notar el enrojecido rostro del delantero y como respiraba con mucho esfuerzo.
-Tsurugi? , Tsurugi te ocurre algo?¿- preguntó Tenma con un tono de voz que mostraba preocupación.
El mayor se sintió estúpido, ¿en que rayos estaba pensando?, ¿que le había pasado por la cabeza?. Ahora que lo pensaba ¿por que justamente ese día tenían que haber paletas? ahora no podía pensar bien, o mejor dicho no podía pensar en osas buenas vaya que Tenma era despistado e inocente porque cualquiera que lo viera en ese estado y dándole esas miradas al pequeño habría pensado en otra cosa. Pero Tenma le preguntó que le ocurría, solamente se estaba preocupando por su estado
Tsurugi se dio un tiempo, mientras se calmaba le dio otra laida a su helado, notando que el menor lo imitaba miró hacia el frente y siguió caminando, Tenma lo siguió aún saboreando el helado
-Tsurugi te sientes mejor?- preguntó el capitán del Raimon.
-No me pasó nada, solamente el calor me afectó un poco- respondió el delantero con su típico tono de voz.
-Uffff por un momento me asusté, es bueno saber que estás bien -
Siguieron caminando y Tsurugi sentía que había caminado un montón, pero al voltear y observar su entorno se dio cuenta que solamente habían recorrido dos kilómetros y que aún faltaba para llegar a sus casas. Se sintió terrible si en ese poco tiempo en el que habían caminado había actuado, así no soportaría el resto del camino. Nunca se había sentido así, pero no podía negar que Tenma era muy tierno, gracioso y su comportamiento iluminaba todo Tsurugi se dio una cachetada mental que podría atontar a cualquiera.
Escuchó el sonido de la lengua del chico recorrer la paleta de vainilla y su mirada se devolvió otra vez a Tenma, esta vez el chico mordía la paleta. Pero inconscientemente el pequeño soltó un gemido cuando sus dientes se enfriaron demasiado por el contacto tan directo con el dichoso helado. Esta vez el menor de los Tsurugi sintió algo cálido bajar desde su nariz hasta el labio superior, Tenma se dio cuenta de esto y se acercó.
-Tsurugi estás seguro de que te encuentras bien?, te sangra la nariz- habló el capitán, para después meterse la paleta en la boca y limpiar la sangre del rostro del delantero de ojos dorados y seguir con su helado el cual ya estaba muy pequeño, dando muestras de estarse gastando.
Es mucho decir que Tsurugi tiene una gran fuerza de voluntad y por esa razón no le ha hecho nada a Tenma. Se contuvo en todo el camino, teniendo ataques de sangrado por fin llegaron a la casa de Tenma. La paleta del capitán del equipo estaba tan pequeña que lo último que hizo el pequeño para terminar la paleta fue darle una mordida Tsurugi en todo lo que había pasado sintió envidia a ese helado que Tenma había terminado de comer, ese helado, ese estúpido probó los labios del pequeño antes que él.
Tenma se iba a despedir, cuando sin previo aviso Tsurugi lo tomó de la cintura y juntó sus labios con los de el capitán. El pequeño un poco sorprendido trató de corresponder, con torpeza, pero lo suficiente firme para darle confianza al peliazul, el cual lo acorraló contra los muros exteriores a de su casa. Se sintió libre de un gran peso ese momento era uno de los mejores en la ida de ambos. El peliazul disfrutó el dulce sabor de los labios de Tenma pasando su inquieta lengua sobre ellos dándole una agradable sensación al menor, quien entreabrió sus labios sintiendo la lengua del otros en su cavidad bucal. Se separaron, Tenma esquivando la mirada del delantero el cual le dijo algo.
-No sabes cuanto tiempo estuve esperando por esto y sabes a vainilla- habló el peliazul mientras se volteaba y daba unos pasos para luego decirle a Tenma -Ahora somos novios- finalizó el peliazul con una sonrisa alejándose.
Tenma se quedó allí con la cara roja y preguntándose porque Sasuke no había ladrado, claro ese perro era flojo para todo pero que no saliera a recibirlo era raro porque atado también hace ruido. Hasta que oyó la voz de alguien conocido, se quitó del muro justo a tiempo para observar que Aki abría la puerta y dejaba salir a Sasuke.
-Hola Tenma-kun no te ves bien te ocurrió algo?- preguntó la mujer al notar el estado del pequeño.
-Nada Aki-nee solamente estoy feliz- dijo finalmente Tenma para luego entrar.
Continuará
Notas finales del autor: Espero que les haya gustado este capítulo no se olviden de dejar reviews los cuales me motivan a seguir escribiendo. Hasta el proximo capítulo!.Chao Chao!.
