Él, el prodigio del Fuego, el domador de sombras, el verdugo de mi cuerpo, el dueño de mi ser…

Nara Shikamaru…

Nombre fuerte, que se respeta y se conoce, admirado por todos.

Envidiado por hombres…y deseado por mujeres.

Su andar es lento, sin prisas, no las necesita, porque sabe que soy suya.

Quiere desesperarme con su lentitud, quiera que le ordene, que le ruegue hacerme suya…y lo logra.

Me desviste, más despacio de lo normal, pero se que muere por dentro. Se deshace de su propia ropa y comienza mi tortura…

Me toca, me prueba, exprime con su lengua la esencia de mí ser y sube a mi cara, no puedo verlo con claridad, aun deliro.

Entra, suave pero firme, con experiencia, sabe cuando y donde tocar.

Su hambre crece, se vuelve desesperado, y yo con él.

Me gusta jugar, hacerlo mi marioneta, hacerle saber que tengo el control, siempre es así, lo seduzco, juego…y al primer beso me entrego.

El es un domador por naturaleza, no puedo evitarlo, tampoco quiero, me gusta entregarle el mando, que el se haga cargo de las cosas, de igual forma, yo lo gozare.

El lugar no importa, tampoco el ritmo, él manda, él me tiene, me hace someterme.

Termino de nuevo, él sale, no ha llegado, y no quiere llegar, quiere que esto dure, pero yo no puedo más.

Pero verlo así, apunto de su liberación, con su mirada fija en mi, excitado al verme en medio de mi orgasmo…me hace desearlo de nuevo.

Lo necesito, el deseo crece otra vez, insoportable, lo necesito una vez más, pero él solo quiere jugar, mis ojos lagrimean ante sus caricias y mi frustración, y antes de que pueda evitarlo sollozo.

No se donde queda el chico tímido y cobarde que dice ser, no lo reconozco, pero no me quejo, me gusta, cual sea su personalidad, me gusta.

Su cuerpo es perfecto, no tiene marca alguna, es delgado a simple vista, pero desnudo solo puedo admirar sus músculos ¿Quién diría que siendo un flojo que huye al todo esfuerzo tendría un cuerpo de dios griego?

Que se mueran de envidia las demás, lo desean por como es, por quien es, pero solo yo puedo verlo así, solo yo tengo el placer y derecho de tenerlo desnudo junto a mi, solo yo y nadie más.

Porque él es mío…y sabe que yo soy suya.

Ignoro porque pienso así, y realmente prefiero no buscar una respuesta, me niego a creer que me he enamorado, se supone que esto es sólo sexo, una equivocación, que no se repetirá…pero lo mismo he dicho antes.

Soy suya, se lo digo con la mirada, ya lo dije, lo quiero, y tarde o temprano tendré que decirlo, pero no diré nada más, nunca admitiré la verdad…eso espero.

Me rendiré, en cuanto el me lo pregunte no lo soportare más, terminare hablando, solo espero que mis palabras no arruinen esto.

Porque aun si para él esto es solo sexo, para mi no lo es, puedo fingir que no me importa, pero eso no significa que no sienta.

Un tercer orgasmo interrumpe mis pensamientos, además del suyo, ha terminado, él es tan considerado, sabe que estoy cansada.

Pero el descanso me dura poco, lo siento de nuevo, sediento de más, y esta vez no participo mucho, me dejo hacer, apenas puedo moverme, no se como logra el efecto en mi.

¿Me he enamorado?...si…espero que él no lo note. Porque si lo hace mis defensas de derrumbaran, seré de él en cuerpo y alma, y me dejare usar como le plazca.

Y me gusta eso…que me tome como quiera, soy suya.

Él jamás se equivoca, es intuitivo, probablemente ya sepa mis sentimientos ¡maldito genio!

¡Demonios! No quiero evitarlo, quiero que sepa lo que siento, que me tome y me reclame como suya, que grite a todos que le pertenezco…y que él me pertenece también.

Por ahora es solo una fantasía, un secreto que debo guardar, que ambos ocultaremos, pero luchare porque en un futuro se vuelva realidad.

Shikamaru…

Lo odio, ahora sabe lo que siento, lo odio.

Pero…

También lo amo.