"En el mundo hay dos tipos de personas; los elegidos y los que no fueron elegidos. De esa forma se han decidido las cosas desde hace muchísimo tiempo." Eso fue lo que dijo un sacerdote hace más de cien años. Y aún en el mundo actual siguen existiendo tales diferencias en la naturaleza de los humanos que viven dentro de esa tierra.
Aquellos hombres y mujeres que contienen en su genética una relación estrecha con la naturaleza son conocido como "Bestias", humanos cuyo ADN está entrelazado con la de algún animal en específico. A simple vista se mostrarían como simples mortales, sin ninguna diferencia a los normales. Pero entre los de su misma "especie" por así decirlo podían diferenciarse casi inmediatamente.
Cuenta una antigua leyenda que en tiempos de antaño, aquellos elegidos mantenían formas parecidas a las bestias que llevaban en su interior. Cosa, que con el tiempo fue desapareciendo, diluyéndose como la fuerza de la sangre animal en las venas de los actuales descendientes. Era algo inevitable, a través de los años la fuerza se había perdido, siendo raros aquellos que aún mantenían orejas y colas, normalmente ocultos a la luz de los normales.
El mundo ahora ignoraba la existencia de esos seres, pero entre ellos seguían buscándose, queriendo mantener viva la esencia de la naturaleza en los nuevos cachorros que vinieran engendrados en sus vientres. A diferencia de los humanos, las "Bestias" tanto hombres como mujeres eran capaces de dar a luz. La evolución había dotado a los machos de distintas razas con "órganos anónimos" que permitían la formación de un útero provisional, aunque para ello era necesario una buena estimulación de los mismos.
Naruto Uzumaki un huérfano que había sido adoptado por un monje, era uno de esos "Beast". Su naturaleza había sido ocultada desde que era muy pequeño por ese servidor de los Dioses, pero fue en la primavera de sus 15 años cuando había perdido la ignorancia. Orejas y cola de zorro había aparecido en su cuerpo, y sin dudarlo el monje arrepentido le contó la antigua leyenda sobre los de su especie.
A pesar de estar enterado, decidió seguir su vida como si "eso" no fuese un problema. Ocultó tanto sus orejas como su cola, aislándose en la oscuridad donde los ojos curiosos de la humanidad no podían tocarlo. Su padre adoptivo lo ayudaba, y a pesar de que no era el mejor; el chico de rubios cabellos y orbes celestes de verdad lo apreciaba. Después de todo le había proporcionado educación y cuidados, algo que sus verdaderos progenitores no había podido ofrecerle.
Para ese entonces Naruto tenía 18 años, trabajaba en una floristería para ayudar con los gastos del templo. Pensaba que podría seguir viviendo de esa forma tan tranquila para siempre. Pero en la tarde de un sábado un encuentro cambiaría todo lo que había creído hasta ahora.
¿Qué ocurre cuando toda tu vida resulta ser una mentira?
¿Cómo se siente ser engañado por la persona que pensabas era la única que te apoyaba?
¿Cuándo tu futuro está decidido desde antes de tu nacimiento cómo debes reaccionar?
Las reglas de un mundo no afectan al otro. Las mentiras, el engaño, nada de eso está penado cuando se trata de mantener la sangre.
¿Podrá Naruto atravesar la barrera que lo separa del futuro?
