Para Cindy White, la que me inspiró a mejorar y a apestar menos en la escritura y en honor al maravilloso fic que creamos juntas
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En el faro de tu amor
En el regazo de tu piel
Me dejo llevar al sol
-Zoé
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Estaba viendo el estrellado cielo mientras el fuego alumbraba su cuerpo, no hacía frío ni calor, pero estaba demasiado solitaria. Se había alejado unos días de la Resistencia, no porque lo deseara, sino más bien para comenzar un nuevo entrenamiento y poner a salvo las escrituras sagradas.
En esta ocasión nadie conocía su paradero exacto, así era mejor, quizá todo lo ocurrido en días anteriores le ayudaría a reflexionar sobre sus decisiones.
Algunas virutas de fuego sobrevolaban a su alrededor, mirarlas la llevaban rápidamente a la habitación del trono de Snoke, la irradiación de energías de las armas de los guardias, una, dos tres heridas, veía a Ben con su mano extendida y su última palabra "Por favor".
Sacudió su cabeza como si se tratara de un pensamiento indebido y se culpó a si misma por haber sido tan ingenua. No sabía nada de la vida, pero sabía que en el corazón de ese hombre no podía haber solo ira y odio.
Con sus manos intentaba manipular las diminutas flamas, las hacía danzar como el viento solía volar sus cabellos y entonces sin previo aviso le vio, frenta a ella, era él, Ben, no sabía si seguía siendo Ben o ahora si era Kylo Ren.
-Ya no quiero hacer esto -replicó con firmeza.
Ben la miró detenidamente, no había odio en su mirada pero tampoco había paz, era un misterio sus pensamientos y volver a iniciar desde cero no se estaba volviendo una opción.
-Déjalo ir -fue lo que dijo.
Rey bajó su cabeza al mismo tiempo que las páginas del libro que tenía en sus manos, eso provocó que el fuego se alborotáse.
-Tu, embustero -le reprendió.
-Debiste haber dejado el pasado atrás...
-No puedes escapar del pasado, Ben -le miró a la distancia-. Quiera o no siempre estará con nosotros. Aún tienes tiempo de...
-¿De regresar? -la interrumpió con voz profunda.
Rey alzó su mirada no sabía si realmente él pudiera regresar.
-Es tarde.
-No, no lo es -afirmó-. Nunca lo es -en su voz se escuchaba una pizca de rencor.
-Sabemos que lo es.
-No lo entiendo -negaba con la cabeza-. Mataste a Snoke por las razones equivocadas.
-¿Por qué razón? Rey
Un escalofrío recorría su cuerpo cuando le escuchaba decir su nombre, eso provocó que bajara su mirada, no contaba que al volver hacer contacto con sus ojos nuevamente, Ben estaría a escasos centimetros de ella.
Ben volvió a ver esa mirada en ella, como la última vez que la vio, estuvo a casi nada de querer tomar su mejilla, sentirla real, era incierto el qué tanto deseaba destruirla, el deseo se mezclaba con la compasión, no era mentira que esa mirada también la llevó el mismo hace muchos años atrás.
Rey no termimaba de asimilar la razón obvia de Ben, la ambición de poder, la ira y el odio; ella también sentía rabia, no por la decisión que él tomó, sino más bien que ella no era lo suficiente para hacerle ver lo que ella creía que era su verdadero destino.
-También lo siento -nurnuró Ben.
-No, no es así -aseguró Rey cambiando el semblante-. Si así fuera, estarías aquí y no en la Primera Órden.
¿Pero qué acababa de decir? Se preguntó Rey, ¿pensó en esa oración?
-Quiero decir, con la Resistencia, con tu madre -se apresuró a decir.
Ben se limitó a divisar su cara, sus expresiones, sus labios, así como ella había invadido su espacio personal en aquel elevador, se aproximó aún más a ella.
-¡Basta! -recriminó frunciendo el ceño-. Para esto, no tiene sentido, si la guerra va a continuar...
-¿Temes que asesine a la escoria rebelde que llamas amigos? Ellos han elegido su destino -evadió Ben-. Aún estás a tiempo de decidir el tuyo.
-Antes no sabía mi lugar, Ben, ahora si -lo miró con cierta decepción.
-No es así, ambos sabemos lo que debemos hacer.
-Haré lo correcto -aseguró Rey levantando la mirada-. Y aunque estés reacio, sé que también lo terminarás haciendo.
-Tomé mi decisión y nada va a cambiar.
-Entonces detén esto -se refirió al Forcebond, retrocediendo algunos pasos, tenerle cerca la ponía nerviosa.
-La Fuerza nos está muestrando el destino.
-El que a mi me muestra es muy diferente al que tu ves.
Rey cerró sus ojos, quería cortar la conexión de una vez, pero no era algo que pudiese solo así controlar o cortar de tajo, era algo fuera de su total alcance.
-Líder Supremo -interrumpió una tercera voz que hizo que ambos se distrajeran, solo así la silueta de Ben desapareció.
-¿Porqué siguen ocurriendo estas conexiones? -se dijo a si misma
Rey apagó el fuego y sacó de la nave un par de mantas y una pequeña colchoneta para recostarse. Mirando el firmamento se puso pensativa, nuevamente estaba sola y recordando lo mucho que le costaba dormir; pensó cuanto pudo en como iba a leer cada escrito y averiguar como reconstruir el sable del Maestro Luke, no debía demorarse mucho tiempo, aunque la Resistencia estuviése a salvo a millones de años luz, no podía alargar su ausencia por prolongado tiempo.
Volteó su cuerpo de lado para cubrirse con la manta hasta caer dormida, en medio de la nada.
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Ben posaba frente al espejo mientras escuchaba como el agua salía del grifo, el sonido era relajante y pasivo, se empapó la cara de agua y secó con una toalla, se detuvo frente a su ventana, su paisaje era poco alentador, no había más que tiniebla llena de polvo cósmico, sin que la luz se reflejara. Intentaba no pensar más en lo sucedido, no pensar en Snoke, su padre, su madre, la maldita Resistencia ni en Rey, se detuvo en Rey. Otra vez en esa don nadie; cerró sus ojos, suspiró y se dirigió hacia su cama donde se recostó, no había firmamento que observar antes de dormir, así que solo vio la nada de su tejado, oscuridad y ruido blanco lejano provocado por la nave que orbitaba en algún lugar de algún sistema lejano.
Y nuevamente escuchó ese sonido, ese que le indicaba que la Fuerza estaba presente, lista para una conexión, esta vez decidió dejar de darle importancia, su mirada seguía concentrada en el infinito, sin embargo como si se tratáse de un soplido sus ojos redirigieron su curso a su izquierda y ella estaba ahí, apacible y serena, dormitando.
Los ojos de Ben se exaltaron pero no emitió sonido alguno, giró su cabeza para asegurarse que su mente no le estaba jugando una vulgar treta, si, era Rey, una proyección bastante real.
La divisó de pies a cabeza, observó cada detalle de su cara, sus ojos, su naríz, mejillas, su cabello, sus labios. Comenzó a experimentar un poderoso deseo de tocar su rostro, de sentirla; ya había sucedido una vez, estaba casi seguro que podría de nuevo, alzó su mano con lentitud para acariciar ligeramente su mejilla. Logró sentir un entrañable calor en su rostro, casí podía jurar que sentía su piel; no hubo visiones ni presagios, simplemente sintió la suavidad de su mejilla, casí se desconcierta al ver que ella se movió com ligereza al sentir el frío tacto de las manos de Ben, lo que causó que éste alejara su mano.
-¿Porqué aún puedo verte? -susurró.
Antes siquiera que pudiera hacer algo más, la silueta de Rey se desvaneció en lo oscuro, Ben redirigió sus ojos al techo pensativo. La Fuerza podía ser bastante caprichosa cuando se lo proponía. Era claro que les tenía a su merced, por más ira u odio que pudiera tenerle a la chica, era claro que los dos eran piezas fundamentales para algo que se les tenía destinado.
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La mañana pintaba algo turbia en el planeta, tonos grisáceos y gélidos rodeaban el entorno en donde Rey tenía la nave aparcada, llevaba algunas horas escuchando un sonido constante, seguramente una llamada; se encontraba indecisa si atenderla o declinarla, debían estar pendientes de no ser rastreados. Después de insistentes intentos, Rey finalmente activó la videollamada.
-Estamos algo atareados pero estamos seguros -dijo Finn-. Dime ¿cuándo vas a regresar?
-Estoy intentando recontruir el sable del Maestro Luke -hojeaba algunas hojas de un escrito-. Me va a llevar un poco más de lo que esperaba.
Rey dirigió su mirada al pequeño baul en donde se encontraba el sable partido en dos.
-Procura no demorar -interrumpió Finn sus pensamientos.
-¿Porque? ¿Están en problemas? -interrogó con preocupación.
-Dime ¿cuándo no los hay?
-Si -respondió atendiendo la ironía-. Entiendo. No quiero tardarme tanto, solo...
-¿Rey? -la angustia en Finn aumentaba-. ¿Está todo bien?
-No, solo... -Rey quería hablar sobre el Forcebond-. No, si, está bien solo que es... raro estar sola de nuevo.
-¿Quieres que Chewie y yo vayamos por ti?
-No, no, no se muevan de donde están. Ustedes están más en riesgo que yo, en cuanto termine de poner todo esto a salvo, iré con ustedes, no mandes tu localización hasta que volvamos a hablar, tenemos que comunicarnos lo menos posible, podrían rastrear la comunicación.
-De acuerdo, cuídate mucho, Rey.
-Lo haré.
Rey soltó un largo suspiro antes de recargarse en el asiento del copiloto, mordió sus labios pensativa.
-¿Porqué ese traidor me lo está poniendo tan sencillo?
Los ojos de Rey casí salen de sus órbitas y se giró con brusquedad para volver a ver la proyección de Kylo Ren a escasos metros detrás ella.
-¡No te atrevas! -saltó del asiento.
-Encontrarles no es mi prioridad en este momento -avanzó levemente para contemplar su alrededor-. ¿Porque estás aquí?
-Eso no es tu asunto -replicó con indignación.
-Claro que lo es -miraba a su alrededor como si se tratara de buscar algo.
-¿Qué estás...?
-Viniste a ocultar algo -aseguró.
Rey abrió sus ojos con sorpresa, antes de que Ben pudiera decir alguna palabra más, le vio tomae uno de los escritos sagrados, eso la puso en total contexto. No era una proyección, no era un Forcebond, era real, era él.
Se apresuró a atraer su bastón con la Fuerza para defenderse, no es como que pudiera hacer mucho con él pero debía alzar su guardia.
-¿A qué haz venido? -preguntó con hostilidad.
-¿Crees que puedes vencerme con eso? -presumió viéndola con cierta inferioridad mientras le arrebataba de sus manos aquel bastón usando la Fuerza y lanzándola con rápidez a la pared.
Se acercó a ella antes de que ella pudiera incorporarse pero no esperó el puñetazo que le propinó causando que ambos levantasen sus manos para inmovilizarse usando la Fuerza, en lugar de ello ambos se unieron casí en un abrazo forzado.
-Detente -forcejeó Rey.
-Tú primero -sugirió.
-¿Qué es lo que quieres?
Ben la miró directamente a los ojos antes de responderle. En la mirads de ella logró decifrae miedo, ira, confusión y algo más. ese algo más pudiera ser la razón de su ida hasta allá.
-Necesito respuestas -contestó sereno.
Continuará...
