31 de Julio.

Disclaimer: Ningun personaje me pertenece, todo es obra de Rowling y no gano nada con esto.


Todo había sido muy vertiginoso. Había amanecido en su casa, desayunado con con su mujer y a menos de tres horas de aquello, estaba en San Mungo a punto de ver nacer a su primer hijo. James sintió que el corazón ib a salirsele.

Había entrado con ella, quería estar allí en el momento en que su bebé saliera al mundo. Los minutos parecían eternos, como si alguien hubiese hechizado el tiempo para hacerlo más lento.

Finalmente sus oídos oyeron el más maravilloso de los sonidos que jamás oiría: un llanto.

Todo su mundo se redujo de repente a dos personas, una era Lily, a quien todavía sostenía de la mano. La miró y pensó que nunca había estado tan linda, tan perfecta más de lo hubiese sido con anterioridad, y la otra persona era Harry. James jamás sintió un vínculo tan fuerte con alguien como el que experimentó ni bien lo vio.

¿Así que eso era ser padre?¿Sentir que aquella personita, que aún lloraba en brazos del medimago, había cambiado su vida para siempre?¿Sentir que existía un lazo entre ellos que duraría eternamente?. Lo amó desde el momento en que supo que vendría a este mundo, y lo amó aún más cuando, por fin, lo vio en brazos de su mamá que no paraba de besarle la cabecita y de repetir una y otra vez que era hermoso.

Pero todo lo anterior fue insignificante cuando Lily se lo pasó y acunó él. Nada, absolutamente, nada se comparó con alzarlo por primera vez. Todas las bonitas sensaciones del mundo se agruparon en su pecho en ese momento. James lo miró con detenimiento, era su vivo retrato, la forma de su cara, la nariz, la boca, todo. Le intrigaba el color de sus ojos, pero el muchachito se negaba a abrirlos.

Miró a Lily, con los ojos humedecidos en lágrimas y le sonrió — Te amo, hermosa. Los amo— James aún con Harry en brazos, se inclinó y la besó. — Soy muy, muy feliz—agregó—eres todo lo que siempre soñé que serías, mi esposa y madre de mis hijos, y no me fallaste. Te amo.

Atrás había quedado ese adolescente rebelde y revoltoso de Hogwarts. Con sus jóvenes 20 años se había convertido en un hombre y padre de familia, y aunque no lo dijera estaba orgulloso de aquello.

Volvió a mirar a su hijo, lo amaba tanto que sintió que hasta era capáz de dar su vida por él.