El tesoro de Helga Hufflepuff
Helga Hufflepuff, en el fondo, era la mejor educadora de los fundadores. Porque claro, es fácil educar a gente que nació con talento, pero ella tenía algo que los demás nunca comprenderían, ni siquiera el virtuoso de Godric.
Disclaimer: No soy Rowling ¿Es necesario tener que decirlo?
Helga Huffepuff suspiró profundamente mientras observaba distante a los niños jugar en el lago. Era, sin duda, el último día soleado de verano, colmado de gritos alegres, brisa musical y calidez del cielo, pero lo único que puede sentir Helga es angustia. Una vez más se había puesto a pensar qué sería de sus queridos Hufflepuffs si ella no hubiese sido una de las fundadoras de Hogwarts.
No tendrían cabida en el castillo…
Y es que no lo decía, pero se había decepcionado profundamente de las palabras de sus amigos, y pese a que habían pasado años desde aquella conversación, a veces volvía a recordar ese momento con amargura y pesar.
"Yo sólo educaré a los valientes de espíritu…"
"Yo sólo educaré a quienes estén ávidos de conocimientos…"
"Yo sólo educaré a los Sangre Pura…"
Aquello último desató una gran discusión entre Godric y Salazar. El primero, argumentándole que su actitud estaba marcada de prejuicios ¿Prejuicios? ¿Y lo que hacían él y Rowena qué era? No entendía la actitud selectiva de sus amigos. Claro, es fácil educar a alguien cuando tiene las mismas afinidades de uno. Es fácil que tus alumnos saquen buenas notas si nacieron con esa predisposición… ¿Por qué alguien osado tenía más derecho a la educación que el resto? en fin. Sentía que la actitud de Godric y Rowena era igual de discriminante que la de Salazar.
Y es que Helga tenía algo que los demás nunca alcanzarían a comprender. La capacidad de ver la belleza en cualquier persona. Sabía lo que los demás pensaban "No todos pueden ser especiales ¿Cómo es que algunos destacan más que otros?" Salazar le decía muy a menudo que lo que ella hacía era tenderle una mano a los desvalidos…
Pero ella no veía a sus alumnos como desvalidos. No. Ella no los incluía por simple lástima o por su corazón solidario. Ella veía talento en aquellos chicos que de no ser por ella hubiesen sido el resto… Había tenido que contener a muchos alumnos que se sentían inútiles por no rendir en los exámenes pese a su esfuerzo, ayudar personas frustradas a que se asumieran con sus defectos y virtudes, enseñándoles así su talento oculto. Sabía que tenía más trabajo que el resto de los fundadores, pero sabía que cosecharía más frutos que ellos…
– ¡Profesora Hufflepuff! – Dos niños de su casa se le habían acercado corriendo. Estaban despeinados y sus mejillas estaban rojas por el cansancio, además, sus túnicas estaban llenas de tierra.
– ¿Pasa algo? – Preguntó Helga agachándose hasta quedar con su cara al mismo nivel de los niños y mirándolos con esos ojos ámbar llenos de calidez.
– No, nada… es que verá. Ayer estábamos en la Sala Común y…– El niño, algo cohibido, sacó del cinto de su túnica un pergamino bastante sucio y arrugado- Olvidé guardarlo en un mejor lugar antes de ponerme a excavar– Dijo con sus ojos cargados de súplica mientras le tendía el pergamino.
Helga le entregó una de sus más confortantes sonrisas y desenrolló el pergamino. Estaba lleno de firmas de sus alumnos – Desde los más pequeños hasta los grandes-– y en el centro una corta y concisa frase, que hizo que Helga se emocionara y abrazara a esos dos niños sin poder contener sus lágrimas:
"Gracias por creer en nosotros"
Acá yo de nuevo, rompiendo mi promesa de no publicar XD. Buehhh un one-shot no le hace daño a nadie, no? Más aún si es cortito… saludos
