Xiaolin Showdown

Título: Héroe

Resumen: Omi siempre creyó que Jack era bueno en el fondo, y que solo necesitaba de un pequeño empujón para aceptarlo pero jamás imagino que Jack Spicer podría convertirse en un héroe, destrozando su corazón de paso.

Aclaraciones: Este es un Jami (JackxOmi). Si no te gusta el género es un buen momento para regresar. Si no estás listo para ver a un Omi adolescente/adulto en temas adultos entonces aún estás a tiempo de regresar. Si decides seguir te recuerdo que habrá cosas que quizá no te gusten pero ¡Hey! Ya estas advertido.

Si quieres seguir adelante pero temes por tu visión de Omi como un niño pequeño te daré el mismo consejo que Freaku medio una vez; Cierra los ojos, concentrate y piensa: "Omi ya es Dashi, Omi ya es Dashi". Cuantas veces necesites hasta que puedas verlo así. O, para evitar la meditación, puedes ver estos enlaces donde C2ndy2c1d nos muestra a un Omi mayor (y sexy). Link: c2ndy2c1d. tumblr / search / Jack Omi

Advertencias: Insinuaciones sexuales sólo al comienzo del fic. Nada realmente descriptivo pero las insinuaciones son suficientes como para entenderlo. Un poco de trauma psicológico (no sexual).

Imagen: La imagen es It's okey y pertenece a C2ndy2c1d.

Descargo de responsabilidad: Estos personajes no me pertenecen son propiedad de Christy Hui. Algunos Shen Gong Wu son propiedad de la Warner Brothers gracias a la magia y poder de los contratos firmados con sangre, eh, firmados bajo legalidad, sí, eso... Esta historia es sólo para el entretenimiento, sin fines de lucro.


Capítulo 1

A hero's tale

La primera vez que Omi se escabullo por su cuenta a la casa de Jack por el simple gusto de verlo tenía ya dieciséis años cumplidos.

Ese mismo día, por la mañana, su maestro había tenido una muy incómoda charla con él... Omi había intentado escabullirse pero el maestro Fung era aterrador cuando se lo proponía y el pobre cumpleañero tuvo que soportar el discurso completo. Cuando finalmente termino Omi se alegró de haber tenido esa charla con su maestro porque muchas de sus dudas se habían resuelto en ese momento.

Cuando llego a la casa Spicer sin embargo se encontró con algo que no esperaba; Vio a Jack sí, pero Jack estaba haciendo algo con lo que Omi había luchado durante los últimos años para no hacer. A pesar de eso, el monje no pudo apartar la vista.

Escondido entre las sombras observo con ojos ávidos cada movimiento, cada giro, cada detalle de lo que ocurría frente a él y una vez que Jack termino Omi salió corriendo de la casa Spicer y se encerró en uno de los baños del templo, repitiendo en su memoria y en sí mismo lo que había visto... Incluso había tenido que quitarse su camisa para morderla y evitar soltar algún otro sonido... Omi siempre había evitado mirar inclusive su propio cuerpo desnudo pero en ese momento no le importo en lo más mínimo; Jack parecía tan, relajado, satisfecho, tan hermoso...

La cabeza del monje choco contra la pared cuando su espalda se arqueo y a pesar de haber estado mordiendo la tela un sonido se escapó de su boca (de su garganta mejor dicho) y termino, ensuciando el piso y a sí mismo en más de un sentido.

Era una suerte que como monje Xiaolin hubiera sido librado de las privaciones porque, como un monje budista normal, habría tenido que abrazar el celibato obligatoriamente y en ese momento, exhausto y satisfecho, no podía pensar en algo más restringente que la castidad.

Agobiado con sus propios pensamientos, Omi intento averiguar con sus amigos un poco más sobre lo que había visto y hecho... Sin decir exactamente que lo había hecho o visto. Empero sus amigos se habían puesto incluso más incomodos que él cuando hablo con el maestro Fung y el monje se encontró con que no podía hablar de ello con nadie en el templo.

-Oh... ¿Te gusta Spicer? Pensé que si algún día te gustaba alguien seria Kimiko. O la chica loca de los gatos –eso fue lo que Dojo le había dicho al oído en el siguiente duelo xiaolin, en el que Jack le había ganado a Clay en un concurso de patinaje artístico sobre hielo-

Omi simplemente se había sonrojado, balbuceando cualquier cosa para alejar la atención del pequeño Dragon pero Dojo le había hablado con tanta tranquilidad que el monje decidió confiarle a él sus preguntas.

-Omi ¿Desde cuándo tú, de entre todas las personas, piensas en sexo?

-Por favor... –le suplico el monje un par de días después, rogándole que hablara en voz baja para que nadie más los escuchara-

-¡Y con Spicer de entre todas las personas!

-Dojo, por favor... –le rogo de nuevo y esta vez el dragón se detuvo, lo dejo esperándolo un momento y regreso después con el computador portátil de Kimiko-

-Tienes suerte de que sepa usar esto. Y de que sepa como borrar el historial de Internet –Omi entendió muy poco de lo que Dojo dijo pero después de leer bastante información sobre las relaciones carnales entre dos varones y un video demasiado, demasiado explícito, su mente se había aclarado un poco más aunque su cuerpo... Bien, Omi tuvo que hacer un muy largo viaje al baño esta vez-

-Omi, tardaste horas ahí adentro ¿Te sientes mejor? –el monje se atraganto cuando Kimiko le hizo esa pregunta pero Dojo se adelantó, evitando que respondiera cualquier cosa-

-Yo le dije que no comiera la salsa especial de Clay pero no quiso escucharme. Tal vez la diarrea le ayude a saber cuándo escucharme –Omi solo asintió, agradeciéndole a Dojo en voz baja y esa misma noche se escabullo de nuevo a la casa Spicer-

-Jack Spicer –saludo con cortesía a pesar de haber entrado groseramente y sin tocar-

-Bola de queso –Jack respondió al saludo como siempre y lo miro con algo de extrañez- Es algo tarde, seguramente ya paso tu hora de ir a dormir

-Yo no tengo hora para ir a dormir. Soy un monje guerrero Xiaolin y dentro de poco seré un dragón Xiaolin –replicó el monje-

-Yo creo que esa falta de horario es por lo que no has crecido lo suficiente –se rió el pelirrojo y Omi hizo un puchero-

-¡He crecido!

-No demasiado... ¿Qué haces aquí a esta hora? –Omi tuvo la decencia de lucir algo avergonzado-

-He venido a recordarte que me debes una promesa de hace años atrás –Jack alzó una ceja- Dijiste que me invitarías un Monday –esta vez, Jack hizo una cara de confusión-

-¿Te refieres a un Sundae?

-Sí, eso.

-Bueno... Yo les dije que les invitaría un helado pero ustedes...

-¡No! –lo interrumpió el monje- No vengo por mis amigos Jack, vengo por mí... Quiero comer un Monday contigo –el pelirrojo lo miro fijamente un momento antes de encogerse de hombros-

-Si eso quieres... Mañana a las cinco ¿Esta bien? Te espero aquí, en el laboratorio. Y no llegues tarde o no te invitare nada mas –Omi asintió emocionado y regreso al día siguiente, treinta minutos antes de la hora acordada- Vaya, de verdad te gusta el helado ¿Eh, bola de queso?

A partir de ese momento, Omi comenzó a visitar la casa Spicer con más y más frecuencia a pesar de las dudas y los comentarios de sus amigos sin embargo, cuando el maestro Fung no hizo ningún comentario al respecto el resto de los dragones xiaolin lo dejaron estar.

Tuvieron que pasar un par de meses para que el monje tuviera la confianza suficiente para confesarle a Jack que lo había espiado y lo que había visto exactamente. Jack se había molestado con él, bastante, pero gracias a su honestidad su relación había avanzado un paso más. Un paso que Omi estaba deseando dar desde hacía mucho tiempo pero no se había atrevido por dudar de los sentimientos del otro.

Para su alegría, a pesar de todo, las cosas avanzaron a un buen ritmo.

Jack se presentó en el templo (vestido con un traje y sonrojado hasta las orejas) para hablar con el maestro Fung y Omi había tenido una charla con los padres de Jack también.

Las salidas a comer helado se convirtieron en algo como una rutina de escape para los dos y aunque Jack seguía empeñado en que él era malvado Omi estaba seguro de que Jack era bueno en el fondo, y que solo necesitaba de un pequeño empujón para aceptarlo.

Lo que no imagino sin embargo, es que Jack pudiera convertirse en un héroe con tanta rapidez y facilidad. Rompiéndole el corazón de paso.

-Tienes los gustos más extraños en cuando a los sabores de helados Omi -le sonrió Jack cuando salieron de la tienda rumbo al cine. El monje aun tenía su helado en la mano pero el pelirrojo se lo había terminado en un instante porque según él tenía calor-

-Me he propuesto degustar todos los sabores de helados que hay en existencia en este establecimiento Jack, es por eso que las combinaciones suelen ser por demás, diferentes

-Puedo ver eso –bufo Jack con una mueca divertida antes de chocar contra algo- Oye... Hey ¿Estás bien niño?

Omi observó a su acompañante levantar del piso a un niño pequeño al que había derribado sin querer. El niño estaba conteniendo el llanto y Omi alcanzó a detener la pelota de futbol que el pequeño había estado pateando antes de que Jack chocara con él.

-Eso es, todo está bien -el monje le acercó el balón de nuevo y le tendió su helado. El niño lo tomo encantado y los dos se quedaron con él hasta que se lo termino- No debes jugar con la pelota en la calle niño –lo reprendió Jack con algo de suavidad. Claro, el que Omi le diera una mirada de reproche ayudo mucho a que no le gritara a la pobre criatura- Hay muchos autos aquí y podrían atropellarte o algo ¿Tu casa está cerca? -el niño asintió- Entonces ve a jugar allá. Y ten cuidado al cruzar la calle ¿Entendiste?

Omi le sonrió y le dijo lo bueno que había sido con el niño pero Jack solo bufó y le rehuyó la vista, lo que no le sirvió de mucho porque Omi sabía que se había sonrojado.

-Vámonos ahora. Ya no podremos ver ni la mitad de la película

Acababan de cruzar la calle cuando, en la acera de enfrente, vieron al mismo niño jugar de nuevo con su pelota. Jack comenzó a quejarse acerca de lo tonto que era ese niño y Omi lo regaño por supuesto; los niños eran niños, no se podía hacer mucho al respecto.

-¡Pero...! Le dije que tuviera cuidado -se quejó el pelirrojo- ¿Qué tal que pierda la pelota y decida ir tras ella y un auto lo golpee? Los niños son increíblemente problemáticos y lo sa¡HEY!

Todo paso demasiado rápido.

Incluso para él.

Justo como Jack lo había dicho el niño pateo la pelota con la suerte de que ésta reboto un par de veces antes de ir directamente a la calle. El pequeño, inconsciente del peligro, corrió detrás suyo al mismo tiempo que un auto cruzaba la avenida principal a toda velocidad...

Jack grito para advertir al niño y saltó la valla de seguridad para correr a donde estaba y se lanzó por él, empujándolo fuera del camino y poniéndolo a salvo sólo para que entonces, un segundo después, el auto lo embistiera a él de lleno, arrojándolo varios metros en el aire hasta que cayó al piso haciendo un ruido sordo y girando un par de veces, deteniéndose por fin boca abajo.

-¿Jack...?

Los peatones se acercaron corriendo a donde Jack estaba y otros más se acercaron al niño que parecía no tener un rasguño pero aún así estaba llorando. El conductor del automóvil bajo de su vehículo y comenzó a gritar... Omi se acercó lentamente a donde Jack estaba recostado, inmóvil. Escuchaba gritos a su alrededor pero no supo que era lo que decían, sólo tenía ojos para el pelirrojo que estaba frente a él.

-¿Jack...? -lo llamó una vez más-

Y lo siguió llamando, incluso cuando los paramédicos lo subieron a la ambulancia y él fue con ellos. Incluso cuando la madre de Jack fue al hospital a buscar a su hijo. Incluso cuando el médico salió a recibirlos y negó con la cabeza, diciendo algo que él no fue capaz de escuchar. Lo siguió llamando en su mente, incluso cuando la madre de Jack lo aferro a él a su pecho, apretándolo con tanta fuerza que estuvo a punto de desmayarse.

-¿Jack? –le preguntó a la mujer pero ella solo lo abrazó con más fuerza y comenzó a sollozar-

-Omi... Oh Omi... Jack... Mi Jack fue hoy un héroe -le dijo la mujer y Omi asintió; el siempre había sabido que Jack era bueno en el fondo. Lo único que no podía entender era porque su madre iría a buscarlo a un lugar llamado "Morgue" y no a una habitación del hospital-

-Omi... –el padre de Jack lo sujeto de los hombros cuando intento ir tras la mujer y Omi lo miro consternado- Tu estuviste ahí ¿Cierto? -Omi parpadeo-

-¿Dónde...? ¿Dónde está Jack? –pero el papá de Jack negó y Omi se dio cuenta de que estaba llorando ¿Estaría orgulloso de que su hijo fuera un héroe?-

-Ven conmigo Omi. Vamos a conseguirte ropa para la ocasión –el monje frunció el cejo, confuso, preguntándole de que ocasión hablaba- Una despedida Omi. Una despedida que ningún padre debería darle a su hijo –fue lo último que le explico y Omi fue con él-

El papá de Jack le compro un traje negro y le dijo que lo vistiera. El papá de Jack lo llevo a varios lugares; una florería, una sala de inhumaciones e incluso al cementerio... Omi estaba muy confundido ¿Había muerto alguien?

Se lo pregunto al papá de Jack. El hombre no dijo nada por un rato sin embargo lo llevo a un restaurant de comida rápida.

-Come algo Omi. Necesitas tomar fuerzas

-¿Para qué? –preguntó confuso-

-Para cuando te des cuenta de lo que ha pasado –le respondió el hombre con expresión indescifrable y Omi solo obedeció, comiendo sin hambre realmente-

-¿Y Jack?

-A esta hora, ya debe estar en casa –el papá de Jack lo miro- Iremos en un momento. Apenas se te asiente un poco la comida y no vayas a vomitar

-¿Por qué vomitaría? -el papá de Jack negó con la cabeza y lo tomo de los hombros-

-Jack te quería mucho. Muchísimo Omi. Eras tú de lo único que hablaba, incluso más que de sus cosas mecánicas -el monje se sonrojo- Yo voy a hacerme cargo de ti. Yo y mi esposa nos haremos cargo de ti. Nada va a faltarte nunca. De ahora en adelante, eres un hijo para nosotros... Voy a ser para ti, el padre que siempre debí ser para Jack.

Omi solo lo miro confundido, sin entender lo que pasaba a su alrededor.

Jack se había convertido en un héroe ¿Por qué entonces su corazón se sentía como si lo hubieran atravesado con una daga de frío metal?


Este no es el Jami/JackOmi que he estado escribiendo pero últimamente estoy pegada con esta pareja. Chase no esta feliz por esto aunque no sé si es por Jack, por Omi, o por el JackOmi en general. Y no voy a preguntárselo. Temo por mi integridad física...

¡Gracias por leer!