Quizás se pregunten "¡¿Otra historia?!" pues si pero esta historia la obtuve por medio de una negociación con un gran amigo y colega que llegamos a la conclusión de que esta historia seria escrita por los dos pero publicada por mi. A cambio le otorgue los derechos de otras dos historias que tenemos ideadas, quise obtener esta historia por que es mi favorita junto a mi propia historia "Hermanos Imperiales" ademas es la que esta casi por completo ideada.
Renuncia de Derechos: El mundo de Naruto, sus personajes y elementos no son míos, pertenecen a Masashi Kishimoto. No busco fines de lucro sino promover la escritura y la lectura.
Prólogo
…
Caos y locura era lo que se respiraba esa fatídica noche de octubre en la aldea de Konoha, a la distancia a la salida de la aldea en los bosques que se le rodeaban se podía ver una luna llena a fondo de la dantesca escena del enorme ser de nueve colas con forma de zorro que rugía poderoso y fuera de control atacando todo a su paso mientras los ninjas que trataban de pararle solo morían en sus garras o presa de sus colas que de simples golpes destrozaban el suelo arrancando enormes masas de tierra de toneladas de peso que volaban por el aire cual simples dominós que un niño en pleno berrinche lanza al estar molesto de sus padres, era sin duda una de las escenas más diabólicas que alguien pudiera imaginar, más aun cuando de las fauces de aquel enorme ser se formaba esa gran esfera de poder oscuro que de un solo soplido volaba por el aire directo a uno de los costados de la aldea que en cosa de un respiro era devorado en una explosión de poder demoniaco que a más de uno dejaba en pleno shock, sin duda, era el fin de Konoha o lo habría sido de no ser por ese hombre que sobre un gran sapo armado con una espada se interponía en el camino del enorme ser, su mirada estaba firme sobre el demonio que en plena locura no parecía prestar importancia a esa aura de poder que le rodeaba presagiando una enorme batalla como pocas veces los aldeanos y ninjas hubieran visto en sus tierras; fue en efecto una pelea digna del recuerdo donde los Jutsus volaron junto con los sellos que atrapaban las colas del demonio una a una hasta que pronto lo tenía en el suelo pero pese a su gran ventaja eso solo era temporal ya que algo tan poderoso solo se detendría siendo sellado, ahí fue cuando el llanto de pequeño en brazos de la herida mujer pelirroja llamo la atención, en realidad no deseaba hacerlo pero no había más salida y claro que confiaba plenamente en su aldea sabiendo que lo tratarían como el héroe que era… o eso fue lo que él espero esa noche en que el dios de la muerte se dejó ver en Konoha aceptando ese trato que se pagó con un alma muy especial antes de disiparse dejando todo en silencio, un silencio que era roto solo por el llanto de ese pequeño abandonado en medio de todo aquel caos, esa fue la noche en que el Bijū de nueve colas ataco la aldea de Konoha pero al final las cosas no saldrían como el hombre esperaba pues las personas son tontas y rencorosas, al punto de que ni el paso del tiempo cura las heridas.
Era una noche serena y calmada en la aldea de Konoha como todas después de que el correr del tiempo ayudo a que la aldea se recuperara del ataque del Bijū o eso se suponía que era pues en los barrios más bajos de la aldea era donde siempre se hacían ver esas personas reunidas en una pequeña turba de no más de 15 o 20 personas que vociferando lanzaban insultos a alguien que no estaba presente pero que son duda los hacia enojar y muchos.
- ¡Estoy harto de ese demonio hay que matarlo de una vez por todas! - Dijo uno de esos hombres con una mueca de enojo en su cara antes de darle un trago a su botella de whisky de fuego que casi se había terminado pues ya tenía casi toda la tarde bebiendo hasta perder la poca cordura que tenía, si el alcohol y el rencor eran muy malos consejeros como pronto todos habrían de descubrirlo al marchar como cada noche en busca de su venganza contra ese demonio que arruinó sus vidas.
- ¿Cómo lo matamos? no importa que le hagamos, siempre se fuga - Dijo, fue la queja de otro de esos ebrios hombres mientras compartía un poco de whisky de fuego con uno de sus colegas y ahí fue cuando una de las mujeres presentes se dejó escuchar pues ella tenía una buena idea de cómo lograr su misión.
- Mis amigos se van a hacer cargo – Decía esa mujer rencorosa al tiempo que señalaba a sus acompañantes que con bandas con insignias muy claras se denotaban como ninjas de la aldea que ahora mismo estaban dispuestos a luchar y matarlo de una vez por todas, como fue que logró que ellos les ayudarán era un misterio después de todo ellos si bien detestaban en su mayoría al demonio nunca se metían por temor a su Hokage que cada día era más viejo quizá esa era la razón del porque estaban ayudando esa noche, Sarutobi era cada vez más anciano y su poder en la aldea parecía caer en favor del concejo o eso era lo que todo mundo pensaba pero claro nadie lo decía, si seguramente por eso era que al fin estaban decididos a ayudar en esa "justa labor"
- Haríamos lo que fuera por librar a Konoha de ese monstruo y por ayudar a nuestra pequeña jejeje - Comentó uno de esos ninjas antes de apretar el trasero de la mujer, ese misterio se había revelado al fin pues era claro que ellos y la mujer se entendían en una recámara pese a que ella era una mujer casada pero mientras les ayudarán no importaba con cuántos hombres ella se revolcara pues eso servía a sus deseos y con una exclamación de aliento partieron en medio de la noche en busca de lograr alcanzar al fin su meta y darle muerte al demonio que azotaba su aldea.
Mientras los aldeanos y ninjas estaban tramando su golpe sobre el mencionado demonio un hombre un tanto cansado estaba terminando sus deberes por lo que el salía de ahí con deseos de irse a descansar pues el ser el encargado del departamento de investigación era algo que tenía demasiadas responsabilidades que le hacían trabajar hasta tarde como en esa ocasión.
- Bueno ya se acabó el trabajo de hoy menos mal un poco más de estrés y le arrancaría la cabeza a ese ridículo experimento que no me quiere salir - Se quejaba el hombre con una voz un tanto jocosa, inclusive el sintió escalofríos al hacer esa clase de comentarios que el definitiva no eran lo suyo pero bueno lo mejor era no pensar en eso pues sin duda por más que su protegida le pidiera que fuera más divertido no serviría pues estaba condenado a ser siempre alguien serio y profesional, salió de su pequeño laboratorio con calma oyendo en el aire ese alboroto que venía de los alrededores del bosque de la muerte, no sabía porque estaba pasando eso después de todo rara vez alguien se acercaba a ese sitio sin haber un examen Chūnin menos aún a mitad de la noche cosa que aumentaba lo siniestro de ese sitio, lo dejó ir pues no deseaba meterse en líos innecesarios aunque como siempre su curiosidad parecía ser más fuerte en el obligándole a ir a esos gritos que se hacían fuerte en los alrededores del sitio casi donde la aldea iniciaba en ese sitio de mala muerte tapizado de bares peligrosos y burdeles de mala calaña sin duda la clase de zona donde un ebrio podía gastar todo su dinero en menos de una hora por lo que las personas respetables no transitaban por ese sitio.
- ¡Allá va agárrenlo! - Se escuchó, ese grito llamó la atención del hombre de cabello oscuro y ojos reptilianos que con duda saltaba por los tejados viendo como ese grupo parecía perseguir a alguien que se movía veloz por las sombras huyendo de ese grupo nada pequeño de entre 20 y 30 personas donde unos cuantos ninjas se podían ver corriendo junto a ese grupo de personas, su presencia llamó la atención de aquel hombre que sin duda alguna siguió al grupo con calma mientras se preguntaba que podría causar semejante turba donde incluso había ninjas.
- Ya te tenemos, pequeño demonio - Dijo uno de esos hombres de mal rostro y peores deseos mientras el hombre miraba a la distancia a su presa una figura pequeña de no más de unos 7 años de cabello rubio platinado y ropa algo sucia sin mencionar rota, no tardó nada en descubrir la identidad del pequeño a quien de inmediato reconoció como el pequeño Jinchūriki de la aldea, no era otro más que Naruto Uzumaki a quien tenían acorralado
- ¡Ya déjeme en paz yo no les hice nada! - Grito con fuerza el pequeño rubio platinado al tiempo que ese grupo avanzaba hacia el con deseos de acabar con su vida cosa que veía con claridad en los ojos de esos hombres y una que otra mujer presente
- Mentiroso, tu eres quien mató a cientos y hoy morirás demonio - Dijo, otro de esos hombres dijo esas palabras logrando que Naruto sólo frunciera el ceño por esas palabras antes de que escupiera al suelo la sangre que salía de su boca pues esa marca en su rostro indicaba que ya había recibido un golpe antes de llegar a ese punto.
- ¡Son unos imbéciles yo no lastime ni mate a nadie, pero si me atacan les prometo que al menos uno de ustedes va a salir muy mal! - Exclamo, era aguerrido eso era un hecho más considerando su tamaño eso se lo tenía que reconocer, ese hombre que vigilaba todo con enojo en su interior pues no comprendía la estupidez de los civiles
El Yondaime Sennin (Sabio Cuarto Hokage) fue un gran hombre que sacrificó su vida por esa aldea e incluso sacrificó a su hijo en favor de Konoha, pero por disposición del concejo la identidad del pequeño estaba sumida en el misterio por proteger su vida, aunque viendo como lo tenían en ese momento era claro que eso había sido un completo fracaso.
- Malditos yo mismo los acabaré a todos por idiotas - Pensó para sí mismo el hombre listo para saltar sobre ellos con deseos de matarles por su actitud para con el pequeño rubio platinado, no alcanzó a meterse cuando ese hombre atacó al rubio platinado sujetando su cabello antes de alzarlo del suelo con crueldad burlándose de la manera en que estaba pataleando.
- Jajajajaja ya no eres tan rudo verdad demonio ahora voy a terminar lo que empecé antes cuando te me escaparate... Uh ¿Dónde está mi cuchillo? - Se preguntó el hombre que momentos antes fue el responsable de golpear la mejilla del rubio platinado que metía su mano en su ropa, él no se dio cuenta de que cuando tuvo al irubio platinado a la salida de ese bar después de golpear su rostro el logro despojarlo de su arma.
- ¡Quieres esto! - Exclamo y el cuchillo brilló en el aire fue movido directo al cuello del hombre que sólo sintió el metal sobre su yugular que se desgarro salpicando sangre por todos lados antes de que el cayera al suelo sujetando su cuello que sangraba con fuerza sin que él tuviera salida alguna moriría eso era un hecho, el rubio platinado con sangre en su cuerpo vio al grupo delante de él apuntando esa arma a sus atacante que sin dudar se lanzaron contra él, el arma que el rubio platinado sostenía se movió de un lado a otro hiriendo a más civiles que sangraba con fuerza de las zonas blandas donde eran heridos e incluso uno que otro ninja presente sufrió una herida de manos del rubio platinado al tiempo que el rubio platinado perdía esa arma por la patada que recibió en su estómago, fue tan fuerte que voló por el aire cayendo pesado al suelo mientras esos hombres se acercaban a él, Naruto estaba herido y sangrando de su boca mientras sentía como sus opciones se terminaban por no poder hacer nada, quizá podría huir pero con ninjas presentes sin duda sería atrapado acabando aún peor si ese era quizá su final, fue ahí cuando esa extraña figura salida de la nada aterrizó frente a él entre su persona y el grupo que veía con asombro al hombre de piel pálida que se posaba mirándoles con ojos bastante molestos.
- Orochimaru_sama, que alegría que este aquí ayudemos a acabar con ese sucio demonio - Pidió con deseo una de las tres mujeres presentes mientras miraba al Sannin de cabello negro que miraba al rubio platinado en el suelo que parecía molesto y pese a todo con la voluntad de seguir luchando por su vida.
- Minato_sama siempre dio todo por el mundo y más por esta aldea, incluso su vida y más - Comenzó a decir el Sannin mientras se colocaba frente a rubio platinado en el suelo que miraba al hombre de piel pálida que poco a poco tenía una expresión aún más molesta que la que mostraba antes cuando llegó - Su último deseo fue que a Naruto se le tratará como lo que es, un pequeño héroe que protegía Konoha pero ustedes prefieren ser estúpidos y hacer esto - Dijo, el Sannin se dio la vuelta de golpe dejando que su instinto asesino se dejará sentir en ese sitio haciendo que los civiles perdieran el color de sus rostros mientras que los pocos ninjas de ese grupo sentían que estaban en un muy bien lío pues ese hombre rara vez mostraba tal ira en su rostro, si eso tenía que ser una muy mala señal - Son unos imbéciles que no merecen el sacrificio que él hizo y si lo desprecian de este modo entonces no tienen derecho a tener sus asquerosas vidas, son un despojo inmundo que debe ser erradicado para que ya no pudran más la aldea, y yo mismo lo haré - Dijo, de la manga del Sannin una larga espada Jian de doble filo que salió brillando a la luz de la luna antes de atacar al grupo.
Los gritos resonaron con fuerza en el aire nocturno al tiempo que el Sannin cortaba de lado a lado a sus víctimas que sólo suplicaban por su vida mientras la sangre se derramaba por todos lados tiñendo de rojo el suelo sucio de ese callejón mientras el rubio platinado en el suelo sólo podía escuchar esos gritos y súplicas de piedad son dejar de sonreír con cansancio pues al fin después de muchas noches de huir y luchar por su vida había al fin hallado a alguien que parecía estar de su lado y ahora mismo estaba acabando con esos tipos que trataban de acabar con su vida, los gritos se oían en el aire al tiempo que el cansancio poco a poco comenzaba a hacer que el rubio platinado se perdiera en la inconsciencia pues había estado corriendo todo el día tras ser echado a la calle por la encargada del orfanato donde vivía pero ante todo una idea rebotaba dentro de su mente "un pequeño héroe" no entendía el porqué de eso pero poco importaba pues sus ojos se cerraban al tiempo que una cabeza rodaba por el suelo cerca del rubio platinado que vio antes de desmayarse a la figura del Sannin de cabellos negros que le miraba con atención.
- Nadie te lastimará y quien lo intenté de nuevo acabará muy mal, te lo garantizo - Dijo, eso fue lo que el Sannin dijo y el rubio platinado se perdió al fin por el cansancio sabedor sé que quizá su vida estaba a punto de dar un giro que nunca nadie en toda la aldea pudo haber previsto ni menos las consecuencias que eso podría llegar a causar.
- ¡¿Qué ocurrió qué?! - Se escuchó, fue la estridente y poderosa voz de Hiruzen Sarutobi, el viejo Sandaime de Konoha quien retomo su cargo tras la muerte del gran Sennin esa noche tan distante, el viejo hombre se había quedado hasta tarde terminando algunos pendientes y de pronto su alumno llego sin aviso con cara de pocos amigos diciendo que recién había masacrado a una turba, si esa noticia no le gustó nada al hombre que esperaba una buena razón y cuando supo lo del ataque al rubio platinado se calmó en parte aunque aun así no le gustaba lo que pasaba, se suponía que la aldea lo vería como héroe pero eso no pasaba y cada día le trataban peor pese a sus intentos de cuidarlo y ahora remataba con esto, se suponía que tenía ANBUs vigilando al chico que no le habían reportado eso sin duda estaban mintiendo a todas luces por lo que ahora tendría que castigarlos de una buena manera, según el Sannin amputarles algún miembro serviría aunque para Sarutobi eso no era la salida al menos no la que él deseaba para ellos pero en esos momentos eso no era lo que le importaba pues el rubio platinado era prioridad
- Lo deje con alguien de mi confianza, estará a salvo - Comento el Sannin de piel pálida mientras en un departamento modesto un pequeño y cansado rubio platinado yacía inconsciente en una cama mientras una joven chica de unos 10 u 11 años de cabello negro lo veía inconsciente con mucha curiosidad - Sensei quiero tomar al niño como mi aprendiz - las palabras del Sannin dejaron a Sarutobi mas que fuera de lugar pues no estaba esperando eso de él menos en una noche como esa
- Pero que cosas dices, si tú tienes a Anko, la tomaste como tu alumna, no se para que lo quieres a él - Dijo, fue la respuesta del hombre de edad mientras el Sannin solo le miraba con calma por su pequeña protesta que comprendía hasta cierto punto después de todo su alumna Anko ya era un reto, tenerlo a él sin duda lo sería aún mas
- Él tiene algo que Anko no tiene… instinto de supervivencia y agresividades naturales, además de un claro talento para el engaño, una gran astucia y una sed de sangre que sé que bien encausada puede volverlo grandioso, no me preguntes como es que lo sé, solo puedo sentirla dentro de él, del mismo modo que tu viste mis dones en mi cuando ni yo los veía, dame la oportunidad de guiarlo, no te fallare y me asegurare de que nunca más nadie lo dañe y quien trate de hacerlo acabara más que muerto - Dijo, la decisión en los ojos del Sannin eran claros y Sarutobi sabía que pasara lo que pasara el tomaría a rubio platinado por lo que al final suspirando acepto.
- Sabes siempre supe que sería grandioso, más porque sus padres le dejaron esto - Dijo, el hombre de edad saco un pergamino viejo de su cajón del cual tras una bola de humo dejo ver esos objetos, Sarutobi no lo veía o sentía, pero el Sannin Orochimaru si, había algo en eso, algo siniestro y poderoso como pocas veces había sentido - No sé por qué se los dejaron pero cuando lo entrenes y esté listo quiero que vengas por ellos para que se los des - Ordeno Sarutobi mientras daba su permiso al entrenamiento del rubio platinado que ahora sin buscarlo había conseguido un mentor y un poco de su legado, sin mencionar una amiga que se preguntaba cuando rayos ese flojonazo iba a dejar de roncar y a devolverle su cama, pero bueno esa ya era otra cosa después de todo el futuro al fin parecía cambiar para Naruto Uzumaki quien solo dormía sanando sus heridas sin saber lo que ya le estaba esperando en el horizonte.
…
Nota: Esta historia aun esta en un perfil llamado "TwoDarkDragons" esta es una cuenta compartida con mi colega y amigo, ahí estará una nota y la razón de por que ahora los caps se publicaran en mi perfil. Al igual que con mis otras historias, es posible que tenga imágenes que mas adelante subiré. Por ahora, eso es todo, cualquier, duda o inquietud me la escriben en los comentarios, por favor, disfruten el fic.
LeNashSkoll
