LA DESTRUCCIÓN O EL AMOR

Autora: Lian_dana

Tipo: Historia corta

Disclaimer: Card Captors Sakura es propiedad exclusiva de CLAMP y otras empresas con fines de lucro U_U... Nada de nada. No intento infringir ninguna ley. Y ni quiero, ni me interesa infringirlas. Si estas en contra de una posible relación entre Sakura y Syaoran, Tomoyo y Eriol, o combinaciones, mejor no lo leas. Aceptó de todo, menos virus y cosas dañinas para mi salud y la de mi computadora. Espero sean benévolos conmigo, es el primer fic que escribo de este tipo. ^^

Nota o precaución: Este es un lemon, no tengo idea en que tipo de lemon entra, pero mejor absténganse los menores de 15, no quiero que después me demanden por daños a la salud.

Dedicatoria: para ti.

E-Mail: alex_dana@uole.com

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 Capítulo I   Pasión de la Tierra

"La guerra no es buena, porque vencer a un hombre es tan amargo como ser vencido por él".

Albert Camus

Ella lo obligo a soltarla tiernamente, las miradas se cruzaron y al instante se desviaron. "Los ojos son el espejo del alma", recordaron súbitamente. Ella retrocedió y dio media vuelta, temerosa de lo que descubrió, él sólo recargó su cuerpo en un ventanal con una serenidad que no sentía, a él le había asustado lo que vio.

Bajo la mirada vacilante tratando de encontrar un suspiró. El silencio en la habitación era incómodo, como si estuviera preparando el terreno para una confrontación.

- Un silencio incómodo- pensó ella, dirigiendo una furtiva mirada al ventanal.

Los pensamientos vagaban por la cabeza del joven, un escalofrío recorrió su cuerpo, recordó que estaba nevando y sintió como un escalofrío lo envolvía al verla.

- La atracción es más fuerte entre más poderoso seas- pensó mortificado.

Él sabía que no sería capaz de contenerse, ella estaba parada en medio de la habitación; delicada cual muñeca de porcelana con su fino cabello cayendo por sus hombros formando una figura exquisita.

Se acercó delicadamente al cuerpo de ella, hechizado por su figura, la rodea con sus brazos por la cintura, atrayéndola hacia él, ella fue tomada por sorpresa ante la caricia, levantando la cara al instante con un ligero rubor en las mejillas.

Él acerco su cara al cuello de la joven, se estremeció al sentir la suave caricia de su piel en sus labios. Ella se estremeció ante el atrevido contacto.

Estaba hechizado de una manera que ni él podía deshacer. No lucho más, se dejo llevar por las sensaciones. La joven acarició las manos de él tímidamente.

- No debemos- escuchó en un susurro él, cuando iba a besar de nuevo su cuello.

- Sólo hoy- murmuró con voz ronca.

La voz del hombre a sus espaldas era ronca por el deseo, cosa que ella percibió claramente. Ella suspiró de nuevo disfrutando el beso que era depositado en su cuello.

Él: el mago más poderoso de toda la historia, la deseaba sin vacilaciones y tan sólo un "Sólo hoy" había sido suficiente para derivar todas las barreras.

Eriol la giró para poder ver su rostro teñido por un leve rojo. La observó por unos segundos, sus labios se unieron a ella de una manera despiadada, ella abrazó a su amigo y en un ligero descuido él introdujo su lengua en la boca de ella saboreando la vainilla y fresa de su boca. Él la atrajo más hacia su cuerpo.

Tomoyo rompió el beso, le faltaba el aire, respiraba agitadamente con las manos apoyadas en el pecho de él, sonrió: él también estaba agitado. Aquella sonrisa se acentúo al ver el siempre sereno y tranquilo rostro de su acompañante ahora perturbado y con un ligero velo de ansia.

Eriol empezó a recorrer la espalda de la joven en un vaivén casi frenético. Ella con manos temblorosas e inclusive torpes, deshizo los botones de la camisa blanca.

- No eres igual a ella- suspiró dando pequeños besos en los hombros ahora desnudos de ella.

- ¿Por qué?- preguntó cerrando los ojos

- Tu eres diferente... eres Tomoyo... MI Tomoyo- ella ya no preguntó más, entendía lo que él quería expresar.

Se abandono a las suaves pero a la vez lascivas caricias que él le prodigaba.

- Cada caricia, cada herida- pensó la joven de largos cabellos.

Tomoyo recorría con un tacto delicado pero cargado de pasión el torso de su amante, su respiración ya no era regular, empezaba a jadear igual que él.

Pronto la ropa ya no estorbaba. Eriol la miró inquisitivamente, después la tomo en brazos y la recostó en la cama, Tomoyo se estremeció al sentir el contacto del satín con su piel, pronto eso no le importó, se concentró en grabar cada sensación que él le producía.

Sus manos jugaban con el fino cabello azul oscuro enredándose en sus dedos; él estaba embriagado con el aroma suave que despedía el cuerpo de ella.

Sus manos dibujaron el contorno de la joven, cada forma y figura. Llego el momento adecuado, ella se acomodo, él empezó a moverse, de pronto paró, vio la expresión que se dibujaba en la cara de su amiga, una lágrima recorrió la mejilla de Tomoyo.

Empezaba a nevar con mayor fuerza.

Él ya se estaba separando, cuando ella abrió los ojos y le sonrió, instándolo a continuar, Eriol titubeo, lo menos que quería hacer era dañarla de alguna forma, sus dudas se disiparon cuando ella rodeo su cintura con las piernas.

Suspiros, jadeos, gemidos, gritos, pasión, deseo, amor, dulzura, prohibición, traición, locura: todo se mezcló en aquella cama con los amantes.

- ¡Te amo!- gritaron al mismo tiempo mientras se perdían.

Él hundió su cara en el cuello de ella, su respiración agitada se topaba con la piel de la joven. Ella jugaba con el pelo de él, estremeciéndose con el suave contacto del aliento de Eriol contra ella.

En la madrugada Tomoyo se levantó de la cama, decidida a marcharse, dirigió una mirada a la persona que estaba a su lado, parecía dormir profundamente. El cabello azul caía desordenadamente en su rostro, haciéndolo endemoniadamente atractivo, esbozó una sonrisa, en su mirada se descubría la tristeza. Se reprocho el hecho de estar ahí con él, en los brazos de él. Le había asustado lo que vio en los ojos de ese hombre porque creyó ver el amor.

Se disponía a parar cuando una mano firme la detuvo.

- No te vayas... - dijo en un murmullo pero ella lo escuchó claramente- quédate... sólo hoy.

"Sólo hoy" retumbó en los oídos de Tomoyo

- Debo hacerlo- dijo con lágrimas en los ojos- él ira por mí- murmuró.

Un silencio se apodero de la habitación, pero está vez no era incómodo, sino un silencio en donde los amantes podían seguir juntos.

- Lo olvidaste- se rompió el silencio- olvidaste que él iría- dibujo una sonrisa en su rostro entre burlona y cómplice.

- ¿Y Sakura?- preguntó con la misma sonrisa que él tenía

- Lo olvide- dijo mientras la sonrisa seguía en su rostro- sólo fuimos de compras y lo olvidamos- finalizó atrayéndola hacia él.

Un suave beso depósito en los labios de Tomoyo, recostándose y abrazándola. Ella cerró los ojos disfrutando el calor de Eriol, hacia unos momentos sentada en la cama había tenido un frío en el corazón ahora ya no lo sentía.

Él jugaba con un mechón de cabello gris, la observaba y por fin sus ideas contenidas mil y un veces por su misma razón salieron. No podía tolerar que en unas cuantas horas ella se iría y lo dejara sólo, que ella se separaría de él y le brindaría sus sonrisas y amor al otro.

- Al oficial- pensó

Que ella lo miraría como siempre y que él sólo seguiría siendo su amigo, que él tendría que hacer un esfuerzo sobrehumano para cuando él la acariciará, para no golpearlo cuando la abrazará, para no besarla, para seguir siendo el novio de su mejor amiga.

Sólo rogaba para que en los momentos de soledad ellos se encontraran, para volver a gritar lo que sentían, para amarse.

Rezaba para que ella le perteneciera en todos los sentidos...

Tomoyo recargada en el pecho de Eriol, lloró en silencio, sin derramar una lágrima. Cuando saliera el sol, ellos dos se separarían, volverían a ser amigos, volverían a reír, a mirarse como amigos y ella no quería pensar en la imagen de Sakura y él juntos.

Que su mirada azul profundo fuera dirigida hacia su amiga y que ellos dos se olvidarán de lo que sentían el uno por el otro cuando sus elegidos estuvieran ahí.

No le gustaba pensar que ellos serían estrictamente "amigos" pero rezaba para que algún día de loca pasión y desenfreno amoroso volvieran a unirse, volvieran a decir: "Te amo". Rezaba porque lo amaba, porque quería volver a tocar su alma.

- Un sentido de pertenencia- murmuró Eriol.

La mujer levanto la cabeza y le sonrió de una manera única, lo besó como si fuera la última vez. Olvidándose de que Sakura Kinomoto, su mejor amiga, era novia del hombre al que amaba. Eriol olvidándose de que la mujer que tenía entre sus brazos era novia de su mejor amigo: Syaoran Li.

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Sus rezos habían sido escuchados...

La mujer de hermosa voz, se acercó al hombre de mirar enigmático, lo abrazó fuertemente y él correspondió como si se le fuera la vida.

- Sólo hoy- dijo ella antes de besarlo y ser correspondida.

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Notas de la autora:

Moshi!!!!

**^///^**, esta es la pequeña cara de la pequeña autora, jijijijii, demasiado roja para ser posible. Espero no me maten, esta es una historia corta: 3 o 4 capítulos máximos, no más, por la salud mental de la que escribe esto. En los otros capítulos explicare estas relaciones. El título fue tomado de una vanguardia ( si no saben aplíquense en Literatura), ya que me pareció extremadamente adecuado para lo que describo en este fic.