Disclaimer: Lamentablemente el mundo de HP no me pertenece, pero alegremente se me permite disfrutarlo y jugar con sus personajes ^^
Aquí, incursionando con una pareja homosexual por primera vez
Me encanta que Dumbledore fuese gay !
Bueno, sin otro particular dejo mi invensión reciente
No quería afrontar la realidad; su compañero, su amigo, su amor, ese que lo había logrado comprender tan bien en sus años mozos, ese que lo complementaba y que llenaba de dicha su corazón de hombre envejecido. Ese, que a base de los ideales en los que ambos habían creído, ahora quería dominar el mundo mágico y muggle. Le pesaba en el alma, no quería obedecer al ministro, pero debía hacerlo, debía hacerlo Por el Bien Mayor, debía acabar con la vida del único que había removido su corazón inherte, sin embargo, quería ir, enfrentarlo y persuadirlo, convencerlo de que estaba mal, que todo podía volver a ser como antes, que finalmente lograrían amarse desenfrenadamente, sin que alguien se interpusiese en su camino, si hubiera habido un antes. A pesar de todo, sabía que no podía hacerlo, sabía que él no iba a cambiar, que no iba a entender razones, porque alguien tan orgulloso y altivo como él, no entendía razones, más que las propias. Sabía que ni siquiera él mismo podría convencerlo de cambiar de parecer y que dejase de tratar conquistar el mundo.
Tomó sus cosas y partió a Albania, donde él había decidido esperarlo, porqué sí, Gellert siempre supo que llegaría el momento en que ambos se enfrentarían, hasta se preocupó de hacerle saber dónde se encontraba, para que no tuviese que buscarlo, aún enfrentándose mutuamente, no dejaba de ser considerado.
Se apareció en los oscuros bosques del país, que se acomodaban fácilmente al temperamento de aquel hombre, tan oscuro y frío.
-¡Pero si aquí viene mi querido Albus!¡Qué grata sorpresa mi buen amigo!- Le sonrió Gellert
-Podrías dejar las familiaridades, hace mucho que dejaste de ser mi amigo- Dijo, mientras levantaba su varita al mismo tiempo que lo hacía su contrincante. El primer hechizo abandonó los labios del búlgaro. La batalla que se desató a continuación parecía nunca acabar, luces que parecían fuegos artificiales inundaban la oscuridad del húmedo bosque. La superioridad del mago tenebroso era evidente.
-¡Adivina qué Dawn, la várita de sáuco me pertenece finalmente!-alardeó- Luego de tanto tiempo, al fin logré demostrar, que esos cuentos infantiles nunca lo fueron.
Albus miró anhelante el pedazo de madera que estaba firmemente apretado en la mano de su oponente, era casi como un tesoro inalcanzable. Dejó de distraerse y prosiguió con la lucha que mantenía con Grindelwald. Las maldiciones iban y venían, se veían descargadas en contra de los árboles del lugar, creaban un claro rápidamente.
Cada hechizo que salía de su varita, dejaba una pequeña herida en su alma, no quería matarlo, no estaba dispuesto a matar, no todavía. Por fin, luego de mucho rato, un hechizo golpeó de lleno el pecho del mago malvado. Albus agradeció que solo se hubiese desmayado. Se acercó al cuerpo caído, tomó la varita que aún empuñaba firmemente y se la arrebató. La Varita al fin era suya, pero a costa de la libertad de su intento de amante.
Asió su cuerpo contra el suyo, miró su cara siempre en paz, se acercó delicadamente y rozó tiernamente los finos labios masculinos de quien movió sus pasiones de joven, quien se quedó con su corazón. Lo observó una vez más, exhaló prolongadamente y se desapareció. Lo dejaría atrapado, así como el inglés había quedado en él luego de su partida y abandono, lo dejaría en la cárcel que él mismo había hecho.
¿Qué les pareció? Háganmelo saber por un rr, si hay algún horror ortográfico ruego perdón.
