Bien, desde que ví la segunda temporada de este anime, deseaba leer algo de esta pareja y decidí probar y escribir un fic. Me gustaría compartirlo para saber si es de su agrado, así como ser corregido en caso de tener algún error, etc...
Esta planeado para ser una historia mediana de 5 capítulos que se irán agregando uno cada semana o posiblemente si tengo tiempo libre agregue dos cada semana, no puedo asegurar eso pero mínimo tendrán uno cada domingo que será escrito el viernes y el sábado.
Contenido: Soft yuri - Ui x Azusa
Ni el anime/manga de K-ON! ni los personajes aquí mencionados me pertenecen, todos son propiedad de sus respectivos autores y son utilizados por mi persona con fines no lucrativos.
Capitulo 1.
Estaba sentada afuera de la casa de Yui, aparentemente tanto ella como Ui estaban durmiendo y no se atrevía a entrar, prefiriendo sentarse a esperar. Sus ojos estaban cerrados y estaba aferrada a sus piernas, temblando ligeramente a causa del frío. El invierno estaba siendo bastante duro ese año, suerte que se había abrigado bien esa mañana. Vestía con un pants blanco, una playera celeste de manga larga y cuello alto y un abrigo azul marino. Sus manos estaban cubiertas por unos guantes y su cuello por una bufanda, todos del mismo color que la playera. Tenía parte del rostro cubierto por la bufanda pues así podía estar un poco más cálida mientras esperaba. A su lado izquierdo estaba su guitarra, una Fender Mustang'69 color Rojo Dakota, guardada en su estuche.
No se percató de cuánto tiempo había pasado, simplemente escuchó unos pasos que venían de la calle y levantó el rostro, encontrándose con Ui que venía de la calle, aparentemente de hacer las compras debido a la bolsa que llevaba en su mano derecha. Esta rió un poco y se acercó, mirándola con cierta curiosidad
-¿Qué haces aquí afuera?-
Preguntó la castaña, tendiéndole una mano a la chica para ayudarla a ponerse de pie.
-Yo… bueno… creí que estaban dormidas pues toqué y nadie me abría, así que decidí esperar-
La castaña sonrió, abriendo la puerta de la casa y dejando a Azusa pasar, entrando detrás de ella y cerrando
-Supongo que Yui sigue dormida… debiste enviarme un mensaje al celular, así te hubiera respondido-
-Lo sé… pero no quería despertarte, ¿Cómo iba a saber que ya habías despertado?-
-No tienes que preocuparte tanto, podré vivir si duermo cinco minutos menos… la próxima vez mándame un mensaje o me enojaré-Sonrió, quitándose el abrigo y colgándolo en un perchero. Debajo de aquel abrigo beige que llegaba hasta sus rodillas, llevaba una playera negra de manga larga y una falda del mismo color que llegaba un poco más debajo de sus rodillas. Para proteger sus piernas del frío, llevaba unas medias largas que ascendían hasta su muslo, perdiéndose debajo de la falda.
Ambas chicas se adentraron a la sala y se sentaron debajo del kotatsu, encendiéndolo. Azusa sonrió al sentir como poco a poco comenzaba a entrar en calor y cerró los ojos, recostando la parte superior de su cuerpo sobre la mesa. Suspiró suavemente, mirando con el ojo derecho a Ui que estaba a su lado y le dedicó una sonrisa tierna.
-¿Crees que Yui tarde en despertar? Me pidió que viniera para ayudarle a ensayar pero…-
-Jajaja, conoces a mi hermana, seguramente en un par de horas despertará… pero da igual, ¿desayunaste? ¿Quieres que te prepare algo también? Haré el desayuno así que puedo hacer también para ti-
Sonrió mirándola mientras sus ojos brillaban. Ya había probado antes la comida preparada por Ui y sabía que tenía un sabor muy bueno y era obvio, siendo ella quien cocinaba para ella y su hermana, todos los días practicaba -Claro, si no es ninguna molestia… pero si lo deseas puedo ayudarte- Dijo mientras se ponía de pie aunque fue detenida por la castaña que le sonrió mientras era ella quien se levantaba
-Tranquila, puedo encargarme yo sola, tengo que cuidar de mi hermana siempre así que la cocina no es un problema para mí-
-¿Segura? Mmm… ¿no quieres ayuda en algo más? No quiero quedarme solo viendo…-
-Tranquila, Yui me ayudó con la limpieza ayer así que descansa, ¿sí?-
-Está bien…- Volvió a tomar asiento, un poco a su pesar pero sonriendo y tomó su guitarra, sacándola del estuche y comenzando a tocar aunque sin conectarla a ningún amplificador para no hacer escándalo. La castaña sonrió y fue a la cocina que se encontraba al lado, comenzando a sacar las cosas para hacer el desayuno, tarareando suavemente una canción que Azusa identificó como una de las que habían tocado las chicas en la presentación durante la ceremonia de bienvenida, cuando ella había entrado a la preparatoria Sakuragaoka.
Unos minutos después, comenzaba a percibirse en el aire el aroma del curry que comenzaba a cocinarse mientras Ui salía por un momento de la cocina y se dirigía a la segunda planta, entrando a la habitación de su hermana mayor
-Yui, es hora de levantarte, el desayuno está casi listo y Azusa está esperándote- Le dijo moviéndola un poco aunque la mayor no parecía haberle escuchado y seguía profundamente dormida. Ui volvió a moverla, hablando un poco más fuerte y esta vez reaccionó. La mayor se talló los ojos con el dorso de la mano y los abrió un poco, mirando a su hermana.
-Diez minutos más…- Le pidió volviendo a acomodarse en su cama, abrazando su almohada suavemente
-No, tienes que levantarte, Azusa está esperando- Le dijo volviendo a moverla y abrió la cortina, dejando entrar la luz del sol la cual hizo que la mayor no tuviera más opción que levantarse. Ui sonrió y volvió a la cocina, siguiendo con la preparación del desayuno mientras Azusa seguía concentrada tocando.
-¿Se levantó?- Preguntó a la castaña, dejando de tocar para guardar la guitarra y dirigirse a la cocina.
-Sí, aunque no quería hacerlo- Azusa rió al oírla, negando con la cabeza y poniéndose de pie a su lado, mirando la comida que estaba casi lista
-¿A qué hora se acostó ayer a dormir?- Preguntó aunque justo cuando Ui estaba por responder, la mayor de las hermanas se asomó por la puerta de la cocina, saludando a las dos menores que estaban encargándose de servir los alimentos.
Azusa volteó a verla y en cuanto la encontró con los ojos, no pudo evitar reír por el aspecto que tenía: Completamente despeinada, el pijama desarreglado e incluso un poco de saliva seca en la comisura de sus labios. Ui se acercó y le arregló el cabello a su hermana para luego humedecer un trapo y limpiar su boca con delicadeza.
Luego de aquel gesto que hizo sonreír a Yui y suspirar a Azusa, llevaron las cosas al kotatsu y se sentaron, dando gracias y comenzando a comer –Sempai, tienes que ser más responsable, estas ya en segundo año- Regañaba Azusa a Yui que era defendida por Ui con argumentos que no tenían mucho que ver aunque hacían que Azusa desistiera pues la chica veía todas las cosas negativas de su hermana de una forma positiva y en caso de no poder verlo así, lo llamaba tierno, defendiéndola de cualquier comentario como una madre defendiendo a su hijo de las críticas de otras personas, demostrando el cariño que sentía por su hermana.
Habían pasado varias horas desde que desayunó con Ui y Yui. Ahora se encontraba en casa de ellas pero, solamente con Ui ya que la mayor había salido con las demás chicas para pasear e ir a tomar un café. Ellas tenían planes con Jun qué canceló de último momento por un problema en casa. Decidieron posponer los planes y pasar el día juntas así que estaban recostadas en la cama de Ui, mirando el techo y conversando mientras escuchaban música de distintos grupos que eran de su agrado en la computadora que tenían a un lado en la mesa de noche. Primero Ui elegía una canción y luego Azusa la siguiente, así sucesivamente.
De pronto, Ui hizo una pregunta que sorprendió demasiado a Azusa y aparte le hizo sonrojarse demasiado, volteando a ver a la castaña -¿Alguna vez has besado a una chica?- Preguntó mirando el video de la canción que había elegido mientras escuchaba como la chica de cabello oscuro tosía a su espalda. Volteó a verla, sorprendiéndose al encontrarla completamente ruborizada y desviando su mirada a un lado
-N-no…-
-¿Segura?- Dijo divertida al ver esa reacción, sospechando que eso no era cierto.
-Segura… no he besado a una chica-
-Pero te gustaría-
-NO!- Dijo ruborizándose más
-Sí, te gustaría… ¿es Yui?- Preguntó sonriendo, con mucha curiosidad pero al mismo tiempo emocionada, su hermana y la chica eran muy unidas, quizá había algo más que amistad entre ambas.
-Ya te dije que no he besado a una chica…- Dijo ruborizada, mirándole de reojo
-Vale, vale, disculpa- Sonrió y se recostó, mirando el techo de su habitación mientras estiraba una mano hacia el techo, mirándola unos momentos.
-Aunque… no dije que no deseara hacerlo…- Susurró sonrojada mientras se recostaba boca abajo, hundiendo el rostro en la almohada. La castaña le miró sorprendida, ladeando la cabeza con cierta curiosidad.
Al escuchar a su amiga, sonrió y volteó a verla, haciendo que le mirara también –¿Quieres probar?- Susurró sonriendo, con las mejillas un poco ruborizadas, notando que las de su amiga estaban completamente rojas.
Azusa miró a un lado, nerviosa, tragando saliva y sin saber que responder a aquella pregunta. ¿Estaría bien hacerlo? No era que no quisiera… tampoco le desagradaba su amiga pero, nunca antes había besado a alguien por lo que ese sería su primer beso. ¿Sería también el primer beso de Ui? –Pero… nunca he besado a nadie…- Susurró apenada, mirando a la castaña fijamente a los ojos.
Sonrió, intentando darle valor a su amiga para animarla y se acercó un poco, acariciando su mejilla suavemente con la mano izquierda –Yo tampoco…- Le dijo sonriendo y se acomodó en la cama, quedando sobre Azusa, que cada que sus ojos se encontraban con su mirada, miraba a otro lado y se ruborizaba otro poco y se ponía cada vez más nerviosa.
-Ui…- Susurró notando que la castaña se acercaba un poco más a ella y entonces cerró los ojos, respirando profundamente para relajarse mientras sentía como colocaba su mano sobre su mejilla y le acariciaba suavemente, juntando sus frentes –Yo… no se… ¿estás segura?- Susurró abriendo los ojos, ruborizándose al verla tan cerca mientras sus manos se aferraban a la cobija de la cama a causa de los nervios pues era la primera vez para ella estando tan cerca de otra persona y tratándose de su mejor amiga hacía que se pusiera aún más nerviosa.
-Si no quieres, no tienes que hacerlo…- Susurró, acariciando la mejilla de la de cabello oscuro, sonriéndole dulcemente. Azusa negó suavemente con la cabeza, seguido de un pequeño susurro
-Está bien… pero te dije que no se besar- Le dijo cerrando los ojos mientras esperaba. Ui sonrió y poco después colocó sus labios sobre los ajenos, cerrando los ojos mientras le besaba de una forma tierna y de cierta forma inexperta pues no había besado a nadie antes. Azusa no pudo evitar sonreír al sentir la calidez de los labios ajenos sobre los suyos e inconscientemente llevó sus manos a la cintura de su amiga, tomándola con delicadeza mientras correspondía de forma tímida su beso.
Unos segundos después, Ui se separó y sonrió, recostándose nuevamente al lado de Azusa y mirando el techo. Azusa se giró, preocupada y se acurrucó a su lado, rodeándola con su brazo derecho por encima de su estomago –¿Lo hice mal?- Preguntó preocupada al pensar de que quizá aquello le había desagradado a su amiga, que negó con la cabeza
-No, tranquila- Le dijo la castaña sonriendo, abrazándola suavemente y acariciando su cabeza. Le gustaba ese lado de Azusa, tan tierna, tan tímida y tan frágil a pesar de que siempre se comportaba de una forma decidida y un poco explosiva. Le sonrió dulcemente, sintiendo como apoyaba su mejilla en su hombro y comenzó a acariciar su cabello. Sin darse cuenta, las dos quedaron profundamente dormidas en la cama, acurrucándose una a la otra y dibujado en el rostro de ambas una sonrisa tierna.
Al despertar, Azusa se encontró sola en la cama, arropada con la cobija. Se alteró un poco al no sentir a nadie a su lado y abrió los ojos pues aunque había despertado, seguía con estos cerrados. Se sorprendió al darse cuenta que ya había caído la noche y se sentó en la cama, mirando alrededor mientras sus ojos se adaptaban a la oscuridad del cuarto. No había señales de su amiga.
Entonces, escuchó un ruido que provenía de la panta baja, seguía adormilada y no podía identificar los sonidos claramente pero aparentemente eran risas. Se levantó y comenzó a caminar, abriendo la puerta de la habitación. El corredor y las escaleras tenían la luz apagada al igual que la habitación, pero ya sus ojos se habían adaptado a la oscuridad y podía ver por donde debía caminar.
Al bajar las escaleras, se encontró con todas las chicas reunidas en la sala, incluso estaba ahí Nodoka, amiga de la infancia y vecina de Yui. Estaban cenando yakiniku y arroz. Al verla, Ui sonrió y se puso de pie, acercándose a ella y tomando su mano, haciéndola acercarse al kotatsu y meterse en este, quedando entre ella y Ritsu. Sonrió mientras comenzaba a comer, mirando a las chicas y escuchando lo que decían mientras se integraba a la conversación aunque no entendía mucho, al parecer estaban contando sobre las cosas que habían hecho ese día. Entonces, una pregunta le hizo recordar lo que había ocurrido con Ui y el rubor no tardó en hacerse presente en su rostro –¿Ustedes que hicieron?- Preguntó Mio, mirando a Ui y a Azusa –Creí que habían salido con Jun-
Se sintió salvada al oir a Ui responder –Si, ese era el plan pero canceló… así que nos quedamos en casa- Explicó brevemente, sin decir las cosas que habían hecho aunque Ritsu había notado que Azusa se sonrojó y la joven sabía que su sempai no estaría conforme con esa respuesta…
-Y… ¿Qué hicieron en casa?- Preguntó Ritsu, codeando a Azusa, que dio un pequeño brinco al sentir el leve golpe de la mayor.
-Nada en especial… solo conversamos- Le dijo Ui, completamente tranquila aunque se notaba que también disfrutaba de ver tan nerviosa y avergonzada a su compañera.
-¿De qué?- Insistía la mayor, mirando a ambas chicas con una sonrisa de oreja a oreja.
-Aah… nada importante…- Decía Ui, buscando calmar la curiosidad de la baterista. Le dedicó una sonrisa confiada y aparentemente eso apagó la curiosidad que sentía la chica que se quedó en silencio, siguiendo con su cena y no volvió a preguntar nada relacionado con el tema.
Ya era más de la media noche cuando se retiró Nodoka, quedando solamente Azusa, Ui y Yui aunque esta última ya se había quedado dormida. Se puso de pie, tomando su abrigo dispuesta a retirarse –¿Por qué no te quedas esta noche? Es tarde como para que te vayas sola, vives un poco lejos-
Volteó a ver a la menor de las hermanas, ladeando ligeramente la cabeza –Pero… ¿estás segura?- Preguntó un poco insegura, no quería ser una molestia para ellas, ya había sido suficiente pasar todo el día en su casa
-Tranquila, quedate a dormir, tus padres saben que estas aquí y es mejor que te quedes a que salgas a estas horas-
Lo pensó un momento y sonrió, dejando nuevamente su abrigo en el perchero –Esta bien, me quedaré- Dijo sonriendo y caminó junto a su amiga.
Ambas se dedicaron a escombrar, lavar y arreglar las cosas que habían usado a lo largo de la tarde/noche. Al terminar, fueron a la habitación de la castaña y se sentaron en la cama, mirando por la ventana. Azusa dio un pequeño bostezo y Ui sonrió divertida, abrazándola y echándose en la cama, quedando abrazada a ella. Azusa se sorprendió un poco y le miró, ladeando la cabeza. Ui le miraba a los ojos y le sonrió dulcemente –Vamos a dormir- Le dijo. Se notaba el cansancio en sus ojos, no solo Azusa estaba agotada de aquel día. Esta asintió y se levantaron para luego volver a recostarse aunque debajo de las cobijas. Estaba de espaldas a la castaña cuando sintió sus brazos rodeándola por la cintura y escuchó su susurro, sintiendo su aliento en la nuca –Buenas noches Azusa… descansa- Su piel se erizó y un escalofrío recorrió toda su espalda.
-Igual tu Ui…- Susurró sonriendo de forma tierna aunque alegre y en menos de diez minutos, volvía a estar dormida en brazos de su amiga.
