Sí.

Dan un aire de tristeza. Uno que se asemeja a lo que temo.

Temo alegrarte y, de un momento a otro, desaparecer.

Desaparecer de tus recuerdos y de tu vida.

¿Cuándo comenzó a preocuparme tanto una colegiala insensible y con una sonrisa macabra?

Miras los destellos en el cielo nocturno. Los que toda la gente está viendo en este momento pensando en miles de cosas o tal vez solo en ellos. Al fin y al cabo, si cierras tus ojos y piensas en el cielo no podrás pensar en nada más.

-Es precioso- sueltas aun mirándolos.

Precioso es ver los distintos colores que su iris toman en cuanto explota uno más de ellos, la mezcla de los distintos colores de los fuegos artificiales con sus verdes es inexplicable, o quizás solo no puedo explicarlos ahora. No tendría que pensar esto, ¿cierto? Es una colegiala y yo un adulto que cumplirá 28 este año.

Volteo al cielo por uno de ellos.

-Acabo de sobresaltarme con los fuegos artificiales…- le resto importancia.

Una estela de un tono de rojo se eleva hasta que una explosión de flamas rojas y amarillentas ilumina el cielo sobre nosotros.

Hishiro tiene su boca ligeramente abierta, con un tono infantil en su rostro.

Los cohetes se levantan llegando al cielo para romperse en flores de rojo, amarillo, azul, blanco y otros colores y, cómo no, esos "oooh" y "aaah" de los demás espectadores.

El pensamiento golpea mi mente una vez más.

Los resplandecientes estallidos nacen y mueren en un parpadeo coloreando la oscura noche en una constantemente pintura abstracta.

Temo estar ahora y desaparecer en cualquier momento de sus recuerdos.

Yoake y An están junto a Tamarai y los demás… ¿cierto? Entonces, podría… podría…

No.

Más y más cohetes que se elevan al cielo coloreando con sus resplandores las nubes a su alrededor.

Tal vez.

El último cohete se despide con un estallido plateado y azul logrando dejar a todos en silencio, expectantes a más.

Volteo a ella. Sin darle ningún otro rodeo, la beso.

Sus labios saben ligeramente a fresa…

Hay cierta agitación en mi interior…

Parece… como si estuviéramos ella y yo en este lugar.

Inhalo su esencia… me esfuerzo en recordar todo de ella: cómo sabe, cómo huele, cómo se siente.

Rompemos el beso…

Sus mejillas están ligeramente coloradas.

Su sonrisa provoca varios cortocircuitos en mí.

Y solo atina a decir –Gracias.-

Ella no lo recordará, ¿cierto? Acabo de besar a una colegiala…

Solo… quiero que me recuerde… aunque sea imposible.