Wow… jamás pensé publicar esta historia… ojala les guste.

No coloqué el resumen porque no pude resumirlo, de todas formas vana ir comprendiendo todo si leen bien conforme vayan pasando los capítulos. Obviamente es un SxS.

XD bueno, ahí va … disfruten!!!!

Disclaimer: CCS no me pertenece…. O esta historia sería la continuación de manga xD

Tsurai Zukei

Capitulo 01: El viaje

Sakura tomó el cepillo del aparador y comenzó a peinar su cabello dando pequeños movimientos a hacia arriba y hacia abajo, estaba mucho más largo que antes aunque del mismo color castaño. Cuando niña lo llevaba un poco más abajo del cuello, en cambio ahora llegaba a la mitad de la espalda. Tiró los mechones hacia atrás y los recogió en una cola de caballo.

No se molestó en mirar mucho su rostro, sabía muy bien como lucía. Tomó el cepillo y lo acomodó junto a sus otras cosas en la mochila sobre su cama.

Esa mañana despertó antes de la salida del sol, si es que pudo dormir un poco, hacía mucho que su sueño no era tranquilo, y menos desde que los nuevos vecinos habían llegado. No tuvo problemas para empacar, solo llevaría lo necesario, luego con un trabajo de medio tiempo planea costearse el resto de cosas, sólo llevaba dos maletas medianas y la mochila que descansaba sobre la cama.

También había tenido tiempo de cocinar algo para Touya antes de irse. En realidad había tenido demasiado tiempo, tanto, que fue más el impulso del ocio que el deber lo que impulsó a dejar una pequeña nota para su hermano. Nada tonto ni sentimental, solo palabras y frases cortar, diciendo a dónde iba esta vez, no quería fotografías suyas repartidas en las cajas de leche de toda Asia.

Touya

La universidad mandó una carta la semana pasada diciendo que aceptaban mi aplicación y me dieron la beca completa. Hoy sale mi vuelo, dentro de 2 horas para ser exactos. Te mandaré un boleto para el campeonato nacional. Hay comida hecha, te durará más si no comes con Yukito, ya sabes… el y la comida.

Sakura

PD: En serio, todo esta bien.

Sakura dobló el pequeño papel y lo deslizó por debajo de la puerta del dormitorio de Touya.

Ella supo, luego de leer muchas veces lo que había escrito, que aquello era suficiente, su hermano no era tonto y sabía que nada de eso era el motivo de su partida, pero tampoco era como si ella quisiera explicárselo todo con una taza de café, no era fácil hablar con él, así como ya no era fácil hablar con Tomoyo.

Ya no era fácil hablar con nadie.

La sala del primer piso seguía tan igual como siempre. Los muebles acomodados en forma de U dando la espalda ala cocina, las cortinas blancas y limpias, aunque un poco gastadas por el uso. Ella y su hermano decidieron n cambiarlas nunca más, esas eran las cortinas favoritas de sus padres y así se quedarían por siempre. Entre los muebles se encontraba la mesita de centro con un plato lleno de dulces. Sakura no estaba segura de por qué seguía colocando dulces. Ya no recibía visitas y mayormente eran ellos los que iban a ver a Yukito. Pero supuso que era otra vieja costumbre, al igual que las cortinas.

Los primeros rayos de sol aún permanecían ocultos entre las nubles y Sakura asumió que esa era la razón de que su casa se viera tan fría ahora, eso o era que poco a poco se había muerto con ella y no se había dad cuento hasta ahora. Al verla así tomó con fuerza sus maletas y acomodó su mochila al hombro.

Dejó el lugar con un único pensamiento, no era feliz ni triste ni motivador. No era nada especial y a la vez sentía que abarcaba todo y aún así abrazaba ese pensamiento como algo delicado y frágil.

Jamás volveré a este lugar.

&&&&&&&&&&

No importaba cuanto se empeñara el cielo en nevar, nunca haría suficiente nieve o frío para espantar a los ciudadanos y meterlos en sus casas, a pesar que el canal de clima insistió en no dejar su hogares antes del medio día, la gente el pueblo había ignorado esta advertencia y desde muy temprano habían comenzado toda la bulliciosa y apresurada actividad de todo los días. Syaoran podía observar desde su lugar a la pequeña y movediza cuidad de EdgedTown. Las casas estilo medieval estaban cubiertas de espesas capas de nieve en el techo, y los jardines tenían al menos 20 cm. más blanca y fría cubierta. Sus chimeneas, humeantes a toda hora, se mezclaban con el tumulto de nubes en el cielo y ciudad llena de pequeña luces hacían lucir el paisaje como el de esas bolas de cristal navideñas.

Syaoran odiaba los inicios de clases, los odiaba tanto que tenía que evadirlos cada año e ir y enfriarse sentado sobre una banca en la plaza hasta que su cuerpo comenzara a cristalizarse o estuviera demasiado cubierto de nieve como para ver algo más aya de su nariz, era entonces cuando volvía al campus universitario, obviamente, por el camino más largo.

Hoy era un día de esos, y él como acostumbraba hacer siempre, estaba sentado en la misma vieja y oxidada banca de todos los años, le apenada pensar que un día esa banca sería roída hasta no quedar más que escombros y entonces tendría que buscar otra banca de repuesto o tal vez, acabaría de estudiar antes de que eso pasara y se largaría de ese lugar antes de ver fallecer al miserable montón de madera y hierro donde estaba sentado.

Estaba considerando la idea de que podía llegar ahí una noche y robarse la banca, era fácil y acabaría rápido. Sólo tendría que arrancarla de pavimento y sabía exactamente donde conseguir un taladro, luego, con mucho cuidado la cargaría hasta el baúl de su auto y se la llevaría de ahí para siempre. Realmente le gustaba esa banca y si tenía éxito ya no vería a obesos grasosos ensuciándola ni a niños molestos tirándole cosas o rayando el asiento. No, la tendría solo para él, no dejaría ni que Eriol la tocase y no le importaba cuanto se burlara, el lograría robarse la banca.

Se imaginaba a sí mismo cargándose la banca en medio de la noche cuando algo duro y frío golpeó su mejilla derecha remeciendo con fuerza sus ideas.

"Oh Dios, mira lo que hiciste."

Syaoran vio en frente suyo a una mujer de media edad reprendiendo a una niña pequeña.

"Ve y pídele disculpas al joven" dijo la mujer suavemente. La niña miró temerosa a Syaoran y se acercó lentamente.

"Lo siento" murmuró la niña con su boca escondía entre sus enguantadas manos.

Syaoran asintió levemente y le dio una sonrisa, alzó su mano y le revolvió el cabello ligeramente.

"Lo siento mucho, no debí dejarla sola" se disculpó la mujer cogiendo a la niña de la mano quien se pegó fuertemente a su pierna "No es nada" insistió Syaoran. La mujer hizo una reverencia y se fue con la niña en brazos.

Syaoran se puso de pie y sacudió los restos de nieve de su ropa, de su cabello y de todo su cuerpo, no se había dado cuenta de que toda esa nieve lo había estado cubriendo y seguramente por eso esa niña pensó que una bola más no le haría mal. Sacudió la cabeza y se resigno a regresar al campus, ya no tenía nada que hacer ahí de todas formas, no podía robarse la banca hasta que fuera media noche, entonces que caso tenía permanecer ahí.

&&&&&&&&&&

"Señores pasajeros sírvanse abrocharse los cinturones de seguridad, pronto estaremos arribando a la ciudad de Londres" La voz de una mujer resonó dentro de la cabina de pasajeros del avión y todos aquellos que estaban despiertos hicieron caso a las instrucciones. Los dormidos, incluyendo a una muy despeinada Sakura, se limitaron a refundirse en sus asientos sin preocuparse de nada.

A través de un nublado cielo, el vuelo Tokio- Londres se aproximaba a su destino final. Luego del "no muy forzoso aterrizaje" Sakura se encontraba en el cafetín de aeropuerto tomando una taza de chocolate caliente e intentando leer algo parecido a un mapa de la ciudad. Extendió el papel sobre toda la mesa, buscando algún indicio de a donde debería ir si quería llegar la universidad.

Pero era tan inútil como tedioso, todo estaba entreverado y aprenderse la leyenda de líneas era imposible, para Sakura todas lucían exactamente iguales. Suspiró cansada mientras colocaba el vaso rescatable en un basurero, su única opción era preguntar o tomar un taxi, lo que era más peligroso peor menos vergonzoso que hablar ingles. Afortunadamente para ella, había una joven de apariencia asiática en la zona de registro y venta de pasajes, sin pensarlo dos veces Sakura se acercó a ella y preguntó.

"Si señorita, el campus esta a 60 Km. de la ciudad principal, puede tomar esta guía de buses, vera los de la línea roja…" pero la expresión confundida de Sakura la detuvo. "O bien puede tomar un taxi asignado por nuestra compañía, la llevaran directamente a su destino" finalizó la mujer sonriendo amable.

Sakura asintió, ahora hablaban el mismo idioma. Un taxi era lo que necesitaba!, no la estúpida guía de buses que la llevaría quién sabe donde.

Veinte minutos más tarde ella se encontraba en las oficinas de admisión.

Las grandes puertas de madera eran casi tan imponentes como las de la entrada. Sakura se sorprendió al ver la inmensidad del lugar. Ella lo imaginaba grande, enorme pero era nada comparado con lo que había visto, o que alcanzó a ver, estaba segura de estar en una ciudad completamente diferente. Toda la construcción podía ser el doble del pueblo que había pasado antes de llegar allí y así como enorme era esplendida. Construida casi totalmente en piedra era a remodelación moderna de un castillo medieval.

Sakura tomó asiento frente a un hombre de cabello grasiento y grandes gafas cuadradas. En la carta que le envió la universidad, vino también una hoja de instrucciones para cuando llegara. Según ese documento, ella tenía que registrase y tramitar el papeleo de su beca, organizar sus cursos, verificar el número de su habitación y finalmente podría respirar.

Luego de que casi perdiera la cabeza por la cantidad de papeles que tenía que firmar, Sakura finalmente fue asignada a un número de habitación y para su horror, el encargado de esa oficina de entró otros tres mapas. El primero era sobre el campus universitario, el segundo sobre las áreas pertenecientes a la universidad fuera de los edificios de estudio y el ultimo un mapa de los tres distritos diferentes y de como llegar desde allí hasta la universidad.

&&&&&&&&&&

"Hasta que te dignas a aparecer Syaoran"

Syaoran entró a la habitación que había ocupado desde que entró a la universidad. Jamás imaginó compartir nada con Eriol, pero luego de acabar juntos la secundaria y de que casualmente compartieran el mismo cuarto en la universidad, acabó por acostumbrarse. Más allá de lo molesto, irritante y humillante que podía llegar a ser, Eriol era una buena persona, y bueno Syaoran le debía mucho dinero con las clases de inglés.

Eriol acaba barrer exactamente la mitad de la habitación. Si uno estuviera en la puerta y girara la cabeza podía ver claramente una línea de polvo que dividía la habitación en dos.

"No soy tu madre sabes"- dijo Eriol dejando la escoba junto la línea de polvo. Syaoran lo ignoró su se dirigió a la parte del cuarto donde estaba su cama sin recoger la escoba. Tiró al suelo las tres bufandas de su cuello y comenzó a deshacerse del pesado abrigo color cocoa que tenía puesto. Sólo cuando logró zafarse de el y ponerlo en una silla cerca de su cama se sintió libre de hablar.

"Voy a robarla y traerla hasta aquí" dijo Syaoran mientras lograba sacarse ahora una bota que cayó pesadamente sobre la vieja alfombra. Pequeñas motas de polvo ascendieron a la superficie justo antes de que la otra bota cayera levantando más motas consigo.

"Qué cosa?" preguntó Eriol sin interés mientras aparentemente buscaba algo entre una pila de ropa.

"La banca de la plaza, ya me cansé…" pero Eriol no le dejó continuar" Aquí estaba, toma" y le lanzó una caja. Syaoran la atrapó en el aire. Era blanca y estaba atada con un lazo verde obviamente deshecho por las manos de Eriol, en el borde se veían pequeñas machitas marrones con forma de dedos.

Syaoran tiró la caja al piso sin abrirla, listo para seguir hablado del asalto a la plaza cuando Eriol volvió a interrumpirle.

"No piensas abrirla, te dejé los que no me gustaban" fue el comentario de Eriol al ver la cara molesta de Syaoran.

"Ojala te atoraras con uno mientras te los tragas"

"Madison los dejó para ti esta mañana" dijo Eriol ignorando el comentario "también dijo que la fueras a ver cuando regresaras, tenia 'algo especial para ti'" la mirada que le dio molestó a Syaoran más que lo que dijo.

Estaba acostumbrado a Madison, ella lo acosaba desde el primer día que se conocieron y ella le juró en frente de todas sus amigas que haría hasta lo imposible por ser su primera novia. Eso fue hace casi 7 años atrás, y aún mantenía la horrible promesa que hizo aquella vez en el gimnasio del colegio. Ahora solía mandarle chocolates, tarjetas y toda clase de regalos. Eriol le dijo una vez que ella mandaría una foto de ella desnuda para comprobar si no era gay.

Syaoran pasó una mano por su abundante cabello marrón y se tiró de espaldas sobre la cama. Estaba cansado y hambriento, pero bajar a la cafetería era como ponerse en la boca del lobo o entre las manos de Madison, que era peor.

Venciendo el dolor de su estómago vacío, Syaoran colocó la frazada sobre sí y sin decir más se quedó dormido.

&&&&&&&&&&

Sakura sonrió para sí cuando por fin encontró la puerta de su dormitorio. Ya casi había oscurecido por completo cuando logró estar en el pasillo correcto. Verifico el número de su habitación con la pequeña placa dorada que se encontraba sobre una pulida puerta de madera. ¿Serían todas las puertas de madera? Sakura ignoró el pensamiento e introdujo su llave en la cerradura.

La habitación era amplia de un suave tono naranja. A su derecha estaba el baño y a la izquierda un ropero bastante grande para una sola persona. Cerca del baño había una ventana tapada con un par de cortinas de tela lisa que no hacían juego con los colores de la pared. Las esperanzas de Sakura se hundieron en la base de su estómago cuando vio dos camas separadas por un velador.

Compartiría el cuarto con alguien más.

Lanzó sus pesadas maletas sin mirar a dónde y cayeron sobre la cama cercana al baño. Ella no quería compartir habitación con una descerebrada que anduviera metiéndose en sus cosas. No quería y no lo haría. En ese momento iría hablar con el rector mismo si era necesario. Se dirigió a la puerta cuando ésta se abrió, Sakura dejó caer su boca hasta el piso.

"Por fin llegas" dijo una chica con voz melosa y sin invitación se abalanzó sobre Sakura.

Sakura no pudo defenderse del alboroto que se acerba a ella. La chica la abrazó fuertemente y su cabello en rizos invadió la cara de Sakura impidiéndole ver a su agresor. Luego de un instante o dos se separaran y Sakura pudo ver al fin a la persona en frente suyo.

"Soy Madison White y como vez seremos compañeras de cuarto" dijo la chica sonriendo abiertamente a Sakura.

Madison era casi tan alta como Sakura, su cabello un tono más claro que el de Sakura caía como rizos sobre sus hombros. Su piel era blanca como la de Tomoyo y sus ojos marrones la hacían ver aún más bonita.

Sakura palideció al momento de escuchar su voz, frente a ella estaba la encarnación de todo lo que NO quería tener cerca. Esa chica se veían tan dulce que podriría todos los dientes de su boca. Sakura respiró hondo y tragó los amargos insultos de la punta de la lengua e intentó hablar calmadamente.

"Yo… no… bueno…pensé que…" ese pequeño balbuceo fue suficiente para desatar la lluvia incandescente que salía de Madison cada vez que hablaba

"… que dormirías sola?. No claro que no, yo misma pedí que te transfirieran conmigo, estando en un país que no conoces con gente nueva… jamás dejaría a alguien así!" declaró con un gesto fingido de ofendida. Sakura movió sus labios pero no salían palabras de su boca, el shock la había tomado de sorpresa y antes de que pudiera recuperase Madison la había tomado del brazo y la arrastraba por todo el cuarto hablando de tantas cosas que Sakura solo pudo suspirar.

"…. Y haremos pijamadas, y conocerás tanta gente!, hay Kinomoto va a ser genial. Oh si y también haremos eso y eso también y…"

Finalmente Sakura se rindió y desechó la idea de reclamar, obviamente perdería. Luchar contra esa chica era como sacar una goma de mascar de entre tus dedos… entra mas jalas, más se pega.

Sakura logró despegarse de ella media hora después, su brazo izquierdo estaba clínicamente muerto, al igual que su cerebro. Estaba cansada y luego de escuchar hablar tanto a una sola persona nunca había deseado ser sorda con tantas ansias. Madison parecía una destornillada muñeca de cuerda, gesticulaba demasiado, enfatizaba demasiado y reía tontamente de sus propios comentarios sin gracia. En un principio Sakura asentía levemente a cualquier cosa que ella dijera pero al final terminó ignorándola. Pero eso no bastaría, Madison hablaría y hablaría hasta que perforara la más delicada membrana del cerebro de Sakura, hasta que finalmente la volviera loca u homicida, pensó Sakura con una media sonrisa.

"… fue muy triste, estuve ahí y no pude evitarlo", continuaba entre sollozos el relato de cómo ella lamentaba el no haber salvado a un perro "lo menos que pude hacer fue enterrarlo, le di la mejor sepultura por supuesto, y vino la prensa y bueno, por eso decidí estudiar Derecho, esos pobres animalitos indefensos..." terminó con otro gesto dramático y se dejó caer pesadamente sobre la cama.

"Vaya, eh.. si que es noble de tu parte" comentó Sakura sin interés mientras colocaba sus maletas vacías debajo de su cama.

"Y tu que estudias Kinomoto?"

"Psicología" murmuró Sakura, esa sensación de ser invadida regresaba a ella cada vez que Madison le preguntaba algo.

"En serio? Hay Kinomoto es genial, así podrías ayudarme" Madison juntó sus manos dando pequeñas palmaditas con las puntas de sus dedos. Sakura solo sacudió la cabeza en señal de resignación, ni se molestaría en preguntar porque acabaría más involucrada en lo que sea que ella, Madison, estuviera diabólicamente planeando en su mente.

"Pero ya te hablaré de eso después, ahora vamos a comer, alo mejor ahí lo vemos" y sin decir más se puso de pié como si un resorte la hubiera impulsado fuera de la cama y con la misma rapidez jaló a Sakura del su brazo fuera del cuarto.

&&&&&&&&&&

"Medicina… 3º ciclo… grupo A…"

Un fino dedo blanco recorría las largas listas de horarios, en el panel principal. Todos los años era el mismo insano alboroto, ciento y cientos de estudiantes, todos queriendo saber que tipo de clases llevarían durante el semestre y ese lunes por la mañana no sería la excepción.

"Aquí esta, veamos ¡14 materias!" El rostro de Eriol se descompuso bajo una sombra de dolor cuando encontró la lista de cursos que llevaría ese semestre. Arrancó la lista del panel y escapó de la maraña de brazos que lo rodeaba sintiéndose cada vez más miserable.

"Te fue peor?" preguntó Syaoran mientras asomaba su cabeza por el hombro de Eriol.

"No te imaginas, estaré muerto antes de hacer una cirugía, 14 cursos" Eriol agitó su hoja contra la cara de Syaoran con frustración. El la tomó y dio una hojeada rápida.

"Vaya tenemos dos clases juntos, ya tengo quien me de los apun…"

"Si, si ya se, pero sabes, deberías estudiar "dijo Eriol, listo para comenzar el sermón de todos los años, pero se detuvo cuando vio a Syaoran girar violentamente hacia un costado, como si alguien le hubiera dado una palmada en el hombro… "te pasa algo?" el rostro de Syaoran había quedado tenso "oye Syaoran" le sacudió el hombro- "oye!"

Pero Syaoran no reaccionó, estaba seguro de haber sentido algo acerca justa hacia el. No podía definir bien que era, pero se sentía familiar, una esencia suave y densa al mismo tiempo, hasta podía decir con un aroma dulce, a pesar que el no olía nada mas que la madera del piso. Giró completamente buscando entre las personas a alguien que despidiera esa presencia, pero todo lucía tan normal como siempre y nadie, ni Eriol parecían haber notado lo que sucedía.

"Syaoran" Eriol lo había tomado de los hombros sacudiéndolo con fuerza. Syaoran salió de su letargo súbitamente.

"No lo sentiste"

"Sentir que?"

"Había algo ahí, una presencia" dijo Syaoran exasperado, señalando el espacio libre detrás de su espalda. Eriol lo miró escéptico.

"Pensé que ya no tenías poderes"

"Claro que los tengo!" se defendió irritado "tu eres el idiota que no se dio cuenta!, había algo ahí, estoy seguro" su voz fue calmando a medida que hablaba "ya la he sentido antes, pero no puedo recordar donde…"

"Tal vez era una invocación simple, aquí suceden todo el tiempo" razonó Eriol, en ese momento podían hablar tranquilamente, las personas cerca de ellos estaban demasiado ocupadas para prestarles atención. " Pero tenía olor, cuándo se da que una esencia tenga aroma!"

"La invocación debió ser cerca de aquí y seguramente usaron incienso, sabueso no te alarmes"

"Idiota" gruño Syaoran, pero al ver que Eriol había dejado de escucharlo ya no insistió, en el fondo él tenía razón, hacía mucho que sus poderes ya no funcionaban correctamente. En un principio pensó que era debido a que no usaba más magia o que tal vez la actividad mágica del mundo había cesado, pero tuvo que aceptar que el problema era el.

&&&&&&&&&&

Ya era cerca de medio día y Madison había perforado los oídos de Sakura con sus quejumbrosos ruegos de llevarla a una fiesta durante tres horas seguidas, sin contar la hora que le tomó sacarla de la cama. Tres tortuosas horas que parecían durar una eternidad pero finalmente habían concluido y ahora ella se encontraba acomodando su cabello frente al espejo del baño.

Sakura, malhumorada y somnolienta estaba sentada la borde de su cama con Madison de espaldas a ella. La tarde era fría, el cielo estaba cargado de nubles gordas y grises que amenazaba con una tormenta de nieve o eso era lo que Sakura creía. El extenso campo situado a espaldas del cuarto donde dormía estaba cubierto con la espesa capa de nieve que cayó esa mañana. Desde la ventada de su habitación tenía una gran vista hacia ese mismo campo y más aya un bosque que abarcaba más de lo que ella podía ver, en parte por la gran cantidad de viejos y enormes árboles, su respectiva cubierta de nieve y la neblina que rodeaba el lugar. Sakura se envolvió más entre los cobertores presionando sus rodillas contra su pecho. Aún no podía creer que la hubieran despertado tan temprano por una tontería. Y que después de todo el cansado día que había tenido no pudiera dormir.

Esa mañana, Madison se empeñó en ponerla de pie como soldado naval. Prácticamente había saltado sobre ella para lograr despertarla y llevarla a desayunar. Luego, insistió en que recorrieran la universidad 'juntas' y a pesar de ser nuevamente arrastrada como muñeca de trapo por todos lados, parecía ser lo único meramente útil que esa chica pudo haber hecho por ella.

Sakura no quería admitirlo, pero seguía igual de despistada como siempre.

A eso se siguió un nada acogedor almuerzo con el equipo oficial de Rugby de la universidad. Increíblemente había encontrado fascinante mirar directo a su plato durante las tres horas que tuvo que permanecer atascada con los amigos de Madison, hasta que finalmente un comentario sucio dirigido hacia ella la hizo estallar y lanzó toda su comida en la cara de un chico rubio sentado frente a ella.

Y ahora estaba ahí, quince minutos mas tarde, hambrienta y molesta, mirando con resentimiento a Madison, a final todo era su culpa.

"El solo bromeaba" comentó Madison escuetamente como adivinando lo que Sakura pensaba, o tal vez había sentido la penetrante mirada asesina que le brindaba a su espalda. Al no escuchar respuesta continuó "si vas conmigo a la fiesta seguro te pedirá disculpas, se veía muy avergonzado, fue rudo de tu parte lo que hiciste".

Sakura rodó los ojos hacia el techo, no quería tener otra conversación torna con ella así que no contestó.

Los minutos pasaron en silencio hasta que Madison salió del baño muy arreglada, irritando la nariz de Sakura con la cantidad de perfume que había usado.

"Es una lástima que no vayas, pero debes estar cansada." Por su puesto que estaba cansada, todo era SU culpa. "Me voy" besó la punta de sus dedos y sopló el beso a Sakura, luego salió y cerró la puerta sin hacer ruido. Sakura no pudo evitar sacudir su mano en el aire, no quería nada más de ella cerca suyo.

Con ella lejos por las siguientes horas podía estar tranquila. Lo primero que hizo fue asegurar la puerta para evitar que entrara y la interrumpiera, ya había tenido suficiente de sus saltitos y gritos por un día. Sakura se deslizó y subió hasta la cabecera de su cama acomodando su cabeza sobre la mullida almohada. Algo en ella se sentía diferente, algo calmado y frío como si después de mucho tiempo pudiera respirar abiertamente sin temor a ahogarse.

Era libre.

Ella lo sabía y un pequeño tirón jaló su pecho, nunca había estado tan lejos de su hogar como ahora. Pero se sentía feliz, feliz de haber logrado salir de ese lugar y de poder comenzar nuevamente. En esta ciudad nadie la conocía y no había nada que decir o explicar, ella sería lo quería ser sin importar nada. Ya no más miradas de lástima y no tendría que lidiar con molestos recuerdo acosándola todo el tiempo.

Pero la pequeña felicidad se desmoronó cuando el libro de las cartas apareció frente a ella.

Sakura observó sin ganas, el libro flotaba frente a ella rodeado de un suave brillo rosa y se mantuvo así un momento más, luego cayó lentamente sobre la cama. Ella se incorporó para sentarse y cruzó sus piernas. En la portaba del libro estaba Kerberos y el símbolo del Sol adornándola como siempre desde hacía mucho tiempo. Sus dedos se dirigieron inconcientes hacia la cerradura, pero ella retuvo su mano y la puso sobre su pecho, no se atrevía a tocarla.

Su corazón se estrechó contra su garganta cuando el libro se abrió por su cuenta y reveló una fotografía en su interior. Esta se elevo y fue directo a los ojos de Sakura. Ella desvió la mirada y cerró sus ojos fuertemente.

"No quiero verla" murmuró más como una súplica, pero la fotografía solo seguía el camino de sus ojos.

Sakura abrió lentamente los ojos y tomó la fotografía entre sus manos haciendo que las figuras comenzaran a moverse. En la imagen hacía un día soleado y el escenario lleno de árboles era el de su escuela. En el centro estaban ella y Tomoyo aún con el uniforme de la primaria Tomoeda, al lado de Tomoyo estaban Yukito y Touya, todos intentando acomodarse. Al lado de una Sakura mas joven estaba otra figura, pero ésta estaba recortada y solo se veía una silueta blanca.

El último detalle hizo temblar el labio inferior de Sakura.

Su representación en la fotografía se había tomado de la mano con la silueta blanca a su izquierda. Con un fuerte sonrojo, la Sakura miniatura sonrió a la cámara e instantáneamente todas las figuras volvieron a quedar inmóviles.

"YA BASTA" grito desesperada, con una mano golpeó el aire y la fotografía regresó al interior del libro.

"No es mi culpa, ya déjenme tranquila" le reclamó al libro que nuevamente flotaba frente a ella. "Yo no lo provoqué, ya es suficiente con lo que tengo que soportar, LARGUENSE!"

Sakura realizó un movimiento complicado con ambas manos y el libro desapareció de la habitación en un destello rosado dejando como huella pequeñas chispas del mismo color. Ella hundió su rostro entre sus manos, estaban frías peor no le importó. La sangre de su cuerpo golpeaba violentamente sus oídos y estaba segura de no escuchar nada en ese momento. No quería pensar, no quería recordar y por eso se había ido tan lejos, pero no importaba donde ocultara el libro o a donde fuera ella, éste la seguiría siempre para atormentarla. Había perdido ya el número de veces que había visto la misma fotografía y en todas ellas había llorada hasta sentir que ya no podía sacar una lágrima más.

Pero no añadiría otra lágrima más, ya no lloraría.

Sakura respiró varias veces hasta que sus ojos dejaron de ver borroso. Ella no dejaría que nada arruinara ese viaje ni sus planes y con ese pensamiento se quedo dormida.

&&&&&&&&&&

Syaoran seguía tirado sobre su cama con la cabeza enterrada bajo la almohada. La ventana de su habitación estaba nublada sin poder revelar que en el exterior nevaba casi tanto como otros días. La habitación estaba ocupada sólo por el, la cama de Eriol estaba hecha y seguramente el ya debía estar en clases. Pero Syaoran hizo caso omiso al sonido de pequeñas piedras rebotando contra el vidrio y se hundió más dentro de las frazadas.

Obviamente no creía necesario ir a las primeras clases de la mañana.

&&&&&&&&&&

El primer profesor de la mañana, un hombre gordo y clavo, estaba parado en el umbral de la puerta con una mano en la perilla, mirando atentamente su reloj. Las manecillas parecían girar más lento para el que para el resto del mundo e irritado golpeaba el taco de su zapato contra el suelo. La campana de entrada sonó por todas las aulas y el hombre sin esperar que el sonido se expandiera por el aire cerró fuertemente la puerta, dejando atrás a 5 o 6 alumnos estampados contra la luna de vidrio.

"Bien jóvenes, el tema de hoy será…" y escribió el título en el pizarrón-

Sakura estaba sentada en medio de la clase, perdida entre la mayoría de los alumnos, asiéndola sentir un poco más cómoda. Pero podía sentir la mirada de Brighton clavadas en su nuca. El fue quien comentó groseramente en el almuerzo de ayer y esa mañana se acercó a saludarla cuando ella salía apretujadamente con Madison y le escuchó a ella llamarlo así, pero antes de escuchar algo más Sakura se había zafado de ellos dos y había continuado por su cuenta.

Sakura eligió la carrera que estudiaba al azar. El día que presentó su examen vocacional escogió un con el dedo un recuadro que no vio y se dijo que estudiaría lo que sea que saliera, cuando se dio cuenta, había escogido Psicología.

Ella supuso que estaba bien.

La madre de Tomoyo quería introducirla al modelaje desde mucho tiempo atrás. Ella siempre decía que ganaría cualquier audición y que con el tiempo alcanzaría más éxito que su madre. Pero Sakura no quería ser la cara bonita de una revista y cuando propuso estudiar una carrera y continuar con las competencias para los campeonatos de Atletismo, Touya lo dio por sentado y la apoyó, de esa forma Sonomi tuvo que aceptar la derrota.

Pero esa clase la hizo arrepentirse.

No había pasado mucho tiempo cuando se encontró a si misma a punto de golpear su cara contra la carpeta. Sakura se incorporó rápidamente, imaginado a todos viéndola y ya casi podía oír los comentarios y burlas apagadas, pero fue todo lo contrario. Casi todos habían encontrado una posición más cómoda y tentadora de dormir que ella y aparentemente el profesor no lo notaba. El seguía sermoneando pesadamente cosas que Sakura no se molestaría en traducir a japonés.

Justo cuando Sakura pensó morir del aburrimiento, la campana del final de clases sonó y casi al instante el salón se encontraba vació, a excepción de algunos alumnos que aún no despertaban.

"Kinomoto, te guardo un sitio!"

Sakura no contestó ni alzó la cabeza, solo continuó metiendo sus cosas dentro de la mochila. Madison no parecía entender la indirecta y salió sonriente de clases junto a su grupo de amigos. Brighton hizo el intento de quedarse pero ella se lo negó con un dedo y lo empujó hacia la salida.

&&&&&&&&&&

Syaoran corría a toda velocidad por los pasillos del segundo piso, esquivando a dos chicas morenas y a un profesor somnoliento cuando giró la tercera esquina. Tenía una mano sobre su mandíbula, se había caído de la cama y su mandíbula había golpeado el suelo antes que todo su cuerpo y ahora tenía un terrible dolor expandiéndose por toda la parte inferior de su cara.

Había perdido la primera clase.

Se había propuesto no volver a llegar tarde a ninguna clase. No luego de haber repetido una materia el semestre pasado, ESA materia. Sus tíos armaron todo un escándalo cuando se enteraron diciendo que la desgracia había caído sobre la familia, que pronto el clan desaparecería, que todo estaba en las runas. Hasta uno de ellos cayó enfermo durante semanas insistiendo en que los ancestros estaban tomando venganza. Desde entonces no dejaban de presionarlo hasta en lo más mínimo.

Un futuro líder del Clan Li no podía jalar materias!.

No podía hacer muchas cosas de todos modos. Los Ancianos decidían casi cada asunto en su vida. Desde donde estudiar hasta que comer a diario, que debería vestir, a quienes frecuentar, con quienes hablar cada vez que llegaba a Hong Kong. Y Syaoran sabía que era solo cuestión de tiempo antes de que también le escogieran una esposa. Suspiró cansado, realmente estaban acabando con sus nervios. Esa misma mañana había recibido dos cartas del Consejo pero solo las tiró al fuego al igual que todas las demás que solían llegar.

Con forme avanzaba sus pasos se hacían más lentos, hasta detenerse a pocos metros del aula que buscaba. Rascó su cabeza con la mano libre y sacudió las ideas de su mente. Resolvería un problema a la ves y lo primero era pedirle disculpas al profesor, si el había notado que no estaba…

Pero el profesor ya no estaba, se había ido mucho antes.

Syaoran entró sin pensarlo y busco con la mirada por todo el salón. En una de las esquinas varios alumnos comenzaban a despertar y enderezarse sobre sus asientos, pero ninguno era familiar, ninguno excepto una chica parada en medio de las carpetas. El no estaba seguro de quien era y no podía ver su cara, pero estaba seguro de conocerla de algún lugar. Pensó que quizás era una amiga de Eriol y si tenía suerte ella también lo recordaría.

Se apresuró hacia ella y solo cuando los separaba algo más de un metro, un par de ojos verdes de clavaron su mirada en los suyos.

"Sya..Syaoran"

NA- JEJEJE no me maten xD!!! Ahí esta el primer capitulo, recién editado .. si hay fallas en el tipeo no le hagan caso ok? Ya es tarde y me falla la vista, además el msn malogra la forma de escritura todo con "k" "q" o escribes al revés... a todos nos pasa. Bueno si ya han leído hasta aquí solo les pido reviews, para saber si les gustó y lo que opinan, y si no les gustó también póngalo… Ya me dio sueño … así que ADIÓS!!!