Hola! Acá vuelvo con otro fic~ Un Mystrade, pero no cualquier Mystrade (?) Este fic surgió de un rol con FriiWonkaWatson así que es co-autoría con ella y tendrá vaaaarios capítulos, no se cuantos, y lo iré subiendo a medida que tenga tiempo ^^

En fin, sin más preámbulos, simplemente lean~!

Advertencias: yaoi.

Todo lo que reconozcan pertenece a la BBC y a Connan Doyle.

Autoras: FriiWonkaWatson y Flo U. W. Holmes


I

La primera cita.

Era un día como cualquier otro en Londres, un día de semana común y corriente. Gregory Lestrade se dirigía a la casa del mayor de los hermanos Holmes para concretar una reunión que tenía con éste, llevando consigo unas carpetas; papeleo, por supuesto. Por alguna razón, Mycroft quería ver el informe el caso Baskerville. Estaba algo nervioso, no sabía muy por qué, después de todo, sería una reunión de trabajo, como cualquier otra, pero quizás el hecho de que ésta tuviera lugar en la casa del Holmes le ponía de esa manera. Al llegar y observar la inmensidad de la vivienda por unos instantes, tocó el timbre y esperó.

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Mientras, en su oficina, el mayor de los Holmes tomaba tranquilamente el té, esperando la llegada del inspector tal y como habían acordado. Al escuchar el timbre, mandaba a llamar a su mayordomo y que éste recibiera a DI. Una vez el peligris estuvo en su oficina, se puso de pie y le sonrió levemente.

— Hola Greg… ¿puedo llamarte Greg?

El aludido le devolvió la sonrisa algo extrañado— Hola, em… Calro, Mycroft— hizo una pausa para mostrarle la carpeta del caso—. Aquí tengo las cosas del caso.

El pelirrojo tomó los archivos y los leyó por unos segundos, para luego dejarlos sobre el escritorio— Bien. Te pido disculpas nuevamente porque te mandé a vigilar a mi hermano para el caso H.O.U.N.D..

— No hay problema— se rascó la nuca riendo levemente—, después de todo, me hizo bien alejarme de Londres un tiempo más— miró la carpeta sobre la mesa y agregó— ¿No vas a revisarlo?

Negaba con la cabeza— Se que están bien. Antes de que la trajeras ya tenía la información— volvía a sonreír— ¿Estás libre esta noche Greg?

Alzó una ceja y lo observó por unos segundos, para luego responder— Si.

El otro asintió con la cabeza— ¿A qué hora sales de Scotland Yard?

— Alrededor de las ocho de la noche… ¿Por qué? ¿Hay algún otro caso para el cual quieres que vigile a Sherlock?

El mayor de los Holmes negó con la cabeza, sin dejar de sonreír— Bien sabemos la relación que llevan Sherlock y su doctor… No es un caso, solo una cena.

El inspector sonrió de lado, algo divertido— Si, lo sé y… me parece bien— hizo una pausa—. Bien, entonces una cena normal, de acuerdo, ¿en dónde? En verdad no conozco muchos lugares en dónde cenar como Dios manda.

El más alto soltó una risita— Lo sé, un trabajo como el tuyo no da más que para comida chatarra— alzó las cejas un poco y luego lo miró—. No te preocupes, te recogeré— sonrió nuevamente.

Lestrade asintió, devolviéndole la sonrisa, y salió de aquella enorme casa, para dirigirse nuevamente a su oficina en el edificio de Scotland Yard. Durante el resto de la tarde, permaneció con una sonrisa boba en su cara, completamente inconsciente.

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Cuando se cumplió la hora, Lestrade salió del edificio, encontrándose con una mujer que tecleaba con la mirada fija en su teléfono y un auto negro estacionado detrás de ella. La joven, alzando un poco la vista, se acercó a él y preguntó.

— Gregory Lestrade, ¿cierto?

El hombre la miró algo extrañado, para luego responder— Si, ¿y usted es…?

— Anthea— respondía simplemente ella, abriendo la puerta del auto—. Entre, por favor— el detective la miró aún más extrañado, pero aún así obedeció y ella lo siguió, entrando también y volviendo a teclear.

Mientras el auto comenzaba a andar, la miró por un largo rato, hasta que preguntó— Es un nombre raro, ¿no es su nombre verdadero, verdad? Espere… ¿Viene de parte de Mycroft Holmes?

Ella despegó los ojos del celular por unos segundos— Si— sonrió de forma amable y volvió su vista al aparato, para no volver a hablar hasta haber llegado al restaurant—. Es allá— señaló con la mirada el lugar—. Solo pregunte por él, lo espera dentro.

Él asintió con la cabeza y entró al lugar, para preguntar por el otro en la recepción. La mujer que lo recibió sonrió de forma amable y lo guió hasta una mesa para dos en donde se encontraba sentado el Holmes. Se le acercó, sonriendo y saludó amablemente:

— Buenas noches— se sentó en la otra silla, sintiéndose un poco fuera de lugar en aquel restaurant caro y elegante.

— Buenas noches Greg— dijo el otro cordialmente, notando que se veía un poco diferente a hacía unas horas— ¿Te has arreglado? Te ves bien.

Un ligero rubor apareció en las mejillas del peli-gris. Por supuesto, aquel era el hermano de Sherlock, y también tenía esa extraña facultad de verlo todo— Un poco, a decir verdad, pero no demasiado…— lo miró fijamente, como buscando algo que decir—. Tú te ves… muy elegante.

El otro simplemente rió y pidió al mesero que les llevara los menús, para poder elegir lo que iban a comer— Puedes elegir lo que gustes, Greg, yo invito— hizo una pequeña pausa— Gracias por el cumplido— sonrió mirando el sonrojo ajeno—. El sonrojo te queda bien.

— Por favor, no hace falta…— dijo, sonrojándose aún más ante las palabras del otro— G-Gracias, supongo…— calvó su vista en el menú, sintiendo como los nervios volvían a invadirlo. Respiró profundamente, tratando de calmarse y no parecer un idiota ante Mycroft, pero al ver los precios, no pudo evitar soltar— ¡Dios, esto es carísimo!

El otro simplemente rió y luego pidieron lo que iban a comer, acompañado de un vino especial que el Holmes pidió. Luego de que el camarero se fue, Mycroft dijo con una sonrisa:

— El cangrej es la especialidad de aquí, debo decirte.

— Oh, ya veo…— respondió el otro, sin entender demasiado, preguntándose si eso era lo que el otro había pedido— ¿Y eso qué es?— preguntó luego, con una leve sonrisa en sus labios.

— Cangrejo, con una salsa especial de este restaurante— sonrió, mirándolo fijamente.

— Ah…— desvió un poco la mirada y al cabo de unos segundos de silencio incómodo, preguntó— ¿Cómo estuvo tu día?

— Ocupado— respondió simplemente el mayor de los Holmes, lanzando un suspiro—. Todo el tiempo el gobierno necesita favores, y para eso estoy yo— rió levemente— ¿El tuyo?

— Claro, debe de ser agotador— dijo él, reclinándose un poco en su asiento—. Bastante aburrido, a decir verdad, mucho papeleo acumulado.

— Bueno, esas son las consecuencias de tener un trabajo tan agotador como el nuestro.

— Si, ya lo creo…

Justo en ese momento el mozo los interrumpía para traerles sus órdenes, junto con el vino, el cual servía en sus copas. Mycroft tomó la suya y la levantó un poco, sonriendo.

— Salud.

Gregory tomó su copa también sonriendo— Salud— dijo, para luego beber un poco y agregar—. Está exquisito.

El contrario sonreía y también probaba el vino, para luego decir— Es uno de los más añejos que hay, es excelente en verdad— lo miraba fijamente por unos minutos y luego preguntaba— ¿Tienes novia Greg?

Asintió interesado al escuchar lo que le otro decía del vino, mientras volvía a tomar un sorbo, pero cuando escuchó la pregunta, no pudo evitar quedarse mirándolo fijamente, con la copa aún en la mano— No... el divorcio con mi mujer y mi trabajo... no me dan tiempo para conocer gente nueva— tragó algo dificultosamente y dejó la copa en la mesa.

— Ya veo…— miró su copa nuevamente, moviéndola un poco, observando el líquido en su interior—. Entonces las relaciones íntimas están también por debajo de los porcentajes…

Parpadeó unas cuantas veces, sin entender demasiado su punto— ¿Por debajo de qué porcentajes?

Lo miró entrecerrando un poco los ojos, algo sorprendido por su pregunta— Acaso… ¿ha tenido relaciones en estos meses?

Se incomodó un poco ante aquello, pero al final respondió— …No, no.

El otro simplemente asintió y volvió a tomar un poco de vino— Bien…— le dedicó una sonrisa extraña, lo que provocó que el sonrojo volviera a las mejillas del DI y comenzó a comer.

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El resto de la cena continuó de forma normal, hablando de trivialidades y cosas de sus trabajos, lo que hizo que ambos se relajaran bastante. Luego de que ambos terminaran y Mycroft pagara la cuenta –negándose fervientemente a los pedidos del peli-gris a que dividieran gastos–, salieron de aquel lugar. Sin darse cuenta, ambos tenían dibujados en sus rostros pequeñas sonrisas inocentes, bastantes atípicas en ellos. Hablaron por un rato más y el Holmes llevó nuevamente a Lestrade al edificio de Scotland Yard para que pudiera recoger su auto; una vez allí, se despidieron, no sin antes acordar otro encuentro, para una semana más tarde.

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Bien, espero que les haya gustado el primer capi~ espero poder subir pronto el segundo ^^

Saluditos~!

Reviw? **