ABSURDAMENTE APASIONADA
Cómo pudo definirla con esa palabra tan horrible! ABSURDAMENTE APASIONADA. Una mujer como Laura jamás podría ser absurdamente apasionada. La Laura que él conocía hacía apenas unos meses podría ser descripta como muy apegada a las formas, estricta, firme, deliciosamente testaruda, concisa y obsesiva del orden y los procedimientos y pasional, sí, pero no en calidad de absurda. Evidentemente, ese mojigato de Jeffries no había logrado en año y medio conocer a Miss Holt como él en tan poco tiempo.
Laura tenía un espíritu indomable. Una resolución inquebrantable. Sabía que era vivaz, inteligente...pícara...sabía que algo ocultaba y cuando la tuvo en sus brazos, en el sótano de la abadía de Saint Costello besándola de la manera en que ella había propuesto...se dio perfectamente él cuenta de que ella no era ni por cerca lo que Jeffries había dicho. Era dulcemente apasionada. Era una mujer con sangre en las venas que bullía por exteriorizar ese espíritu indómito y esa fuerza de ideas, de convicciones, de certezas...
Cómo definir absurdo tanto fuego, tanta vivacidad, tanta capacidad de razonamiento deductivo y tanta obstinación en el límite de un cuerpo pequeño pero jamás frágil con un cerebro dotado de un don superior para conectarlo todo sin dejar de aislar cosa por cosa en el universo de su conocimiento para luego unir y dejarlo todo expuesto.
Apreció con mucha alegría, cercana al orgullo, que Jeffries hubiera pensado eso. Más cuando pudo verla en acción tras del escurridizo Harry. Porque si ella no hubiera sido considerada así por el mojigato de Wilson...él nunca hubiera podido apreciar esa Laura alocada, pícara y sensual que se había mantenido escondida pero de cuya existencia -aún resguardada bajo un manto de imperturbabilidad- él se había dado cuenta con algunas contadas demostraciones que lo dejaban pensando y mucho en ella...un tipo de mujer que él en otros tiempos hubiera jurado que no era su tipo. Lo apreció porque Jeffries le había roto el corazón al irse pero había dejado la posibilidad de que algún día...aunque llevara mucho pero muchísimo tiempo, esa Laura apasionada, bailara para él y solo para él ...SU CREACIÓN, SU REMINGTON STEELE...una danza de abanicos. Sí, sólo para él...su único y más devoto espectador.
