Disclaimer:
Los personajes de Naruto, así como su mundo, son propiedad de Masashi Kishimoto.
Yo sólo los tomé prestados para hacer este fanfic.
Título: ¿Shippuden Yaoi?
Autora: Antifashion19.
Género: Humor | Romance | Aventura
Personaje(s)/Pareja(s): Secreto.
Advertencia: AU. Posible OoC. Palabras soeces. Leve yuri. Leve yaoi.
Sobre aviso no hay engaño.
Edición: Domingo 18 de Marzo del 2013.
La historia seguirá siendo narrada por Hin Hyuuga. Sólo que ahora he corregido los errores, y las cosas raras de este fanfic, aún seguirán, sólo que ya no se perderán entre capítulo y capítulo.
Aclaraciones sobre esta historia:
Esta historia trata sobre Hin Hyuuga y su venganza; pronto descubrirán la verdad de este personaje, si es que no se dan cuenta ahora.
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Un nuevo comienzo
"Para poder seguir, se tiene que empezar todo de nuevo"
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—Vengo por el empleo de barman —habló una hermosa joven de cabellera azulada.
—Eres una mujer, yo busco a un chico —soltó inmediatamente aquel hombre.
—¡Eso es machista! Sólo porque sea una mujer no quiere decir que no sea buena para el trabajo —interrumpió la joven al dueño del establecimiento.
—Mira jovencita… este lugar es muy peligroso, hay veces donde los clientes se quieren pasar de listos con las mujeres —el hombre rodó los ojos, impaciente—. ¡Imagínate si te contrato como barman! Se pasaran de listos y eso nos traerá problemas.
—Entiendo —contestó la joven, triste.
—Lo siento, en verdad lo siento —agregó el hombre—. Este lugar no es para una hermosa joven como tú…
Ella le miró de mala gana.
—Me voy… —y sin decir más, salió de aquel lugar.
Suspiró hondamente y contuvo las ganas de llorar. Necesitaba el trabajo, lo necesitaba y mucho; pero en ningún lugar la quisieron contratar por ser mujer, y el empleo como barman le ofrecía una buena paga. Sin embargo le seguían dando negativas y eso la hacía enojar y sentirse más frustrada.
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—Hombre… —habló un chico de cabellera azulada, con su cabeza en vuelta con un paliacate; vestido con unas bermudas y una gran chamarra. Sus ojos azabaches hacían contraste con su piel blanca—, vengo por el empleo de barman.
—Oh, ¿no crees que eres muy joven para este empleo? —le preguntó el dueño del establecimiento.
—Tengo diecisiete años, y para nada me gusta el alcohol —respondió el joven.
—Definitivamente hoy todos se pusieron de acuerdo —murmuró—. Pero en fin, no tengo otro remedio que contratarte.
—¿En verdad? —cuestionó el joven, incrédulo ante lo fácil que había sido.
—Claro, no tendría caso decirte que sí… cuando no —agregó—. Así que, ¿cuál es tu nombre? —cuestionó.
—Mi nombre es Hin… —respondió alegre.
—Disculpa, ¿no tienes una hermana de tu misma edad? —el hombre le preguntó, curioso.
Y Hin cayó en cuenta y lo miró receloso.
—Sí, al parecer a ella no la contrató… —hizo una pausa—, pero fue muy tonto de su parte venir a pedir el empleo de un hombre —agregó, mientras le dirigía una mirada penetrante al dueño.
—Es verdad —soltó rascándose la nuca—. Entonces empiezas hoy —terminó de hablar, y dejo al joven en su lugar de trabajo para después meterse a la bodega.
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Hoy comienza una nueva vida en Konoha. Aquí el clima es agradable comparado con el de la Aldea Oculta de la Nieve, pero en fin, estoy aquí sólo para cumplir mi objetivo… para cumplir mi venganza.
Jamás pensé que esta oportunidad se me presentaría tan fácilmente, y es que a mis diecisiete años veía esa posibilidad muy lejana. Todavía era muy joven para irme súbitamente de mi hogar, a si nada más. Pero todo había cambiado cuando en mi anterior escuela obtuve una beca para seguir mis estudios aquí, en Konoha; y es que siempre conseguía los primeros lugares de mi clase.
Sin embargo, nunca pensé que estudiar tanto tendría sus recompensas, en fin… Después de eso, tuve que mudarme y comenzar desde cero; así que rentamos un pequeño y modesto departamento en el centro de la ciudad. Pero como aún no entraba a la escuela, sólo había ido para llevar mis papeles, decidí buscar un empleo…
—¡Hey, Hin! Toma, este será tu uniforme… —dijo mi nuevo jefe, mientras me mostraba una playera negra abombachada y un pantalón ancho—. Lo siento, era el único que encontré.
—No se preocupe, ya estoy acostumbrado a usar ropa de talla más grande —respondí a la vez que revisaba el uniforme.
—En fin… la gente comenzará a llegar, así que prepárate —agregó mientras se alejaba de mí, después regresó a verme—. Por cierto, mi nombre es Rikku.
Y siguió caminando. Yo sólo asentí levemente y comencé a cambiarme antes de que todo empezara…
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¿Cuántas horas habían pasado? ¿dos o cuatro? Ya eran las nueve de la noche, el fin de mi turno; y pensar que este bar está abierto todo el santo día. ¿Quién viene a beber todo el mendigo día? ¿cómo estarán sus riñones y su hígado? ¿hoy comeré hígado? El hígado no me gusta…
—¡Hey, Rikku! ¡Que me sirvan lo que me gusta! —exclamó una mujer rubia, ebria de borracha.
—Hin, atiéndela —me dijo el jefe—, pero no dejes que se emborrache demasiado —terminó de decir y me arrojó, literalmente, a la mujer.
—¿Qué mierda? ¡La mujer ya esta ebria! —le grité.
—Hey lindo, síveme una muy fuete —noté como sus ojos se iban de un lado a otro—. Quiero embodachame, para ovidame de todo.
—Mujer, ya estas ebria —le contesté, mientras seguía atendiendo a los demás.
—No te imputa…pota o cómo se diga —soltó, y entonces pude notar como uno de sus grandes pechos parecía querer salirse de su blusa.
Y de pronto vi como la mujer sólo se desvanecía… ¿Desvanecía? ¿una mujer se puede desvanecer? ¡Un momento!
Entonces me pasé a lado de ella para observar cómo se iba cayendo hasta quedar completamente tirada en el suelo.
—¡Rikku! —solté molesto.
—No te molestes, es que ella siempre viene a beber cuando pierde dinero en juegos y apuestas —comenzó a explicarme—, pero después, su nieto viene por ella.
—¿Y me dejaste el paquetito a mí? ¡Ni de coñas! —dije muy enojado—. No la pienso cuidar mientras el nietecito llega.
—Por favor —rogó, y en aquel preciso momento me arrepentí de haberle pedido trabajo. Había pasado de barman a niñero—. Hoy hay mucha gente, no nos damos abasto.
—Pues me quedo a doblar turno…
—Ni de broma, no pienso pagarte horas extras —soltó.
—¿Y esto no serán horas extra? —pregunté con ironía.
—No, esto será para ti… una labor social —y después de eso, sólo sonrió divertido.
No sé cómo, pero el muy desgraciado me había convencido y ahora tenía que cuidar de la mujer; sin embargo, la mujer se me hizo vagamente familiar. Bueno, si le quitamos lo ebria, el cabello rubio hecho maraña, el labial barato que esta regado por sus mejillas… ¿Tsunade-san? ¡Era ella! La directora de mi nueva escuela.
¡Demonios, esta mujer se ve tan vulgar cuando esta ebria!
No podía dejarla ahí, a su suerte, así que la cargué como pude y la lleve a la bodega, ya que ahí estaba la salida para los empleados. Dentro, también había unos sanitarios, así podría cambiarme y cuidarla al mismo tiempo; entonces la metí al baño de hombres, cerré la puerta con seguro y mientras estaba inconsciente me deshice de mi uniforme.
También me quité las lentillas…
—¡No puede ser! —se escuchó.
Giré rápidamente para darme cuenta que la rubia borracha, que debía estar inconsciente, estaba más que despierta. Puta vieja…
—¡¿Cómo es posible esto?! —gritó.
Y ahí estaba yo… en ropa interior expuesto a la directora ebria de mi nueva escuela, y mi secreto se había descubierto.
—¿Eres un Hyuuga? —preguntó seriamente—. Que lindou… —dijo y después cayó dormida otra vez.
—Vieja loca —solté.
Quizás ya había descubierto mi secreto: Pertenecía a la Familia Hyuuga. Pero había sido abandonado por ellos, y ahora estaba ahí para vengarme de cada uno de ellos, ellos pagarían muy caro por todo lo que ella sufrió.
Entonces sujeté a Tsunade, y la llevé a fuera del negocio llamado: Kyuubi. La traté de sostener como pude, pero la mujer sí que estaba fuera de sus cabales y trató de besarme; en aquel momento estaba a punto de lograrlo cuando de pronto, un puño se dirigió hacia mí…
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Continuará…
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Notas de la autora:
Empezando desde cero, podría decirse. He estado editando cosas, y agregándole más, quizás porque ahora he notado que le faltaba. Además que poco a poco he ido aprendiendo más cosas en: Los malos fics y sus autores, Los malos fics, Friction Awards, PLAP y Los buenos fics.
Espero que les haya gustado. Gracias por su tiempo para leer. Nos vemos en el siguiente capítulo.
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Antifashion19©
No permito que nadie tome mis fanfics sin mi autorización, y mucho menos que lo publiquen en esta o en cualquier otra página diciendo que él/ella son los autores de dicha historia.
Eso es plagio.
