Espero que disfruten éste nuevo fanfic, los nombres de los personajes son de Stephenie Meyer, lo demás es producto de mi imaginación...

Me encontraba en el club de siempre bebiendo lo acostumbrado, con las compañías de ley bailando y pasando un buen rato como cada fin de semana tratando de relajarme un poco después de todos los problemas de la empresa.

Sin embargo había uno que no podía sacarme de la cabeza: los fondos de retiro.

En verdad que esa problemática me tenía absorta y no me dejaba libremente disfrutar el viernes como era mi costumbre, tengo por política principal abandonar todo en la oficina y el fin de semana ser libre y vivirlo como si no existiera un mañana, pero en ésta ocasión me resultaba imposible tenía muchas emociones encontradas.

Si tan sólo Mike no me hubiera convencido de utilizar ese capital para invertir en la bolsa aún estarían seguros todos mis empleados, pero más que nadie Mike me conocía y sabía a la perfección que jugando un poco con mi lado ambicioso conseguiría que le otorgara esos fondos sin mayor objeción.

Cualquier otro viernes sé que terminaría en brazos de Mike al final de la velada, no es que fuéramos novios o tuviéramos algo formal y decente, ¡ohhh no!, simplemente tenemos una historia...complicada, pero hoy definitivamente no terminaré liada con él, hoy no, hoy estoy molesta con él y definitivamente no quiero despertar a su lado.

Finalmente Mike ha llegado y se acerca lentamente caminando hacia mí, con aquel paso que él considera sensual y yo en lo personal encuentro despreocupado y grotesco.

-¡Hola mamita! ¿Desde qué hora estás aquí?- Me pregunta el desgraciado mientras finjo no prestar atención a su presencia.

-Llevo horas bailando y pasándolo bien, pero ya que has llegado creo que es hora de que me retire.- Le increpé directo a la cara.

-¿Sigues acaso molesta por asuntos de oficina? ¿Creía que tu filosofía era dejar todo eso en la empresa y no traerlo a cuestas?- Golpe bajo. Me conocía, quizá demasiado bien y me molestó que me lo señalara de forma tan baja.

-Efectivamente, pero no todos los días mis empleados quedan desvalidos por un mal negocio planteado por un socio no muy brillante...- Definitivamente estuvo pésimo mi parlamento pero quería herirlo de la misma forma en que yo me sentía herida.

El muy bestia me tomó por la muñeca para acercarme a él a pesar de mi resistencia lo logró y me susurró al oído: -Venga no te me pongas difícil, hoy no, hoy como todos los viernes es nuestra noche, vamos a mi apartamento y haré que olvides lo que ha sucedido en la empresa.-

Su tono no era de súplica, era más bien una demanda violenta y ansiosa, en cierto punto lo comprendo porque lo que hacíamos juntos los viernes se nos daba bastante bien, pero no tenía la más mínima gana de cumplirle sus deseos aquella noche.

Luché con más fuerzas contra sus brazos mientras le repetía que un no es un ¡NO!

Me sorprendió una voz grave y profunda.

-Disculpe, me parece que la dama ha dicho que no, quizá sería buena idea soltarla.-

La forma en que Mike me tenía atenazada me impedía voltear para mirar al misterioso chico que había venido en mi rescate.

Mike me soltó con desprecio propinándome un pequeño empujón mientras se medía a miradas con el extraño que había decidido hacer suyo el problema.

Aún no había visto a mi interlocutor, pero cualquier situación era mejor que la actual y sólo le solté con un tono lo suficientemente alto para que Mike escuchara: -¡Qué bueno que llegas cielo! Vámonos, que éste sujeto me tiene cabreada.-

Le tomé la mano que sujetó con cierto nerviosismo y finalmente lo miré...

Es el primer episodio de muchos espero les haya agradado y espero sus comentarios al respecto.