Disclaimer: Blood+ no es mío.
Ácido
—Dime, hermana. ¿Qué piensas de la muerte?
Ante la pregunta de Diva, Saya se sorprendió. Ahí estaba Diva, con uno de esos vestidos elegantes y una espada empuñada en la mano, preguntándole de la muerte.
Saya en un principio no contestó, simplemente se quedó ahí, iluminada por la tenue luz artificial de las luces, sin espada y completamente cansada, observando a Diva con sus ojos que proclamaban guerra y expresaban perplejidad. No hubiera esperado que Diva le hiciese esa clase de preguntas, no en aquél momento cuando tenía la oportunidad de acabar con ella.
—¿Te da miedo?
Insistía en preguntar, como si tuviera curiosidad. Diva dejó que su dedo se cortara con la espada para que esta tuviera un hilo de sangre.
Otra pregunta imprevista. ¿Por qué Diva tenía que ser tan impredecible?
—Ya veo. —las palabras fueron sutiles, tan sutiles como el mismo cielo nocturno.
Estaban en un callejón oscuro, lejos de todo. Los caballeros de Diva estaban mirando la escena, apenas moviéndose, esperando para saber los deseos de Diva. Haji estaba a otro lado, tirado sobre unos basureros, inconciente.
Diva caminó unos pasos hacia Saya, quién se echó para atrás.
Sonriendo de lado, dijo—: Vamonos, Amshel.
Fue una idea imprevista, Diva se iba y Saya sólo podía mirarla. Otonashi se cayó, derramando lágrimas de enojo.
En el cielo, Diva se estaba riendo.
—¿Por qué no mataste a Saya? —preguntó Nathan.
La risa se apagó y menguó un dejo de tristeza en el olor de Diva. Los caballeros podían percibir cuando estaba triste o feliz por su olor a sangre, pero en raras ocasiones acertaban, quizá nunca acertaron a dar con los sentimientos de Diva.
Diva no contestó, simplemente en un principio, pensando en la respuesta. Su risa volvió.
—Porque su muerte en ése momento se me hizo ácida. No quiero quemarme.
Espero XD que les haya gustado.
