Se podía sentir claramente el invierno en aquellas calles de la ciudad de Tokio, hace no más de media hora había comenzado una fuerte nevada.

Mientras la nieve caía de forma lenta y era apreciada por muchas personas, entre ellos niños, que se divertían con los pequeños y helados copos blancos. Una persona de aproximadamente 1,76 cm de altura llevaba más de 15 minutos parado en frente de una reja color negro.

Cuando salió esa mañana jamás se imagino que terminaría en ese lugar y, mucho menos, que pensar en llamar por el timbre para ver, si por milagro, esa persona contestara el timbre de aquella casa.

Dejo de divagar en sus pensamientos y casi sin querer lo, lo hizo. Toco el timbre de aquella casa. Sufrió la clásica espera al ver que nadie contestaba ,cuando estaba a punto de darse la vuelta y salir corriendo lo mas rápido que le dieran las piernas, el intercomunicador sonó y una vos que no había escuchado en más de 6 años sonó por aquel aparato.

-¿Quien es? - se escucho una voz seria y, tal vez algo ronca, pero él la reconocería en donde sea.

En ese momento se hubiera echado a llorar como cuando tenía 16 años y perdió uno de los partidos más importantes con su equipo, pero no lo hizo. Suspiró y se limpio las lagrimas que amenazaban con escapar de sus ojos, puso la sonrisa más grande que podía y hablo, con ese típico tono que lo caracterizaba cuando era un adolecente.

-Ohayo Shin-chan ~

Silencio.

Desde que se planto en la entrada de esa casa hubiese imaginado cualquier reacción por parte de su ex-compañero, pero aquella superaba sus expectativas.

-mooo Shin-chan ¿Cuanto tiempo piensas dejarme aquí afuera? .Hace frio ~

Parece como si su voz hubiese sacado de su letargo al ex jugador de Shutoku. Como si no tuviera suficiente con el silencio del ex jugador, la puerta se abrió por sí sola.

Con paso tembloroso camino hasta la puerta de aquella inmensa mansión color perla. Cuando se planto frente a ella no espero mucho para que la puerta se abriera y apareciera frente a su campo de visión ,su antiguo compañero,amigo,novio y amante.

A pesar de que el labio le temblaba embozo una sonrisa y lo saludo de vuelta.

-Ohayo Shin-chan ~ ¿Me dejas pasar?.Hace frio -

-Claro- Murmuro haciéndose a un lado para que su antiguo compañero pasara

Una vez dentro de la casa, y sin su abrigo, Takao suspiro .Infiltración completa .Lo mas complicado venia ahora.

Despacio y sin que lo invitaran pasó a la sala o al menos eso creia,esta era de un color verde oscuro con muebles en tono claros,en las paredes se podian observar varios titulos que no alcanzaba a distingir de que .Al parecer el ex jugador de Shuutoku habia estado llevando una mejor vida desde que terminaron .

-Sugoi! ¿Todos estos son los titulos de Shin-chan? -hablo emocionado ,es que comparado con aquel pequeño departamento en donde habian vivido en sus dias universitarios era nada comparado con aquello.

-No todos son de Shintaro- un escalofrio recorrio la espalda de Takao , no habia que tener ojos en la espalda para saber quien se encontraba alli detras suyo ,con un suspiro se giro y puso la mejor sonrisa que podia.

-Buenos dias Akashi!¿No interrumpo nada verdad?-hablo lo mas tranquilo que pudo ,aquellos ojos le ponian los pelos de punta.

-Para nada,simplemente estabamos por comer antes de que el turno de Shintaro comenzara-Respondio con una voz tranquila pero segura y sin mas se dirigio al comedor ,con Midorima pisandole los talones.

-Sientate por favor - murmuro el pelirrojo señalando una silla de las seis que rodeaban una delicada mesa de vidrio.

Sin decir una palabra Midorima se dirigio a lo que parecia la cocina.

Esto era lo peor ,se habia quedabo a solas con el ex-capitan de la generacion de los Milagros,Akashi Seijuro.