bueno esta historia se me ocurrio en un sueño, literalmente la soñe, no se si seguire con las demas historias, con death games si que seguire, eso es seguro, dejen muchos comentarios :D es gratis :3
Mí nombre es Sofía, estoy de vacaciones de verano, hasta ahora han sido bastante aburridas, pero todo cambio cuando lo conocí a él, mí guardián y próximamente mí enemigo… todo empezó así.
Era una noche fría, me había ido a acostar bastante cansada, mí hermana ya estaba dormida en la cama que estaba al lado de la mía, conecte mis audífonos a mí celular y coloque mis dos canciones favoritas para dormir, "sweet dreams" y "where is my mind" de "Emily browning", me recosté y espera a que la música me arrullara para poder dormir, pero algo me lo impedía, una extraña sensación, me desperté y me talle un poco los ojos, para dejar de ver borroso, cuando quite mis manos de la cara, pude ver en la oscuridad a los pies de mí cama a un tipo encapuchado con una chamarra blanca, salpicada de rojo en las mano y en el pecho, usaba pantalones negros, el cabello que se veía bastante maltratado le cubría la cara, no emití ningún sonido, sabía muy bien quien era, y valla que lo conocía, tantas leyendas sobre él y tantas historia sobre el que había en internet, me habían ayudado a saber, que era un asesino psicópata,
-Jeff the killer –fue lo único que mis labios pronunciaron, mientras lo miraba con odio en mis ojos, preocupada porque le pudiera hacer algo a mí hermana o a mis padres,
Seguí en la misma posición acostada, con mí mano izquierda que estaba a un lado de mí cabeza con la palma hacia arriba, me quite el audífono, pudiendo así escuchar, su risa desquiciante, mis ojos no reflejaban nada más que odio he ira, haciendo que mís latidos se aceleraran y que en mí cuerpo hubiera una gran descarga de adrenalina lista para poder usarla contra el en caso de que me atacara a mí o a algún miembro de mí familia, él se impresiono por mí actitud, seguro esperaba que reaccionara, con miedo y temor y en algún momento gritara, como todas sus demás víctimas, pero no era así, yo estaba lista para cualquier cosa que se le ocurriera hacer, no iba a permitir que mí infundiera miedo, yo iba a mirar a la muerte a los ojos
-no tienes miedo… -fue más una afirmación mas que una pregunta, aun así le conteste, claramente
-no… -él emitió una pequeña risa, que ahogo rápidamente, ante un movimiento de mí hermana, el giro la cabeza hacia ella y yo rápidamente le dije en susurro lo bastante audible para el –si te atreves a tocar a mí hermana, te mueres…
El volvió a reír, volvió a girar su cabeza hacia mí, mientras se quitaba su capucha, haciendo que su cabello se quitara de su cara, solo para que esta fuera iluminada, por la luz de noche que mi hermana siempre dejaba prendida, su piel tan blanca como el papel, su boca cortada de las mejillas, haciendo que parecía que sonreía y sus ojos sin parpados, bordeados de negro, reflejaban locura y desquicio pero sobre todo, se podía ver en ellos una maliciosa mirada, que indicaba que estaba pensado en hacer algo, no sabía que, solo sabía que no iba a ser bueno.
Me quede mirando su rostro con la misma cara inexpresiva y con los mismos ojos llenos de ira, una pequeña risa salió de mí mientras veía su rostro, y le decía
-linda sonrisa…
-jeje, te gusta? –me dijo mientras sacaba su cuchillo –porque si te gusta tanto, te puedo hacer una…
-no gracias… -dije secamente
-je… -fue lo único que dijo antes de que se acercara rápida y silenciosamente a mí, tomo mis manos y las coloco encima de mí cabeza para evitar que me moviera
-que tengo que hacer para que me dejes a mí y a mí familia…? - pregunte sin más,
-no sabes que no se puede negociar con un asesino?
-tenía que intentarlo… pero ya en serio… no quiero ser yo la asesina así que, que tengo que hacer?
-tan confiada estas?
-no me conoces… -el soltó mis manos y me dijo
-eres interesante, y te juraría que en tus ojos veo una locura casi tan grande como la mía, solo esta reprimida… te propongo un trato… yo te cuidare y te protegeré, hasta que por fin decidas sacar esa locura que llevas dentro, hasta que por fin optes por ignorar a la razón y la liberes, cuando ese momento llegue tu y yo tendremos una pelea, a ver quién es más desquiciado…
Yo no dejaba de mirarlo con odio, pero si así lograba que no hiciera daño a mí familia, lo demás no importaba demasiado.
-trato echo…
-muy bien… -el saco sacó su cuchillo y lo tomo con su mano izquierda mientras se colocaba encima mío, luego con la mano derecha, aprisiono mí mano izquierda y entrelazo nuestros dedos, no pude evitar sonrojarme, porque?, sinceramente no lo sé,
Él alzo alto su cuchillo y lo clavo en el dorso de su mano, atravesando por supuesto mí palma también. El dolor era insoportable, pero aun así me contuve para no gritar, y con todas las fuerzas que pude me trague mí dolor, el saco la hoja de acero de nuestras manos, luego me tomo con más fuerza haciendo que nuestras heridas se juntaran cada vez más, mezclando nuestra sangre, el dolor era cada vez más insoportable, cuando por fin separo nuestras manos, el dolor disminuyo, pero de mí mano aun brotaba una gran cantidad de sangre, él se enderezo, aun estando sobre mí y dijo
-ahora mí sangre esta en ti y la tuya en mí, eso cierra el trato – Jeff lamio la sangre que salía de su mano, luego bajo de mí cama y salió por la puerta de mí cuarto, me quite el otro audífono y empecé a escuchar atentamente todo en la casa, escuche como se abría la puerta que llevaba a mí patio, seguramente se me olvido cerrarla antes de recostarme, empecé a escuchar como mis perros ladraban fuertemente, después de un tiempo se callaron, seguramente Jeff ya había brincado la pared de concreto de mí patio.
Di un gran suspiro y en toda la noche no pude dormir, escuche poco a poco el cantar de los pájaros, que anunciaba que ya había salido el sol, me levante de la cama y tome las sabanas manchadas de mí sangre, baje hasta el cuarto de lavado y coloque la sabana dentro de la lavadora, inicie el ciclo de lavado, antes de que volviera a mí habitación escuche pasos, luego escuche la voz que provenía de mí padre, diciendo desde la parte de arriba
-estas allá abajo sofí? –me pregunto
-si! –le respondí –estoy cortando una naranja para comer!
-muy bien, cuando acabes alistare, hoy vamos a ir con tu abuela a almorzar, para dejar dormir a tu madre, llego muy tarde del trabajo anoche
-ok –tenía que encontrar la forma de que no notara que mí mano sangraba, pero era imposible, así que se me ocurrió otra idea, tome rápido una naranja y un cuchillo, de más o menos el mismo tamaño de mí herida, atravesé la naranja justo por la mitad con el cuchillo, luego hice puño mí mano abriendo la herida y haciendo que callera sangre en la punta del cuchillo que sobresalía de la naranja, ahora seguía lo más difícil, gritar de dolor, y digo lo más difícil porque desde hace un buen rato ya no sentía nada en la mano, eso siempre pasaba, me acostumbraba fácilmente al dolor, solo tenía que mantener la calma, entonces se me ocurrió algo, tome la naranja y la aplaste con la mano haciendo que de esta saliera su jugo y callera a mi herida, el ardor fue tanto que no me tome la molestia de contenerme y emití un gran grito de dolor, después de un tiempo empecé a escuchar como mí padre y mi madre bajaban, seguidos de unos pequeños pasos seguramente los de mí hermana, mi madre me vio impresionada, corrió tomo mí manos y la llevo a el lavabo para desinfectarla
-rápido trae el kit de primeros auxilios –dijo mí madre a mí padre mientras metía mí mano en el chorro de agua, mi padre volvió a subir y mientras mí hermana se acerco temerosa y le pregunto a mí madre
-Sofía va a estar bien?
-si mí niña ahora sube arriba por favor –le respondió mí madre, algo desesperada
Mi padre regreso con el kit de primeros auxilio, mi madre saco desinfectante para mí herida, algodón y no sé cuantas cosas más, me sorprende que a pesar de que este casi desvelada, tenga idea de lo que hace, sin duda es una médico increíble.
-cómo fue que te hiciste esto?! –me pregunto
-trate de partir una naranja, creo que estaba medio dormida, lo siento
-menos mal, no atravesaste ningún tendón, vena, ni nervio importante, tuviste mucha suerte, con reposo esa mano va a estar mejor
-cuando me cure podré seguir tocando violín?
-así es no te preocupes, todo estará bien, pero aun así sería bueno llevarte a la clínica –me dijo mientras terminaba de vendar mí mano
-no, esta bien, dijiste que con reposo estaría bien, no es necesario
-muy bien… te puse algo de anestesia en la herida, no la sentirás por un muy buen rato
-muy bien me iré a vestir para ir con mi abuela
-aun quieres ir? –me pregunto mí padre
-sí, tengo hambre –respondí con una sonrisa, obviamente fingida, subí mí cuarto, tome un pantalón de mezclilla, mis botas negras, hasta las rodillas, una blusa negra y una chamarra azul cielo, se parecía bastante a la que Jeff usaba, claro con la acepción del color,
-ese maldito, valla precisión que tiene para que no me haya dado en ningún punto importante… a no ser que no lo supiera… nah como sea, YA ESTOY LISTA! –grite
-vámonos entonces! –grito mi papá desde la parte de abajo
Tome mí celular con los audífonos y el cargador, baje rápidamente y me subí al auto de mí padre, conecte el cargador al auto y luego a mi celular para que se terminara de cargar, luego me apoye en la puerta del auto y a observar el camino, me preguntaría si el trato en verdad seria en serio o solo me dejo vivir para matarme después, como sea, no quisiera llevarme a mí familia con migo, cerré los ojos lentamente luego pude evitar quedarme dormida.
