¡Hola, hola! Les cuento que en el foro 'Comunidad del Cazador', estamos haciendo una actividad para olvidar la tristeza que nos viene dejando hace tantos capítulos el animé, entonces decidimos escribir una serie de drabbles que contengan humor para sentirnos mejor. Espero que sean de su agrado.

Como siempre, Hunter X Hunter le pertenece a Togashi-sensei, Madhouse y asociados.

.


.

I.- Kurapika.

.

Estaba ahí; nervioso y todo sudado, mirando atónito la cosa que Leorio sostenía en su mano. Era enorme, gruesa y amenazaba con entrar en él para causarle dolor. El aspirante a médico tuvo que, prácticamente amarrarlo para que no se moviera.

—¡Quédate quieto! —Le reclamó—. No la hagas más larga, además, si no te relajas te va a doler de verdad.

—¡¿Estás loco?! ¡Esa cosa es gigante, ni creas que te dejaré enterrármela! —Se defendió. Era increíble como de un momento a otro, toda su compostura se había ido al tacho de la basura.

Ahora era Leorio quien sudaba. No sabía para qué Kurapika se había ofrecido a hacerlo sin problemas, si ahora iba a parecer una niñita llorona. Aburrido, le cogió con fuerza el brazo y realizó su tarea rápidamente hasta que obtuvo lo que necesitaba del Kuruta.

—¡Idiota, me dolió! —Exclamó justo en el momento en que Killua entraba en la habitación.

—¿Qué está pasando aquí? Los gritos se escuchan desde afuera, par de locos.

Tanto Kurapika como Leorio se quedaron viendo sonrojados, habían sido unos minutos acalorados y como si eso fuera poco, ahora el Zoldyck los había descubierto.

—Eso no importa, ya conseguí lo que quería de Kurapika —sonrió triunfante, mientras agitaba la jeringa en el aire.

El albino no entendía nada y los miró exigiendo explicaciones. Muy avergonzado, fue el Kuruta quien habló.

—Leorio necesita hacer un estudio de algún ADN extraño para su curso —suspiró—. Yo me ofrecí para darle una muestra de mi sangre pero…

—Pero el muy gallina le teme a las agujas —completó el aspirante a médico, muerto de la risa.

Killua se apretaba el estómago de tanto reír, hasta lágrimas salieron de sus ojos después de un rato. —¡Esperen a que Gon se entere! —Se mofaba—. ¡Co-co-co-co! Soy la gallina Kuruta —y hacía las veces que aleteaba.

Por primera vez, Leorio y Killua se estaban riendo juntos de alguien, solo que el mayor supo guardar silencio cuando el rubio exhaló aire con furia, camino hacia la puerta y la cerró de golpe.

—Será mejor que no le digas a Gon —advirtió Leorio—. Se molestará.

El Zoldyck se encogió de hombros. —¿Y? Kurapika se enoja por todo…Pero supongo que no quiere quedar en vergüenza —se cruzó de brazos—. Está bien, no le diré a Gon, ¿feliz?

Leorio asintió. —Bien, debo llevar esto al laboratorio de la Universidad. Con permiso, Killua.

—¡Adiós, viejo! —Desde el pasillo pudo escuchar los reclamos de Leorio a causa del apelativo.

"Quién diría que el Bastardo de la Cadena, le teme a algo tan insignificante como una agujita." Pensaba mientras se echaba en su cama para jugar con su consola favorita.

.

.


.