Sailor moon y sus personajes son propiedad de Naoko Takeuchi


Esta es una re-edición de mi historia "La venganza de las estrellas" aquí está todo un poco más explicado y con una historia ligeramente distinta J

La historia oculta

Una danza eterna se llevaba a cabo desde el inicio mismo del universo el Caos y Cosmos dos caras de una misma moneda siempre habían estado en conflicto o por lo menos es lo que todos creían pero la realidad era otra Caos era destrucción mientras que cosmos creación uno no puede existir sin el otro son dos lados de una misma moneda y su existencia se remonta al mismo origen del universo cuando Caos y cosmos desterraron a la vacuedad al olvido en el principio las dos fuerzas eran solo eso fuerzas sin cuerpo y forma pero siempre presentes más con el paso del tiempo y el nacimiento de las civilizaciones en los diferentes planetas y estrellas el caos y el cosmos tomaron forma e interactuaron con las criaturas que iban apareciendo visitaron planetas, estrellas y mundos diferentes al principio siempre iban juntos pero después caos tomo un camino diferente a cosmos.

En un planeta pequeño entonces nació la desolación y lo negativo caos estaba cerca de aquel lugar y presencio como aquellos seres inteligentes que días antes se agrupaban y convivan juntos empezaban a destruirse los unos a los otros, Caos por primera vez en toda su existencia presencio el salvajismo y la oscuridad que podía albergarse en los corazones de aquellos seres en poco tiempo el planeta entero pereció y una oscura energía se liberó cuando el planeta entero se marchito aquella energía oscura viajo hacia otro mundo y esta vez fue cosmos quien presencio la destrucción que podía causar aquel ente cosmos viajo por el universo en busca de Caos cuando ambos se encontraron no fueron necesarias las palabras en los ojos de ambos se reflejó el horror que presenciaron.

—Todo está en peligro si este ente sigue acumulando poder y destruyendo estrellas traerá de regreso al vacío – dijo Caos por primeras ves hablando Cosmos parpadeo asombrada y asintió

—Nosotras no podemos intervenir nuestro poder es grande pero el universo es aún más grande y este brote de oscuridad está creciendo apareciendo en puntos lejanos no somos omnipresentes —dijo Cosmos abatida

—No digo que intervengamos directamente Cosmos creo que podríamos darles a ellos el poder y la opción de defenderse — respondió Caos

—Una luz de esperanza —dijo Cosmos y Caos asintió – ¿porque quieres salvarlos si tu amas la destrucción? — pregunto Cosmos

—Me gusta el caos y la destrucción pero solo cuando yo los provoco además mi caos es siempre ordenado y necesario para el nacimiento de nuevas estrellas Cosmos-

—Lo sé, no tienes que decírmelo – respondió Cosmos mirando las estrellas brillando a su alrededor.

Poco después de aquello Caos y Cosmos viajaron hacia puntos diferentes del universo llevando con ellas el poder que otorgarían a aquellos que fueran dignos de defender sus respectivos planetas.

Kinmoku era un planea joven con pocos habitantes que tenían un gran respeto por su líder un hombre de porte regio y elegante que adoraba a su planeta y su reino por eso cuando una noche en que celebraban el cumpleaños número catorce de la princesa en medio del salón aprecio una extraña visitante su primer impulso fue atacar pero el recién llegado detuvo su espada con facilidad ante el asombro de todos los allí reunidos el recién llegado los observo con curiosidad era la primera vez que estaba rodeada de tantos mortales y a pesar de que había tomado la forma de uno de aquellos seres nunca había interactuado directamente y no sabía cómo actuar dio un suspiro y sin soltar la espada del rey se quitó la capucha dejando a todos en silencio el rey soltó la espada asombrado pues ante él estaba una mujer de gran belleza tenía el cabello color plateado y en su frente había una estrella de nueve puntas sus ojos eran color azul intenso y su piel de un suave color crema unas grandes pestañas enmarcaban sus ojos pero sobre todo lo más resaltante era su aura que manaba una energía poderosa y cálida.

—saludos rey de del fuego — dijo la recién llegada el rey parpadeo aún más sorprendido pues la vos de la joven era melodiosa y dulce transmitiendo una gran sensación de paz

—¿quién eres? — pregunto la princesa mirándola a los ojos cosmos la observo y en ella vio el fuego ardiente de la esperanza

—mi nombre es Cosmos, joven princesa y he venido hoy a entregarte un obsequio —dijo la chica

—¿porque estás aquí? — pregunto entonces el rey atrayendo la atención de la joven

—ya lo dije tengo un obsequio para la joven princesa y una advertencia rey — dijo ella ambos se miraron y el hombre suspiro asintiendo

—dila — pidió el hombre

—la oscuridad está brotando nuevamente en todo el universo va de planeta en planeta alimentada por la desesperanza si continua así devorara cada estrella, cada planeta cada vida nosotros que derrotamos una vez al vacío no podemos extinguir la oscuridad naciente pues es como intentar capturar la luz por eso hemos decidido despertar a sus guardianas—

—¿guardianas? — pregunto la princesa

—así es, cada planeta tiene un cristal, un alma que da la vida al mismo, ese cristal necesita un portador, un guerrero, hombre o mujer no importara con este poder será capaz de desterrar la oscuridad y proteger a su planeta —

—yo lo are — la voz de la princesa sorprendió a todos. la princesa era una niña aun ¿que podría hacer ella? pensaron y el rey sonrió conmovido por la voluntad de su hija

—Kayiri tu eres …—

—la elegida — interrumpió cosmos sonriendo el rey miro con temor a la visitante

Cosmo miro a la niña y alzo su mano a la altura del corazón de la princesa con un suave movimiento de su mano la guerrera extrajo la semilla estelar. Del cuerpo de la princesa emergió un cristal transparente la princesa se desmayó pero nunca cayó al suelo su cuerpo se mantuvo suspendido en el aire mientras Cosmos con su otra mano tocaba el suelo una llama roja surgió y se mantuvo ardiendo en la mano de la guardiana ella sin mirar a los demás fue acercando la llama al cristal cuando estuvieron a menos de veinte centímetros la llama y el cristal se atrajeron fundiéndose en uno solo y desprendiendo una gran luz que cegó a los mortales

—¿qué le has hecho? — pregunto el padre de la chica

—le he dado el poder del fuego ahora ella es la princesa del fuego y la sailor guardiana de Kinmoku pero necesitara ayuda rey entre tu pueblo hay corazones puros que protegerán a tu hija y las estrellas les brindaran sus poderes — dijo Cosmos extendiendo nuevamente sus manos donde aparecieron unas curiosas estrellas de cinco puntas eran ocho en total las coloco en las manos del rey y luego se acercó a la princesa que aún estaba inconsciente — se fuerte pequeña princesa —agrego

—¿cómo sabremos a quien darles estos poderes? — pregunto rey

—cuando las guerreras aparezcan la princesa sabrá a quien otorgarle el broche —respondió antes de mirar hacia las estrellas y ante los asombrados habitantes una alas blancas aparecieron en la espalda de la chica y esta desapareció en un destellos de luz

Al mismo tiempo en un planeta oscuro sailor Caos entregaba a la reina el cristal oscuro que apenas volvió al cuerpo de la monarca le otorgó una distintiva luna negra en la frente

—el cristal oscuro reina de la luna oscura, es la contraparte del cristal de plata que sailor Cosmos confiara a los habitantes de la luna llena — dijo ella

—¿el cristal de plata iguala el poder del cristal oscuro? —pregunto la monarca

—Ambos cristales son únicos cada uno posee su propio poder respondió — Caos frunciendo el ceño por algún motivo no confiaba en la reina

—Entiendo, no te preocupes yo cuidare de este poder que nos has otorgado — dijo la reina

Caos asintió y transformándose en una estrella desaprecio en el firmamento la reina extendió su mano un cristal negro aprecio era precioso capaz de absorber la luz pero a la ves emitía una calidez mágica extraña.

Cosmos visito diferentes planetas en muchas galaxias distantes Caos hizo lo propio y al final terminaron llegando ambas a un planeta muy diferente a los que habían visitado. Ambas llegaron al mismo tiempo al palacio de los soberanos, pero ya las esperaban.

—Bienvenidas sailor Cosmos y sailor Caos — dijo una joven mujer de piel plateada vestida de blanco y con algunas pulseras en las muñecas y con un cabello color rosa bastante largo tanto cosmos como Caos parpadearon sorprendidas

—¿Cómo sabes quiénes somos? — pregunto desconfiada Caos

—Las he visto y también al surgente mal, he visto que han ido despertando a las guerreras que protegerán el universo y sé que buscan a la princesa de Astra, mi planeta.—

—¿Cómo? — pregunto Cosmos curiosa

—Fui bendecida con el don de la profecía por ese motivo informe a mis padres y ellos ya las esperan —respondido tranquila la joven

—¿Eres la princesa? — pregunto Caos

—Así es pero no puedo ser yo la que reciba el poder de las estrellas —

—¿Cómo lo sabes? — pregunto cosmos

—Mi destino no está unido al cristal astral, no me elegirá a mi sino a mi hermano—

—Eso no es posible princesa hasta ahora todos los cristales han escogido a mujeres de la familia real princesas o reinas de corazones puros — respondido Caos

—Lo sé, pero en este lugar las cosas cambiaran —dijo la joven

—Dejemos que el cristal astral lo decida entonces — dijo Cosmos y en sus manos aprecio un cristal que brillaba de color celeste pero no reaccionó a la princesa

—Clyo — llamo entonces un hombre tenía el mismo color de piel de la joven pero su cabello era negro

—Padre — dijo la chica acercándose a el

—¿Quiénes son ellas? — pregunto el hombre mirando a las dos jóvenes frente a él, ambas tan diferentes físicamente como el día y la noche. una tenía el cabello plateado y los ojos azules su piel era blanca parecía de porcelana y en su frente relucía una estrella de nueve puntas color oro la otra tenía el cabello negro y sus ojos eran rojos su piel era más de un extraño tono gris claro y en su frente había una refulgente estrella negra pero ambas tenían el cabello muy largo.

—Son ellas padre, sailor Cosmos y sailor Caos han venido por Cyo -

—Bienvenidas, las hemos estado esperando — dijo el hombre

Tanto Caos y Cosmos intrigadas siguieron al rey a una sala mayor, el lugar al que las condujo era una amplia sala con un abovedado techo y grandes ventanales por los que la luz de los dos soles de aquel sistema ingresaba. Y allí habían otras dos personas una mujer de cabellos rojos y piel planteada y un niño de unos diez años tenía el cabello negro y los ojos azules Cosmos miro al niño y extendió el cristal astral y este emitió un fuerte brillo entonces del pecho del niño salió su semilla estelar que al instante se fusiono con el cristal astral antes de regresar al cuerpo del niño. Caos se mantuvo en silencio y Cosmos se sorprendió mucho cuando el cristal astral se unió por completo al niño y le dio un símbolo como a todos; una estrella de cinco puntas color blanco apareció en su frente.

—Creo que no queda nada más que decir — dijo Caos

—Ahora príncipe eres el guardián y protector de este sistema aprende a usar tu poder y defiende tu planeta con valentía — le dijo Cosmos antes de entregarle al niño seis broches que despertarían a sus propias guardianas o tal vez guardianes.

Cosmos miro al niño y él le devolvió la mirada Caos hizo una mueca aburrida Cosmos era demasiado sentimental y alargaba mucho las cosas eso les traería problemas más adelante estaba segura de eso

—Cosmos es hora de irnos - dijo Caos

—Tienes razón, vamos - respondido Cosmos ambas se transformaron en brillantes luces que desaparecieron en el firmamento.

El tiempo paso y aquel mal surgente fue frenado las princesa crecieron y se volvieron poderosas guerreras capases de hacer hasta lo imposible por proteger sus reinos. Caos y Cosmos volvieron a viajar separadas vigilando de lejos a cada planeta y a cada reino pero como el mal nunca duerme algo ocurrió una batalla fría que arraso con la galaxia de la estrella y el reino de Astra desaprecio al mismo tiempo que el equilibrio fue roto pues unos de los cuatro cristales más poderos se apagó. Caos y Cosmos que alguna vez fueron compañeras casi hermanas se volvieron enemigas al mismo tiempo la oscuridad se adueñó del corazón de los habitantes de la luna nueva y contamino la tierra; en una cruenta batalla que se desato en la luna la oscuridad hizo a los terrícolas ambiciosos y anhelantes del poder del los habitantes del milenio de plata Cosmos intervino, la batalla fue agotadora y cruel pero tras un gran esfuerzo la guardiana del cosmos encerró a la oscuridad, mas se debilito tanto que pereció al mismo tiempo que la princesa de la luna llena y el imperio de lunar .

Mas en su viaje mucho antes de que aquello ocurriera Cosmos acogió a los últimos sobrevivientes del reino de Astra cuatro niños a los que otorgo el poder de las estrellas cada uno de aquellos chicos poseía un don y el más joven al ver a Cosmos desapareciendo decidió evitarlo, usando su poder ayudo a la reina Sereniti a darles una nueva vida a todos los habitantes del reino lunar y secretamente sello el poder y conciencia de Cosmos dentro de la semilla de la princesa.

Varios siglos más tarde la oscuridad empezó a escapar y despertó en la tierra a un antiguo mal pero al mismo tiempo las sailors despertaron y se inició la búsqueda de la princesa de la luna llena.

La princesa Sereniti había reencarnado en la tierra y despertó como tal cuando vio a su gran amor morir a partir de ese momento diferentes enemigos fueron surgiendo y ella fue creciendo y despertando todo su poder; al mismo tiempo la oscuridad volvió a surgir en el universo y destruyo el planeta del fuego más antes de perecer la actual princesa de Kinmoku logró huir hacia una pequeño sistema solar donde una misteriosa luz la oculto y le dio cobijo en la tierra hasta que aquel mal fue derrotado y el orden restablecido.


Algún tiempo después En el palacio flotante donde nacieron Caos y Cosmos aquel joven que cambio el destino una vez volvió a despertar cuando el palacio empezó a viajar rumbo a la vía láctea.


En la tierra habían pasado tres años desde que las jóvenes sailors lucharon alado de la Sailor Starlights para proteger su planeta. Ahora tres años después Serena Tsukino la reencarnación de la princesa Sereniti devoraba un delicioso helado mientras esperaba a sus amigas

—¡Serena! - llamo una joven de cabellos azules

—Ami - dijo alegre la joven

—¿Esperaste mucho? - pregunto la peliazul

—No para nada pero las demás aun no llegan - dijo Serena

—Estoy segura que ya vendrán - respondió Amy

—¿Y cómo te va en la universidad? - pregunto Serena

Ami suspiro sus clases eran largas y agotadoras pero amaba la carrera que había decidió seguir y le relato a la rubia lo que le iba ocurriendo Serena escuchaba atenta aunque no entendía mucho poco después llegaron Lita y Rei y al final aprecio Mina el grupo estaba feliz de reunirse nuevamente pues desde que terminaron la escuela superior se habían separado y cada una empezó a dar los pasos para cumplir su sueño. Mina estaba en una agencia de talentos, Ami estaba en la universidad estudiando medicina, Lita iba a una escuela gastronómica y Rei tenía sus propias metas, pero Serena había estado dando vueltas sin saber mucho que haría pues su más grande sueño era casarse con Darién que ahora estaba en el extranjero terminado su carrera y la rubia aun no tenía en claro qué camino seguir así que había estado trabajando a tiempo parcial mientras desidia que iba hacer. Y finalmente después de una agitada semana había podido reunirse con sus amigas la cinco recordado el tiempo en que iban a la preparatoria volvieron al café de Andrew que la atendió como siempre feliz de ver a las chicas después de tanto.

—¿Y cuando vuelve Darién? - pregunto Mina

—En un par de meses - respondió entusiasmada la rubia jugando con la sortija en su dedo

—Cada vez está más cerca el día en que lo volverás a ver - dijo Mina y Serena sonrió pero algo había cambiado desde hace tres años y ahora que volvería a ver a Darién su futuro estaba tomando un tiente más real debería estar feliz pero no sabía porque no sentía las mismas mariposas que antaño al imaginar su futuro.

Los ojos de Serena vagaron por sus amigas pero ahora las sentía lejanas como si ella ya no pudiera conectarse a ellas, era un sentimiento extraño que no lograba comprender y las preguntas solían atormentarla siempre ¿porque todo parecía haber cambiado tanto, porque no se emocionaba como antes? suspiro y miro por la ventana desde hace tiempo sentía que algo muy importante le faltaba era como si una parte de ella no pudiese ser feliz con lo que se suponía seria su futuro y aquella utópica paz.

Repentinamente una melodía conocida la saco de sus divagaciones e hizo que recordara a su amigo Seiya la chicas se quedaron quietas cuando la conocida canción del trió sonó todas permanecieron en silencio preguntándose, como estarían las estrellas fugases pero ninguna menciono nada la mirada de las cuatro cayo en Serena que era quien más había resentido la partida de los chicos, pero la rubia seguía sonriendo como si nada ocurriera y eso tranquilizo a las chicas.

—¿Creen que ellos estén bien? - se atrevió a pregunto Mina

—Seguramente si, cumplieron su misión y volvieron a reconstruir su planeta que podría ir mal - dijo Serena comiendo un trozo de su pastel

—Si, ella tiene razón además ellos demostraron ser muy fuertes seguro están muy bien — dijo Lita, Rei y Ami le dieron la razón y volvieron a charlar.

Serena suspiro continuo oyendo la conversación y asentía entusiasta pero su mente estaba en otro lado, muy lejos de allí divagando en que hubiese ocurrido si Seiya aquella vez hubiera cumplido con esa promesa que le hizo de secuestrarla.


La noche ya era muy avanzada y Serena dormía sobre los cobertores había estado escuchando música y el sueño le había ganada la pela Luna entro por la ventana y negó con la cabeza al ver a la descuidada chica rubia durmiendo con las ventanas abiertas y con la ropa con la que llego.

—Nunca cambiaras verdad — dijo la gata moviendo la cabeza

Serena estaba perdida en el oscuro vacío no había nada solo oscuridad entonces noto un destello al acercarse al lugar vio un espejo enorme estiro su mano y toco la superficie una fuerza extraña la arrastro dentro del espejo y cayó al suelo cuando se puso en pie vio que estaba en una sala de espejos su imagen se repetía giro a la izquierda y se vio pero al aves no era ella era la princesa Sereniti llevaba su largo vestido blanco rosando el suelo y tenía un porte más elegante al ver a asía su otro costado vio a sailor moon con aquella mirada llena de confianza y ese porte de guerrera pero al mirar hacia el frente vio a una persona completamente diferente tenía su rostro, pero, era muy diferente su cabello era plateado y vestía como una sailor pero toda su ropa era completamente blanca además en su frente tenía una estrella dorada estiro su mano con curiosidad y el reflejo hizo lo mismo.

¡No lo hagas! — dijo de pronto la princesa Sereniti

—¿Por qué? — pregunto Serena deteniéndose

No la toques — pidió la princesa bajando su mirada

El universo necesita a sailor Cosmos princesa — dijo sailor moon

Pero nuestro futuro — protesto la princesa, Serena estaba confundida su mano aún estaba levantada con los dedos extendidos pero al final aparto la mano la imagen la miro con tristeza y los espejos desaparecieron.

Una vez más la rubia estaba en la oscuridad pero entonces una mano salió de la nada y la sujeto con fuerza de la muñeca Serena dio un tirón asustada pero el agarre no cedió y a partir de la mano una figura fantasmal se materializo era una mujer tenía el cabello negro y Serena fue capaz de verlo por los destellos que emitía cuando movía la cabeza pero lo que se quedó en su mente fueron los ojos rojos llenos de molestia que la miraban con tanta intensidad, la mujer hablo pero ningún sonido salió de su boca Serena no podía apartar la mirada de esos ojos y entonces la oscuridad pareció hacerse más densa y aquella mujer fue desapareciendo en ese momento la rubia abrió los ojos hacia frio y las luces de las farolas iluminaban a medias su habitación.

—¿Serena? — pregunto Luna

—Hola Luna — dijo la rubia estirando sus brazos cansada

—Deberías cerrar la ventana está empezando a haser frio — dijo la gata

—Si, tienes razón — dijo la rubia y se acercó a las ventanas pero al alzar la mirada al cielo vio una hermosa noche estrellada sin poderlo evitar suspiro con nostalgia.


En el gran palacio del alfa y el omega el muchacho rubio que había despertado miraba un gran espejo estiro su mano y roso el frió cristal su reflejo entonces desaprecio y dio paso a un planeta rojo y al igual que si alguien hubiese hecho zoom la imagen se acercó y mostró un palacio rodeado por un inmenso jardín lleno de flores color naranja muy bellas en medio de todo había una joven muy hermosa su largo cabello rojo estaba sujetado en un elaborado tocado y su atuendo solo realzaba su belleza y poder, el chico sonrió aquella princesa y pronta reina era la viva imagen de alguien que conoció en el pasado pero ella no era su objetivo busco con la mirada y finalmente vio allí a tres sailors caminaban poco detrás de la princesa dos de ellas tenían una sonrisa serena en el rostro y la tercera la tercera tenía la mirada en el cielo sus ojos azules estaban perdidos en aquel peculiar cielo rojizo del planeta de fuego como si buscara algo perdido allá arriba.

—Ha pasado tanto tiempo — dijo el joven rubio hablando por primera vez en mucho tiempo, sus dedos rosaron el cristal añoraba a su familia y había llegado el momento de reunirlos aunque primero debía salir del castillo en que llevaba encerrado desde que uso sus poderes para salvar a Cosmos y al reino de la luna llena.


La noche caía en Kinmoku y después de la cena las sailor se marcharon a sus habitaciones dejando sola a la princesa esta suspiro triste tenía el presentimiento de que algo cambiaria muy pronto.

A media noche una brillante estrella ilumino la habitación de la monarca y la princesa despertó primero fue cegada por la luz pero después la oscuridad se la trago y una fantasmal figura se mostró frente a ella.


Seiya se removía inquieto en su cama desde que regreso a Kinmoku había estado teniendo sueños extraños pesadillas y sueños donde veía a Serena perdida y sola pero por más que intentaba alcanzarla ella se desvanecía, el sudor perlaba su frente una gran opresión lo asfixiaba abrumándolo entonces abrió los ojos su habitación estaba a oscuras se puso en pie y al instante noto que había vuelto a cambiar. desde su regreso de la tierra cada noche mientras dormía dejaba de ser Fighter y se transformaba en Seiya no sabía la razón o no quería admitirla y claramente jamás había mencionado aquel detalle a sus compañeras ya se imaginaba a Healer, haciendo un escándalo y Maker seguramente lo reprendería por no decírselo, dando un gran suspiro se dirigió al baño de la habitación pero entonces noto algo diferente tenía la sensación de que lo observan desde cada ángulo del cuarto desde entre las sombras su mano se movió casualmente hacia su buro pero antes de coger su broche de transformación una pálida mano fantasmal lo sujeto tirando de el hacia una esquina de la habitación y la oscuridad se lo trago.


La princesa kakyuu se quedó paralizada cuando vio a aquella espectral figura, tenía un largo cabello enmarcando su rostro y sus ojos rojos destellaban con molestia.

—¿¡Quién eres? — dijo la princesa asustada.

¡No hay tiempo para formalidades soy la sailor del caos y tengo un mensaje para ti y para la tonta de Cosmos, la vacuedad está liberándose tanto desequilibro ocasionado por las recientes batallas han provocado que empiece a liberarse necesito a Cosmos y ella necesita a sus mocosos, princesa del fuego devuelvele a sus estrellas antes que esta realidad sea borrada por el vacío! - ordeno la fantasmal sailor Caos la oscuridad fue retrocedió y la princesa Kakyuu se vio entonces en una sala oculta bajo su castillo.

La pelirroja miro el lugar una amplia sala labrada en la piedra roja, la paredes estaban talladas directamente en la roca y un alto techo abovedado se alzaba sobre ella de el colgaban unos peculiares candelabros que iluminaban toda la sala proyectando una fría luz blanca, la princesa suspiro en las paredes habían enormes cuadros todos cubiertos por gruesas sabanas nunca le gusto aquella sala en ella estaban guardados los secretos de Kinmoku, en todos aquellos libros apilados en las estanterías y en esos enormes cuadros cubiertos.

Cuando volvieron a Kinmoku ella tuvo la esperanza de que la sala hubiese sido destruida y así dejar en el olvido el registro de aquello y no es que no amara su planeta y su reino ella daría la vida por su reino pero había cosas que los antiguos reyes y reinas habían hecho, cosas de las que ella no se sentía orgullosa y cosas que quería olvidar el origen su guardia personal estaba entre las cosas que ella quería olvidar pero ahora no podía retrasar más lo inevitable con temor se dirigió a un cuadro y sujeto la sabana la apretó con fuerza no quería retirarla, quería solo volver y olvidar todo pero no podía aferro con fuerza la sabana y tiro de ella.

La sabana se deslizo sin oponer resistencia y cayo con un murmullo a sus pies el cuadro ahora descubierto era algo a lo que la princesa se negaba a ver pero finalmente alzo la visita y sintió un nuevo estremecimiento igual al que sintió cuando vio a sus guardianas en la tierra con aquellas apariencias masculinas.

En el cuadro frente a ella habían cuatro jóvenes todos llevan armaduras de diferentes colores y tras ellos una lluvia de estrellas caía pero lo que hiso estremecer a la joven princesa fue su apariencia y los nombres escritos en una esquina del cuadro; Yaten, Taiki, Seiya y Akira la princesa se quedó contemplando aquella pintura que fue hecha hace quien sabe cuántos miles de años en el pasado y aun así ellos no habían cambiado nada la princesa fue retirando las sabanas de los demás cuadros y en ellos siempre se mostraba a las tres guerreras que ahora la acompañaban siempre las mismas chicas, siempre esos rostros protegiendo a la familia real de Kinmoku el cuarto integrante de aquel grupo que solo aprecia en la primera pintura parecía mirar con desaprobación lo que habían hecho los soberanos del planeta de fuego.

—Te regresare a tus guerreros sailor Cosmos - dijo Kakyuu mirando la pintura de los cuatro chicos y aunque ella no conocía a Cosmos y de hecho a lo largo de los siglos y milenios nadie jamás menciono la apariencia de la sailor guardiana del orden la princesa del fuego se sentía unida a aquella sailor legendaria.


Seiya tirito, estaba haciendo frio y sentía su cama dura abrió los ojos y lo primero que vio fue a un perro mirándolo con curiosidad desde un costado del enorme contenedor de basura el moreno parpadeo sorprendido y fue incorporándose el horrible olor a podrido le lleno la nariz miro hacia los lados intranquilo y vio unas altas paredes y allá al frente un coche acaba de pasar a toda velocidad el moreno se restrego los ojos y alzo la mirada al cielo un conocido y añorado color azul le dio la bienvenida.

—No es posible— dijo apoyándose en la pared del callejón de alguna manera su anhelo secreto se había hecho realidad esta una vez más en la tierra.


Serena se despertó sobresaltada y miro la hora eran casi las cuatro de la madrugada sus ojos recorrieron la habitación y los volvió a cerrar había soñado con un absurdo que la hizo, despertar había soñado con Seiya volviendo por ella y aunque sabía que aquello nunca ocurrirá quería volver al sueño solo un momento más para ver nuevamente a su amigo, a su estrella.

Dos semanas después Serena estaba nerviosa y otra vez jugaba con su sortija mientras esperaba a que Darién llegara Mina que se había dado el tiempo para acompañarla atribuía los nervios de su amiga a las ansias de ver a su prometido pero Serena se sentía inquieta por otros motivos.

El vuelo de Darién finalmente llego y cuando el moreno hizo su aparición la rubia sintió que sus temores se hacían realidad no había sentido las mariposas ni siquiera sabía que hacer ahora que al verlo había comprobado que sus sentimientos habían ido desapareciendo, sentía cariño por Darién pero no amor sentía que podían ser buenos amigos pero no se veía en un futuro junto a él, casados y formando una familia menos aun dirigiendo a un reino.

—Serena que alegría verte — dijo el sonriente después le dio un beso casto en los labios

—Bienvenido Darién — respondido ella embozando su mejor sonrisa aunque fue falsa y carente de sentimiento.

La rubia se sentía cada vez más perdida ¿que aria ahora? miro a su amiga y vio más emoción y alegría en Mina que en ella misma. Darien por otro lado se sintió un poco raro al no recibir el "querido Darién" efusivo de su prometida pero lo atribuyo a que ella ya no era más la chiquilla hiperactiva que solía llegar tarde a clases como todos Serena había madurado se dijo él y ese fue su primer error..

Continuara….