¡Hola! Un gusto a todos. Quiero presentarme y presentarles este nuevo proyecto con el que considero comenzaré mi (no tan, quizás) breve trabajo como traductora. Siempre he leído historias muy buenas que están en inglés, y soy consciente de que no todo el mundo sabe el idioma a la perfección como para hacerlo so, decidí empezar hoy con esto y puede que alguna otra historia después. Eso se verá luego.
Les traigo "Streetlights", es una historia muy conocida en el fandom inglés, ya finalizada hace bastante tiempo. Escrita por weirdprince (ex Amperbire), quien amablemente me dio el permiso y le pareció al igual que a mi una buena idea tener su historia en español.
Mi idea es ir subiendo un capítulo por semana, cada domingo, por la noche, como para terminarla y empezar la que sigue.
¡Disfrutenlo! Quienes no lo hayan leído y quienes sí, haganme saber en qué mejorar. Acepto críticas :) ¡Nos vemos!
Streetlights - Capítulo 1
|Jade|
Un viento gélido y cortante congela mis mejillas, enredándome el cabello y pasando sobre mis hombros desnudos. No he traído abrigo porque me gusta la forma en que se siente la piel de gallina sobre mi carne. Jamás hace tanto frío en California, pero los meses de otoño proporcionan noches frías y aliento de niebla para nublar conversaciones al aire libre. El vapor de mi café negro se eleva desde el vaso plástico que sostengo entre mis manos. Huele a las mañanas en las que odio despertar y las noches en las que me paso memorizando monólogos o revisando borradores para una obra. La bebida está tan intrincadamente sujeta a experiencias y momentos que desprecio, y justo aquí hay otra vivencia que puedo ir añadiendo a la lista, otro café-momento que debo anotar y temerle cada vez que aparece.
A veces, realmente odio todo.
El rostro de Beck se ve solemne. Cabizbajo, su cabello oscuro, la sombra que lo refleja, sus codos en las rodillas, y su café olvidado sobre el suelo entre nosotros. Ninguno de los dos dice nada. Solo se escucha el retumbante sonido de pasos que entran y salen del Starbucks detrás nuestro y el tráfico que hace vibrar la calle. Hay una farola que se apaga y se enciende repetidamente y fijo mi mirada en los colores cambiantes que produce como si fuera un caleidoscopio. Un coche intenta subirse sobre la acera, un brillante vehículo color rojo con música demasiado alta, solo para balancearse hacía atrás antes de poner el freno rápidamente. Hay algunos gritos, y un dedo levantado, antes de que el conductor lo apague.
"Di algo. Por favor."
Me llevo el café a los labios. Aún está demasiado caliente como para bebérmelo pero no me importa; dejo que el hirviente líquido queme mi paladar, con mis papilas gustativas fritándose. Deposito el vaso entre mis rodillas, aplástandolo un poco con ellas. Mi boca por dentro arde, está hinchada y sangra un poco, trago la poca sangre y esta pasa a través de mi garganta.
"Jade. Por favor."
"¿Qué quieres que diga?" Quito la vista de la farola, la ignorancia; ese estúpido indicador que probablemente se ha llevado más muertes que cualquier guerra, que ha funcionado mal o incitó a la gente a ir sin mirar y es probablemente su culpa pero, Dios, a veces la vida es tan molesta y tú solo no piensas en buscarle una solución a ello. Beck mira mis ojos, sombríos y cargados de tristeza – no el tipo de tristeza que tuve cuando su abuela murió, no esa tristeza que él tuvo cuando no lo llamaron para ese comercial por el cual estaba desesperado quedar. Es una tristeza diferente, nueva, grande y densa en sus ojos como si fuesen cortinas blackout. "Honestamente, Beck. ¿Qué mierda esperas que te diga? '¿Gracias por todo? ¿Sin resentimientos? ¿Seremos los mejores amigos para siempre?'"
"No te pongas así." El aleja su mirada de nuevo, acompañado de un suspiro que lo hace bajar sus hombros.
Mi respuesta habitual a la ira prolongada es la violencia. Cualquiera que me haya hecho cabrear lo sabe. Tengo el maniático impulso de querer darle un puñetazo justo en la nariz hasta oírla quebrarse, o dejarle un ojo negro, o estampar mi bota justo entre sus piernas hasta que clame por piedad. Cualquier cosa que se acerque incluso a lo que me está haciendo añicos por dentro, despedazando cada tendón y ligamento hasta romperlos.
Pero es Beck, y nunca antes lo he lastimado físicamente. Nunca vacilé ante él, ni siquiera las veces que me ha hecho enfadar por días. Porque lo amo. Porque lo he amado durante dos años. Porque es Beck y ha estado conmigo siempre y estoy tan enamorada que no imagino mi vida sin él pero aquí está, recortándose de la fotografía en la que hemos estado todo este tiempo.
"Vete a la mierda." No hay verdadera maldad en mis palabras. Intento, de verdad intento generarle la angustia que me está destrozando el pecho, llenándome de un total y completo odio, pero sólo se rompe y las piezas destrozan mis pulmones. Tengo un nudo en la garganta. Mis ojos escuecen. Siempre he sido vulnerable ante él, siempre he dejado que conozca mi punto débil. Pero ahora está atravesándolo, escarbando profundo, rasgándolo acompañado de un ceño fruncido en su rostro. "Vete a la mierda, Beck."
"Realmente te amé, Jade. De verdad. Y aún sigo haciéndolo. Es solo que, no – no está funcionando. Esto no está funcionando."
Lo miré como si quisiera arrojarlo al fuego. ¿Qué es lo que no está funcionando? Lo amo. Él me ama. Nos besamos, conversamos, tenemos citas, nos reímos, hacemos cosas juntos. ¿Cómo es que no está funcionando? Discutimos, si. Tenemos nuestras disputas. Soy celosa y arrogante siempre que mira demasiado a otra chica, pero siempre dijo que eso era lo que le gustaba de mí, que lo hacía sentirse protegido. Lo dijo justo esa noche antes de que me fuera a casa, antes de besarme cálida y suavemente en los labios, y la misma chispa que siempre me ha sacudido con cada mínimo contacto suyo ocasionó que haya aviones colisionando dentro de mi estómago.
"¿Qué es lo que no está funcionando? Todo ha ido bien. ¿Cómo simplemente puedes –" Me muerdo el labio. Está temblando y mi voz se quiebra, y por el maldito amor de Dios, no estoy llorando por sobre todas las cosas. No enfrente de un Starbucks repleto de posibles opciones de vida o muerte, con esa farola tintineando cerca nuestro. "No puedo entenderlo."
"Eres mi primer novia real. Nunca he salido con otra chica. Yo – yo solo no siento lo mismo. No quiero estar contigo hasta no estar absolutamente seguro. No sería justo para ti."
"¿Hay otra chica?" Me vuelvo hacía él, dándome por vencida de evitar llorar. No quiero que suceda. Pero las lágrimas se amontonan en mis ojos y comienzan a derramarse. Beck se me acerca, quitando de en medio el café entre mis piernas para poder apoyar sus pulgares en mis mejillas y remover las lágrimas que caen. Su mano se siente tibia en contraste con el frío viento.
"No. Jade, lo juro, no hay nadie más. Solo me siento muy en conflicto conmigo mismo ahora y – y no sé dónde te encuentras tú. Si como una amiga o como algo más." Él quita sus manos de mi rostro pero permanece cerca. Sus ojos cafés penetran los míos. "Te he amado más que a cualquier otra cosa durante dos años. Eres hermosa y divertida e intelifente y eres mi mejor amiga. Nada de esto tiene que ver contigo. Solo soy yo y mi cabeza intentando descifrar donde se encuentran mis sentimientos." Se pasa una mano por el cabello, peinándolo hacía atrás. "Somos adultos. Nos graduaremos en nueve meses. Necesito algo de tiempo para entender que es lo que realmente quiero hacer el resto de mi vida. Necesito algo de tiempo para mí mismo y quiero ser consciente de que mis opciones no estén siendo influenciadas por nadie más." Coloca su mano sobre mi rodilla. "Necesito hacer esto, Jade. Por mi. Lo siento."
Se lo que quiere decir. Beck es un chico auténtico, y lo he conocido lo suficiente para comprender que no haría nada si no pensara que es correcto. Sin embargo sacudo la cabeza, porque no quiero creerlo, no quiero que diga estas cosas con tanta sinceridad. Quiero que se ría, que diga que solo está bromeando, que se casará conmigo y protagonizaremos películas hasta que estemos viejos y arrugados. Quiero que diga que será para siempre.
Lo beso con fuerza, hambrienta y desesperada, como si eso fuera a convencerlo de que se quede conmigo. Tomo su rostro entre mis manos y el acaricia mi cabello con las suyas mientras la gente nos observa, pero no me importa. Él huele y sabe a café y siempre ha sido mi debilidad, la grieta en mi armadura, mi talón de Aquiles. Pero decidió cortar el beso, incorporándose para dejarme tambaleante y cojeando, mientras decía que lo sentía, que tenía que hacerlo por sí mismo.
Beck me lleva a casa en silencio. Sostengo su mano para auto consolarme e intento respirar, pensando en qué decir para posiblemente hacerlo cambiar de parecer. Pero no lo hago porque eso solo hará que me sienta más como la mierda que ya soy en este momento. Conducimos despacio entre las farolas de la calle, Beck siempre cauteloso y consciente de su entorno, controlando no toparse con conductores imprudentes. Las luces rojas son frecuentes, siempre cambiando y encendiéndose, cediendo por la intersección del tráfico y conduciéndonos a lo seguro mientras avanzamos. Respiro el olor familiar de su coche, de él, y rezo para que el apocalipsis nos caiga encima antes de llegar a mi casa.
Claro que eso no sucede, tampoco tenemos un accidente automovilístico, Beck es el mismo gran conductor que siempre ha sido y será. Aparcamos en mi entrada, la casa vacía se cierne sobre mí como si fuera una prisión. Miro fijamente a través del parabrisas, sin moverme, sujetando su brazo lo suficientemente firme para cortar su circulación. Al menos lo hizo un viernes. Por lo menos tengo unos días para reunirme antes de que el lunes me obligue a caminar por los pasillos sola.
"Te amo". Dije estas palabras tantas veces en conversaciones fugaces, susurros entre las sábanas de su cama, o en las paredes de mi casa. Siempre fui sincera. Siempre han sido ciertas.
"Yo también te amo. Y sé que de cualquier manera – (si es que él me quiere o no – él no lo dice pero se que ambos lo pensamos) "-estaremos bien."
"Lo dudo". Abro la puerta de casa, no entro. Aún estoy afuera con él, antes de que pueda decir nada. Mis dedos aprietan los suyos mientras estoy de pie, mi cuerpo girando para poder mirarlo mientras toma distancia con nuestras manos aún unidas. Miro sus ojos fijamente, los míos ya están adoloridos por el llanto y puedo sentir lágrimas goteando por mi mandíbula. Y luego lo dejo ir, entro, cierro la puerta tras de mí y se aleja lentamente para irse. Estoy de pie con los brazos cruzados, observándolo por la ventana conducir con cuidado por mi calle, sus luces traseras brillando de rojo intenso antes de desaparecer.
Considero caer a la hierba de rodillas y chillarle a la luna como una dramática película de romance. Considero entrar y quemar todo lo que Beck ha tocado. Considero acurrucarme en mi cama y abrazar toda mi almohada como haría la gente normal.
Pero tomo mis llaves del mostrador de la cocina y corro hacia mi coche.
André y Robbie están fuera de la cuestión. Particularmente no me agrada ninguno de los dos por varias razones. Eso, y sé que ninguno de ellos sabría qué decir o hacer. Ni siquiera sé lo que quiero oír y soy la que busca a otra persona. Está Cat, pero no sería capaz de entenderlo completamente, sólo trataría de darme un helado, acariciar mi espalda y poner a su ruidoso perro en mi regazo. Ella sería tan despistada como los chicos, y eso sólo me deja con una opción.
Maldigo mentalmente mientras voy en camino. Odio necesitar a alguien, excepto a Beck, y aquí estoy por segunda vez conduciendo a la casa de Tori Vega mientras lloro a moco tendido. Pero no tengo a nadie más y sé que me ayudará porque Tori no es más que una santurrona. Ella me dirá lo que necesito oír, me mimará y lo equilibrará con bastante severidad para ayudarme.
Preferiría tragar hojas de afeitar bañadas en ácido antes de admitir que necesito a Tori, pero eso no lo hace menos cierto. Así que conduzco, y cada semáforo al que llego, pienso en acelerar y pasarlo aunque esté en luz roja, sólo por la emoción, sólo porque puedo hacer lo que se me dé la maldita gana.
A/N: ¡Al fin! Me estoy dedicando a escribir otra historia Jori de varios capítulos. Será cuestión de tiempo. Iré alternando entre el POV de Jade y Tori. Disfruten~
