Hacia silencio... quizá demasiado; nos encontrábamos en una especie de extraño Dojo japonés, las paredes eran de seda y en el suelo blanco había pintado un enorme símbolo de Yin y Yang.

De pronto una silueta se asoma en una de las puertas, no era muy alta, deslizándose hacia los lados se puede ver quien es.

–¡HaiYa! – exclamó Lynn al entrar en el lugar, traía encima un traje de una pieza completamente amarillo con una línea negra a cada costado, una banda negra en su cabeza que poseía una placa de metal y el kanji japonés de Loud, – ¡Hya! ¡Hya! – hacia los movimientos de Karate con sus manos – ¡Chop! ¡Chop! – se detuvo y miró hacia adelante, a tiempo que hacía una seña de le ataca se – ... cuando quieras, Oficial-san.

Dos pasos se escuchaban al acercarse, tacones a juzgar por el leve tac tac que hacía; una vez dentro se identificó al contrincante. Vistiendo un bra deportivo debajo de un chaleco de combate, pantalón militar y botas de tacón se hallaba Lori, todo de negro y acompañado de lentes de aviador y un gorro de oficial, la adolescente sujetaba un látigo de dos metros en una de sus manos.

–Muy bien, hora de acabar con esto. – dijo al agitar su látigo.

Esperaron unos segundos, luego de ello cargaron hacia la otra, Lori aprovechó la poca distancia que le quedaban para abalansar su látigo contra su hermana, el característico sonido de este hizo eco en el lugar, mas no le impactó; ya que Lynn aprovechó esto y se deslizó en el suelo esquivando tanto el látigo como su hermana, pasando por debajo de ella, la castaña se levantó y con gran agilidad pateó el gorro de Lori lanzandolo hacia al frente.

-¡!... mi gorro. – comentó ella al tocarse la cabeza.

Al agacharse para juntarlo, fue tomada de la mano por la deportista y como si nada la volteo haciendo que cayese de espaldas y de paso levantando un poco de polvo.

–...Uggghhh... – la rubia se quejó del dolor mientras su hermana se desempolvó las manos.

En medio de ellas apareció unas enormes letras en amarillo que decían KO.


Afuera, en la sala Lola y Lana jugaban con la consola de Lincoln, de pronto Lola retrocede en molestia.

–Ahhh, otra vez, – se quejó levemente, miró a Lana seria – No es justo, estás haciendo trampa.

–Siempre dices eso. – le miro Lana.

–... Hmp... aun así Lori apesta como personaje.

–Eso tambien lo dices. – respondió su gemela.

Suspirando derrotada se recostó en el suelo, mirando al cielo raso se volvió a sentar y miró a Lana con una media sonrisa.

–¿Que tal al mejor de tres?

Ella por su parte sonrió de lado y tomando de nuevo el control las gemelas comenzaron a jugar.


Lori dejó caer sus hombros ante esto, mirando al suelo negó con la cabeza.

-Haaa... ¿Porque acepte meterme en esto?

Lynn por su parte recogió su gorro y se lo puso en la cabeza, dando leves palmaditas en su hombro camino de vuelta a su estación de entrada.

Mientras las chicas jugaban Lincoln pasó por ahí cerca, bajando las gradas el niño silbaba al dirigirse a la cocina por un refrigerio, miro rápidamente la pantalla y siguió, pero a los minutos de entrar a la cocina se devolvió al notar que eran sus hermanas las del videojuego, levantando una ceja analizo lo que ocurría en el televisor, pero luego de unos minutos encogió los hombros y siguió con lo suyo.