Buen día a todos los miembros del Fanfiction, esta es un pequeño delirio que me salió de un momento a otro de la mente…
Si! Ya sé que aún no he terminado mi SasuHina…. Simplemente no es mi culpa, piensen que quien inicio la otra historia fue mi bro por lo cual a mi no mucho se me ilumina el cerebro para continuarla…. Pero lo estoy intentando, lo juro! Por favor ténganme un poquitín de paciencia…. La terminare juro que lo hare… bueno como sea…. No he subido nada ya que sólo llevo 2 estúpidas páginas escritas… no se me ilumina…
Les aviso que este no es un SauHina, me he enamorado como psicópata de Katekyo, y bueno este es un YAOI… así que si no es gusta el boylove (amor de chicos, Chicoxchico, etc)
Porfa no lo lean… no deseo ofender a nadie.
Bueno primero que nada deseo comentarles lo que opino de cada personaje ya que según ese punto de vista la historia se irá moviendo, si hay alguna que no le parezca lo que pienso de cada personaje me disculpo pero es que así los veo. Si gustan pueden tonar las disque descripciones de los personajes dentro de la historia. La verdad no sé si aplique.
¿Quiénes son?
Hayato Gokudera:
Un tipo con voluntad fuerte pero frágil, con un ego y un orgullo que te hacen pensar que el tipo se cree demasiado; con una mecha corta y una boca muy grande, como toda persona de apariencia fuerte tiene un corazón demasiado sensible débil y estúpido; siempre tiende a encerrarse en una coraza de hierro y hielo, siempre relacionándose solo lo necesario con las otras personas, tratando de no encariñarse demasiado con alguna. Él vive con miedo de dejar que alguien entre a su corazón, miedo ya que él sabe que si deja entrar a alguien a su corazón y esta persona le traiciona este se rompería aún más de lo que ya está roto. El daría todo por las personas que logren atravesar esa capa, su lealtad su vida.
Puede llegar a ser demasiado autodestructivo, cuando no sabe cómo reaccionar con los sentimientos. Ya que él no se lleva bien con ellos, siempre intenta tenerlos bajo control.
El no es un santo, ha hecho muchas cosas malas, sucias, degradantes, etc. en su pasado. Puta si no fuera así La familia Vongola nunca se hubiere interesado en él.
Ha hecho tanto que el esta consiente que nadie tendría el valor de aceptarlo como pareja, nadie estaría dispuesto a meterse con sabiendo lo manchado que él esta. Y tampoco es que espere que alguien quiera algo con él, ya que él vive por su Decimo y la Vongola, nada más importan en su vida.
Takeshi Yamamoto:
Un tipo con un cuerazo que Dios me deja con la baba y la sangre brotando por la nariz. El clásico chico que nunca ha tenido preocupaciones sobrenaturales. Siempre ha tenido un padre que le ama con locura y le apoya sin dudas. Las grandes posibles preocupaciones de este chico se remonta a tres:
Tratar de pasar el grado.
Ayudar a su padre en el restaurante (Takesushi) (Siéntanse libres de corregirme si no es el nombre del local)
Convertirse en uno de los mejores jugadores de Baseball.
El es un chico distraído y de corazón gentil, distraído y directo al decir sus ideas; con falta de tacto por lo cual no nota cuando termina lastimando a las personas por su falta de cuidado ya que como mencione anteriormente es demasiado distraído.
El no conoces la palabra rendirse o perder, el muy idiota te jodera hasta que sedas ante él o hasta que él termine ganándote.
Simplemente es un idiota, piensa poco, es demasiado distraído…. Su preocupación mayor es descubrir la inmortalidad de los crustáceos.
Al ser una persona simple y gentil no duda en brindarte su amistad, y por lo anterior dicho el no aceptara un "no" de tu parte.
Como toda persona simple y dulce tiene una mecha larga sin embargo al conocer el final de esta mecha ten por seguro que te arrepentirás de por vida de haberle provocado. Él puede llegar a ser uno de los mejores asesinos de la Vongola, tan sólo si de verdad le interesara.
Capaz de llegar a realizar muchas cosas que tú no esperarías del "tierno, distraído y estúpido" chico si alguna de las personas que representan algo para él estan en problemas.
mmmm…. Redunde mucho tal vez…. Bueno ya con esto empezamos la historia… (Se esconde de los tomates)
A quien yo quiero.
Capítulo 1: Dolor y mentiras.
Las mañanas solían ser regularmente iguales desde que había llegado a Japón, le encantaba tener todo bajo control, era algo que siempre le había encantado. Y es que de esa manera era mucho más sencillo el poder proteger a su amado decimo, ya que una situación regular podría ser manejada con facilidad por su persona, claro que esto no indicaba que él no estuviera preparado para alguna sorpresa.
Él siempre estaría preparado para proteger a su decimo.
Pero era claro que las cosas que no estaban planificadas hacían que el trabajo fuera más difícil, todo aquello que no estaba planificado podría significar muchos problemas y posiblemente heridas demás o que alguien ajeno a la situación saliera involucrado. Cosa que a Gokudera no le parecía llamativo.
Bueno pero como siempre sus mañanas eran iguales, él se levantaba muy temprano, se tomaba unos segundos para mirar las fotos en su mesa de noche, le daba los buenos días a su madre (Una foto que por milagros de la vida había llegado a sus manos) y luego se entretenía unos minutos mirando una fotografía en la que se apreciaba a un chico, el cual estaba cubierto de sudor y sonreía.
Aún recordaba cuanto le había costado tomar esa foto. Dejaba que sus dedos se pasearan por la imagen para luego con un suspiro de decepción colocarla nuevamente en la mesa de noche. Cuantas veces había intentado deshacerse de esa foto… más nunca lo hacía… era lo único que tenia de él… lo único que podría obtener de "él".
Luego de su momento de debilidad, como Gokudera solía llamarle. Entraba a su ducha, se cambiaba y verificaba que todo en su departamento estuviera en su posición.
A diferencia de lo que cualquier persona imaginaria él era amante del orden y de la organización, el regularmente tenia todo ubicado donde era necesario, siempre dejaba su uniforme preparado desde un día antes, todos sus cuadernos y libros de texto en la su maletín. Así para él no significaba ningún problema el revisar que su casa quedara en perfecto orden antes de salir.
Sintió como algo peludo se froto contra sus piernas.
Bueno ahora que lo pensaba si había cambiado algo, era el hecho de que ahora tenia una nueva boca que alimentar, se movió hasta su refrigerador, sin sorprenderse que aparte de un litro leche no había nada más dentro de este.
Saco la caja de leche, la abrió y vertió lo suficiente en un recipiente para luego colocarlo en el piso para que Uri se alimentara. El gato/a (Les juro que aún no estoy segura del sexo del felino, si alguien me ayuda diciéndome este dato se lo agradeceré de por vida) ni lento ni perezoso corrió hasta el recipiente y comenzó a tomar el liquido blanco que este estaba. Se agacho para darle un pequeño mimo al felino.
¿Qué hare?-soltó al aire- es el ultimo litro que me queda… mmm… - como si el gato le hubiere entendido le miro fijamente, Ante lo cual el chico de cabellos plateado mostro una pequeña sonrisa, agradecía a Dios de que su relación con el animal fuera mejor que el inicio ya que de no ser así de seguro él ya se estaría quejando por los heridas que tendría su cara, acaricio al gato aún más- no te preocupes ya veré que hago para comprarte más leche…-
Dejo al animal degustando el liquido y él se dirigió hasta una pequeña libreta que estaba sobre la mesa de la sala, no importaba cuanto él hiciera un presupuesto el dinero que le era otorgado por la Vongola nunca alcanzaba hasta el fin del mes. Y bueno no era su culpa el precio de la dinamita no era tan poco que se diga, además de esto estaba el pago del alquiler, el detergente que utilizaba para lavar su ropa, la comida de Uri, el pago de los recibos necesarios (luz, agua y teléfono) y por ultimo quedaba su propio alimento.
Era bueno que de vez en cuando su decimo le solicitara que le diera tutorías sobre alguna materia, ya que él comía lo suficiente ese día para soportar el siguiente día sin consumir nada. Y gracias a eso lograba que el dinero se estirara más. Reviso la libreta con mucho cuidado para verificar los gastos que había hecho este mes, si todo estaba en orden según el papel todavía debían haber unos $10 dólares en su cuenta, bueno $15 dólares pero es que el puto cajero siempre le timaba dinero cuando el sacaba por lo cual estaba seguro que no le dejaría sacar los $15.
Con esos $10 dólares bien le compraba 2 litros de leche a Uri, lo cual sería suficiente para el animal por lo menos durante uno días. Reviso el calendario y se suponía que el nuevo deposito a su cuenta sería dentro de 5 días, lo cual le indicaba que no andaba tan mal, cuando la leche se acabará ya tendría para comprar más.
Él podría vivir un par de días sin comer, eso era seguro…
Miro el reloj de su pared, ya era hora de salir para ir a recoger a su amado decimo, tomo su mochila verifico que todas las ventanas quedarán cerradas y aseguradas, cuando busco a su gato este ya no estaba habiendo dejando cuenco en el que había tomado leche vacío, miro hacia el mueble y vio su gear se coloco el cinturón junto al que ya andaba puesto y salió de la casa.
Bajo con tranquilidad las escaleras, él vivía en el segundo nivel de un bloque de departamentos, departamentos con una o dos habitaciones y una sala-comedor, la verdad lo suficiente grandes para vivir.
Gokudera-kun, ¿Ya para la escuela?-escucho una voz a su espalda. Él se giro para ver a una señora de edad ya avanzada que pasaba una escoba de un lado a otro. El simplemente asintió con la cabeza.- Que te vaya bien pequeño…- dijo la señora mientras le daba una pequeña caricia en el cabello.
Muchas gracias… Tenga un buen día Hanabi-san…- Con esto dicho el joven empezó su camino hacia la casa de su decimo.
Gokudera en realidad estaba agradecido con la anciana, ya que el que una persona le alquile un departamento a un adolecente era en realidad difícil, él había pasado por muchos problemas al llegar a Japón ya que nadie quería alquilarle un departamento o pieza a un adolecente con apariencia de problemático, sin embargo la vieja había sido muy amable y le había dicho que si le podía alquilar un departamento, lo cual le había salvado; tal vez por esa razón él siempre era amable y respetuoso con la anciana, aun cuando con todos los demás vecinos era un patán sin motivo alguno.
No era su culpa, el simplemente era así.
Llego hasta el hogar de su jefe y se quedo esperando en la puerta, a los minutos escucho como este gritaba a los cuatro vientos que se había dormido. Luego se escuchaba al menor de los Sawada corriendo hasta el comedor para 15 minutos después salir corriendo por la puerta principal.
¡Buenos días Decimo!-saludo alegremente.
¡Buenos días Tsuna!- se escucho a su espalda.
Gokudera salto de improvisto mirando de mala manera al beisbolista ¿En qué momento el chico había llegado? El no noto hasta que hablo.
¡Buenos días Gokudera y Yamamoto!-
Yamamoto dirigió su mirada hasta los ojos verdes que le miraban con molestia, su rostro mostro una sonrisa de 100 wats, al tiempo que su brazo se posaba sobre los hombros del albino.
¡Buenos días 'Dera!-
¡No me llames así yankubaka!- odiaba que Yamamoto le nombrara de aquella manera como si ellos fueran muy cercanos, y odiaba aún más el que este siempre colocara su brazo en esa posición. La razón por la cual Gokudera odiaba que Yamamoto lo tocara ya que luego su piel quedaba con un cosquilleo bastante agradable. Lo cual sólo lo hacia sentirse mal. El espero que después del insulto Yamamoto se alejara, más eso no paso este le dio un pequeño apretón en el hombro mientras murmuraba que el experto en bombas era de verdad muy interesante.
Porque rayos Yamamoto siempre parecía contradecir sus planes no lo entendía. Casi todas las personas reaccionaban según como él imaginaba, aunque sea una vez, sin embargo por más que imaginara con Yamamoto eso no pasaba el chico japonés nunca había reaccionado según sus pensamientos, eso le intrigaba y molestaba.
Entre peleas entre ambos chicos y suplicas del "cielo" para que ellos se calmaran llegaron al instituto en el cual estudiaban. En los tres años que habían compartido juntos habían pasado ya muchas cosas, por fin Tsuna estaba saliendo con Kyoko (la cual sorprendió diciendo que desde hace tiempo había esperado una confesión más civilizada de Tsuna, vamos que confesarte a la niña de tus sueños en Boxers no era muy romántico, para decirle que sí quería andar con él) por lo cual muchas veces Gokudera terminaba caminando hacia su casa con Yamamoto, pues por cosas se le había hecho costumbre el esperarle para luego irse juntos. Habían ocasiones en las que incluso comían sólo ellos dos juntos, esto aunque él no quisiera ya que el beisbolista era muy terco y no aceptaba un no por respuesta.
Como lo odiaba…
Odiaba que siempre lo arrastrara a comer con él, a pasar más tiempo con él…
Odiaba como luego le empezaba a comentar algo sobre alguna chica... que posiblemente le gustaba…
Y lo odiaba más al cuando le decía que si quería podían salir los tres juntos (Tsuna, Gokudera y Yamamoto) en una cita triple. A lo que Gokudera siempre respondía que no tenía interés. Al inicio le contestaba diciéndole que no tenía pareja pero ya se había aburrido de escuchar al moreno decirle que eso no era ningún problema que él con gusto le presentaría a una niña.
Eso le dolía aún más a Gokudera, le odiaba por causarle ese dolor…
Gokudera era homosexual, la verdad él se había percatado de eso unos meses después de haberse ido de su casa, por cosa de la vida, detalles que no le gustan mucho el recordar. Y la verdad para él no era un problema, bien le gustaban los tipos y eso no quitaba que el fuera un malhablado, mafioso y de sangre caliente; que seguramente te rompería la boca y un par de huesos si le decías algo que le molestaba.
Normalmente era la gente de su alrededor la que se sentía molesta o incomoda por que el fuera así. Por dada razón el mantenía esto en secreto.
Por esta razón Gokudera dentro de si sabia que estaba mal el permitir que el otro se acercara tanto a él, Gokudera desde el inicio había tenido cierto gusto por Yamamoto, Yamamoto era justamente como le gustaban los tipos a Gokudera. Altos, con buen cuerpo, de piel tostada. Y eso justamente hacia que Gokudera lo tratara tan mal, pero el imbécil nunca entendió de que Gokudera no quería tener nada que ver con él.
Eso era peligroso que tal si Gokudera hacia algo que alertaba a los demás de que sus gustos eran diferentes. El sabia que el decimo y los demás le habían aceptado con su temperamento y personalidad psicópata ¿Pero acaso serian capaces de aceptarlo si se enteraran que sus gustos eran distintos?
No lo sabía y la verdad no quería probar su suerte. Porque a Gokudera de verdad le gustaba Yamamoto, le gustaba mucho. Le había agarrado tanto cariño al idiota, y ni siquiera se percato en que momento él se empezó a encariñar con el moreno.
Maldito estúpido…
Pero claro esta que nunca le diría nada, había llegado a pensar en una época que tal vez el moreno también se sentía atraído a él, por las actitudes de este tenia con el peli plateado, siempre buscándolo, siempre tratando de llevarse bien con el, siempre pisándole los talones.
Gokudera recuerda bien como un día hace seis meses él estaba decidido a decirle a Yamamoto que sentía algo hacia él, primero pensó en decírselo en lo que esperaba al decimo en la entraba de su casa, pero extrañamente Yamamoto no apareció en esa ocasión. Luego pensó en decirle durante el almuerzo ya que imaginaba que su decimo comería con Kyoko, lo cual fue así.
Yamamoto apareció más tarde en el salón, y muy entusiasta le pidió a Gokudera que subiera con él a la terraza para poder comer ya que debía contarle algo muy importante. Gokudera imagino que le contaría algún suceso en el mundo del baseball. O algo muy estúpido. Para Gokudera la idea de la terraza no era mala luego que el idiota terminara de contarle que su equipo preferido había ganado o que él había comprando una nueva pelota, él le diría a Yamamoto que le gustaba.
Y de según sus planes el idiota le diría que él también sentía algo.
Para Gokudera fue grande el golpe cuando Yamamoto le conto muy entusiasmado que el día anterior él había tenido sexo por primera vez con una chica, de la cual Gokudera no tenia conocimiento y según el moreno dijo era la novia de este desde hacia ya un mes.
Lo primero que Gokudera pensó fue que como demonios era posible que él no supiera nada de la dichosa niña.
El moreno luego le explico que no había sido idea de él, ya que según lo que logro entender la chica se iría de la ciudad y quería que se primera vez fuera con Yamamoto, aun cuando su relación llegara a fracasar con la distancia que ellos tendrían.
Pero espero que podamos mantenernos juntos… creo que ella es la indicada…- Había concluido diciendo Yamamoto
Gokudera sintió como el piso tembló a sus pies, otra vez Yamamoto había actuado de una manera distinta a las pensadas. Sintió como una espina se le clavo en el pecho, quería gritarle que era un imbécil por presumirle, por decirle que todas sus planificaciones de tener una posible pareja se habían venido abajo.
Gokudera se sintió estúpido él se había imaginado todo de manera distinta. Él se había imaginado diciéndole a Yamamoto que le gustaba, luego Yamamoto le abrazaría diciéndole que el también sentía lo mismo se besarían… y bueno quien quitaba que ocurriera lo que tenia que pasar…
Sintió como la garganta le quemaba por llorar, como siempre él de estúpido creaba castillos en nubes y estos se venían abajo. Y siempre al final el único herido y sólo era él.
Ya te habías tardado yakunbaka…-
Fue todo lo que atino a decir mientras sacaba un cigarro y lo encendía, de repente toda su hambre había desaparecido. Yamamoto ante eso reacciono sorprendido y empezó a consultarle que hacia cuanto tiempo que Gokudera ya lo había hecho, si el conocía a la "niña"
"Maldito pendejo" fue todo lo que le cruzo por la mente a Gokudera cuando vio a Yamamoto tan interesado, diciendo que esas son cosas que los amigos deben contarse. Cuando la paciencia le colmo él le termino gritando diciéndole.
Fue cuando tenia 9 años…- "y con un hombre…" había concluido Gokudera en su mente
El recuerda como Yamamoto se sorprendió al inicio más luego con una sonrisa picara le dijo cosas "Gokudera es un calenturiento" "Gokudera si que es activo" no imbécil soy pasivo… pensó el peli plateado.
Esa tarde cuando su decimo le había dicho que él se iría con Kyoko, Gokudera tomo sus cosas y salió huyendo del instituto. Puta de seguro el haber estado viendo demasiadas novelas fresas le había afectado, todo se había jodido, Yamamoto nunca sabría el tiempo que el paso como maniaco pensando que era un idiota por sentir algo por el moreno, cuantas veces dejo de comer, cuantas veces dejo las puntas de sus dedos a carne viva por morderse y arrancarse las uñas.
Las veces que el se había negado a si mismo que sentía algo más que gustar por Yamamoto.
Todo para llegar a la conclusión que si sentía algo fuerte por el moreno. Y todo para saber que el idiota se había acostado con quien sabe que niña y se lo había presumido en su cara.
Ese día decidió que como fuera olvidaría a Yamamoto, pero hasta ahora no había podido. Maldito idiota por más que Gokudera intentara alejarse de él, por más que le tratará mal él muy maldito parecía valerle madre y seguía detrás de él presionándole para ser su amigo.
Ese día Gokudera escucho como siempre como su decimo, que extrañamente hoy estaba comiendo con ellos, hablaba de lo maravillosa que era su novia. Yamamoto le respondía que le envidiaba.
Como era de esperarse la relación que había tenido con su "primer" novia no había durado mucho después de que ella se fuera de la ciudad. Y al parecer Yamamoto aún estaba en la búsqueda de la "indicada"
Gokudera nunca era participe de esas conversaciones. Después de todo no tenia nada que decir. No le gustaba mentir, además no ganaría absolutamente nada fingiendo ante su decimo que el también esperaba a una "indicada" cuando en realidad la letra final de la palabra era otra.
Tenía miedo de cómo reaccionaria su jefe. O como podría llegar a reaccionar Yamamoto.
Yamamoto sentía que algo andaba mal con Gokudera de un momento a otro el chico parecía estar metido en una terrible depresión, no estaba seguro en que momento empezó a notarlo, quizás fue cuando noto que este se quedaba viendo a la nada durante horas, o tal vez fue cuando noto el estado en el que las manos del chico estaban, sus dedos casi sin uñas. O tal vez cuando noto que este se estaba poniendo más delgado, el chico de por si era delgado lo cual hacia preocuparse por este hecho.
También se podía sumar el hecho de que ahora parecía fumar más de lo que regularmente fumaba.
El confirmo sus pensamientos el día que Tsuna le comento que sentía que algo andaba mal con el italiano. Pero como siempre por más que intentara que este se abriera a él y le comentara sus problemas el chico no lo hacia, este actuaba como que no le llamaba la atención el abrirse más a otros.
Pensó en invitarlo en una cita triple con alguna niña en la cual este tuviere interés, de seguro eso lo reanimaría, pero tal parecía que eso tampoco llamaba la atención del chico.
No le gustaba que su amigo estuviera así.
Empezó a prestarle más de su atención al menor, notando como parecía que los ojos de este ocultaban muchas cosas, tantas que era imposible el saber cual de todas era la que le agobiaba en ese momento.
De un día a otro se dio cuenta que siempre que Gokudera leía un libro tatareaba alguna canción, dependiendo el estado de animo que tuviera incluso la entonaba, Yamamoto se dio cuenta de que la voz de Gokudera a pesar de ser grave sonaba muy bien al entonar canciones, canciones que el no conocía, ya que Gokudera solía sólo cantar canciones en ingles o italiano. Rara vez escuchaba alguna canción japonesa salir de sus labios, y en las dos únicas ocasiones que eso había pasado, Yamamoto había sentido que el corazón le hacia añicos ambas canciones decían cosas tristes y solitarias. Hablaban de dolor, esas ocasiones le hicieron preguntarse si todas las canciones que el entonaba sin importar el idioma eran tristes; sin embargo cuando Gokudera cantaba su cara mostraba seriedad por lo cual no era posible el saber si cantaba por inercia la primera canción que le venia a la cabeza o tal vez estaba tratando de decir algo.
Yamamoto no lo sabía.
Y extrañamente le dolía no saber eso.
Los 5 días, en los que la Vongola tendría que haber depositado su cuota mensual, pasaron y en la cuenta de Gokudera no se vio reflejado ningún ingreso. Se preocupo mucho hasta que recibió una llamada de una de las agentes de la Vongola quien le indico que el recibiría su cuota hasta dentro de 10 días ya que el presupuesto había tenido una baja, baja de la cual no estaba segura la razón por la cual había pasado.
Gokudera le agradeció a la chica, y le dijo que el seria paciente. Al colgar la llamada lo primero que pensó fue en Uri, extrañamente la gata/o había comido menos de lo común, como si hubiera presentido que esto iba a pasar. Por lo cual aún tenía un poco de leche en el refrigerador, no sabía cuánto duraría, esperaba que fuera el tiempo suficiente.
El se acerco a su fregadero y se tomo dos vasos de agua. El agua le mantendría vivo (ya llevaba dos días en dieta de agua) un ser humano puede vivir mucho tiempo sólo con agua.
Científicamente comprobado…- soltó al aire, algo así como el recuerdo de algo anteriormente escuchado.
Lo que sí tendría que controlar iba a ser el uso de su dinamita, ya que sin esta le resultaría un problema defender a su decimo. Dividió las municiones actuales hasta formar 10 grupos con la misma cantidad de piezas, utilizaría uno por día, pero si en ese día no se presentaba una verdadera necesidad no las utilizaría, ya que al final de cuentas, él no sabía cuando la Vongola realizaría el depósito a su cuenta.
Durante dos días todo resulto como él lo había planificado, fue a estudiar, cuido a su decimo, fingió estar interesado en las clases; Compartió el receso con Yamamoto, El beisbolista le había preguntado la razón por la cual él no comía, a lo que Gokudera muy inteligentemente contesto que había desayunado mucho en su casa, compartió el camino de regreso con Yamamoto a su casa. Sin embargo el tercer día fue diferente.
Desde que se había despertado se había sentido cansado, se sentía débil. Sin embargo eso no impidió el hecho de ir a traer a su decimo, durante las clases no presto la mínima atención, ya que no podía, ya estaba empezando a ver lucecitas. A la hora del almuerzo, Tsuna comento que quería comer con Kyoko, por lo cual se alejo de ellos.
Lo verdaderamente terrible pasó cuando Yamamoto y Gokudera estaban subiendo las gradas para comer en la azotea, Gokudera empezó a perder el enfoque de la espalda de Yamamoto, esta se mostraba ante él cada vez más borrosa. Las lucecitas se hicieron presente, él sabía lo que pasaba, no era primera vez… estaba a punto de desmayarse.
Yama… mo… to…- fue todo lo que dijo cuando su mundo se volvió oscuro.
Ante la voz suave Yamamoto se giro, sus ojos se abrieron con sorpresa cuando noto que Gokudera estaba cayendo hacia atrás, como pudo se lanzo y logro agarrar la muñeca de este antes de que cayera por las escaleras.
Logro coger a Gokudera y aprisionarlo contra su cuerpo, Gokudera era en realidad liviano y delgado. Gokudera Parecía una muñeca sin vida. Lanzo su comida al piso y cargo a Gokudera, de forma en la que se carga a una novia, la cabeza de Gokudera cayó hacia atrás mostrando en este acto que estaba completamente inconsciente.
Yamamoto corrió hacia la enfermería, por suerte la enfermera estaba ahí, esta al ver a Yamamoto con Gokudera en brazos le indico que le pusiera en una de las camas.
La enfermera realizo un chequeo general, por lo cual le quito la camisa a Gokudera. Ella soltó un exclamación de sorpresa al ver el torso del chico desnudo.
Gokudera poseía una piel completamente blanca, se notaba que debía ser muy suave. Pero lo que más llamaba la atención, tanto de Yamamoto como de la enfermera era el hecho de que las costillas del chico eran claramente visibles. Ella le reviso con cuidado. Luego de hacer unas anotaciones dirigió su mirada hacia Yamamoto.
¿Eres su amigo?-obvio no… que mujer mas tonta
Si…-
¿Sabes desde hace cuanto tiempo él no come?- Yamamoto le miro con preocupación y negó con la cabeza- la razón del desmayo son inicios de desnutrición… no se cuanto lleva sin comer… pero me imagino que ya han de ser un par de días… no puedo hacer nada más que darle suero, pero por el momento la escuela no tiene suero para inyectarle por lo cual sólo le puedo dar unos sobres… -ella se acerco a Gokudera y le acaricio el cabello- lo mejor es llevarle a su casa, de seguro su madre podrá darle algo… ¿sabes a donde vive?-
Si….-
Te escribiré un permiso y podrás dárselo a su orientador para que puedas salir con él…- le miro fijamente- ¿Le puedes llevar tú o mejor llamo a sus familiares?-
¡Yo lo llevo!- contesto Yamamoto sabiendo que aunque llamaran a la casa de Gokudera no contestaría nadie, ya que el chico vivía sólo.
Presento el permiso al maestro, con la prisa él olvido comentarle a Tsuna que se iría antes con Gokudera, tomo tanto su maletín como el de Gokudera regreso a la enfermería y tomo los sobres de suero, luego cogió en sus brazos a Gokudera. Ahora comprendía por qué el chico era tan ligero.
Salió rápidamente del edificio, en 10 minutos ya estaba frente al departamento del italiano, le coloco en el piso mientras metía sus manos en las bolsas de este buscando las llaves del lugar. Al encontrarles abrió la puerta y cogió nuevamente al más bajo.
Yamamoto se sorprendió al ver el lugar, estaba muy ordenado, y era un poco grande. Cerró la puerta tras sí, coloco a Gokudera en uno de los muebles que estaban en el living, lanzo su mochila y la del otro chico hacia un lado. Para poder moverse con mayor facilidad. Registro el lugar hasta que dio con la habitación del chico. De igual manera que el living la habitación estaba en completo orden, el cuarto era pequeño, había una cama individual al lado de una mesita de noche en donde habían 3 portarretratos, una foto era de una joven de cabellos plateados y sonrisa dulce, dedujo que esta era la madre de Gokudera, había una foto de todos los guardianes con Tsuna en medio.
Yamamoto abrió sus ojos con sorpresa.
En el tercer portarretrato estaba él. Yamamoto tomo entre sus manos el objeto, en esta se miraba un Yamamoto un tanto sudoroso y con su mega sonrisa, de seguro esa foto había sido tomada en una de sus prácticas de beisbol.
¿En qué momento había sido tomada esa foto?
¿Qué hacia una foto suya en la mesa de noche de Gokudera?
¿Acaso el italiano no le odiaba?
Regreso a la sala, sólo para encontrar a Gokudera aún dormido. Lo levanto y lo llevo hasta el cuarto. Lo deposito con suavidad en la cama y luego salió del cuarto. En el living también se encontraba la cocina y el comedor, ya que eran una sola habitación. Yamamoto se acerco al refrigerador, y le abrió.
No había nada… nada más que un litro de leche empezado. Reviso en todas las gavetas y repisas.
Nada.
No había nada comestible.
Se paso la mano por el cabello ¿Desde hace cuando Gokudera no comía? Es decir el ya había notado desde hace unos días que Gokudera no almorzaba. Gokudera siempre decía que era porque desayunaba mucho.
Que estúpido había sido al no haber notado las mentiras de Gokudera.
Continuara…
La musa me ha golpeado con fuerza…. Nunca en mi vida había escrito tanto… bueno… este fue el fruto de una semana… Estoy planeando hacer sólo tres capítulos… Cuatro a lo mucho…
¿Qué les pareció?
No me queda bien el BL… U_U
